Capítulo XXII

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Ya casi es Halloween y el instituto tiene por costumbre que los alumnos lo decoren. Cuando llegamos el lunes a clase tenemos las mesas llenas de cajas con adornos: sombreros de bruja, murciélagos, dentaduras falsas, caretas... Nos dejan decorar el aula, y si terminamos pronto, podemos ir al comedor a ayudar a los demás.

Katy y Alan están decorando juntos la parte de las ventanas, se les ve muy felices. No paran de besarse en cuanto tienen oportunidad y rozan sus manos cuando van a coger más decoraciones de su caja. Les miro durante un rato y veo puro amor en sus ojos. Son tan tiernos que en el fondo me muero de envidia, envidia sana, por supuesto. Soy muy feliz por ellos.

Justin viene a mi lado con una caja llena de caretas y una cuerda para colgarlas. Derek se une a nosotros. Veo una que es muy fea, creo que es la de Saw, no estoy muy segura porque no me gustan esas películas, la cojo y veo que Justin está distraído, me la pongo y me escondo debajo de la mesa. Derek me mira divertido, sabe lo que voy a hacer. Así que se pone de frente a mí para que Justin continúe dándome la espalda.

— Mira que son feas estas máscaras tío. — Dice distraído. Estoy intentando contener la risa, tengo que respirar hondo si no quiero mearme encima.

— Demasiado, pero es Halloween, lo bueno es dar miedo, ¿no? — Dice Derek aparentando normalidad.

— Sí, eso es verdad. — Se gira y me busca. — Oye, ¿dónde está Luna?

— Ha ido al baño, enseguida vuelve.

— Vale, cuando vuelva cogemos la escalera y colgamos las máscaras en la pared. — Las sigue mirando. — Joder, es que son feas.

Veo mi oportunidad y me pongo detrás de él, me asomo por su hombro izquierdo, veo que va a girarse y me agacho. Pone cara rara pero sigue a lo suyo. Ahora me asomo por su otro hombro y vuelvo a agacharme.

— Oye tío, para ya.

— ¿Qué pare qué?

— Lo que sea que estés haciendo, me da mal rollo.

Ay dios, estoy apunto de mearme de la risa, respira Luna, respira.

— No estoy haciendo nada, estoy atando las máscaras a la cuerda.

Última vez, lo prometo. Me asomo por su hombro izquierdo y esta vez me quedo ahí, esperando a que se de la vuelta, espero, espero... De repente advierte mi presencia y a la que se gira a mirar...

— ¡LA OSTIA! — Pega tal salto que casi se sube encima de la mesa.

Derek y yo empezamos a reírnos de tal forma que creo que al final me he meado encima.

— ¡Mira que sois cabrones!

— Ay — apenas puedo hablar, voy a ahogarme de la risa—, perdóname de verdad, es que no he podido evitarlo.

— Y tú anda que avisas. — Señala a Derek con dedo acusador.

Derek se encoge de hombros y levanta las manos en señal de rendición mientras muestra la sonrisa más bonita que he visto en mi vida.

Justin se acerca a mí y con la mano me pide la careta.

— Lo siento... — Le digo con cara de cachorrillo.

— Eres una capulla — dice, pero acto seguido me abraza. Es un cachito de pan.

Continuamos con nuestra tarea y en poco tiempo terminamos nuestro lado. Voy a ir a ayudar a Katy y Alan cuando Luke se para a nuestro lado.

— Vaya vaya, si en el fondo tienes sentido del humor. Ya he visto el susto que le has dado a Justin, ha estado bien.

Le miro sin responder. ¿A qué viene? ¿Ahora va de amigo o qué? Decido ignorarle.

— ¿Qué quieres Luke? — Le pregunta Derek muy borde.

— Me has sorprendido, ¿sabes? Creo que encajarás bien en mi fiesta de Halloween.

— ¿Eso es una invitación? — Pregunto sin mucho interés.

— Pues sí, me sorprendo a mí mismo pero sí, te estoy invitando.

— No, gracias.

— ¿No?

— No. No me interesáis ni tu ni tus fiestas.

Según digo eso, Katy y Alan vienen a nuestro encuentro.

— ¿Qué pasa chicos? — Dice ella.

— Estaba invitando a Luna a mi fiesta de Halloween, pero dice que no quiere venir.

— No me extraña, nosotros tampoco vamos. — Dice Alan.

— ¿Ah no? ¿Desde cuando te pierdes una de mis fiestas?

— Desde que he descubierto que eres un capullo.

Uis, eso ha debido de doler. Intenta mantener su expresión intacta pero sé que en el fondo le jode que su adorado séquito se esté disolviendo.

— Vosotros veréis, si queréis pasar Halloween en la fiesta cutre que se organiza en el Grill... Adelante. Pero ya sabéis que allí no podréis beber.

Katy y Alan se miran, después nos miran a nosotros. No... ¿De verdad estáis pensando en ir?

— No te aseguramos nada, lo tenemos que pensar — le responde Katy, acto seguido le da la espalda y se pone a coger más cajas.

Luke se da por satisfecho y vuelve a lo suyo.

— Yo no tengo nada que pensar. No pienso ir. — Le digo a Katy en voz baja.

— Ya sé que no quieres nena, pero en el fondo tiene razón. Sus fiestas son las mejores y si queremos beber... — Dice Katy.

— Que vayamos no quiere decir que tengamos que estar con él. Habrá mucha gente, quizá ni siquiera le veamos. — Dice Alan.

Todos me miran y sé que tengo mala cara. Derek intercede por mí.

— Chicos creo que no es buena idea.

— Vale, está bien. Vamos, pero no me pienso disfrazar.

— Ni de coña, si vamos a una fiesta de Halloween tenemos que disfrazarnos. Esta tarde vamos a una tienda que conozco que tiene disfraces muy chulos. — Dice Justin pasando su brazo por mis hombros.

Ay dios, no sé dónde me he metido.

Meto en el GPS del coche la dirección que me ha mandado Justin, pone que está cerca pero creo que no he ido nunca a esa zona.

Cuando llego ya me están esperando todos. Al salir del coche noto la mirada de Derek clavada en mí y no puedo evitar sonrojarme y agachar la cabeza.

— ¿De quién es esta tienda? — Pregunto.

— Es de una amiga de mi madre. — Responde Justin. — Tiene disfraces muy chulos y están bien de precio. — Me coge de la mano y entramos.

Sé que Derek nos está mirando pero no me atrevo a decirle nada. Él no ha mencionado nada de lo que pasó la otra noche ni me ha mandado ningún mensaje. Sé que no se le ha olvidado, a lo mejor aún tiene que arreglar cosas y no quiero agobiarle.

Hablando de arreglar cosas, ¿por qué no está buscando disfraz con Mary?

— ¿Habéis pensado de qué os vais a disfrazar? — Pregunta Katy emocionada.

— La verdad es que no — digo yo mientras los demás niegan con la cabeza.

Entramos en la tienda y nos dispersamos, a ver si encontramos algo.

Veo muchos disfraces, están los típicos de bruja, zombie, vampiro, una careta de hombre lobo...

En otro pasillo están los disfraces ''sexys'' por así decirlo, de enfermera de la muerte, diablesa, princesas disney zombies con unos vestidos demasiado cortos... Este pasillo no es para mí.

Voy al siguiente y veo a Derek, no puedo evitarlo y me acerco a él.

— No pensé que fueras a venir hoy.

— ¿Por?

— Bueno... Me imaginé que buscarías un disfraz para ir a juego con tu acompañante.

— No tengo acompañante.

— ¿No?

— No. — Deja de mirar disfraces y me mira a los ojos. Sé que quiere decirme algo pero parece que no se atreve, o no puede. Esta situación me desespera un poco. Voy a echarle valor pero veo a Justin venir corriendo.

— ¡Luna! ¡Luna! Tengo los disfraces perfectos.

Me enseña un traje morado, unos zapatos negros y pintura verde para el pelo.

— Eh...

— No, no digas nada. Toma, este es el tuyo.

Me da pintura rosa y azul para el pelo, unos botines de tacón y dos perchas, una con una camiseta de manga larga, rasgada en algunas zonas y un pantalón azul, corto, demasiado corto.

— Ni de coña Justin.

— ¡Que sí! ¡Somos El Joker y Harley Quinn!

— Que no, que yo aquí no entro. — Creo que lo he dicho en voz alta porque ambos me miran, y Derek encima con cara de enfado. — Quiero decir, que Harley Quinn lleva un mono de arlequín, no este ''bragalón''.

— Pero... Este mola más que el original. Venga por favor, pruébatelo.

No sé por qué pero miro a Derek y asiente con la cabeza.

— Vale, pero por si acaso busca otra cosa.

— Hecho. — Da media vuelta y se va.

Yo resoplo y miro el disfraz.

— Derek, si no quieres que vaya con Justin dímelo, no pasa nada.

— Al contrario, no me importa que vayas con él.

— ¿Y por qué me miras con esa cara?

— Porque no me gusta que te infravalores. Si no te vale ese traje se busca una talla más grande, pero nunca te infravalores de esa manera. Si tienes dudas, pregúntale a Lola.

— ¿Lola?

— Es la hija de la dueña, la que nos ha saludado al entrar. Venga ve y cuéntale. — Me gira y me da un empujoncito para que vaya. Él se queda mirando más disfraces.

Venga, vale, lo voy a intentar, no me puede quedar tan mal, ¿no?

— Hola, ¿eres Lola?

— ¡Hola! La misma, ¿en qué puedo ayudarte?

— Verás es que... Justin se ha empeñado en que vayamos conjuntados y me ha sacado un disfraz que no me convence mucho.

— Déjame ver. — Le doy la ropa, la extiende encima del mostrador y me mira. — Este Justin... Créeme que lo hace con buena intención, no pienses mal. Quizá este pantalón te vaya un poco justo, pero tengo por aquí... A ver... — Rebusca entre las cajas que tiene detrás del mostrador — aquí está. Mira, — extiende un pantalón que es casi del mismo color que el del disfraz, pero sigue siendo igual que corto. — No lo descartes aún, prueba y avísame cuando lo tengas puesto.

Me señala el probador y entro con la ropa. No estoy para nada segura pero bueno, con Katy al principio me pasó igual, no estaba segura y al final acabé contenta. Vamos a probar.

Me pongo el disfraz y me miro en el espejo, es que ni de coña, si voy enseñando medio culo. Asomo la cabeza y veo a Lola esperando, le hago una señal y entra conmigo al probador.

Veo que me mira de arriba a abajo, me pone bien la camiseta, me la baja un poco de lado para que enseñe un poco los hombros y se pone con el pantalón. Lleva unas tijeras pequeñitas, veo que desdobla la parte de abajo de la prenda y empieza a sacar el bajo. Cuando termina, lo coloca bien, lo estira y veo que me cubre el culo entero, se queda al ras, pero me lo cubre entero.

La miro contenta, la verdad es que no me queda nada mal.

Me dice que me ponga los botines, con el calzado suele cambiar mucho el aspecto y tiene razón. Me hace unas piernas muy largas y estilizadas.

— ¿De qué disfraz es este pantalón?

— De ninguno, no sólo es una tienda de disfraces, también vendo ropa normal.

— Muchísimas gracias, me gusta mucho. Me has salvado — le digo y ella me sonríe.

— No ha sido nada. Te queda genial, estás muy sexy — dice, me guiña el ojo y sale del probador.

Se ha dejado la cortina un poco abierta y cuando me vuelvo a mirar en el espejo veo reflejado a Derek, que me mira desde fuera con la boca abierta. Me giro corriendo y cierro la cortina.

Mierda, quizá no debía haberlo hecho. La abro un poco y veo que Derek sigue en el mismo sitio, quizá me esté esperando así que le hago una señal para que se acerque.

— Estás espectacular — tiene los ojos muy abiertos.

— Gracias, ¿tú de qué vas disfrazado?

— De enfermero zombie.

— Un clásico.

— Me gustan los clásicos.

Veo que los demás ya van a pagar sus disfraces así que me apresuro a cambiarme y salgo a pagar yo también.

— Oye Justin, ¿al final has buscado otro disfraz?

— No.

Levanto una ceja y le miro.

— Sabía que no iba a hacer falta, Lola es una maestra en este arte.

— Zalamero — responde Lola.

Veo que Justin le guiña un ojo. — Toma, necesitarás esto. — Es el bate de Harley. Le doy las gracias y lo guardo en la bolsa.

Al salir decidimos ir a tomar algo al Grill.

Cuando llegamos vemos una mesa grande vacía y allí nos sentamos. Justin y Katy se sienta a mi lado y enfrente se ponen Alan y Derek.

— No os he preguntado, ¿de qué os vais a disfrazar vosotros? — Les pregunto a Katy y Alan.

— Yo de Annabelle y Alan de Monja. — Dice riendo. Van a ser un espectáculo.

Estamos esperando a que nos traigan las bebidas cuando veo a Luke y Mary entrar.

Ella inmediatamente nos ve, parece que tiene un radar, llega a la mesa y se sienta al lado de Derek.

_ Hola cariño mío, ¿qué tal? — Dice, y le da un beso en la mejilla. Yo me enciendo de rabia y aprieto los puños por debajo de la mesa.

— ¿Te importa? Estoy ocupado. — Le contesta él.

— Qué borde estás últimamente, pero no me importa, ya tengo nuestros disfraces, vamos a ir de médico y enfermera buenorros.

— Menuda novedad — suelta Katy.

Mary le fulmina con la mirada.

— Lo siento, pero yo ya tengo disfraz.

— ¿Sí? ¿Y qué disfraces has cogido?

— A ti ninguno, voy a ir con ellos a la fiesta, no contigo. — Le responde tajante Derek.

Eso sí que no me lo esperaba. A ver, sí me lo esperaba porque él me dijo que no tenía acompañante, pero no esperaba este desplante en público.

Mary nos mira a todos con rabia pero se detiene en mí, me fulmina, si las miradas matasen...

Se levanta enfadada y se sienta a la mesa con Luke.

La verdad es que a mi se me ha quitado el hambre, la sed y todo.

Tendría que estar contenta por lo que ha pasado, pero la situación es tan violenta que no me agrada nada.

Al volver a casa veo el coche de mis hermanos en la puerta. Entro corriendo y me tiro a sus brazos. Se me han caído las bolsas pero me da igual. Ambos me abrazan y les lleno de besos, les he echado mucho de menos. Quiero que me lo cuenten todo.

Cuando ya consiguen que les suelte, recogen el contenido de las bolsas y lo miran.

— Me han invitado a una fiesta de Halloween, voy de Harley Quinn.

— ¿Y quién hace de Joker? — Pregunta Tom.

— Justin — le digo sonriente.

Ambos me sonríen y me abrazan de nuevo.

Mientras cenamos quieren que les ponga al día de todo y yo lo hago, intento evitar la cena con Derek pero Tom insiste en saber qué tal fue.

Se lo cuento, por encima, obviando que nos besamos.

Ambos ponen ojitos tiernos y me miran.

— Parad ya anda.

— Es que hacéis una pareja muy bonita. — Dice Sam.

— No somos pareja, parad de una vez.

— ¿Seguro que no pasó nada en la cena? — Pregunta Tom.

— Seguro.

Sé que no me cree, tiene esa mirada de ''eres como un libro abierto para mí'' pero no estoy lista para que ellos lo sepan. No sin antes saber yo qué va a pasar.

Decido huir antes de que inicien otro interrogatorio, recojo, le doy un beso a cada uno y corro escaleras arriba.

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