Capítulo XXIII

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

 — ¿Me ayudas con el nuevo trabajo de historia? — Me pregunta Derek.

— Sí, claro.

— ¿Quedamos a las 18h en mi casa?

— Mejor en la biblioteca. — Veo decepción en sus ojos. — Tenemos que documentarnos primero y hay libros que yo no tengo.

— Vale, nos vemos allí después de clase.

Da media vuelta y se va, yo termino de coger mis cosas de la taquilla.

Conozco bien el tema, adoro la historia, pero hoy no me he levantado con mucho ánimo y no quiero estar a solas con él. Lo sé, soy una idiota, tendría que estar dando saltos de alegría por pasar otra tarde con él, pero me encuentro rara.

A medida que va pasando el día me encuentro peor, me duele mucho la tripa y la cabeza y el ibuprofeno que me he tomado no me ha hecho nada, al contrario, me ha revuelto más.

A la hora de comer voy al baño y veo la razón de por qué me encuentro hoy así. Me ha bajado la regla.

Menos mal que siempre llevo un kit de emergencia.

Saco unas braguitas limpias de mi neceser y una compresa. Menos mal que también me acordé de guardarme un paquete de toallitas húmedas.

Estoy cambiándome cuando entra gente al baño.

— Estás resplandeciente hoy Mary. — Esa voz me suena... Ya sé, es una animadora que tiene la voz muy aguda, normalmente va pegada al culo de Mary.

— Gracias Jessica, ¡cómo no voy a estarlo! Hoy es nuestro aniversario, Derek y yo hacemos 2 años juntos.

— ¿Vais a celebrarlo? — Pregunta otra chica. A esa sí la conozco, se llama Karen y está coladita por Luke. ¿Cómo lo sé? Porque es evidente, en estos últimos días ha aprovechado que Alan, Justin y Derek se han separado del grupo y ha empezado a acosar a Luke. Él encantado claro, adora ser el centro de atención. Como Mary, no entiendo por qué no están juntos si son tal para cual.

— Obvio Karen. Le tengo preparada una sorpresa. Me he comprado un conjunto de lencería súper sexy, de color negro, que es su favorito. Y además he comprado algunos juguetitos, lo vamos a pasar muy bien.

— Vais a aprovechar la noche — dice Jessica y las tres se ríen.

— ¡La noche y el día! Recordad que mañana es fiesta. No voy a dejarle salir de la cama. — Se ríe, su risa es malvada.

¿Cómo puede estar pensando en celebrar un aniversario y reírse de esa forma? Más bien parece estar planeando la muerte de alguien.

Como cuando la bruja malvada planea matar a la princesa.

Debería ir disfrazada de bruja, pero de las feas, con berruga en la nariz y sombrero hortera.

— Esta noche hemos quedado para cenar y os prometo que voy a hacer que sea inolvidable para él.

Las tres salen del baño riendo y yo me siento en la taza del váter.

No ha cortado con ella. ¿Entonces por qué me besó el otro día? ¿Y por qué me mira con deseo?

Ayer en la tienda de disfraces parecía que me estaba comiendo con la mirada. Y se enfadó conmigo cuando hablé mal de mi cuerpo, no entiendo por qué lo hace si sigue con ella.

No debería preocuparse tanto por mí, ¿no?

A lo mejor soy yo quien está liando las cosas. El beso fue un impulso momentáneo de aquella noche y ya está. Sólo somos amigos.

He sido una tonta por hacerme ilusiones, encima me ha bajado la regla y tengo una revolución de hormonas... Sólo quiero llorar.

Ya está, decidido, voy a decirle que anulamos la clase de esta tarde, que no me encuentro bien y hacemos el trabajo otro día. Total, si tenemos tiempo, el profesor nos lo ha dicho esta mañana así que no hay por qué empezar hoy.

Tiro de la cadena, me lavo las manos y salgo al pasillo. Le veo junto a su taquilla, cojo aire, me armo de valor y me dirijo hacia él.

— Oye Derek hoy no...

— ¡Luna! ¡Qué bien que te veo! Mira — me enseña un folio — he hecho un índice con los puntos que creo que son más importantes del trabajo y he ido a la biblioteca a pedir que nos separen los libros que necesitamos. Así luego ahorramos tiempo.

Estoy impresionada, se ha tomado muchas molestias. ¿Ahora cómo le digo que no quiero dar la clase?

No puedo hacerlo, está muy implicado y emocionado. Saco mi mejor sonrisa y le doy las gracias por ahorrarnos el trabajo de buscar los libros.

Me da un apretón cariñoso en el hombro y se marcha al vestuario. Hay clase de gimnasia.

Me niego, no me apetece nada.

— ¿Vamos? — Katy aparece por detrás y me coge del brazo.

— No, ¿puedes cubrirme? Me ha bajado la regla y me encuentro fatal.

— La verdad es que tienes mala cara. Vete, yo le digo que te encontrabas mal.

— Gracias nena.

Cojo mis cosas y salgo del edificio.

No sé dónde ir. A casa no me apetece y además sé que si me tumbo luego no me voy a poder levantar.

Mejor voy a la biblioteca así me distraigo un rato leyendo y puedo adelantar algo del trabajo.

Entro en la biblioteca y le pido a Lori que me diga dónde ha dejado los libros que le ha pedido Derek.

Los ha dejado encima de una mesa grande.

Lori es genial, no es la típica bibliotecaria mayor y con mal genio, al contrario, es una mujer encantadora de mediana edad.

Hablo un rato con ella e intercambiamos opiniones sobre los libros que hemos leído.

Se me pasa por la cabeza ser bibliotecaria, puede que sea una opción si no consigo plaza en la carrera que quiero.

Me siento y empiezo a mirar los libros. Encuentro uno que nos va a venir muy bien. Hay textos antiguos y dibujos sobre las zonas de las civilizaciones antiguas y veo en el índice que hay temas que no conozco bien, así que me pongo a leerlo.

Estoy concentrada cuando noto una presencia. Levanto la vista y Derek me está mirando.

— Perdona, no quería asustarte.

Miro el reloj y son las 17.30h. — Lo siento no te oí llegar.

— No te preocupes, tampoco quise distraerte, estabas tan mona concentrada, cuando lees algo interesante se te forma una arruguita en la frente, justo aquí — me toca la frente y yo, con ese simple toque, ya me siento arder — y por eso no te dije nada.

— Sí que te fijas en los detalles.

— Si tienen que ver contigo, sí. Me gusta observarte mientras lees.

Eso ha sonado un poco raro.

— No pienses mal — se ríe — me refiero a que te he visto en clase de literatura, cuando nos dicen que leamos.

— Ah — me río yo también.

Es verle y se me quitan todos los males, la tensión del día se me ha quitado, su sonrisa y su voz son curativas.

Me da el índice que ha hecho y lo leo, la verdad es que está bastante bien y parece que se ha documentado porque algunos de los puntos aparecen en el libro que estaba leyendo.

Estoy orgullosa de él, no me imaginaba que fuera así. Al principio me parecía un capullo ignorante y con cero inteligencia. Ahora veo lo equivocada que estaba.

Le enseño el libro que estaba leyendo y me confiesa que le echó un ojo por la mañana. Le pidió consejo a Lori sobre el trabajo y le recomendó justo este libro. En base a él hizo el índice.

— Vaya, no te hacía un chico de biblioteca.

— Hay muchas cosas de mí que no conoces — me dice con esa sonrisa que podría derretir la Antártida.

— Ya veo. Me gusta lo que estoy descubriendo.

— Me alegro, a mí también me gusta lo que estoy descubriendo de ti.

Le sonrío y le miro, sé que me he quedado embobada pero no me importa. Mientras no se me caiga la baba vamos bien.

Saca su portátil de la bolsa y nos ponemos con el trabajo.

Estamos tan concentrados que se nos pasa el tiempo volando.

— Perdonad chicos, son las 20h y tengo que cerrar ya. — Nos anuncia Lori.

Cuando levanto la vista del libro veo que nos hemos quedado solos y que fuera ya casi es de noche.

Recogemos y nos despedimos de Lori.

— Te invito a tomar algo.

— Muchas gracias pero no hace falta, de verdad. — Por no decir, que no es buena idea.

— Insisto, no acepto un NO por respuesta.

— Te pareces a tu hermana más de lo que crees — le digo riendo.

— Todo se pega — se ríe él también.

Accedo a ir, así que nos montamos en nuestros coches y vamos al Grill.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro