Capítulo XXXIX

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Cuando bajamos de los coches estoy alucinando, ha decorado la mansión como si fuera una auténtica casa del terror. Da miedo, la verdad. Según nos vamos acercando se oye la música más alta. Ahora hay música electrónica, mucho a Luke no le pega, pero a mí sí me gusta. Vemos que hay gente en la zona de la piscina, son chicos del equipo y nos acercamos a saludar. Inmediatamente reconozco a Tony y Lucio, van muy guapos vestidos de Frankenstein y Freddy Krueger.

— ¡Hola chicos, qué disfraces más chulos! — Les digo mientras los chicos se saludan.

— Muchas gracias, tú estás muy sexy Luna, y tu Katy das mal rollo, como tu novio — dice Tony.

— A ti no tenemos el placer de conocerte aún, pero también estás muy sexy — ¿Lucio está intentando ligar con ella?

— Hola, soy Anna, encantada de conoceros.

— Hola Anna — dicen los dos a la vez. 

Debería sacar un cubo ya que están empezando a babear. Justin se da cuenta porque se acerca y le pasa un brazo por la cintura. 

— ¿Qué hay chicos?

Los dos chicos se miran y se sonríen, indirecta captada. — Poca cosa, se ha gastado mucha pasta en la decoración, ya sabes, le gusta fardar. Aunque reconozco que la casa del terror que ha montado no ha estado mal, nos hemos echado unas risas.

— ¿Casa del terror? — Pregunto. No me jodas, odio las casas del terror.

— Sí, la mansión tiene tres plantas, pues la ha montado en las dos de arriba. Hay una escalera en cada extremo de la casa, así que subes por una, recorres el pasillo y continúas por la del otro extremo — explica Tony.

— Y luego... ¿Cómo se sale? — Pregunto un poco acojonada pero intentando que no se note.

— Hay un tío vestido de mayordomo que va cerrando unas verjas cuando subes las escaleras. Cuando ya has recorrido la casa entera, te abre las verjas de un tramo de las escaleras y bajas directo a la planta baja — apunta Lucio.

— Qué... divertido... — Intento reír pero creo que he puesto una sonrisa torcida un poco extraña.

— Venid luego aquí si queréis, dentro hay mucha gente y es un poco agobiante. Coged bebidas y os esperamos aquí — dice Tony. Choca su vaso con el de Lucio y ambos beben hasta vaciarlo.

Nosotros continuamos nuestro camino, vamos a entrar en la casa. La verdad es que no me apetece nada explorar los pisos superiores, a ver si con un poco de suerte a los demás no les apetece tampoco. Pero no tengo suerte, según entramos vemos a Mary y a Luke. Van conjuntados, los dos de zombies, o un intento de ello. ¿Cómo puedes disfrazarte de zombie e intentar ser sexy a la vez? Mary y sus ideas...

— ¡Pero si son mis ''queridos'' amigos! Bienvenidos... bienvenidos... — Dice Luke, parece que ya va un poco borracho y la ironía se le nota demasiado. Pongo los ojos en blanco.

— Hola chicos — dice Mary pero nadie la contesta.

Vamos a pasar de ellos e ir a la cocina cuando nos corta el paso. — ¿Dónde creéis que vais?

— A la cocina, a por bebida — dice Justin. 

Luke empieza a reírse, una risa que no me da buena espina. — Si queréis quedaros y beber, primero debéis pasar por la casa del terror.

Debo poner mala cara porque ambas miradas se centran en mí. 

— Qué te pasa Luna, ¿te da miedo? — Se ríe — y yo que creía que a la increíble Luna no le daba miedo nada — vuelve a reírse, esta vez con una risa malvada, como ella. 

— No empieces Mary — dice Derek poniéndose delante de mí.

— Eh, tranquilo tío, tranquilo. Esto es una fiesta, hay que pasarlo bien. Y vosotros lo vais a pasar... ¡DE MUERTE! — Se ríen los dos. — ¿Verdad, nena?

¿Nena?

— Claro que sí, amorcito — dice Mary, y se besan. Veo sus lenguas, parece que se están lamiendo la cara en vez de besarse y Luke abre tanto la boca que parece que se la va a comer. Es asqueroso.

— Puag, voy a vomitar — dice Katy haciendo un gesto con los dedos en su boca.

Cuando terminan eso que están haciendo, nos miran victoriosos, con superioridad.

— ¿Qué esperáis, que os aplauda? — Dice Alan y empieza a reírse. 

Veo como Mary aprieta la mandíbula y se enfada. — Pasa de ellos —  dice Luke, y se la lleva.

Aprieto fuerte la mano de Derek, me infunde seguridad, pero sigo sin querer subir a la planta de arriba.

— Bueno, ¿qué hacemos, entramos? — pregunta Katy.

— Si queremos beber... capaz es de echarnos si no subimos — dice Alan.

— No tenemos que entrar si no quieres — me dice Derek apretándome la mano él también.

— No... no, da igual, seguro que es tan cutre que es hasta divertido. — No sueno nada convencida, pero si los demás quieren no voy a ser la aguafiestas. 

El mayordomo nos abre la verja y subimos a la planta de arriba. No es tan malo como me esperaba, es peor. Está muy bien decorada y cada habitación tiene un actor. Pasamos por la niña del exorcista, yo paso corriendo, claro, odio a esa niña. También está la matanza de Texas, el tío de la motosierra y una habitación con Annabelle y La Monja. Katy y Alan se detienen a mirarlas fijamente, pero no se mueven, parecen estatuas.

— Mira cari, somos nosotros — dice Katy.

— Nena, nosotros somos más guapos. Estos son muy feos.

No le ha sentado muy bien ese comentario, porque Annabelle se mueve y La Monja nos persigue por lo que queda de pasillo así que salimos corriendo. Estamos riéndonos mientras subimos las escaleras, pero al llegar al último piso me freno de golpe. Hay globos rojos por todas partes, una voz tenebrosa sale de los altavoces llamando a Georgie y al final del pasillo... está él... el payaso de IT. Tengo pánico a los payasos y siento que va a darme un infarto. Intento bajar las escaleras pero han cerrado la verja y no podemos salir. Empiezo a zarandearla, a ver si con suerte se abre.

— Pequeña, tranquila, ¿qué ocurre? ¿Qué te pasa? — Dice Derek preocupado.

— Pa... pa... payasos — logro articular.

— Ostia puta... — Dice Justin llevándose las manos a la cabeza.

— Mierda, ¿qué hacemos? — Dice Katy cogiendo mis manos. 

Anna se acerca a mí, me coge de los hombros y me hace mirarla. — Luna, tranquila, sólo son actores, están trabajando, no van a hacerte ningún daño. El payaso de IT no existe, es alguien disfrazado.

Pero no funciona, el payaso al final del pasillo me saluda con una mano y empieza a avanzar hacia nosotros. Empiezo a temblar de tal manera que se me cae el bate de las manos, Derek lo recoge, me lo da y me coge en brazos.

— Rodea mi cintura con tus piernas, no mires, tápate los ojos y si notas que alguien te toca, pégale con el bate.

Me agarra bien fuerte pero no puedo parar de temblar. Sé que vamos a paso muy ligero y no entramos en ninguna habitación. En menos de 3 minutos hemos recorrido el pasillo entero y el mayordomo, que debe haber visto u oído lo que ha pasado, nos abre la verja y nos deja bajar a la planta baja. Apenas han sido unos minutos, pero han sido los más largos de mi vida. 

— Ya puedes abrir los ojos pequeña, ya estamos abajo. 

Los abro, pero no hago intención de bajarme de sus brazos y él no me suelta. Salimos al jardín y nos quedamos en un lugar apartado, hasta que ya paro de temblar y me bajo. Todos me miran pero yo sólo logro pronunciar una maldición. 

— ¡Putos payasos! Necesito una copa, o varias.

Todos sonríen y asienten. Derek coge mi mano y vamos hacia la cocina. Menos mal que no hay rastro de Luke ni Mary, ahora mismo no podría soportar verlos. Derek coge mi mano, se la lleva a los labios y la besa.

— ¿Estás bien?

— He pasado de estar muerta de miedo a estar muerta de vergüenza, vamos avanzando.

— ¿Vergüenza? ¿Por qué sientes vergüen...? — No termina la frase. — No te avergüences de lo que ha pasado. Todos tenemos miedo de algo. Me sigues pareciendo la chica más valiente que he conocido.

— Zalamero — le digo y le pongo ojitos.

— Por ti, siempre. Ahora vamos a por esa copa, te la has ganado.

Me rodea los hombros con su brazo y nos servimos una buena copa de ron.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro