T/n Malfoy

—Ósea el también estuvo enamorado de mí, pero me refiero a él bastardo mayor... Max Riddle.

—Entiendo T/n... Ahora dime una cosa, ¿cómo es tu relación con Mattheo Riddle?

Se me escapa una risa sarcástica.

—¿Cómo es nuestra relación?— replicó con burla. —Es todo menos sana.— me siento en el sillón de nuevo frustrada.

—¿Por qué dices eso?

—¿Por qué? Está afuera pregúntele usted misma.— alegó con sarcasmo, y para mi sorpresa se levanta de su lugar directamente a la puerta.

Sale de la habitación y regresa a los pocos minutos con un Mattheo con la cabeza gacha detrás de ella.

—Siéntate.— le ordena señalando a un lado mío.

—Yo no necesito terapia.— alega sentándose a un lado mío.

—Necesito que me hablen de su relación...

—¿La nuestra?— pregunta extrañado.

—Pues cuál más...— murmuró.

—Solo es una maldita pregunta.— alega Mattheo enojado.

—Pues la estoy contestándo.— alegó de inmediato.

—Calmémosnos todos.— dice la psicóloga. —Mejor empecemos por algo tranquilo... Es una dinámica, por turnos cada uno dirá algo que hizo el otro que no le gustó y al finalizar solamente yo y el que tiene la palabra comentaremos lo que cree y al final el involucrado podrá hablar. Importante que ninguno se interrumpa entre sí.— nos mira. —¿Está bien?

Ambos asentimos mientras me undo en el sofá.

—¿Quién empieza?

—¡Yo!— pide Mattheo rápidamente. Al ver que nadie comenta nada habla por primera vez. —Su puto complejo de heroína.

Abro la boca, pero la mirada de advertencia de la psicóloga me calla.

—¿Por qué?

—La quiero tal y como es, pero siempre cree que tiene que salvar a todos y se arriesga a ella misma.— me señala con un gesto serio. —La primera vez la secuestraron y la segunda se fue con los mortifagos... Es decir, pone a todo el mundo sobre ella y no entiende que solo debe de salvarse a ella.

La psicóloga analiza sus palabras y después de un breve silencio habla.

—¿Y tú cómo te sentiste cuando la secuetsraron? Según entiendo fue tu hermano mayor...

—¿Cómo me sentí? Muy mal, claramente.

—¿Y que hiciste para sacar tu frustración?

Me rio mientras sonrió.

—Vamos, cuéntale ya que andas de digno.

La psicóloga me mira mal antes de volver a mirar a Mattheo quien no se atreve a hablar.

—Mattheo...

Después de algunos minutos soy yo quien habla.

—Se follo a mi mejor amiga.— digo con una sonrisa torcida.

La cara de sorpresa de la psicóloga es evidente.

—Eso mismo pensé yo.— murmuró.

—¿Puedes contarnos de eso Mattheo?— le pregunta con paciencia.

—Claro que no.— alega de inmediato y me señala. —Menos con ella aquí.

—Bien...— dirige su atención a mi. —T/n, tu turno.

Sonrió con satisfacción.

—Sus celos.— dejó al aire. —Sus malditos celos excesivos y tóxicos.

—¡Eso no es verdad!

—¡¿No?! Quieres que te recuerde todas tus malditas escenas, fuera y dentro de Hogwarts, antes y después del secuestro.

Matthew niega con la cabeza mientras se deja caer sin descuido en el sillón.

—Muy bien, entiendo que ambos estén frustrados y todo eso, por eso mismo hago esto. Ambos deben entender una cosa... Las relaciones no soy un juego, podrán ser adolescentes, pero han pasado cosas que lo han hecho tomar un papel que no les correspondía. Leo los periódicos señores y se muy bien que ambos pasaron por mucho, antes y después de Voldemort, pero eso no les da el derecho de tratar así al otro.— ambos nos enderezamos poniendo suma atención. —Una relación no se basa en lo que el otro hizo hoy, mañana, hace días, de eso no se trata. Se trata de la comunicación y del amor que se tienen entre ustedes, por todo lo que he leído no dudo que ambos se quieran demasiado, pero mi opinión profesional es que ambos no pueden estar juntos hasta que ambos arreglen sus problemas personales.

Desvió la mirada hacia una ventana.

Mattheo se tensa al escuchar su declaración y yo optó por no decir nada.

—Señorita Malfoy no dudo que usted ha pasado por mucho, no esta bien psicológicamente hablando. Sus traumas la impiden seguir avanzando y tenga claro que si la dejo salir de aquí es porque necesita su hogar no necesita estar entre esas cuatro paredes, pero aún así necesita ir con un psicólogo.— me dice con las manos juntas en señal de súplica. —Puede ser con uno de confianza suyo o conmigo no importa, pero ya no retenga sus emociones, se que es muy consiente de esto...

Mira a Mattheo el cual parece pensativo.

—Y usted señor Riddle, necesita hablar con alguien... Veo el mismo aire entre los dos y así nunca funcionarán, ambos saben que no lo hacen bien y eso no está mal, pero deben intentar que todo sea mejor.— nos da una sonrisa. —No por el otro sino por ustedes mismo... Deben de estar muy conscientes que su relación si sigue cómo está hoy, que se guardan las cosas, no hablan y mucho menos arregla las cosas, no durará mucho.

Se levanta de su sofá y nos dirige una sonrisa.

—Daré los papeles para que la den de alto señorita Malfoy... Es hora de que regrese a su casa en paz...

Se va de la habitación dejando un hueco enorme en el lugar.

Siento que mi pecho sube y baja frenéticamente mientras las lágrimas se apoderan de mí.

—Tal vez tenga razón...— comentó con un nudo en mi garganta. —Somos tóxicos el uno al otro... tal vez deberíamos.

—No.

—Mattheo...— No se de donde saco fuerzas para levantar mi mirada y lo veo con lágrimas en sus ojos.

Trato de hablar, pero nada sale de mi boca.

—Será lo mejor.— susurro con la voz cortada y es ahí cuando veo sus ojos esos ojos que tanto amo y se que también me aman, pero me doy cuenta que es demasiado tarde para todo esto... Ya nos hicimos demasiado daño el uno al otro.

—Si te dejo yo se que encontrarás a alguien...— termina nuestro contacto visual moviendo sus ojos a otro lado menos mi rostro.

—Mattheo... Esto no es sano, ella tiene razón.

—No lo haré, pero si es tu decisión la respetaré.

Se levanta de donde estaba sentado y se acerca a la puerta, me levanto por inercia y trato de caminar, pero no... Esto es por mi bien...

—Tal vez en otro momento podríamos ser felices...— le murmuró.

Abre la puerta y... Su mirada regresa a mi me suplica que no lo deje salir, pero yo se que es lo mejor para ambos.

Me quedo en silencio sin mover un solo dedo y es ahí donde el asiente con decepción.

—Adiós T/n...

Siento mi corazón desgarrarse en mi interior mientras quiero correr hacia el.

Mis piernas se debilitan y caigo al suelo mientras lloro, lloro todo lo que alguna vez tuve reprimido.

Mi mente viaja a todo los momentos lindo que pace con él... Su sonrisa de oreja a oreja... Las noches donde dormíamos en mi habitación... Todo regresa a mi como un golpe duro del que no me quiero recuperar y siento que no lo haré.

Siento movimiento en la habitación y una fragancia familiar me invade la nariz...

Draco...

Sus brazos me rodean mientras trata de consolarme...

—Dime que hice lo correcto...— susurro con la voz hecha un hilo. —Dime que es lo mejor para ambos.

El verde esmeralda de los ojos de mi mellizo llegan a mi vista y me siento como una niña chiquita, me siento como la niña de cinco que su hermano consolaba siempre que se sentía mal...

—Es lo mejor cariño...— Susurra volviendo a abrazarme con fuerza. —Si no es en esta vida en otra se rencontrarán...

Fin.

¿Creíste que aquí acabaría?

Espero les haya gustado...

Nos vemos en la próxima actualización 😘

Navila Mikaelson 🛐✨❤️