✵༄ Lando Norris –

Cuando Pierre nos llamó con la idea de ir a beber algo y divertirnos, ya estaba pensando en que pediría; pero luego mencionó algo que arruinó mis planes.

"Estoy con Cass, y creo que le haría muy bien salir y animarse un poco, por su cumpleaños"

Mis dos amigos estuvieron de acuerdo, yo por otro lado... Podría haber dicho que no y quedarme en mi habitación, lo cual era perder. Nunca perdía.

Me decidí por ir y simplemente ignorarla, disfrutar con mis amigos como si ella no estuviera ahí.

Cisca estaba conmigo cuando Pierre llamó, aunque me alejé, ya que no la quería en un club, por obvias razones. Apenas colgué la llamada, me apresuré a marcar el número de Max, para poder invitarlo y que tuviera la oportunidad de festejar su victoria, el neerlandés aceptó rápidamente y me apresuré a enviarle un mensaje a mi compañero de equipo también.

— Saldrás, ¿No es así? — me preguntó Cisca cuando me acerqué a ella.

Asentí con la cabeza, no viendo el punto en mentirle. — Si, con los chicos. Y antes de que preguntes, no, no puedes ir.

Soltó un quejido. — Vamos Lan, déjame ir, nunca me dejas ir, te prometo que no beberé ni hablaré con nadie que no seas tu o tus amigos. No me alejaré y te obedeceré. Porfavor.

Suspiré, siempre era difícil decirle que no a Cisca, inlcuso cuando solo trataba de cuidarla, traté de entender que quisiera salir con nosotros, en vez de quedarse en el hotel con mis padres. Y al final asentí con mi cabeza.

— Solo esta vez, y no beberás una sola gota de alcohol, ¿Entendido?

Ella sonrío victoriosa. — Si señor. — Sonrió mientras tomaba su teléfono. — Supongo que Cass ya fue invitada, así que... ¿Irá Logan?

— No lo sé, puedes decirle si quieres. — Mi hermana y el americano se habían hecho buenos amigos a inicios del año, y solían hablar de vez en cuando. — Anda, ve a cambiarte y te veo en el lobby en como dos horas. Deja tu maleta lista, probablemente volvamos tarde y el vuelo de mañana es antes del medio día.

Asintió y dejó un beso en mi mejilla. — Te amo, Lan.

— Si si, cuando te conviene. — Ambos nos reímos. — También te amo. Apresúrate o me voy sin ti.

Sin decir más fue al ascensor para irse a su habitación, mientras yo entraba en la mía para empezar a arreglarme.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

Al llegar a la zona VIP del club, me fue imposible no verla, estaba justo en frente, vestida con una corta falda y una camisa casi completamente abierta, se veía jodidamente bien y targué saliva ante el simple pensamiento.

Es una pena que fuera tan insoportable.

Me senté lo más lejos que pude, sin tenerla al frente, y hablé con Oscar, que estaba a mi lado.

Cuando preguntaron por Cisca, respondí que estaba con Logan y Max, y no me perdí su reacción, como se puso nerviosa y como la mano de Gasly iba a su muslo. ¿Desde cuando esos dos tenían tanta confianza? ¿Por qué el estaba susurrando en su oído?

Desvié mi mirada y le di un sorbo a mi bebida, tratando de concentrarme en la conversación que estaba manteniendo, tratando de no desviar la mirada nuevamente.

Cuando mi hermana y los dos pilotos llegaron, la menor fue directamente con Cass, la cuál se tensó ante la llegada de los pilotos.

— Iré por otra bebida, ya se me acabó.

— Pueden traértela aquí. — Le dijo Charles, pero ella negó con la cabeza.

— No no, esta bien, yo voy... ¿Vienes Cis? — Desvió su mirada a mi hermana, la cual asintió con una sonrisa y se levantó para ir con ella.

Solo entonces, noté la mirada sorprendida de Logan. — ¿Qué hace la chica Mueller aquí?

Lo miré confundido mientras se sentaba con Max. — ¿Quién?

— La rubia que se acaba de ir con tu hermana, es Cassandra Mueller.

— ¿La conoces? — Le preguntó Pierre.

¿Cómo sabía su apellido? No recordaba que ella lo hubiera mencionado, nunca.

— Bueno, es americana, como yo. Todos la conocen en California, o a su padre al menos, es muy rico, y tiene muchas empresas, no lo sé. Mi padre hizo algunos negocios con él hace años... ¿Pero ella? Todos saben quien es, aunque hace algunos meses no había escuchado de ella.

— ¿Por qué la conoce todo el mundo? — Pregunté interesado.

— Bueno, digamos que su estilo de vida era... Solía correr, en carreras ilegales, y salir de fiesta.

— ¿Carreras ilegales? ¿De coches? — Preguntó Oscar, quien parecía haber entendido algo.

Logan se rió y negó. — De motos.

Joder.

Todos se veían sorprendidos.

— El ambiente no era bueno, como es de esperarse, lo último que supe fue que una de sus últimas carreras ganó mucho dinero, y la policía llegó. Había drogas y cosas así involucradas, muchos intentaron huir y hubo un accidente, no se quienes, pero me pareció escuchar que alguien había muerto, aunque era solo un rumor. — Se encogió de hombros. — Luego de eso ella simplemente desapareció.

Me quedé sin palabras, no podía imaginarme a la rubia en una moto, mucho menos ganando una carrera con ella. El asuntó de las drogas no me había sorprendido realmente, luego de la fiesta en la que la conocí, era de esperarse. Aún así sonaba como algo serio, y debía de haberlo sido considerando que terminó en Bristol, en un internado; sus padres debieron haber estado enojados considerando lo lejos de casa que la enviaron.

A cada cosa que descubría de esta chica, las dudas se volvían más y más grandes.

¿Qué escondes, Cassandra?

— Cómo es que...

— Bueno. Ya esta, ¿no? — Dijo Max interrumpiéndome.

— Max tiene razón, por muy interesante que suene todo la mayoría son solo rumores, y no deberíamos hablar de eso sin Cass presente. — La defendió Charles.

Antes de que pudiera preguntar algo más, Cisca volvió sola.

— ¿Y Cass? — preguntó Pierre.

— Se quedó contestando una llamada, ¿De que me perdí?

— De nada. — Le dije, no queriendo que se enterara de la conversación, pues al fin y al cabo, me guste o no, Cassandra era su amiga.

Pierre se levantó sin decir nada, supuse que iría en busca de la rubia.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

✵ꕥ Cassandra Mueller –

Mientras estaba en la barra, pidiendo algo de beber con Cisca, mi teléfono vibró con una nueva llamada. Al revisarlo y ver el nombre de mi madre brillando en la pantalla, suspiré con frustración.

— Te veré con los chicos en un segundo, ¿Si?

Cisca me miró confundida pero asintió cuando señale mi teléfono, y me alejé para responderlo. Aunque esperé unos segundos, hasta que vi que Cisca llegaba a los sillones donde estaban los demás.

— Hola mamá.

— ¡Hasta que contestas! Llevo llamándote y escribiéndote durante días, ¿Recuerdas lo que hablamos? Enserio necesito tu ayuda Cassie...

— No me llames Cassie, soy Cass, o Cassandra. Y no puedo ayudarte.

— ¿Qué? ¡Claro que puedes! No seas egoísta, solo necesito como, 300 dólares quizás, tu padre te da mucho más que eso.

Bufé exasperada. — Papá no me da dinero.

Se rió, como si le estuviera mintiendo. — Anda, mándame el dinero por la mañana.

— Lo digo enserio mamá, desde que me expulsaron de la escuela en Londres no me da dinero, canceló la tarjeta unos días después de que llegué a Bristol.

— Niña estúpida. ¿Ahora que se supone que haga? Necesito pagar las cuentas.

— No lo sé mamá, quizás si te pusieras a trabajar podrías pagarlo.

Se quedó en silencio unos segundos, por tan solo un momento pensé que estaría pensando en mi sugerencia, que ingenuo de mi parte. — Tienes que volver. Si vuelves vivirás con tu padre y entonces te dará el dinero de nuevo.

Me reí con sarcasmo. — No pienso volver, me graduó en un par de semanas, trabajaré e iré a la unviersidad, no volveré a pisar Estados Unidos. No volveré a estar cerca de papá ni de ti.

— Deja de comportarte como una niña Cassandra, somos tus padres y este es tu hogar, tus amigos están aquí, sabes que ella despertó hace mucho y...

— Cállate.

— No puedes seguir negándote a hablar de lo que paso, no puedes seguir huyendo de...

No escuché lo demás que dijo, porque colgué el teléfono, no podía escucharla ahora, no podría escucharla hablar de eso nunca. Nunca.

Limpié la pequeña lágrima que había caído por mi mejilla, mientras tomaba respiraciones profundas para tranquilizarme, poner mis pensamientos en orden y volver a la normalidad.

Mientras respiraba, una mano en mi hombro me hizo girar asustada. Pierre estaba ahí, y me miraba con algo que no era capaz de reconocer.

— ¿Todo bien, Cass?

Asentí con la cabeza. — Si, por supuesto, solo tenía que responder a una llamada... ¿Vamos a bailar?

No dejé que me respondiera, no quería preguntas, no quería su preocupación, solo quería divertirme. Me alejé de él y me acerqué a los chicos en la mesa.

— Andando, esto no es una fiesta si no bailan.

Todos me miraron con sonrisas, aunque había un ambiente de tensión. Puse los ojos en blanco y tomé la mano de Charles y de Oscar.

— Charlie, Oscar, bailen conmigo.

Sin darles tiempo a refutar, los levanté y los guié escaleras abajo, donde la gente bailaba unos pegados a otros, la música era mucho más alta y el ambiente mucho más animado. Empecé a bailar moviendo mis caderas, mientras animaba a los pilotos para que se movieran.

Charles se soltó más rápido, y con una risa se acercó a bailar conmigo; mientras que Oscar seguía algo tímido, aunque lo intentaba.

— No soy bueno bailando Cass... — Gritó por sobre la música.

— Solo dejate llevar por la música. — Le grite de vuelta mientras me ponía de espaldas a Charles y movía mi cintura pegada a él, empezando a bajar, doblando mis rodillas.

Un silbido proveniente del francés, que bajaba a unisernos me hizo sonreír. Se acercó a mí, y sin separarme de Charles empezó a bailar conmigo.

Era jodidamente divertido y ambos pilotos se veían increíblemente sexis bailando, parecía una fantasía, estar con dos de los pilotos más guapos, bailando en un club luego de una carrera, no parecía real. Pierre se había acercado también, empezando a bailar conmigo a la par de Charles.

En algún punto Oscar se despidió y volvió a subir, haciéndome reír, al menos lo había intentado, pero no parecía cómodo rodeado de tanta gente.

— Voy al baño, vuelvo pronto. — Me dijo Pierre en el oído, alejando su mano de mi cintura, donde la había situado mientras bailábamos la ultima canción, y se fue, dejándome con Charles.

El monegasco sonreía y reemplazó la mano de Pierre, dándome un escalofrió al tocar mi abdomen descubierto con sus dedos que estaban helados. Seguimos bailando hasta que alguien más se acercó y le habló a Charles.

— ¿Puedo? — Charles asintió y me soltó mientras yo seguía bailando, ajena a lo que sucedía.

Sentí como alguien más se acercaba y se colocaba detrás de mí, acercándose mucho más que Charles. Para luego susurrar en mi oído.

— Me colgaste hace un par de horas.

Al reconocer la voz, me giré sorprendida, encontrándome a Max a centímetros de mi rostro, tragué saliva nerviosa.

— Yo... perdona, es que...

— Ya, lo entiendo, yo también me desperté confundido y con resaca, cuando te ví a mi lado me sorprendió, porque no te soporto. — Dijo con el ceño fruncido.

Me reí un poco. — Si no me soportas, ¿Por qué dejaste tu número?

Chasqueó su lengua y se volvió a acercar a mi oído, dejándome sentir su respiración en mi cuello, dándome cosquillas. — Porque, que no te soporte, no significa que no me pongas.

No me dejó responderle, siguió bailando, acercándose aún más si fuera posible. Dejándome sentirlo cerca de mí, poniéndome nerviosa mientras ambos bailábamos.

¿Quería jugar? Pues ambos podíamos hacerlo.

Con valentía renovada, me giré para tenerlo de frente y puse mis manos en sus hombros, empecé a bailar nuevamente y mordí mi labio cuando empecé a deslizarme hacia abajo, deslizando mis manos por su pecho, sin dejar de mover mi cintura.

Vi como sus ojos se oscurecieron cuando puso su mano en mi cuello, y me levantó con fuerza, aunque sin hacerme daño.

Cuando estuve frente a él de nuevo, pestañeó una sola vez antes de acercarme y pegar mis labios a los suyos, de forma ruda y necesitada.

Mierda.

Después de todo, jugar con fuego, implica quemarse, ¿Pero quién dijo que el calor no puede ser reconfortante?

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Se prendió.

Drama, un poquito del pasado de Cass y la tensión. ¿Qué más pueden pedir?

Espero que les haya gustado. Gracias por leer <3