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     Conversación
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Aquí les diré lo que de verdad paso...

Snape salió de la oficina y nos indicó que entramos, al parecer el profesor Dumbledore no estaba en la oficina y él lo estaba buscando.

—¿Qué mierda paso con Diggory?— pregunta Mattheo enojado.

—¿Te importa?— respondo a la pregunta de Mattheo. —Es mi vida no la tuya.

—¿Enserio? Yo me cogí a Tania.— ¿Mi compañera en pociones?

—¿Y eso a mí qué? ¿Te aplaudo? ¿Quieres una fiesta? No entiendo en qué momento me importa a mí.

—Estas celosa...

—Yo dormí con tu hermano y no lo voy presumiendo al mundo...— sonrió cuando su cara arrogante desaparece y cambia a una enojada.

—¿Es enserio? ¿¡Mi hermano!?— pregunta ofendido.

—Es una conversación poco convencional y sana señorita Malfoy y señor Riddle...— comenta un tercero.

Volteó la mirada y...

JAJJAJAJAJAJJAJA POR HORMONAL.

CÁLLATE.

Mi cara se pone roja como tómate cuando veo a Dumbledore detrás de nosotros.

Mattheo pone la cara de mil colores.

—Profesor...— expresa Mattheo nervioso.

—Chicos no sé si se hayan enterado, pero este año por seguridad pusimos a búhos que registraban cualquier actividad sospechoso ya sea de estudiantes como maestros.— nos sonríe.

—¿Enserio?— en mi voz se notaba el nerviosismo y las ganas de tirarme de la torre de astronomía.

—Y ayer por la noche, hoy en la madrugada captaron algo peculiar, pero claro ustedes ya lo sabían.— sonríe. —Estaba dispuesto a preguntar, pero ustedes me dieron la respuesta.

Dumbledore estaba a punto de hablar, pero la puerta de su oficina se abre de par en par y mi padre entra junto a mi madre y un mayordomo.

—¡T/n no digas nada!— declara mi padre llegando a nosotros.

—Tu igual Mattheo.— dice mi madre.

—Señor y señora Malfoy, es un gusto tenerlos aquí... Desean sentarse.— apunta dos asientos.

—¿Por qué está mi hija aquí?— pregunta mi madre.

—Tranquilicémonos, esto es una escuela no un juicio incriminatorio, al señor Riddle y a la señorita Malfoy les estaba haciendo unas preguntas sobre un incidente que pasó anoche.— Dumbledore nos mira de reojo. —Sucedió un problema con su hijo, Draco y necesitaba información sobre lo sucedido... El problema es realmente serio y debo discutirlo con ustedes.— Puedo notar la mirada de preocupación de mi madre, le preocupan mucho los temas que tienen que ver con sus hijos, a diferencia de mi padre que ni en la vida nos hace.

Mi madre se acerca a la silla mientras mi padre observa a Dumbledore con desconfianza.

—T/n, tu y el señor Riddle pueden irse, me quedaré hablando con tus padres sobre el tema.— Dumbledore nos guiña el ojo discretamente mientras yo sonrió ligeramente.

—Por supuesto.

Salí de ahí junto a Mattheo el cual me siguió hasta la sala común, ninguno dijo nada durante el camino, pero aun así antes de llegar me acerque a él y le plante un beso en la mejilla.

—Eso estuvo muy cerca.— veo como sonríe y antes de que hable entro a la sala común directo a mi habitación.

NOOOO ¡TENIENTE CAÍDA! REPITO ¡TENIENTE CAÍDA!

Calla de una vez.

En mi habitación me cambié de ropa rápidamente, no importaba cuando quisiera a Tom y Draco esté partido era muy importante para Cédric y debía apoyarlo, sabía que se enojarían por eso, peor no importaba ahora.

Me quite el chaleco y corbata para ponerme la sudadera tricolor, amarillo, blanco y negro, con mi nombre y el número de Cédric.

No pretendía arreglarme más de no necesario, después del partido tenía clase y no quería perder en venir a cambiarme así que puse mi ropa en una pequeña mochila junto algunos libro extracurriculares y libros escolares.

Me percate que faltaban al menos quince minutos para qué el partido comenzará, así que me apresure, probablemente Tom me esté buscando «como de costumbre» mientras Draco está en el campo de Quidditch.

Baje las escaleras tranquilamente, pero la presencia de alguien arruinó eso.

Mattheo...

Está recargado sobre una mesa mientras me ve bajar.

¡Dios! No...

Observa la sudadera por mucho tiempo con la ceja enmarcada.

—¿Quién te dio eso?— pregunta cuando bajo por fin de las escaleras.

—¿Por qué?— cuestionó mientras camino afuera de la sala común.

—Es solo una pregunta.— se excusa. —¿Quién te dio eso?

—¿No es obvio?

—¿El chico que te beso y tú saliste corriendo y luego tuviste sexo con...

Tapo su boca antes de que termine la oración, cosa que llama la atención de varías personas.

—Shhhhh...

—¿No es la verdad?

—¿Qué haces aquí?— le pregunto.

—Mi querido hermanito me pidió que viniera por ti y te llevará al campo de Quidditch.— sonríe cuando me detengo y lo miro.

—¿Por qué?

—Está muy ocupado... Tu hermano lo tiene ocupado...— Wtf- —Si eso sonó mal, me refiero al equipo Draco quiere ganar el juego.

Comienzo a reír mientras lo tomo del brazo mientras caminamos.

—Debes pensar tus palabras antes de hablar...