Sofía, ¿Es enserio?

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng




—¡Sofía! llegas tarde, la reunión empezó hace una hora, Adrián está molesto —Empezó a decirle la secretaría de Angel's suits, mientras ella corría hacia la sala de reuniones, pensando en alguna excusa creíble que pudiera decirle a Adrián. De ninguna manera se podía enterar de que estuvo toda la noche con aquel chico llamado Sorian, y que había llegado tarde porque se había quedado dormida producto de la resaca, pero justo cuando pensó en la excusa perfecta, se dio cuenta de que la reunión estaba terminando, al ver a los diseñadores de moda e inversionistas saliendo de la sala. Adrián estaba en el fondo, con el ceño fruncido, hablando con una de las modelos.

—Tomarás el puesto de Sofía en el evento, así que debemos agendar las sesiones de fotografía. En su oficina deben estar los números de los patrocinantes que hay que llamar hoy mismo, debemos ser impecables.

—¿Tomar mi puesto? —preguntó Sofía en voz alta. Su cabeza iba a estallar por la resaca pero al haber escuchado aquellas palabras, sintió un gran vacío en el estómago.

—Miren quien decidió venir. Sofía, te presento a Melanie, tomará tu puesto por ahora, si deseas puedes ayudarla a terminar de organizar el desfile de modas —dijo Adrián sin dirigirle la mirada mientras recogía unas carpetas preparándose para salir.

Sofía se quedó perpleja por lo que acababa de escuchar.

—¡Un gusto, Sofía! Necesito que me des la dirección del estudio de fotografía, ¿puedes creer que el aclamado diseñador de modas Adrián Angelozi me pidiera tomarnos una foto juntos para colocarla en la entrada de la agencia? Me dijo que ser la imagen de Angel's suits es un privilegio reservado para su asistente.

No podía dar crédito a lo que acababa de escuchar. Ella era la asistente de Adrián desde hace mucho, y jamás le pidió eso. Los impulsos de la ira y los celos subieron a la cabeza de Sofía, a navegar sobre el mar de la resaca que la inundaba por la noche que había pasado junto a Sorian.

—¿Cómo me haces esto?, ¿me estás despidiendo? —Sofía ignoró a Melanie, ¡no quería verle la cara!, así que se dirigió a Adrián casi llorando.

—¿Tú qué crees?, has tenido varias faltas Sofía. ¿Crees que este trabajo es un juego?, sabías que esta reunión era importante, tú tenías la carpeta con los diseños definitivos para el desfile y ¿a qué hora te apareciste?, si no tienes la responsabilidad que amerita tu puesto de trabajo, ¿qué esperas?, ¿un ascenso?, ¿un bono?, no eres indispensable aquí y es momento de que te quede claro.

Aquellas palabras fueron como una estaca al corazón. «¡Sorian tiene razón!, Adrián no me valora», pensó. Se acercó a él para decirle lo mucho que se equivocaba pero él retrocedió.

—Sofía, sé que estuviste bebiendo, tu aliento a alcohol entró a la sala antes que tú y eso lo dice todo, incluso tu aspecto. Toma una ducha y descansa un poco. Cuando sea la lucidez la que domine tus sentidos y no la resaca, podremos conversar.

En ese momento, el rugido de una moto hizo vibrar los cristales transparentes de la sala de reuniones. Ambos voltearon notando que un joven vestido de negro se había aparcado justo frente a la agencia, el joven se quitó el casco y acto seguido, Adrián cerró los puños colerizado.

—¡Cómo se atreve a venir hasta acá! —dijo, luego corrió hasta la puerta, sin darse cuenta de que Sofía también lo había hecho— ¡Sorian!, tienes un minuto para largarte de aquí.

—¡Súbete, Sofía, una fiesta nos espera! —dijo extendiendo un casco extra hacia ella.

Sofía, dudosa puso un pie fuera de la agencia, pero los brazos de Adrián la detuvieron.

—¿Qué haces?, él no te conviene, ¡quiere hacerte daño! —le dijo mirándola a los ojos bastante angustiado.

—¡Deja que ella tome la decisión Adrián!, ¿qué prefieres Sofi?, ¿quedarte aquí con él recibiendo regaños y retahílas, o venir conmigo y ser libre?

Sofía sentía que su cabeza iba a estallar, pero inmediatamente los recuerdos de su noche con Sorian la invadieron, aquel tacto que encendía su piel y que le había dejado con ganas de más, contra los besos dulces de Adrián en El Ávila. Se debatía entre irse con aquel chico malo que la hacía arder de pasión, o quedarse para ser la asistente de Melanie y lidiar con los reclamos de Adrián, así que miró a Adrián fijamente y le dijo con determinación.

—Me voy con él, de igual forma, yo no quiero ser plato de segunda en tu compañía y mucho menos en tu vida.

Dicho eso, aceleró el paso y se subió en la moto, colocándose el casco y rodeando a Sorian con sus brazos, quien le dirigió una sonrisa retorcida a Adrián antes de ponerse el casco que le cubría toda la cara y arrancar, dejando atrás en segundos a un Adrián indignado. Ella se aferraba fuerte al cuerpo esbelto de Sorian, mientras intentaba contener sus lágrimas por la forma en la que Adrián la había tratado. Adrián no podía creer que Sofía hubiera hecho eso, ¡irse con su enemigo declarado!





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro