Capítulo 13

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—¿Qué haces aquí sola?—una voz a mis espaldas me hizo detenerme mientras me disponía a abrir las puertas de la entrada.

—Hola Gwen, no te he oído venir—sus ojos verdes me miraban con curiosidad.

—Perdona si te he asustado. No era mi intención.

—No hace falta que te disculpes—me giré completamente hacia ella.

—¿Te encuentras bien?—preguntó—. Te ves un poco pálida.

—Sí, bueno...es que todo esto es nuevo para mí. Sólo estoy un poco cansada—mentí. Sin saberlo, Gwen acababa de pillarme con las manos en la masa.

—Lo que acaba de contar Morgan—carraspeó—. ¿Conocías esa historia?

—Sí, mas o menos—admití—. Me he criado allí.

—¿Eres de Salem?—dijo en tono de sorpresa—. No lo sabía. Por ciento—dio un paso hacia delante—. Hay algo de lo que quiero hablar contigo.

—Claro, dime.

—Es sobre mañana por la noche. ¿Sabes cuál es la finalidad de todo esto?

—Creo que estoy un poco perdida—admití—en todos los sentidos.

—En primer lugar, tú no eliges a tu pareja esa noche. Es el oráculo quién lo decide.

—¿El oráculo?

—Sí. Es toda una reliquia. Tiene cientos de años y perteneció a una bruja que podía leer el futuro de las personas con sólo formularles una pregunta.

—Vaya, no tenía ni idea.

—Pero, no todo es tan sencillo como parece. No deja de ser una prueba y tras ella nuestros poderes se volverán máspoderosos que antes. Por cierto, ¿cuál es tu habilidad?

¿Otra vez esa pregunta?

—No creo que la tenga—respondí—. Y si la tengo, aún no la he descubierto.

—¿Quieres que te enseñe la mía?—sonrió.

—Me encantaría.

Gwen giró sobre sus talones y yo la seguí, no sin antes desviar la mirada a las puertas de madera que había estado a punto de abrir.

¿De verdad habría sido capaz de ir a ese lugar?

***

Su habitación tenía una cierta aura que me transmitía tranquilidad. Los tonos de las paredes eran oscuros y la tenue luz que iluminaba la habitación le daba un aire misterioso. La luz se reflejaba en la melena pelirroja de Gwen y sus rizos se movían con gracia mientras cogía una silla y la colocaba alrededor de una pequeña mesa redonda. Habían dos atrapa-sueños colgados del techo y su cama estaba al fondo de la habitación cuyas sábanas eran de un color púrpura oscuro.

—Ven. Siéntate.

Le hice caso y entonces colocó una baraja de cartas de tarot en el centro de la mesa.

—Mi habilidad es la cartomancia—comenzó a decir en un tono sereno—. En la actualidad son muchas personas las que dicen poder leer el futuro a través de las cartas, pero no todo lo que dicen es verdad. No es tan sencillo como parece. Es algo que también debe llevarse en la sangre. ¿Podría probarla contigo?

—Está bien—asentí con la cabeza mientras los nervios comenzaban a acumularse en la parte baja de mi estómago.

—Comencemos—Gwen se levantó y colocó sobre la mesa un vaso con agua y sal, una vela blanca, una gema de amatista e incienso—.Un mazo de tarot posee setenta y ocho cartas, divididas en veintidós arcanos mayores y cincuenta y seis arcanos menores. Cada uno representa simbolismos de complejidad espiritual y son reflejos del entorno social. Los mazos se diferencian por la temática y expresiones de sus figuras—abrió el mazo para que seleccionara tres cartas. La primera carta la cogí con la mano izquierda. Ésta mostraba a una niña pequeña acurrucaba y que escondía su rostro entre las piernas—.Esto es tu pasado. Es tu infancia. Has sido una niña con un corazón sensible que tenía miedo de ser herida y por eso te has escondido en un caparazón para evitar el dolor. El fondo negro que significa que hay algo que todavía desconoces de tu pasado. Traición, dolor y muerte—mis manos temblaron—.Coge la siguiente carta con la mano derecha—me ordenó. La segunda carta representaba a una mujer desnuda con las manos en el pecho. Algo brillaba en sus manos—Fuego, rabia, ira. Son los problemas que te aplastan el corazón. Tienes que aprender a controlar tu fuego interior. Es tu amigo, no tu enemigo—.Coge la tercera carta también con la mano derecha.

No podría explicar lo que sentí en el momento que mi mano se posó sobre la carta. Por alguna extraña razón, mi corazón comenzó a latir con fuerza contra mi pecho. Cuando cogí la carta, me quedé sin aliento. La misma mostraba dos figuras. Una chica se acurrucaba en el pecho de un chico, pero en la cabeza de ese chico, habían dos cuernos que se retorcían hacia atrás y su cabeza era más bien una calavera con dos colmillos que sobresalían. El pelo de la chica se esparcía por toda la imagen y el chico iba vestido con una túnica negra. En el fondo había un pequeño sol que los iluminaba a los dos. En el pie de la imagen se podían leer dos palabras.

—Los amantes—susurró—. Eres tú—me miraba con asombro, como si realmente no se creyera que estuviese allí.

—¿Perdona?—pregunté confundida—. No sé a lo que te refieres.

—Tu destino. No puedes hacer nada por evitarlo.

***

Sentada en mi habitación, pensé en todo lo que había sucedido desde que había llegado allí. Me levanté y me miré en el espejo del baño. Todavía me costaba acostumbrarme a esos ojos verdes que habían sustituido a mi habitual color marrón. Mi pelo también se había oscurecido, así que cuando sentí que mi corazón comenzaba a encogerse, dejé de intentar buscar en ese reflejo a alguien que ya no estaba.

Me di la vuelta y caminé hacia la ventana. La abrí y dejé que el aire fresco entrase en mi habitación. Una ligera corriente de aire movió las cortinas y después me recorrió el rostro. Me acerqué más y me asomé por ella. La luna brillaba en el cielo e iluminaba todo a su alrededor. El bosque se veía a la perfección desde mi habitación. Me pregunté qué secretos podría guardar, al igual que esa academia y todas las personas que la habitaban. Me pregunté dónde estaría aquella roca y me sentí como una persona egoísta cuando pensé en ese chico.

Él era peligroso.

—¿Por qué yo?—susurré sintiendo que las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos. Volví a la cama dejando la ventana abierta. Me tumbé al tiempo que unos espasmos sacudían mi pecho y lloré, lloré hasta que me quedé dormida.

Cuando abrí los ojos, me di cuenta de que estaba en medio de un bosque y que era de noche. Estaba soñando, pero se sentía muy real. Me quedé quieta para intentar escuchar algún ruido, algo que me hiciera saber que no estaba sola, pero no oí nada. Entonces decidí que era mi momento para explorar la zona, ya que la última vez había estado poco tiempo y todo había terminado con esos ojos oscuros y esa voz.

¿Estaría allí?

Me adentré en el bosque y al poco tiempo comencé a escuchar unos pasos seguidos de voces que hicieron que me detuviera en seco.

—Está aquí escondida—dijo una voz masculina—¡Sal antes de que te encontremos o será peor para ti!

Me estremecí cuando oí ese grito. Me giré lentamente y observe un grupo de personas con palos en las manos. En la oscuridad de la noche, capté un resplandor. Algunos también llevaban dagas y todos eran hombres.

—¡Os arrepentiréis de haber venido a este pueblo!

Mi corazón estaba empezando a latir con rapidez y tenía miedo de ser descubierta, así que cuando empezaron a dispersarse, aproveché para levantarme. Me incorporé lentamente y me aseguré de que no había nadie para poder huir.

—Ya te tengo, pequeño monstruo—siseó alguien a mis espaldas mientras tiraba de mi brazo—¡Está aquí!

Traté de soltarme en vano. Me estaba agarrando con demasiada fuerza.

—¡No intentes hacer nada de lo que puedas arrepentirte! —vociferó—. Es una pena que seáis unas asesinas—se aceró a mi oído y susurró al tiempo que colocaba una mano sobre mi pierna—me hubiese gustado divertirme un rato con vosotras—una arcada trepó por mi garganta cuando olí su aliento. No era miedo lo que sentía. Era asco, repulsión, ira. Lo miré fijamente y algo cambió en su mirada. Moví la otra mano y la coloqué sobre su brazo.

—Suéltame—dije con una voz que no reconocí. Su cara cambió cuando mis uñas se clavaron en piel y al aflojar su agarré, lo cogí del cuello.

—Maldita bruja—escupió—te mataré. Os mataré a todas.

—¡Cállate!

Sus ojos se abrieron de par en par y gritó horrorizado.

—¡Quema!—aulló

—¡Que no se escape!—gritaron a mis espaldas.

Me giré hacia el lugar del que provenían las voces y vi que un gran grupo de personas se dirigían hacia nosotros. Entonces solté al hombre y salí corriendo, como si realmente yo fuera la culpable de todo.

Como si yo fuera a la que estaban buscando.

Corría, pero las ramas de los árboles me impedían ir más rápido. Oía las voces detrás de mí. Mi corazón latía desbocado. Sabía que no era el momento para llorar, pero no pude evitar que las lágrimas cayesen rodando por mis mejillas. ¿Qué había hecho yo para merecer eso?

¿Por qué yo?

Los pies me empezaban a doler de tanto correr y todavía podía oír sus gritos detrás de mí. Mi pie se tropezó con una rama y estuve a punto de perder el equilibrio. Las lágrimas estaban empezando a nublarme la vista y estuve a punto de darme por vencida, pero justo en ese momento, unos brazos tiraron de mí hacia el lado derecho y no pude hacer nada para resistirme. Ya no me quedaban fuerzas. Había perdido.

Estaba empezando a asimilar que iba a morir allí mismo, pero me sorprendí cuando esos brazos me rodearon con fuerza. No se parecían en nada a los brazos que me habían sostenido hace un momento tratando de hacerme daño. Esos eran cálidos y me sostuvieron con delicadeza hasta que las demás personas pasaron por nuestro lado. Sentí un corazón latiendo con fuerza contra mí y una respiración agitada sobre mi oído.

—Tranquila—dijo con una voz suave—.No te pasará. Estoy aquí.

Era él.

Se movió ligeramente hacia atrás sin dejar de sostenerme y me miró. Esos ojos oscuros que había estado buscando me miraban con preocupación. Movió una de sus manos y la colocó sobre mi mejilla, limpiándome las lágrimas. Una mueca crispó su rostro.

—Siento haber tardado tanto—susurro—. No dejaré que se repita.

Abrí la boca, pero no salió ningún sonido. No lo conocía, ni él a mi. Entonces, ¿qué significaban esas palabras?

Mi cuerpo tembló en sus brazos. Mi pecho se sacudió y el no dijo nada, simplemente me atrajo hacia él. Me dejé llevar sin saber el verdadero motivo y lloré, lloré hasta que sentí que mi corazón dejaba de doler.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro