Capítulo 3

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Abrí las puertas de mi armario en busca de un conjunto bonito para ponerme. Cómo el día era cálido opte por un vestido corto, con tirantes finos ajustables, de tejido muy fresco y color liso. Hannah me maquilló ya que yo soy un desastre y le dejé el pelo suelto.

Cuando terminamos nos dirigimos a la cocina para ayudar a mi mamá a terminar de preparar unos bocadillos para picar. Primero llegaron mis tíos y primos, luego llegaron mis abuelos y después empezaron a llegar mis amistades del colegio.

Pusimos música, jugamos dominó, hicimos una parrillada en el patio, en fin. El día estaba empezando a tomar buen camino. Disfruté estar rodeada de mi gente, buen ambiente y buena vibra. Eso me relajó y logró que me olvidara un poco de lo acontecido recientemente.

Todo fluyó como debería, cuando se hizo mas tarde mis familiares se despidieron con cálidos abrazos y mis amigos me recordaron qué nos veríamos en la discoteca por la noche.

Hannah se quedó en casa, no era la primera vez que se quedaba, ya traía otro modelito para cambiarse, ella iría con nosotros a la cena y después nos iríamos juntas para la disco.

Para ir al restaurante elegí esta vez un vestido elegante rojo, mi color favorito y Hannah un vestido negro precioso que dejaba ver su espalda.

Al llegar al restaurante nos sentamos en una mesa del centro. A un lado se encontraba una barra, detrás de esta habían estantes con varias botellas, la mayoría eran vinos carísimos y al otro se encontraba un piano. Siempre me ha gustado venir a este lugar. Es un restaurante fino y disfruto mucho comer escuchando de fondo la agradable melodía de un piano.

Cuándo vino la camarera a recoger el pedido ordené una Crema Virginia de entrante, y de bebida un Martini.

-Lara que pasa, porque andas tan distraída. -pregunta mi madre interrumpiendo mis pensamientos.

-No sé, no me había dado cuenta. Estaba... pensando y escuchando la música. Supongo que me relajé demasiado. -le digo y le doy una sonrisita a modo de disculpa.

Nos interrumpe la camarera que viene a llevarse los platos para después traer el plato principal. Pedí unos Spaghetti carbonara, mi plato preferido.

Me dispongo a comerlos cuándo noto que la luz del restaurante empieza a parpadear. Miro a mi alredeldor y nadie parece notarlo. Comienzo a escuchar esos extraños susurros de nuevo. Inhalo y exhalo apretando los puños a mis costados tratando de tranquilizarme. En segundos todo vuelve a la normalidad, pero bajo la mirada y mi plato se ha convertido en asquerosos gusanos. Sin poder evitarlo me levantó de la mesa y salgo corriendo hasta el baño.

Me acerco al lavabo para mojarme la cara. Las luces empiezan a parpadear otra vez, mi respiración comienza a agitarse y mis ojos se humedecen. Me siento impotente de no poder gritar. De no poder contar lo que pasa. Quiero que se detenga. Quiero disfrutar de un cumpleaños normal y una vida tranquila. Ya había logrado a pesar de todo llevar una vida normal, no se que esta pasando.

¿Porqué después de tantos años vuelve a sucederme esto?

¿Y porqué arruinarme mi día de cumpleaños?

Las sombras comienzas a emerger, levanto la mirada y allí está nuevamente. En el reflejo del espejo se deja ver la extraña criatura en una esquina del cuarto de baño. Ladea la cabeza de forma antinatural, vuelve a su posición anterior esbozando una cínica sonrisa y me hace un gesto con su mano deslizando su arrugado dedo sobre su cuello simulando cortarlo.

Entró en pánico cuándo sus carcajadas se hacen más audibles y todo vuelve a la normalidad cuándo entra Hannah alarmada abriendo de par en par la puerta del baño. Acto seguido la abrazó fuerte sollozando en su hombro y ella me trata de calmar sobándome la espalda. Me lavo la cara y ella busca en su bolso un poco de maquillaje para retocarme. No le puedo decir nada de esto a mis padres, no me creerían. Si no me creyeron de pequeña por qué irían a hacerlo ahora. Disimulo mi nariz roja de llorar con un poco de base y cuando me preguntan mis padres porque salí corriendo así les digo mintiendo que me sentí indispuesta.

-No se preocupen, parece que de comer tanto por la mañana en casa y después aquí mi estómago no lo soportó. O quizás algo que comí me sentó mal.

Con esas respuestas logré aliviar la tensión que se había creado por mi brusca salida. No quise seguir comiendo nada más. La verdad creo que nunca más volveré a comer mi plato favorito después de esto.

Volvimos a mi casa y mis padres me dan un beso antes de irse a dormir. Me dicen que disfrute de mi salida pero yo les digo que no me siento del todo bien como para poder asistir. Hannah se va conmigo al cuarto y entiende que no me apetezca ir a la discoteca.

-La verdad, si te soy sincera solo quiero dormir y que este día acabe lo antes posible.

-Te entiendo y traquila me quedaré contigo.

-No Hannah, no es justo que te pierdas la fiesta, sé lo mucho que te gustan y sé que estabas muy ilusionada porque hoy trabaja de barman el chico que te gusta.

- Si Lara pero no te puedo dejar sola, no en estos momentos.

- Estaré bien, no seas cabezota. Además también necesito estar sola. Necesito entender que demonios me esta pasando. Sabes que tengo que enfrentar esto y sabes que solo lo puedo hacer yo.

-Vale me voy, pero júrame que si pasa cualquier cosa a cualquier hora me avisarás.

-Lo prometo.

Se despidió de mi apretándome y dejándome sin aire, como no quería despegarse le hice cosquillas para apartarla. Me hizo un gesto con la mano de que la llamara si pasaba cualquier cosa y se fue.

Sabía que quedarme sola era una muy mala idea, pero tenía que enfrentarme a lo que solo yo podía ver. Tenía que buscar respuestas y sé que si Hannah se quedaba nada raro sucedería.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro