Narra Beatrice

Luego de una semana en el hospital por fin puedo irme a casa, Gabriele me fue a visitar cada día, aún no se logra explicar como fue que me salvé, si tan sólo supiera que fue su hermana quién me salvó, es mi ángel de la guarda, pero no he sabido nada de ella y Alba no me ha respondido nada. Siento que me está ocultando cosas y me da miedo saber que ocurrió esa noche.

Gabriele me espera con un ramo de flores a las afueras del hospital.

-Hola bonita.- besa mi mejilla.

-Hola.- sonrío cansada.- Sólo llévame a casa de una vez.

-No sé si sea seguro llevarte a casa ahora mismo.

Bufo cansada de esta situación.

-Se a donde ir, pero tengo ir sola, así que dame las llaves de tu auto.

-Estás bromeando?.

-Claro que no, ahora bájate que me iré sola.

Se baja sorprendido, me gano en el asiento del piloto y conduzco a la casa de los chicos.

El día en que me secuestraron fue justo después que estuve con Gabriele en el parque, nos juntamos a conversar sobre su tema con los vicios, lo he estado ayudando a salir de ese mundo, básicamente soy como su psicóloga que lo aconseja y lo escucha.

Pongo música para relajarme, estuve a punto de morir pero gracias a dios estoy viva, los Marchisio no van a parar hasta hacer sufrir a sus rivales en donde más les duela, ahora mismo todos sus cercanos estamos en peligro.

Llego a la casa, se sorprenden al verme, saben que odio estar metida en esto, pregunto donde está Alba y me indican que está a las orillas del río que pasa cerca de aquí.

Camino con cuidado por mi operación, por suerte la bala no perforó ningún órgano así que fue fácil sacarla.

Me siento a su lado, me abraza y se echa a llorar, no entiendo que pasa.

-Tranquila.- hago masajes en su espalda.

-No debí hacerle caso ese día, tenía que haber acabado con la vida de Dante, por su culpa mi amiga se nos fue, la extraño como a nadie, fue la mejor jefa que he tenido en mi vida.

Casi me atraganto, no puedo ser cierto, me pongo a llorar con ella.

-Es imposible, no me lo creo.- tomo mi cabeza.

-Se fue, ya no está con nosotras, no te imaginas el vacío que hay en mi corazón, lo último que hicimos juntas fue ver la mitad de una película y luego rescatarte.

-Les debo mi vida, no sé que haré sin ella, es como mi hermana.- me desespero.

-Tengo que matar a Dante.

-Estás loca, no quiero tener que saber que tú también estás muerta.- pongo mi cabeza en su hombro.

-Qué?, Fiorella no está muerta, se recuperó de la bala y se marchó dejándonos una carta.

Me relajo por completo.

-Dios, podrías haber empezado por ahí, creí que Dante la había matado.

-Le disparó y casi la mata pero por se salvó a penas, es una guerrera, pero para salvar su vida decidió que se tenía que ir, es lo mejor que pudo hacer, merece ser feliz.

-Fiorella necesitaba alejarse de esto para olvidar a Dante, de esa manera podrá seguir avanzando y tú debes dejar la mafia, es hora de empezar otra vida o terminaremos muertas.

-No creo que sea fácil, mejor vamos a la casa, tú necesitas descansar.

Me gano en una habitación que no es de nadie, bueno ahora ya es mía, supongo que me queda el vacío de no saber más de mi mejor amiga, espero se vaya de esta país de mafia.

Narra Fiorella

Han sido unos días de locos, mis 18 los cumplí en una camilla de hospital por culpa de la persona que más amo, el odio de Dante hacia mi familia es muy grande, debo huir de él.

Por fin me alejaré de esta guerra de mafia, por suerte aún no sabe de que soy su enemiga.

Shopie quiere que hable con ella, por el tema de mi madre, así que voy camino donde ella, esta noche sale mi vuelo rumbo a América Latina, allí es donde pertenezco, debo estudiar y volver a ser una niña buena a pesar de que maté a gente con mis manos.

Me paro frente a su puerta y toco algo nerviosa.

-Fiorella.- me da un abrazo.- Por qué tienes el rostro así?.

-Tú hermanito casi me mata, nos enfrentamos y las cosas no se dieron bien.

-Ósea que sabe que eres una Marchetti y te hizo esto?.

-Claro que no, yo estaba con una máscara, vengo a que me cuentes lo de mi madre y también a despedirme, no puedo seguir aquí sabiendo que en cualquier momento Dante acabará conmigo.

-Eso no pasará, siéntate en el sofá, iré por un café.

Trae café y unas galletas, nos acomodamos.

-Quién era mi madre realmente?.

-Tú madre, mi madre y Antonia la esposa de tú padre, eran mejores amigas, estudiaron las tres aquí en Italia.

-No me lo puedo creer, es una locura.

-El señor Marchetti se enamoró perdidamente de tú madre cuando aún no era mafioso, eran unos adolescentes enamorados hasta que tú madre volvió a su país, a Antonia siempre le gustó tu padre y acabó conquistandolo.

-Ósea que lo de mis padres no fue sólo de una noche?, mi madre me dijo que sólo habían estado una vez.

-Supongo que te mintió para protegerte de este mundo, mi madre siguió en contacto con la tuya y un día la vino a visitar y ahí fue donde se reencontró con tú padre y estuvieron juntos ese mes, luego tú madre quedó embarazada de ti y cuando supo que Marchetti estaba casado con Antonia se fue para siempre de Italia.

-Es demasiado que procesar, ósea que si hubo amor de verdad entre ambos.

-Claro que sí, el resto de la historia ya la conoces.- bebe café.

-Pero como supo mi padre que ella había tenido una hija y por qué me dio su apellido?.

-Por lo que sé es que tú padre fue en busca de tú madre y se enteró de ti.

-Es de locos, aún así mi padre me desprecia y es como si no existiera.- me pongo de pie.- No sabes cuanto agradezco que me hayas dicho esto, ahora me tengo que ir.

-Espero verte algún día.- me abraza.- Adiós linda, cuídate.

Sonrío y camino a la puerta pero esta se abre.

-Fiorella.- habla asombra.

-Dante.- trago saliva.

Estoy jodida.

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Vaya reencuentro!!