Jimin se sienta junto a JungKook en la gran mesa donde se encuentran los siete, todos vestidos con sus trajes, aunque ahora todos están impolutos, y sus máscaras puestas, So Yeon se pone detrás de su cámara, han pasado ya un par de días desde que recuperaron a JungKook.

Las noticias han hablado y repetido mil veces sobre el "atentado" del grupo de desquiciados, les ha dado algo de fama y, cuando alguno de ellos sale a la calle les es fácil escuchar a la gente hablar sobre el suceso, han escuchado de todo, halagos, insultos, alabanzas, odio.

Pero han decidido aprovechar ese pequeño poder que les concede la fama, el único inconveniente debería ser el cómo poder infiltrar el vídeo en la noticias pero, por suerte un pequeño secreto de Nam Joon sale a la luz.

Nam Joon siempre ha trabajado de informático por lo que ha  tenido que investigar y aprender varias cosas a lo largo de su carrera y, por gusto propio, decidió aprender a hackear  hace algunos años.

 —¿Todos listos? — los siete asienten a las palabras de So Yeon, que enciende la cámara.—Recordad que esto irá directo a todos los canales de televisión.— la chica da al play y, segundos después JungKook se levanta y comienza a hablar.

  —No somos desquiciados. No somos traidores. No somos nada de lo que os están haciendo creer. — la voz sale tan dura y seria que Jimin se obliga a reprimir un jadeo, el hecho de que, su ahora novio, sea capaz de mantener la calma en un momento tan crucial le parece demasiado caliente.—Tan solo somos un grupo de siete chicos intentando eliminar lo que nos oprime a todos cada día, sólo queremos deshacernos de las injusticias traídas por estas máscaras.— JungKook gesticula con sus manos, su mirada fija en el objetivo de la cámara.—Todos tenemos un nombre, un rostro, pero nos asusta mostrarlo por el simple hecho de lo que podría pasar, bien, queremos cambiar eso.— es el turno de los demás que, uno a uno se levantan de la silla, presentándose.—Hacemos esto para llamaros, a todos aquellos que estéis de acuerdo con nosotros, que tengáis la misma idea, el mismo deseo.— hay un pequeño espacio de silencio.—No os obligamos a nada, pero, si queréis uniros a nosotros podréis encontrarnos en las calles de cualquier sector cada viernes.

—Mi nombre es RM. — el peli-morado se deshace de su máscara de oso, mostrando el rostro a la cámara.

  —Soy Omma. — sus manos tiemblan un poco mientras se quita su máscara de unicornio.

  —Suga.— la máscara de oso panda se aleja de su cara rápidamente, la deja caer con cuidado sobre la mesa y mira al siguiente.

  —Todos me conocen como J-Hope .— su voz tan alegre como siempre, pero sus manos tiemblan al dejar al descubierto su rostro, su máscara de zorro se une a las otras tres.

  —Hola, soy V.— la máscara de tigre se mueve con lentitud, alejándose de su rostro.

  —Soy Gukie-ah.— las manos del castaño no tiemblan demasiado cuando sujeta su máscara de gato, mucho menos cuando la deja sobre la mesa y mira a la cámara, con una seriedad y crudeza increíble.
 —Yo soy JKiller, todos formamos lo que vosotros denomináis desquiciados, pero nuestro verdadero nombre es Bangtansonyondan. Recordad ese nombre, porque cambiaremos el mundo. — se quita la máscara de conejo y mira a sus amigos, que se sonríen entre ellos.

Todos miran a la cámara e inclinan sus cabezas, en forma de despedida, la grabación se corta y todos respiran algo más tranquilos.

  —Está hecho Kook, lo hemos hecho.— Jimin no tarda en abrazarle, fundiéndose en su pecho y siendo rodeado por lo brazos del más alto.

—Te amo,  Mochi.— JungKook no es demasiado romántico, y su tono no es meloso, pero es lo suficientemente dulce y cariñoso como para enamorar aún más al castaño.

—Yo también, Nochu.— ambos se besan, con todo el deseo y cariño que pueden mientras sus compañeros y amigos les observan encantados de que, por fin, ambos estén juntos tal y como desean.

Aún les queda mucho camino, muchas sorpresas, algunas agradables y otras no tanto, pero aún les quedan muchos años de amor y aventuras.