V.E.I.N.T.I.N.U.E.V.E

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  —¡Jimin!— la voz le suena, aunque la música que llena sus oídos no le facilita saber quién es y el miedo a encontrar a alguien no deseado es mayor incluso que su curiosidad.—¡Gukie-ah!— al escuchar ese apodo no le queda de otra que mirar en dirección al coche que le sigue de cerca, no tarda en ver una cabellera morada asomarse por la ventanilla del conductor.

—Nam Joon-Hyung.— suspira.—¿Qué haces aquí?

—Kookie-ah me llamó hace un rato pidiéndome que viniese a buscarte.— las palabras del mayor le sorprenden bastante, ¿de verdad le ha pedido algo así a su amigo?—Venga sube, que hace frío y la ventanilla bajada hace que el coche se congele dentro.— Jimin sale de su pequeña ensoñación y, quitando su música, camina hasta el coche.

—Muchas gracias Hyung.— agradece mientras se abrocha el cinturón.—¿Sabes algo más de JungKook?, ayer le acompañé hasta el sector dos pero no sé nada de él desde que me fui.— Nam Joon frunce sus labios bajo la máscara.

Entiende lo reservado que es su amigo en cuanto a su vida personal pero cree que, al igual que ha avisado a todos sus amigos de lo sucedido, debería habérselo dicho a Jimin.               

—Kook no se encuentra bien, estoy seguro de que te llamará pronto.— Jimin se asusta, el tono de voz del peli-morado ha sido una mezcla entre preocupación y seriedad que no le gusta demasiado. —No te preocupes demasiado, es normal que JungKook desaparezca algunas veces. 

—Ajá.— Jimin no sabe qué más decir, no está seguro de nada y lo único que ahora pasa por su mente es ir a su casa por la mañana, no quiere despertarle ahora, pero quiere hablar con él y no cree tener la suficiente fuerza de voluntad como para esperar a que "aparezca".       





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Se despide del peli-morado antes de subir hasta su apartamento, durante el viaje no han hablado demasiado, pero eso no significa que su cabeza se haya mantenido callada, él a pensado tanto, en tantas variables que le aterroriza que el mayor pueda hacer alguna tontería que le ponga en peligro.

Abre la puerta de su casa, sin embargo no entra, sus ojos se fijan en la puerta de JungKook, en esta ocasión le parece que esa puerta esconde más de un secreto que le preocupa, tiene la tentación de ir a verle y hablar con él, sin embargo prefiere hacer caso a su plan inicial, esperar a la mañana siguiente y acercarse, con algo de comer para el mayor.

Entra en su casa y, a pesar de lo tarde que es, ve a su hermano sentado en el sofá y a Gukie tumbado en la otra punta, el gato se levanta rápidamente y corre hasta los pies del mayor, que sonríe con diversión, a veces se pregunta si adoptó un perro o un gato.

Camina hacia la cocina, donde se encuentra con un filete de pollo y una ensalada en un plato, calienta la carne, que ya se ha quedado fría y cuando vuelve al salón para sentarse a comer, siente la mirada acusadora de su hermano sobre él.

Coge un trozo de la carne y lo mete en su boca, sus acaramelados ojos penetran los de su menor, qué no sabe si reír, llorar o temblar del terror con lo que ha pasado esta tarde, los minutos pasan en tensión y silencio, Jimin espera a que su Doensaeng se decida a hablar, pero el otro parece no saber qué decir con exactitud.

—¿Qué pasa?— su día no ha sido bueno y su preocupación es demasiada como para intentar pensar una mejor forma en la que hablar a su hermano.

—Yo... he ido a hablar con JungKook.— Jimin deja los palillos sobre la mesa y se levanta de su sitio, completamente sorprendido, entonces... JungKook a estado en casa todo el día, ¿verdad?

—¿Qué tal está? ¿Qué le has dicho?— se acerca corriendo a toda prisa a su hermano, demostrando una necesidad abrumadora que sorprende y repele a JiHyun.

—Él apestaba a alcohol, tenía unas ojeras exageradas y muy mal humor.— Jimin asiente, esa descripción solo le asegura lo que ya le contó  So Yeon el día anterior, su madre a muerto.—Y respecto a lo que le he dicho...  — el menor guarda silencio durante unos segundos, sabe que su Hyung no va a estar nada contento con lo que ha dicho.—Le he pedido que no se acerque a tí, te está dañando, Jimin, no creo que debas seguir relacionándote con él.— su hermano no reacciona de buena forma.

Jimin está harto de que su hermano irrumpa en su vida personal como si tuviese el derecho, sobre todo después de haber estado separados por tanto tiempo, las conversaciones telefónicas nunca han sido largas o agradables cuando han hablado, pero aun así le quiere, entiende que su hermano se preocupa por él, pero está llegado a un punto de no retorno en el que solo logrará cansar a Jimin.

—Es mi vida JiHyun, no puedes decidir cada paso que doy. —Jimin se desespera, no puede creer lo que su hermano está haciendo. —Jungkook no me está dañando, ¿de acuerdo? — si hermano bufa, ¿por qué no puede intentar entenderle?, ¿a caso es tan difícil? —No me daña por que... por que me gusta, joder, me ha salvado el pellejo ya varias veces, es sincero conmigo, me trata genial y me apoya en todo. — ve a su hermano ponerse recto en el salón, el menor está sorprendido, no puede creer que su Hyung de verdad acabe de confesar algo así. —Joder, cuando se enteró de que en mi antiguo piso pagaba el doble y era la mitad de grande me aconsejó este sector, me ayudó con la mudanza a pesar de tener que trabajar unas horas más tarde, me trae y me lleva al trabajo sin pedirme absolutamente nada a cambio.

—Aún así, has cambiado Hyung, estoy preocupado por ti. ¡Ni siquiera entiendo como puede gustarte! — JiHyun está exasperado, él realmente está intentando entender a su hermano, pero no lo consigue.

—Claro que no lo entiendes, no lo has vivido, su pasado también es una mierda, como la tuya y la mía, su madre murió ayer y aun así a mandado a Nam Joon a buscarme al trabajo para que no viniese caminando. Si eso es perjudicial para mí, entonces moriré dentro de poco. — Jimin no lo aguanta  más, se levanta de donde está y sale hacia la cocina, donde deja el plato a medias, discutir con su hermano le cierra el apetito.



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Jimin se despierta pero no se levanta de la cama, ve los minutos pasar mientras observa su techo con minuciosidad, la discusión de la noche anterior le tiene bastante preocupado, ha dicho cosas que no debería haber dicho y, muy probablemente, la relación con su hermano acabará siendo peor que la que mantiene con su padre.

Al final se decide por mirar la hora en su teléfono, las doce y cuarto de la mañana,  es bastante tarde, deja el móvil nuevamente sobre la mesilla junto a su cama, pero no pasan ni dos minutos cuando éste suena notificando un mensaje.

JungKook

Me ha llamado el jefe.
No te preocupes.

El mensaje le marea un poco, ¿cómo sabía JungKook que pretendía ir a su casa?

Te ha dicho Nam que iría hoy a decírtelo?

La respuesta no tarda en llegar.

Algo así, me dijo que querías venir anoche pero que no querías molestarme.

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