Deseando (16)

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El moreno se negó a quitarse aquella prenda durante todo el primer periodo, por lo que, Kise le tomo del brazo y le llevo a un lugar solitario para hablar.

-¿Qué se supone que haces con eso?- dijo la rubia apuntando la prenda en el cuello del moreno.

-me protejo del frió, ¿acaso no es obvio?- Aomine la miró con una sonrisa.

-sabes que no hablo de eso- la rubia se cruzo de brazos para mirarle bastante molesta.

-¿Qué quieres que te diga? tenia frió- La rubia soltó un suspiro y llevo su mano a su cara.

-bien, solo... solo no seas un idiota...- sin mas, la rubia se fue dejándole solo en aquel apartado lugar.

Aomine tomo aquella prenda y la llevo a sus nariz para inhalar el exquisito aroma de esta. Cerró los ojos y pensó en el rubio, sin que pudiese evitarlo, una sonrisa apareció en sus labios.

A los minutos le llego un mensaje y soltó una pequeña risa.

Ryouta: Eres cruel, Daiki, yo muriendo de frió porque no encuentro mi bufanda y resulta que tú la tienes.

El moreno decidió saltarse el segundo periodo para quedarse recostado bajo un árbol.

Daiki: ¿tú hermana te fue con la noticia? aunque debo decir que huele delicioso...

Aomine tomo nuevamente la prenda y la puso sobre su boca y nariz. recibió respuesta a los segundos.

Ryouta: Eres un pervertido.

Daiki: pero disfrutas dormir con este pervertido, además, hace poco con mi bufanda hiciste algo aun mas pervertido. Aun tengo la evidencia.

Ryouta: por todos los cielos, borra eso.

Daiki: claro que no, me va ayudar hoy en mi soledad.

Ryouta: que pena, pero no podra ser, la necesito

Aomine miro su teléfono con una gran sonrisa.

Daiki: ¿vendrás por ella?

Desde el salón, Kise miraba distraído como el moreno le sonreía a su teléfono. Ese vago idiota, no le importaba si le veían, el hacia lo que quería. Miro su teléfono y tecleo una respuesta.

Ryouta: puedes apostar por ello.

Kise sonrió y comenzó a pensar en su plan.

Ese día, luego de las clases, se salto las actividades del club para ir a su casa a cambiarse, el rubio detestaba el frió ambiente que el otoño traía consigo pero en aquel momento no le molestaba.

Le envió un mensaje al moreno calculando aproximadamente cuando terminaba el club y antes de recibir una respuesta sintió unos brazos rodear su cintura.

-pensé que no vendrías- Aomine le miro con una sonrisa y poco y nada le importaron las personas que pasaban.

-bueno, es mi bufanda favorita, así que debía venir por ella- Kise se sentía un poco incomodo por las curiosas miradas del resto.

Aomine, como siempre, estaba indiferente a todo y todos, pero noto como Kise se incomodaba, por lo que le arrastro a un lugar mas solitario.

Kise tuvo ganas de reír cuando noto que le había llevado al mismo lugar en el cual el le había entregado su bufanda hace mucho.

-bien, aquí no- Kise se acerco y comenzó a besar a Aomine, a lo cual el moreno se sonrojo un poco.

Las manos del moreno bajaron a la cintura del rubio mientras este pasaba sus brazos por su espalda.

Aomine le empujo hasta pegarle en la pared mientras hacía mas fogoso el beso.

-¿y eso?- pregunto el moreno una vez que se separaron.

-tengo que tomar la iniciativa en algún momento- Aomine sonrió mientras sus manos intentaban bajar hacia el redondo trasero del rubio, pero el rubio le detuvo con una sonrisa- no, no, debo ir a trabajar.

Aomine hizo un puchero mientras veía a Kise, quien se acerco a besarle otra vez.

-pero aun quedan veinte minutos...- Aomine no dudo en unir sus labios otra vez.

Sus manos recorrían el cuerpo del rubio a libertad mientras este ahogaba gemidos entre sus labios.

Los veinte minutos se les fueron en nada, luego de que Kise tomara su bufanda, se fue a su sesión mientras que Aomine caminaba hacia su casa con el delicioso saber de los labios del rubio aun en su boca.

Iba tan embobado hasta su hogar que no se dio cuenta de la chica que estaba frente a él.

-hey...- iba a reclamarle a la chica, pero era la rubia que había dejado plantada la ultima vez.

-ah, eres tú- dijo la chica mientras le miraba de mala manera- escuche que ahora tienes novia...

-¿quién esta esparciendo esos ridículos rumores?- dijo Aomine comenzando a caminar, mientras la chica iba a su lado.

-por favor, llegas hoy apestando a Omega, además sin descaro alguno vienes vistiendo algo de ella, no hay que ser muy inteligente para saber que marcas territorio- La chica siempre había sido la mas fastidiosa de todas las omegas con las que Aomine dormía- aunque si fuese ella, no podría estar tranquila.

-¿por qué dices eso?- Aomine le miro molesto.

-porque duermes con cualquiera, en tu teléfono hay cientos de nombres de chicas que con solo llamarlas puedes tener una tarde de sexo.

Aomine no dijo más.

Al llegar a su hogar, tuvo que soportar la incesante charla de su madre por tener olor a omega, ella nunca le perdonaría si llegaba a formar un lazo con un omega... aunque si supiera lo que ha hecho últimamente, se desmayaría.

Tomo su teléfono y comenzó a revisar los contactos, la mayoría eran de chicas, por no decir que todos, uno a uno comenzó a eliminarlos, hasta quedar con el numero de Momoi, Kuroko, Kagami, Akashi y Kise.

Sonrió cuando vio un mensaje de Kise.

Ryouta: mi bufanda apesta a ti...

Soltó una pequeña risa mientras escribía una respuesta.

Daiki: no hagas como que no te gusta, siempre te duermes con la cabeza apoyada en mi para poder aspirar mi aroma.

Ryouta: ¿yo? no seras tu quien no puede dejar de poner su nariz en mi cuello, porque yo recuerdo a alguien que no dejaba de besar y lamer mi cuello.

Daiki: bien, quizás si me gusta un poco...

Kise no supo como responder a aquello, pero tampoco tuvo mucho tiempo para hacerlo.

-Kise-san, quiero decirle algo- hablo Kaito a su espalda- quiero que usted sea mi omega.






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Son las 12:10 oficialmente lunes.

Bien, espero les guste jeje y bueno, debo decir que me encanta este Aomine cariñoso jejeje

Un abrazo enorme a las chicas del grupo!!! Me hacen reír bastante jejeje

Saludos y nos leemos ;)





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