Gozando (22)

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Las cosas después de que Kise le dijera la verdad a Aomine iban de manera estupenda.

En especial para el moreno...

-Da... Daiki... -gimió el rubio con las manos apoyadas en la pared- debemos... aahh... debemos ir a clases... -hablo entre suspiros mientras era embestido por el moreno.

-sólo un poco más Ryouta... -jadeo el moreno en su oído mientras comenzaba a acariciar el miembro y el torso del rubio.

-Daiki... ahí... Aaahh... -el rubio pego su cuerpo al del moreno a lo que este aprovechó para besarle.

Aomine siguió moviendo su cuerpo hasta que el inevitable clímax llegó.

Kise se vino en la mano del moreno soltando su nombre en un gemido que intento ahoga, pero no pudo.

Luego de eso, se estuvieron besando durante algunos minutos para luego arreglar su ropa y salir de las duchas.

Si, luego de que Aomine aceptara que Kise era Ryoko no había perdido la oportunidad de tocarle en todos los sitios posibles.

Durante el almuerzo se abrazaba a su cintura mientras el rubio le daba de comer.

En clases, de alguna manera, había conseguido cambiarse para quedar frente a rubio, enviandole notas bastante detalladas con lo que pensaba hacerle.

El los camerinos luego de las prácticas, iba a buscar a Kise y aprovechaba que quedaban a solas.

En las duchas.

En el baño.

En la azotea.

Incluso por poco y se lo hace detrás del gimnasio una tarde.

Sin duda, Aomine pasaba por el mejor momento.

Y todos podían notarlo, ya no desprendía aquella aura aterradora de antes. Bueno, nadie se le acercaba a bromear ni nada, pero ahora nadie corría cuando le veía entrar.

Pero no todo era color rosa.

El moreno hacia rabieta cada vez que veía a Kise cerca de Kaito.

Y por extraño que pareciera, Kise hacia rabieta cada vez que Aomine estaba cerca de Haizaki.

No era que pensara mal del chico, no era que quisiera que Aomine sólo hablará con el, sólo pasaba que Haizaki hacía algunas cosas...

-te tomo la mano...-habló esa tarde, desde el sofá, abrazando un cojín.

-¿Me tomo la mano?- pregunto el moreno que le veía atentamente.

-si, Haizaki tomó tu mano y tú te dejaste- Aomine comenzó a hacer memoria del recuerdo.

-te refieres a lo que pasó en el entrenamiento- el rubio asintió escondiendo la cabeza en el cojín- pero no fue con esa intención...

-también te abraza...- murmuró sin levantar el rostro.

Aomine soltó una pequeña risa al ver la infantil actitud de Kise.

-si, también me mira cuando me cambio- el rubio le miró e hizo una mueca de disgusto.

Kise miró a Aomine y decidió ponerse de pie, estaba haciendo una rabieta, pero estaba en todo su derecho.

Camino a la cocina y tomó un poco de café.

Evitó mirar a Aomine para luego caminar a su habitación.

El moreno miró todo el berrinche del rubio y soltó una pequeña risa.

Pero su alegría termino cuando el teléfono del rubio mostró un mensaje.

''Mañana tengo sesión con usted, Kise-san, estoy muy feliz de poder verle de nuevo. Estoy esperando a que sea mañana, un abrazo y que tenga buena tarde y buenas noches''

Desde que decidió vivir con el rubio había notado que no sólo Kaito era un problema, sino que el rubio era bastante cotizado por varios alfas, betas, y en menor medida, omegas.

Cuando iban a algún lado, si Kise iba como Ryouta, siempre habían personas que se le acercaban, chicas y chicos, y eso no le gustaba mucho.

Miro la fecha y sonrió.

Sólo un mes para que llegará su celo, un mes más y le diría a todos que el rubio era suyo.

Porque estaba decidido a hacerlo.

Estaba entretenido con el teléfono del rubio cuando una mano se puso frente a él.

-entregamelo- Kise estaba serio y Aomine no pudo evitar sonreír.

Tomo la mano del rubio y le recostó en el sofá, sobre él.

-sabes, no deberías darle tu número a cualquiera- habló el moreno mientras sus manos recorrían el cuerpo del rubio.

-no es importante- susurró poniendo su cabeza en el torso de Aomine- ¿Crees que soy molesto?

Hablo luego de unos segundos y Aomine detuvo sus manos.

-¿Por qué me lo preguntas?- el rubio se encogió en el lugar.

-bueno... soy caprichoso y no soy adorable como una chica... además me molesta que estés cerca de Haizaki...- Aomine tomo su rostro y comenzó a besarle.

-te faltó decir que eres como un niño mimado que siempre quiere atención- dejó otro beso en sus labios- pero eso me gusta...

Lentamente comenzó a quitarle la ropa al rubio. Sus manos no dejaban de tocar por donde fuese que pudiesen.

Le gustaba, no, amaba el cuerpo del rubio. Cada centímetro de piel, cada sonrojo, cada lunar que tenía, el lo amaba.

Los besos pasaron a más cuando Kise se sentó sobre su regazo y comenzó a meter el miembro del moreno en su interior.

-¿Te gusta esto?- jadeo el rubio comenzando a moverse.

-claro que si... Ryouta... dioses... eres tan... delicioso...- Aomine dejaba marcas de besos en el torso del rubio mientras sus manos le ayudaban a marcar el ritmo.

-tu... eres... Aaahh... tan... ardiente... y sexy... -hablaba entre gemidos mientras comenzaba a moverse más rápido.

-Joder, Ryouta...-gruño el moreno moviéndose más rápidos al sentir como Kise le apretaba y estaba por llegar.

-si, Daiki... damelo... -se abrazo al moreno y susurró en su oído- llename...

No faltó más para que Aomine le diera una profunda embestida y se viniera en el interior del rubio.

Luego de eso, lo hicieron en la cama y una última vez en la ducha.

Esa mañana al despertar, Kise sintió el frío al lado de su cama.

Se puso la camisa de Aomine y camino en su búsqueda.

Pero se arrepintió de inmediato de levantarse.

Cuando llegó a la sala del lugar estaba el moreno.

Besando a otro... pero lo peor de todo, era que ese otro era nada más ni nada menos que Haizaki Shogo.








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Les dejo capitulo ahora porque no creo poder mañana

Un abrazo enorme a la chica que me dio la idea.

Gracias, linda, no pude encontrar tu comentario pero te agradezco por esto jejeje

Saludos!

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