16: ¿Puedes ser mi para siempre? Parte 2

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Jimin despierta en una habitación blanca y brillante. Cuando por fin abre bien los ojos, acostumbrándose a la luz natural, reconoce la sala como la típica de un hospital, y recuerda que hace más de un mes había despertado en el mismo lugar. Frunce su ceño mientras se incorpora para sentarse. 

«¿acaso todo fue un sueño?»

La misma máquina, el mismo monitor cardiaco haciendo el mismo sonido. El mismo dolor en la intravenosa plegada en su mano en la misma parte. La misma cama, las mismas sábanas blanca. Todo, exactamente todo era igual.

—¿Acaso fue un maldito sueño? —Susurra y con desesperación quiere verse en un espejo. Observa para todos lados hasta que logra notar su reflejo en el ventanal ubicado detrás de la cama. Su cabello era de color negro y no anaranjado como lo vez que había despertado.

Un sentimiento dividido lo invade, como si no supiera realmente si estar feliz o triste. Se sentía tranquilo y calmado cuando se dio cuenta que todo no fue un sueño, pero a la vez decepcionado de volver a la realidad en donde había tenido ese accidente que le había causado nada más que dolor.

—¿Jimin-ssi? —El señor Min aparece desde el marco de otra habitación unida a la suya, no sabía que existían cuartos con dos salas y se demora un poco en escanear todo el lugar para darse cuenta que era totalmente diferente al que estuvo la última vez.

—Padre... —Dice de manera automática mientras intenta destaparse para ponerse de pie. Abre los ojos sorprendido cuando por fin se da cuenta de lo que acaba de decir. Ambos se quedan en completo silencio, tratando de procesar lo que estaba ocurriendo, la mirada que comparten hacen que Jimin pueda ver claramente la duda y la tristeza en los ojos del hombre.

Y no necesita más tiempo para darse cuenta que recuerda, recuerda perfectamente la primera vez que lo llamó padre luego de que Yoongi lo haya presentado como su novio. Al principio había caído completamente avergonzado y ni siquiera podía formular una palabra completa sin tartamudear entre las sílabas, pero después de un tiempo, Jimin recordaba que comenzó a ser una costumbre llamarlo padre luego de que el señor Min le abriera los brazos integrándolo como un hijo más de su pequeña familia.

Lanza un suspiro ahogado, como si quisiera reírse, pero no puede porque también quiere llorar.

—Yo- yo, oh cielos... yo- —Respira pesadamente unas cuantas veces y sonríe cuando las lágrimas se comienzan a formar en las esquinas de sus ojos—. ¡Yo recuerdo! —Grita, el brillo de felicidad cuando se encuentra con los ojos completamente abiertos del hombre frente a él—, ¡Yo lo recuerdo padre! ¡lo recuerdo!

Su grito es eufórico cuando intenta asimilar todo de una, todos sus recuerdos organizados en su cabeza cuando intenta rebuscar en ellos. —Necesito ver a Yoongi, o mierda, Yoongi me odiará, oh... —Tapa su boca un poco avergonzado y rojo—, dije una insolencia frente a usted, lo siento...

Se encoge de hombros completamente apenado y esconde el mentón en su pecho al darse cuenta de todas las reacciones que tuve en un minuto frente al doctor Min. Y no sabe cuánto tiempo habrá pasado en silencio, pero cuando levanta la cabeza lo único que puede ver es una bata blanca y al doctor rodeándolo en un abrazo.

—Jiminnie... Minnie, nunca creí que volverías a recuperarte Jimin —el hombre se aleja un poco tomando su rostro entre sus manos—, ¿de verdad eres tú? —Despeina su cabello y luego vuelve a poner distancia mientras le sonríe de manera paternal que lo dejan con el pecho apretado.

¿Cómo pudo olvidarlos? Eso lo tiene insultándose internamente y un ligero gruñido frustrado sale de sus labios cuando quiere golpearse contra el mural de concreto por haber sido tan estúpido e idiota.

—¿Qué ocurrió? —El doctor se sienta cerca de los pies de su cama y Jimin limpia su nariz cuando el contrario le tiende unos pañuelos. Supuso que su rostro era un desastre, pero no se preocupa porque frente a él está el doctor Min y se supone que los doctores siempre ven cosas trágicas, así como él.

—Yo... no sé qué ocurrió, creí que moriría cuando me caí al suelo, pero... de pronto fue como si el tiempo comenzara avanzar muy rápido. Luego pude ver mis propios recuerdos como si estuvieran todos reunidos dentro de una caja brillante, después desperté aquí y doc- es decir... padre... —La timidez se marca en sus mejillas como dos tintes de rojo puro cuando nota su equivocación. Las semanas que llevaba llamándolo doctor lo habían familiarizado con la palabra.

El doctor asiente serio cuando toma su ficha y escribe unas cosas, completamente metido en su trabajo, sin embargo, Jimin sonríe divertido cuando puede ver una ligera sonrisa por parte del hombre.

—Hijo... —lo llama luego de mover su ficha a un lado—, tus signos están vitales, te proporcioné un relajante muscular hace un rato, pero no hay nada de malo en ti, por tus signos y tus resultados, estás completamente estable. Puedes irte a casa, aunque quisiera que vuelvas para hacer un mejor chequeo, mañana te programaré una hora para así estar completamente seguros de tu bienestar ¿bueno?

Asiente y luego ve una enfermera entrar a la habitación, llegando por el mismo umbral de donde había aparecido el doctor. La muchacha le sonríe gentilmente y le quita la intravenosa dejándolo libre para hacer lo que quisiera.

—¿Y Yoongi-hyung? ¿puedo llamarlo desde su celular? El mío se descargó en el horario de almuerzo y no tuve la oportunidad de cargarlo.

El doctor niega —Lo he intentado, pero lo tiene apagado, aunque estoy seguro que estará feliz con la noticia.

Jimin muerde su mejilla por la parte interna y aprieta las sábanas en su mano, quiere llamarle, quiere escucharlo decir su nombre, quiere sentirlo en todos los lugares correctos y quiere estar con él para nunca despegarse de su lado. Sin embargo, por sobre todas las cosas, Jimin quiere pedir perdón por todo. Él último pensamiento lo dejan con un nudo atravesado en su garganta.

«No tenías que sufrir tanto por mí, Yoongi...»


*


Jimin está completamente listo cuando se sienta en la cama y se coloca las zapatillas. La sudadera blanca que llevaba contrastaban de gran manera con el buzo de gimnasia de color negro. Tomó el bolso donde estaban sus pertenencias y cuando lo abrió para sacar su celular pudo notar entre medio varias notas de colores. Comenzó a leerlas una por una, sus compañeros habían escrito buenos deseos para que se mejorara. Sonrió inevitablemente ante la linda acción y dejó el celular tranquilo cuando no hacía más que prenderse mostrando una notificación de batería baja y luego apagarse. Había muerto por completo, ni siquiera un 1% o la posibilidad de que durará unos cuantos segundos encendido.

Suspira pesadamente porque ya se siente mal por no hablar con Yoongi, la ansiedad se lo come vivo hasta tal punto que solo quiere llegar a casa y ya.

Se coloca el bolso terciado y sale hasta el pasillo hacia la oficina del doctor Min.

Justo entonces, cuando abre la puerta, Jungkook aparece del otro lado, a solo unos cuantos metros de distancia. Abre los ojos completamente sorprendido porque mierda, él odia a Jungkook, aunque lo quiera y se preocupe de él en secreto, la humanidad sabía que ellos nacieron para odiarse, aunque secretamente sentían un cariñito por el otro. Pero era secreto porque se odiaban.

—¡Tú! —La ira en Jimin comienza a subir como un volcán a punto de la erupción. Levanta un dedo de forma acusatoria en dirección al pecho del menor. Jungkook lucía consternado, como herido haciéndose la víctima y eso sólo aumentaban sus ganas de golpear ese rostro de bebé que actuaba demasiado bien frente a su padre—, tú maldito cerdo musculoso, no me mires con esa cara de "yo no sé nada", a mí no me engañas maldito.

El semblante de consternación de Jungkook cambió apenas lo escuchó maldecir.

—¿Qué dijiste? —El castaño se quita los audífonos que llevaba, haciendo que la música de estilo trot se escuche como base de fondo ante todo el escenario que estaban montando en la oficina del señor Min.

—¡Lo que oíste! Tú me dijiste que eras novio de Yoongi y tomaste ventaja de mí Jeon Jungkook... no sabes cuánto he esperado este maldito momento. —el pelinegro dio grandes zancadas echando humos por los aires cuando la rabia lo dejo viendo negro, aprieta automáticamente los puños a sus costados.

—Chicos... —El doctor murmura levantándose de su sitio, pero es ignorado de forma épica cuando ninguno de los dos se voltea hacia su lugar.

—¿Uh? Espera, espera, espera, espera —Jungkook deja las manos posadas en el pecho de Jimin cuando éste aún quería seguir avanzando—, acaso tú... ¿recuerdas?

—¡Sí maldito! Y, y, y... ¡Yoongi es mío! —Jimin empuja los brazos de Jungkook y se cruza de brazos frente a él. Estaba seguro que, si hubiera sido un animal, ya le habría gruñido desde hace rato.

Jungkook de a poco comenzó a sonreír. —¡Jimin! —Gritó eufórico, deslizándose hacia adelante y tomándolo en un abrazo. El pelinegro lucía bastante confundido cuando sintió que sus pies se despegaron del suelo. Su rostro mostraba un "qué mierda le pasa a este mocoso" pero Jungkook era una pelota de fuerza que simplemente no le importó verlo molesto y en lugar de eso, lo comenzó a girar por los aires.

—H-hijo, Jungkook... por favor, Jimin acaba de despertar, suéltalo. —El doctor Min se acerca un poco más, levantando sus manos como si quisiera atrapar el cuerpo de Jimin, sin embargo, Jungkook no lo deja porque se aleja girando el cuerpo del contrario por todo el lugar.

—¡Ya suéltame!

Jungkook obedece dejándolo en el suelo y Jimin se desestabiliza cayendo con su trasero en el sofá que había cerca.

—¿Entonces recuerdas? ¿realmente recuerdas? —Jungkook lucía como un perrito emocionado y Jimin no pudo evitar quejarse por lo ruidoso que estaba siendo y lo peor es que no paraba—, mierda Jimin, ¿recuerdas? ¿realmente recuerdas? Eres una perra, por fin tus recuerdos volvieron hijo de-

—¡Jungkook! —El doctor llamo la atención del castaño antes de que la frase termine—, por favor hijo... ¿qué vocabulario es ese?

—Oh, lo siento —Jungkook se encoge de hombros y camina hasta sentarse al otro lado del sofá, sin quitar la vista de Jimin que lucía como si quisiera lanzarse para ahorcar su cuello o algo que le cause daño. Jungkook lo ignora sonriendo—. Entonces, ¿en serio recuerdas?

Jimin le da otra mirada asesina y Jungkook sonríe por reconocer esos ojos que lo miraban con enojo, y gracias a eso, el menor supo que había recuperado la memoria, porque si estaba enojado entonces significaba que recordaba todas las veces en las que habían peleado o todas las veces en las que él fue un travieso dolor en el culo.

Jimin no cambia su mirada de odio hacia Jungkook y no porque quizás tenga un odio innato hacia él, más bien es porque en ese minuto, el menor no se callaba y eso aumentaba la jaqueca que comenzó a golpearle la sien por escuchar esa vocecita más varonil que la de él. Sí, le tenía un poco de envidia, pero Jimin creía que era de esas sanas.

—¿De verdad recuerdas? —Vuelve a preguntar—, Joder Jimin, ya era hora... maldita seas Jimin yo-

—Hijo... —El doctor suspira cansado—, estoy seguro que puedes utilizar un vocabulario mejor.

Jungkook le da una mirada apenada haciendo un mohín. —Lo siento papá, Jimin me hace querer tratarlo así, no es mi culpa.

—Jimin mi isi quirir tritirli isí pipí. —Jimin remea de manera exagerada posando las manos en su sien, sintiendo como el pulso le golpeaba directo en la yema de sus dedos, su cabeza dolía, Jungkook era muy molesto, pensó.

Necesitaba irse o sino se volvería loco y trataría de comenzar una pelea infinita con ese mocoso que le hacía perder los estribos de puro celoso que estaba. El sólo hecho de recordar que Jungkook le había dicho que Yoongi era su novio lo tenían odiándolo de una forma el triple mayor que antes.

Se levanta de su lugar y camina hacia la entrada dándole una reverencia y una sonrisa al doctor. Luego voltea donde estaba Jungkook y cambia su rostro a uno completamente serio. —Tengo algo importante que hacer, pero esto no se quedará así niño, soy tu hyung, aunque no lo aceptes. —Jimin ríe de manera sarcástica—, ¡Sí, lo que oíste! —Y ahora no sabe desde qué sílaba comenzó a gritar, pero cuando empuña sus manos a los costados ya no puede detenerse—. ¡Yoongi es mi novio y me casaré con él te guste o no!

Su respiración es agitada, escuchándose en todo el silencio de la habitación. No pasa mucho tiempo cuando se percata de las palabras que realmente había dicho, de inmediato se gira hacia el padre de Yoongi y siente sus mejillas teñirse. —C-c-laro si p-padre nos d-da el permiso yo... ugh... debo irme. —Más que rápido hace una reverencia exagerada y le da una última mirada de enojo a Jungkook antes de abrir la puerta e irse.

La relación de él y el menor siempre iba para los extremos, pero camino al ascensor Jimin suelta una risita aliviado porque lo recordaba.

Jungkook observa la puerta por donde Jimin se había ido. —¿Escuchaste papá? Fue como si Jimin hubiera cambiado su personalidad de un día para otro, eso es tan tonto... es tan... ugh-

El doctor sonríe cuando ve la espalda de Jungkook subir y bajar en un espasmo, un ligero sollozo se escucha de los labios del menor y luego el llanto  bordea toda la sala. Su hijo, por más que lo ocultase, era un bebé total, era solo un niño terminando la etapa de la adolescencia.

—Jimin sólo está emocionado por poder recordar todo, al igual que tú... ven —lo llama abriendo uno de los cajones de su escritorio—, tengo pañuelos aquí.

—P-p-para q-que q-quiero pa-pañuelos —Jungkook solloza mientras levanta el dorso de su mano para taparse los ojos—, s-solo se metió u-una ba-ba- ugh... una basura en mi ojo.

—Ajam... —El señor Min sabía que su hijo lloraba de felicidad.


*


Jimin sonríe estúpidamente, largando risitas cuando baja del autobús, su caminar era el típico de un vídeo musical donde aparece gente bailando a su alrededor y él cantando de lo bonito que era estar enamorado. Los demás transeúntes lo observaron curioso por el estado de ánimo que solitariamente lo acompañaban. Los recuerdos caminaban con él en cada paso que daba al entrar al edificio. Sus ojos brillaron de la emoción y algo apretaba su pecho de manera gratificante.

Subió al ascensor tarareando una canción que Yoongi había escrito para él en el verano pasado.

—Mierda... —Dice tapándose el rostro— parezco idiota... teehee~ —Toma sus mejillas y las aprieta suavemente tratando de borrar el rubor y la sonrisa estúpida que no podía ser quitada de su cara.

—¡Ya estoy de vuelta! —Grita apenas entra y quita sus zapatos. No obtiene respuesta alguna y su nerviosismo inevitablemente aumenta.

Camina hasta la habitación de Yoongi y cuando abre la puerta encuentra el cuarto vacío, de todas formas, recorre el lugar con la mirada, las paredes pintadas de un azul claro, recuerda haber pasado casi toda una tarde con Yoongi pintando luego de que le ganara en una apuesta y haya decidido darle un cambio a la fea y negra pintura que la ocupaba antes. Ahora se veía mucho más vivo todo.

Observa la cama vacía y completamente ordenada, sonríe recordando todas las veces que había dormido ahí a pesar de que un cansado Yoongi le decía que se vaya a su propia cama. Jimin siempre se negaba, hundiendo su rostro en el pecho del mayor para luego ser rodeado por sus brazos. Yoongi siempre daba su brazo a torcer, Jimin con el tiempo entendió que su novio tenía muchísima paciencia.

Fue hasta el baño y nuevamente se encontró con una habitación vacía, no pudo evitar quedarse en el lugar observando con nostalgia, recordaba todas las veces que había irrumpido los baños de Yoongi, sólo para poder ducharse con él y hacer algo más que ayudar a enjabonar su cuerpo. Jimin se había vuelto sucio y juquetón.

No encontrándolo por ningún lado caminó hasta el pasillo del otro extremo hasta llegar a la habitación cubierta de aislante, el estudio de Yoongi.

Cuando abrió, pudo encontrar a Yoongi moviéndose sutilmente de lado a lado mientras seguía la melodía que Jimin alcanzaba a escuchar de los audífonos. Recordó cuando esa mañana le había dicho que estaría componiendo toda la tarde.

Un suspiro salió de sus labios y no aguantando más caminó a pasos apresurados, casi como si estuviera necesitado, como si se ahogara al no tenerlo cerca. Entonces cuando se quedó detrás de su silla, se inclinó hacia adelante y rodeó con sus brazos los hombros contrarios, hundió su rostro en el hueco de su cuello y pudo sentir al mayor sobresaltándose por la sorpresa. Supuso que Yoongi no escuchaba nada debido al fuerte volumen que sobresalía de los auriculares.

Nunca antes había deseado tanto abrazarlo, saber que estaba ahí, saber que lo tendría ahí para él, para siempre si la vida se lo permitiese, y estaba seguro que, si el destino, o lo sea que haya sido, conspiró para que él se quedara, entonces era por algo, definitivamente no volvería a tener aquellos pensamientos estúpidos donde Yoongi no estaba dentro de su futuro. Yoongi era su vida, era su todo, ahora que era consciente realmente de todo lo que el mayor significaba podía decir que sin Yoongi entonces no había nada.

La forma en como el mayor lo complementaba era algo que debía ser envidiado por todos, Jimin supo desde el primer momento que Yoongi le sacó sonrisas que era su alma gemela, su otra mitad y estaba agradecido de ser una persona que encontró a su otra parte a tiempo.

Un sentimiento triste y completamente doloroso se rompió en su pecho al sentir toda la desesperación con la que amaba al mayor, era tanto que le dolía saber que estuvo a punto de irse. ¿Cómo podía dejarlo? Dejar a Yoongi significaba dejar su corazón y romper una parte de él que luego sería irreparable.

Lágrimas se acunaron en sus ojos y respiró pesado sintiendo el aroma dulce que recordaba bastante bien.

Yoongi se quita los audífonos y posa ambas manos en sus brazos

—Dijiste que llegabas a las cuatro, pero son las siete Jimin... ¿sabes lo que preocupado que estaba? —Yoongi intenta voltearse para encararlo, pero Jimin se hunde más y más a su cuello que es imposible. El mayor se rinde de inmediato y deja de luchar volteándose y revisando el material nuevo de su computador.

—¿Lo dice el chico que tiene su celular apagado? Puedo imaginar lo preocupado que estabas, hyung... —Jimin sonríe, depositando un casto beso en el lateral de su cuello, pensando en que todo este tiempo nunca había realizado una caricia tan íntima como esa.

—Parece que me extrañaste ¿eh? —El mayor ríe haciendo que su pecho vibre y Jimin se siente encantado por esa risa, siente una mano acariciar su cabello y de inmediato la acción lo tiene con un revoloteo en su estómago. Intenta tomar unas cuantas respiraciones y no comenzar a llorar por darse cuenta de cuánto lo había extrañado.

—No sabes cuánto hyung, no tienes idea de cuánto... —Detrás de esa confesión había algo mucho más profundo, el Jimin que ha sido durante todos los dos últimos años había extrañado tanto a Yoongi que estaba seguro que, si sus recuerdos no volvían, nunca se lo perdonaría. Y la lucha era difícil porque se sentía terrible por haberlo olvidado, sea cual sea la explicación científica tras su amnesia, nadie le podía sacar el terrible dolor de haber olvidado a una persona tan valiosa como él lo era.

—¿Jimin? ¿ocurrió algo? —La voz del mayor cambió a una mucho más suave, y Jimin la reconoce como esa voz que utilizaba siempre que intentaba llevar las cosas a la calma y tratar de relajarlo, y siempre funcionaba, pero esta vez, había tanto que decir, tanto que hacer que simplemente las emociones se desbordaban por su piel.

Entonces, las primeras lágrimas cayeron, Jimin se aleja del cuello de Yoongi para hundir su rostro en el hombro, aun luchando con la insistencia del mayor en querer girarse para verlo.

—¿Recuerdas cuando me mostraste este estudio? —Jimin ríe, tomando varias respiraciones e intentando con todas sus fuerzas sonar normal y no tan quebrado como estaba—, me senté al lado tuyo para ver cómo trabajabas y al final me quedé dormido —Otra risa y siente el cuerpo de Yoongi tensarse—. Cuando desperté, estaba durmiendo encima de ti en el sofá. Tú dormías mientras me abrazabas y yo moría de vergüenza por no saber qué había ocurrido. —Jimin sorbe de su nariz, recordando perfectamente esos tiempos, cuando era una bola de nervios alrededor de Yoongi, el mayor podía solo estar a su lado y él ya se pondría rojo como un tomate.

—Jimin como es que tú-

—¿Te acuerdas cuando te dije que me gustabas? Yo estaba tan celoso por qué tu tenías esos alumnos de primero que tomaban tutorías contigo, le ponías tanta atención a ellos que me puse celoso y discutimos. En mis arrebatos te grité que me gustabas y que me tenías loco. Fue la peor confesión de la historia y no te hablé en una semana.

—J-jimin... —Yoongi susurra y Jimin siente la forma en como su voz sonaba dolida.

Jadea soltando un sollozo cuando los espasmos obligan a su cuerpo a moverse. Recordaba perfectamente ese tiempo, cuando Yoongi no tomaba en cuenta sus quejas de niño, ignorándolo y haciendo oídos sordos a sus problemas. Jimin recordaba la perfecta escena cuando entró al apartamento del mayor, a grandes zancadas por la casa, viendo rojo y gritándole de manera no muy adorable sus sentimientos. Fue un momento horrible, una confesión desastrosa, pero sabía en el fondo que eso de todas formas ayudó a lo que eran ahora.

Yoongi esta vez tomó ventaja de las pocas fuerzas que le quedaban deshaciendo el agarre y colocándose de pie mientras se voltea.

Y sabe que rostro ahora es un lío con las lágrimas bajando, lo sabe porque Yoongi tiene un rostro de sorpresa perfilando sus expresiones, sin embargo, a pesar de toda la tristeza que quería sacarse a través del llanto, le sonríe.

—O cuando comenzamos a salir y nadie nos creía, ¿recuerdas cuando me emborraché por primera vez? Parecía una perra en celo. —Ríe tratando de secar sus lágrimas, fallando épicamente cuando nuevas lágrimas bajaron segundos después. —O cuando reprobé ese ramo difícil, lloré tanto que tú me sostuviste toda la noche.

—¿Jimin? —Yoongi esta vez levanta sus manos y toma cada lado de su rostro, observándolo con cuidado, la mirada del mayor era de total confusión, como si quisiera preguntar algo que no debería, Jimin se apena al saber que su novio tenía medo, miedo de preguntar y encontrar la respuesta equivocada.

Pero Jimin sabía que la respuesta, esta vez, sería correcta, así que los sentimientos de pena de a poco se van reemplazando con unos de felicidad que ni él mismo sabe explicar. Lo amaba tanto que simplemente se quebraba frente a él por la simple felicidad y alivio de estar pudiendo recordar todo.

Se observaron en silencio, Jimin podía ver toda esa duda en el ceño fruncido de su novio.

—Hola Yoongi... —Sonríe, realmente sonríe como nunca antes lo había hecho y Yoongi sabe que eso es todo.

Un jadeo se escapa de los labios de Yoongi. —Oh cielos tu... —el mayor abre y cierra la boca, dejando escapar un suspiro exasperado cuando no sabe si emocionarse —, tú... ¿recuerdas? ¿me recuerdas?

La voz de Yoongi es puro miedo, casi temblando y Jimin puede notar lo indefenso que lucía en ese estado, el sentimiento de posesión lo llena pronto porque no quiere que nadie lo vea de esa manera, no quiere que nadie toque sus sentimientos y le provoque ese tipo de dolor.

—Siento haberte olvidado... amor.

Y eso fue todo para que Yoongi lo envolviera en un abrazo que corresponde de manera automática, ambos, completamente perdidos por el otro, Jimin sintiendo el fuerte latido del corazón de Yoongi, sintiendo como el mayor comienza a romperse de nuevo bajo sus brazos, sintiendo como es apretado con fuerzas. No sabe cómo calmarlo, no sabe cómo enmendar el dolor que ha causado.

—Te amo Yoongi, te amo tanto hyung, lo siento, lo siento mucho, siento haberte olvidado yo- oh cielos yo- —Jimin ríe exasperado—, lo siento tanto, perdóname por haber discutido contigo así ese día, lo siento por haberme ido de esa manera, no volveré a usar esa estúpida moto, yo- yo- ugh... —Su garganta se cierra y no puede hacer nada más que apretar sus ojos en el cuello de Yoongi debido a que comienza a llorar sonoramente.

Yoongi los separa rápidamente y le da un beso en sus labios, dejándolos ahí, descansando en esa zona mientras se rozan. Jimin cierra los ojos, sintiendo como el toque es todo lo que necesitaba en ese momento.

—¿D-de verdad esto está pasando? —Yoongi susurra y deposita otro pequeño beso. Jimin asiente y suspira dejando salir todo el aire retenido. —Jimin... estas aquí bebé, estás de vuelta... —Yoongi cierra los ojos y junta sus frentes—, no vuelvas hacerme esto, por favor... yo he estado pensando lo peor, todo este tiempo yo... sólo no vuelvas hacerme esto Jimin, por favor... —La voz del mayor se quiebra y se nota insegura, Jimin siente el temor y otras emociones, las manos a cada lado de su cara tiritaban mientras acariciaban sus pómulos para barrer sus lágrimas.

Jimin asiente de manera rápida. —Sí, te recuerdo hyung, recuerdo todo, yo... oh cielos, Jin-hyung... juro que Jin-hyung es una especie de samaritano, fue tan amable conmigo, tengo que hablar con Tae y Hoseok hyung, y Jungkook... —Jimin se separa un poco y frunce el ceño, Yoongi le caricia los cabellos de su frente, ordenándolos y separándolos—, ese mocoso... ¿Cómo se le ocurre decir que tú eras su novio? Lo voy a matar, no me importa que sea tu hermano, yo- ¡no te rías hyung!

Yoongi lanza una risa y pellizca sus mejillas. —Estás aquí Jimin, no puedo creer que me recuerdes, esto parece una broma...

Yoongi se detiene por un momento y lo observa fijamente, siente la mirada apenada que el mayor le da y tiene la necesidad de moverse hacia adelante y darle un corto beso.

—Pasaste mucho por mi culpa ¿cierto? ¿Puedes perdonarme hyung? ¿me das el permiso para seguir contigo? —Deja descansar su frente en la contraria y cierra sus ojos mientras sus manos se envuelven en el cabello rubio. Respira sintiendo como el aire entre ambos es compartido y como las manos del mayor se apretaban con mayor fuerza en su cintura.

Su nerviosismo es notorio porque después de todo lo ocurrido tiene miedo de que la respuesta de Yoongi no sea la que espera, pero, sin embargo, Jimin sabe que sea lo que sea, de igual formas lucharía para recuperar el amor de Yoongi es necesario.

—Jimin... —La voz gruesa de Yoongi choca contra sus labios, pero Jimin sabe que no había enojo, sino que tranquilidad—, siempre me preguntaba que qué sería lo primero que haría si es que llegases a recuperar la memoria. Lo primero era abrazarte y recordarte lo más importante: que te amo.

Jimin pierde su aliento por un segundo ante la confesión, siente que nunca podría acostumbrarse al hecho de que una persona tan diferente pueda complementarlo tan bien. Yoongi podía ser tan, tan...

—Y luego me enojaría, te mandaría a la mierda hasta que se me pase, lo cual puede ser en un periodo muy largo.

Podía ser tan directo hasta el punto que lo quemaba. Jimin despega su frente y lo mira haciendo un mohín con sus labios. Sabe que el mayor podía convertirse en una especie de monstruo de las relaciones humanas cuando se enojaba, recuerda perfectamente que era de esos que aplicaban la ley del hielo de forma maestra.

¿Infantil? Jimin pensaba que Yoongi poseía a veces la mentalidad de un niño pequeño cuando se enojaba y preparaba venganzas, ¿funcionaba? Antes si, pero cuando el tiempo le dio la oportunidad de conocer cada espacio del mayor, aprendió qué puntos atacar más que otros.

Justo cuando abre su boca para protestar ante lo último, Yoongi se desliza hacia adelante y toma nuevamente sus labios. El beso era mucho más lento y tranquilo, como si estuviera dándose el tiempo de probar cada rastro que no pudo ser probado antes.

—Pero ahora —Yoongi dice luego de depositar el último—, ahora Jimin créeme que no te dejaré ir de mi lado nunca, idiota.


*


—Kim Seok Jin recibe su título en el área de artes escénicas, actuación.

El interlocutor habla y Jin se pone de pie para acercarse al escenario.

—Hyung me estás aplastando, me estás aplastando. —Jimin se queja cuando Namjoon se arrastra hacia su lado sin pensarlo y comienza a tomar fotos tras fotos. El flash destellando por todo el auditorio —. Hyung el vídeo quedará mal grabado... ¡hyung!

—Cielos Jimin, Jin está recibiendo su título, déjame tomar fotos de mi bebé... estoy seguro que te volverás loco cuando sea el turno de Yoongi-hyung.

Jimin infla sus mejillas y resignado se da media vuelta y decide grabar a Taehyung.

—Taetae, por favor, da unos buenos deseos a Jin-hyung.

Taehyung se acerca hasta que su rostro ocupa toda la cámara, Jimin larga una risita pensando en lo deforme que luce.

—Jin-hyung... —Taehyung observa la cámara sin decir nada más, luego de unos segundos, por fin realiza una mueca fea—, te amo.

Jimin se parte en una gran risa que lo dejan tapando su boca por la forma no discreta en la que se ríe y luego desliza la cámara hacia el lado de Taehyung donde Hoseok tomaba fotos de pie.

—Hoseok hyung, por favor dale tus deseos a Jin-hyung.

—Jin-hyung, felicidades, pero déjame decirte que la sopa de algas que me hiciste para mi cumpleaños sabía horrible. Y ¿te acuerdas cuando hace dos años te quejabas porque no encontrabas esos chocolates que compraste en tu viaje a Japón? Fui yo, me comí la caja junto con Tae porque me dijo que le gustaban mucho.

—¿Qué? ¿eran de jin-hyung? —Taehyung a su lado luce consternado.

Hoseok observa a la cámara unos cuantos segundos y ríe como si lo hubieran encontrado en algo malo. Jimin se aleja un poco de la pareja cuando se dio cuenta que se estaban volviendo todo melosos en esos asientos. Entonces se gira a su otro lado viendo a Jungkook tomar fotografías como un profesional en el oficio.

Jimin lo enfoca haciendo una toma completa de su cara. —Bueno, aquí tenemos al más cabeza hueca de todos los cabezas hueca, ¿pueden ver su nariz? Ahí se concentra toda su inteligencia.

—¿Jimin por qué no te estás grabando? —Jungkook arruga su rostro como si tuviera pensamientos profundos—, ¡ah sí! Porque eres tan feo que la cámara se rompería.

—¡No soy feo!

Jimin gira la cámara grabándose a sí mismo, pero apenas sonríe la pequeña grabadora se apaga y deja de funcionar.

Jungkook a su lado rompe en risa cayendo en su asiento y doblándose.

—¿Uh? —Jimin luce entre confundido y aterrado—, ¿Por qué no está funcionando?

—Mierda Jimin no puedo creer que esto te esté pasando. —Jungkook dice entre risas, completamente rojo por lo gracioso que era todo.

—Cállate, tú tienes la culpa. ¡Namjoon hyung no sé qué le paso a la cámara yo-

—Ahora, invitamos adelante a Min Yoon Gi, estudiante graduado en el área de composición y producción musical.

—¿Qué? ¡No! —Jimin grita haciendo que varas personas alrededor lo observen incluso Yoongi, el terror formándose en su rostro cuando la cámara no quiere prenderse, se gira nuevamente hacia Namjoon y le estira la cámara con presunta preocupación—, ¡¡Hyung!!

—Ya, Jimin no te alteres, sólo fue la pila. —Namjoon le quita la grabadora y la guarda en el bolsito que sostenía en su hombro.

—No, no fue la pila, Jimin se quiso mirar y la cámara se asustó tanto que dejo de funcionar, ¿por qué eres tan gracioso? —Jungkook se limpia las lágrimas a pesar de que continúa riéndose haciendo que otras más salgan.

Jimin le da una mirada de odio y sin pensarlo demasiado se mueve hacia adelante quitando la cámara que sostenía entre sus manos.

—¡Hey que haces! ¡Eso es mío! —Jungkook refunfuña cuando Jimin se coloca la correa por su cuello y busca la opción de grabar entre las funciones de la cámara profesional.

—Sera por un rato, necesito grabar este momento con mis propias manos. —Entonces se sube arriba de su asiento y graba la entrega del diploma de Yoongi.

...

—Así que ¿creíste que era buena idea pararte arriba de un asiento de auditorio para tener una mejor toma de mí?

Jimin se remueve nervioso en su asiento y cuando el semáforo cambia a verde aprieta el acelerador, agradecido a que se encontraba más pendiente de manejar que de la mirada risueña que le daba Yoongi a su lado.

—Bueno, no es como si te graduaras todos los días, había que hacer una buena toma. —Se encoge de hombros pensando en lo buena que habían salido las fotos. Había sido todo un show tener que sacarle la pequeña memoria a la cámara debido a que Jungkook comenzó a echar humos porque en la pequeña micro SD también iban las fotos que había estado coleccionando desde hace un tiempo.

—No puedo creerlo —Yoongi ríe—, eras como un papá asistiendo al primer evento de su hijo.

Jimin se pone rojo ante la comparación y siente la mano de Yoongi posarse en la suya, entrelazándolas.

Recibe las caricias y aprieta el agarre con sus dedos. —Hyung, ¿sabes que es peligroso que maneje con una sola mano?

—Tú te ofreciste, aparte es mi graduación —Jimin detiene el auto en un semáforo en rojo y siente el cuerpo de Yoongi deslizarse hacia su lado, luego unos labios son posados en su mejilla, el acto es rápido cuando Yoongi ya se encontraba de vuelta en su asiento, sin embargo, él aún estaba mareado sintiendo como el lugar quemaba—. Creo que merezco ser tratado como un rey.

—Pero yo fui el que pasó vergüenza ahí subiéndome al asiento, hice las mejores tomas, pero creo que la mayoría me miraba con cara de enojados.

Yoongi sonríe y niega con la cabeza, Jimin ríe y cuando el semáforo cambia a luz verde dobla por la carretera contraria al destino de su apartamento. Intenta ver el rostro de Yoongi, pero le es un poco difícil cuando los nervios inexplicablemente se lo comen vivo. Y ruega internamente porque Yoongi no se dé cuenta que su mano está sudando más de lo normal o que con la mano puesta en el volante ha estado dando pequeños golpeteos o ha inflado y desinflado sus mejillas.

—¿Uh? Bebé, por mucho que me gusta verte manejando déjame decirte que te equivocaste en el camino...

Jimin por fin se gira a observarlo, le sonríe abiertamente mientras niega con la cabeza. —No vamos a casa hyung.

El mayor luce confundido, pero de todos modos le devuelve la sonrisa. —¿Qué tramas pequeño?

Jimin estaciona el auto en un pequeño mirador que queda en las entradas de un parque. Ellos siendo los únicos del lugar a esas alturas de la noche, viendo cómo las luces de la vida nocturna en Seúl lucían como pequeñas gotitas de diamantes que brillaban dando vida.

—Este lugar es hermoso... —Yoongi es el primero que habla, saliendo y recostándose en el capó, manos a los bolsillos y ojos cerrados, sintiendo el tibio aire del verano mover su flequillo. Jimin quien sale después se queda observando la escena, mordiéndose los labios una y otra vez porque había preparado algo y él era tan torpe que realmente cuando preparaba sorpresas estas nunca salían bien porque sus nerviosismos le jugaban en contra, como ahora.

Y el hecho de que Yoongi se vea condenadamente bien usando un traje no ayudaba tampoco.

Se desliza hacia adelante hasta el lugar donde se encontraba Yoongi, de inmediato su espalda choca con el pecho ajeno y unos brazos lo rodean entrelazándose con sus manos. Yoongi besa su mejilla y luego deja descansar el mentón en su hombro. Ese simple y pequeño momento era una paz no anunciada entre ambos.

—Hyung... —Jimin lo llama con un hilo de nervios en su voz. Las luces diminutas de Seúl siendo los únicos testigos del momento.

—¿Uhm?

Jimin muerde sus labios como lo ha hecho este tiempo, toma una de las manos del mayor y la dirige hacia el bolsillo de su chaqueta.

Yoongi al parecer entiende la acción y de inmediato vuelve a quitar la mano, pero ahora con una pequeña cajita entre sus dedos.

Jimin se da media vuelta quedando de frente para poder ver mejor su reacción, a este punto sus mejillas estaban completamente enrojecidas por la vergüenza.

—¿Qué esto? —Yoongi pregunta inspeccionando la apariencia de la pequeña cajita negra con un listón blanco en el centro.

—Es tu regalo hyung, por graduarte. —Jimin se encoje de hombros observando para todos lados cuando Yoongi lo destapa.

—¿Jimin? —El mayor enarca una ceja y lo observa al ver el contenido adentro.

Jimin de inmediato siente sus mejillas teñirse y el sudor marcarse por toda su frente.

—N-no es lo que piensas —es lo primero que dice, para luego querer morderse la lengua por ser tan idiota con las palabras—, o sea sí, es decir....

—Jimin... —Yoongi suelta mientras saca el pequeño anillo de plata de la cajita, la fina joya brilla en su mano y puede notar grabado en la parte interna la fecha de cuando comenzaron su noviazgo y sus nombres.

Jimin observa la reacción de Yoongi, pero no sabe cómo interpretarla, el mayor mantiene el silencio mientras observa con total cuidado el regalo.

Se pregunta si la jodió o si estaba tomándose las cosas demasiado en serio.

—Yo- yo- uhm, bueno no es como si te estuviera pidiendo matrimonio —Jimin ríe nervioso y esconde su mirada cuando Yoongi lo observa—, es decir, no quise decir eso, es más bien, uhm... ¿anillos de pareja?

Yoongi sigue en silencio y el momento para que comience a desesperarse lo ataca por todos lados. —Es decir, no es que te esté amarrando, o que estamos comprometidos o que vamos a ca- —Detiene su divagaciones cuando ve a Yoongi colocarse el anillo en el dedo anular, haciendo que el calce sea perfecto, levanta la mano entre ambos mostrándolo mientras sonríe. 

—Me queda perfecto.

—Te amo —Jimin dice de manera apresurada cuando fue lo primero que se le vino a la mente, el  aire es vaciado de sus pulmones—, quiero estar siempre contigo hyung, quiero aprender a crecer contigo, aprender amarte, simplemente amarte, tú... ¿tú me darías esa oportunidad?

—Ven aquí, tonto. —Yoongi tira de la chaqueta del menor quién de inmediato rodea con los brazos su cuello. Toda distancia es cortada por el mayor quien besa en profundidad los labios ajenos. Jimin derritiéndose en los brazos ajenos cuando sabe lo buen besador que era. Lo había extrañado tanto... 

Yoongi toma de la cajita el otro anillo, levanta la mano de Jimin y lo desliza por su dedo anular. —Sentimos lo mismo.

—¿Qué?

Yoongi toma el rostro confundido de Jimin entre sus manos y roza sus labios con los suyos. —Yo siento lo mismo que tú sientes por mí, Jimin. No creas que eres el único amando, no creas que eres el único con esos pensamientos, yo estoy dispuesto a pasar toda una vida contigo, tú ya tienes mi corazón, cielo. Así que, esto que me has dado, lo llevaré y lo cuidaré por siempre.

Jimin sonríe y sus ojos se tornan acuosos cuando sus miradas se encuentran, quiere llorar por la simple felicidad de sentir su corazón pleno, cree que definitivamente fue una persona afortunada de poder encontrar a su otra mitad a una edad tan temprana en la vida, definitivamente nunca se cansaría de decir eso. Amaba a Yoongi, realmente lo hacía, tanto que deseaba toda una vida con él, egoístamente, lo quería sólo para él.

El menor junta su frente con la contraria y cierra sus ojos, sintiendo como el calor de esa noche se mezcla con sus propios acalorados sentimientos, estaba tan prendido por Yoongi que el miedo constante de perder todo aparecía de manera constante, sin embargo, eran este tipo de cosas que hacían a su corazón respirar aliviado, recordándose que al llegar a casa había alguien esperándolo, al llegar a casa había alguien deseando que se apure, al llegar a casa había alguien que le demostraba todos los días lo colorida que podía ser la vida, y eso para Jimin no tenía precio, ni en esta ni en ninguna vida.

—Te amo, Jimin —Yoongi acaricia sus mejillas y luego traga saliva con fuerza—. Eres lo más lindo que he conocido.

El rubio le sonríe con ese brillo en sus ojos que lo derrite. Jimin pierde el aliento cuando la sonrisa del mayor se ensancha mostrando sus pequeños y perfilados dientes, a ese punto, estaba seguro que esa sonrisa fue la principal cosa que lo enamoró.

—¿Para siempre hyung? —Pregunta sonriendo de la misma manera y sintiendo como el agarre en su cintura se apretaba.

Entonces, Yoongi suelta otra risa y Jimin lo acompaña sintiendo la felicidad vibrar en su pecho. Acerca sus labios y deposita un beso que se vuelve profundo, lo suficiente como para que sienta su corazón detenerse por la forma tierna y suave que es tomado.

Yoongi lo observa por un buen momento, levanta una mano y le despeina su cabello como siempre lo hacía desde hace dos años. Deposita un último beso y se separa para luego verlo sonriente. —Para siempre, Jimin, para siempre.


Fin.




A TODAS LAS PERSONAS QUE LEYERON MEMORIES GRACIAS ♥ En serio, muchas gracias ;; gracias porque a pesar de todas las faltas, tanto gramaticales como ortográficas, ustedes siguieron leyendo y amando la historia ♥ extrañaré mucho leer sus comentarios ;; espero que nunca se olviden de una chica que se llama Samantha :(, tengo mucho amor para dar jajajaja ♥ ojalá nos encontremos de nuevo ♥ ya sea yo leyendo una de sus historias o ustedes leyendo una de las mías jeje ♥ gracias, de nuevo, por el interés en esta cosa rancia ♥ gracias, gracias, gracias. :)

Amor-Yaoi anda troleador así que no lo subiré ahí hasta que se arregle :((

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