Capítulo 34

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Capítulo 34



Una vez soñé con Cheryl.

Soñé que me decía que no tenía que temer a nada de lo que venga en el futuro y que tengo que borrarla para siempre de mi cabeza.

Solo la miraba y escuchaba.

Veía con ansias su pelo color verde, y sentía su perfume que acostumbraba a usar siempre que la veía.

Ella parecía estar enojada conmigo porque la recordaba.

Encima el sueño se veía tan real, que sentía que mi corazón latía muy fuerte.

Cuando desperté ese día, después de oír sus palabras tan sinceras, una lágrima se me escapo del ojo derecho y empapo mi mejilla.

Estaba llorando por Cheryl.

Si, por mi primera fan.

Puede sentir una punzada en la boca del estómago, y un dolor en la panza, cuando recuerdo ese sueño.

Odio extrañar a personas.

Odio que se me revuelva el estómago por pensar en muchas cosas que pienso que me hacen bien, pero me dañan.

Seguía sintiendo la voz de Brianna cantando la canción, hasta que cerré los ojos por unos segundos y sentí su mano en la mejilla.

—Yannick.

— ¿Qué?

—Te ves triste...

—Lo estoy.

Y siento una oleada de vergüenza, por confesarle a Brianna mis secretos más oscuros, que me sentía mal, cuando no debería decirlo.

Pero es que estoy cansado de callarme.

Cansado de todo.

—No tienes que estar triste...

Sostuvo el control remoto y me miro con preocupación. Mis mejillas comenzaron a arder un poco porque ella estaba preocupada por mí.

Negué con la cabeza y siento que arruine el momento de alegría y baile.

—Lo siento.

—Sé que es no tu mejor momento.

— ¿Se nota?

—Cuando estoy aquí contigo, si...

— ¿Y cuándo me ves por la televisión?

—No.

—Todo es una ilusión.

— ¿Por qué eres tan negativo?

—No lo sé.

Me miro con curiosidad y baje la mirada para no chocar la mirada con ella y que mis mejillas se sonrojaran como dos tomates grandes.

Desde que nací tengo esa capacidad de pensar todo el tiempo negativamente y que las cosas malas me van a pasar siempre a mí.

Es algo que deseo cambiar, pero supongo que casi todo el mundo, es de ese modo, y tiene miedo de su propia vida.

—Trata de ser positivo.

—Está bien.

—Lo digo en serio.

—Es que toda mi vida trate de pensar de una forma diferente pero no me sale... trato de calmar las cosas en mi cabeza, pero suceden como no quiero que sucedan...

Ella me mira con atención sin despegar la vista de mi rostro y por un momento, creo que me hace acordar a mi psicóloga que iba cuando tenía ocho años de edad y que tuve que retomar a mis catorce años de hecho ahora había interrumpido las terapias con ella, por el tema de la gira por mi álbum debut.

—Si tan solo pudiera calmar mi mente...

—Entiendo.

—No puedo, Brianna... por eso la gente que piensa que soy feliz y que estoy bien, me da un poco de asombro, creer que una persona que siempre se sintió mal en el mundo, que siempre pensó que su vida no era lo que esperaba, piensen eso...

Las apariencias engañan más de lo que podemos pensar.

Todos ven a una persona buena, cuando me ven, tranquila y la verdad que yo siempre estoy cansado, triste y cada mañana cuando el Sol me da la cara, hago un esfuerzo inmenso para levantarme y continuar con las cosas que deje a la mitad.

El dolor de estómago siempre aparece y por las noches se hace insoportable e intolerante, y ni siquiera sé porque es el motivo del que estoy nervioso.

Mi fan está mirándome con tristeza y eso es lo que me hace estallar a llantos. Me tapo el rostro, para que ella no vea como mis lágrimas caen desesperadamente.

No quería que esto pasara.

No me gustaba llorar frente a las personas.

Siento que no me entienden, siento que piensan que soy un adolescente que busca penurias y busca que en su vida pase algo.

Un nudo en la boca del estómago se me forma, y las lágrimas siguen saliendo sin que las pueda controlar con nada. Empecé a temblar y sentí el silencio de la habitación. Creo que el alcohol me hace poner sensible.

—Soy un estúpido.

Siento su perfume cerca y sus brazos envolviéndome.

—Ya...

Sentí su voz baja y su aliento rozar mi mejilla.

Mi corazón estaba latiendo fuertemente y sentía un dolor en el pecho que era el sentimiento claro de la angustia.

—Lo siento.

—Llora todo lo que tengas que hacerlo...

Asentí, mientras sentía como mi garganta iba escogiéndose de tanto llorar, tenía mis dos manos en mis mejillas, mientras sentía las manos de la joven en mi espalda.

Tenerla cerca me hacía temblar más de lo que lo estaba haciendo.

Y por un momento me acorde de mí mismo, tirado en la cama, mientras mis dos padres discutían en la cocina por sus problemas personales, Melody en la otra habitación, y yo en mi habitación con dolor de estómago y sin poder dormir.

—Puedes estar llorando una hora que no me importa... —Sentí la voz de mi fan, susurrándome, mientras me daba palmadas suaves en la espalda—Tienes que descargarte ¿No?

Y mientras tanto mi mente seguía vagando en esas noches de penuria, que no entendía porque estaba pasando por situaciones como esa.

Solo tenía trece años, y ya padecía de insomnio y de ganas de vomitar. Era angustia, y ansiedad a una edad muy temprana.

Tomaba el pequeño rosario blanco, que madre me había dado, y le pedía a Dios que esa tortura terminara.

Que Dios me haga poder descansar por las noches y descansar en paz, como todos los niños de mi edad lo hacían... ¿Por qué ellos podían y yo no?

Entonces las lágrimas no desparecían como ahora y la vergüenza corría por mi cuerpo de ser un niño anormal.

—Yannick...

—Mmmmm

— ¿Fuiste a un terapeuta?

—Si...

—Bien.

—Desde los ocho años.

Ella dejo de golpearme la espalda, y luego se desprendió de mi abrazo y por un momento, pensé que se había enojado.

Luego me miro con una leve sonrisa, y me puso su mano en la mejilla que estaba hirviendo y llena de lágrimas.

—Lo intentaste.

Asentí.

Pero no hay caso.

—Tienes que seguir haciéndolo.

Negué con la cabeza. Creo que vamos a seguir en la misma, la tristeza en mi cuerpo se expande como un virus, así que no creo que tenga suerte.

—No creo que funcione.

—Te ayudare.

Sonreí y ella me devolvió la sonrisa.

Era tan amable como todos los fans serian con su ídolo. Pero había una diferencia en Brianna que nadie podría comprender.

Ella fue diferente desde el día que fue a la firma de autógrafos. Ella quiso transmitirme algo en mi cerebro, que todavía no puedo deducirlo.

— ¿Quieres que te ayude?

Me despegue de su abrazo, la mire y negué con la cabeza.

Ella me miro con preocupación y con decepción... no quería decepcionarla, pero todo con ella se tenía que acabar.

Recordé las palabras de Jayden que me dijo que me estaba metiendo en un lio y quizás tuviera la razón porque mis productores me anticiparon el protocolo que requería meterse con un fan.

Pero ya estaba harto de seguir órdenes.

—Lo siento si te moleste —Dije.

Brianna se alejó de mí y se fue a mirar la ventana otra vez.

Me dolió el pecho cuando la vi alejándose, y me dieron ganas de tomarla de la mano y darle un abrazo, pero me quede sentando en la cama.

Mi estómago me dolía...

Mi corazón latía a mil.

—Brianna...

— ¿Qué?

—Lo siento.

— ¿Por qué no quieres te ayude?

—Porque... no tienes por qué hacer eso.

— ¿Por qué?

Porque tengo que alejarme de ti, pensé.

— ¿Por qué soy tu fan, no?

—No...

Nos quedamos en silencio un momento.

En este momento quería desaparecer, quería dejar el mundo donde estaba y dirigirme hacia un lugar donde haya paz, porque ya no aguanto más el mundo.

El mundo en el que me toca vivir, porque lo único que hago es renegar, quejarme, estar desconforme, y me pasan cosas tan negativas que me bajan el ánimo peor de lo que ya está.

Pero ahora tenía que romper el silencio entre esta conversación no dedicarme a pensar en que no acepto mi vida.

—No quiero ponerte en compromiso.

—Yannick yo te quiero.

No supe que responder.

Me metí en problemas, lo sé.

—Por eso quiero lo mejor para ti...

Se despegó de la ventana lentamente y camino hacia mi nuevamente. Trague saliva y me quede tenso en la cama sin saber que decir, ni que hacer.

—Pero si tú no me dejas.

—No podemos seguir viéndonos...

Y dije lo que tenía que decir.

Ella vacilo y se quedó mirándome en silencio un rato.

— ¿Por qué?

—De en serio... ¿Quieres que te lo explique?

Como no contesto pensé en continuar la explicación.

—Lo siento, pero tengo que obedecer a mis productores, a las personas que trabajan conmigo, si no lo hago... ellos me van a sacar el sello discográfico donde yo saco mi música... esa música que tú y muchas personas escuchan...

—Shhhh.

Sus manos se dirigen a mis mejillas, luego levanta mi rostro con tranquilidad y acerca su rostro a mis labios.

Tarda segundos en pegar sus labios a los míos, pero lo hace.

Tendría que empujarla y decirle que se vaya de mi habitación, pero no hice nada, me limite a quedarme quieto para sentir sus labios.

Luego sentí sus dos manos rodeándome el cuello y comencé a temblar un poco, ante esta situación incómoda.

Quise olvidarme que ella era mi fan...

Quise olvidarme de que estaba en un problema...

Quise olvidarme de mis productores...

Ella despego sus labios de los míos, y con su mano izquierda, comenzó a acariciarme la mejilla, mientras me miraba con una sonrisa.

—Te quiero.

—Brianna.

— ¿Qué?

—No necesitamos...

Ella me tapo la boca con su mano, lo cual me hizo temblar y abrir los ojos como platos. Se estaba comportando de una forma que me dejaba con la boca abierta de lo sorprendido que estaba por todo su conducta.

—Cállate y escúchame.

Decidí obedecerle.

—Quizás esta es nuestra última noche y no quiero que estés triste y enojado... solo quiero que estés tranquilo, que no te exijas tanto a ti, por favor, porque no es un bueno para tu salud... entonces quiero decirte que te olvides de todo y solo me mires a mí... ¿Si?

Vacile antes de contestar.

—Está bien.

—Me alegro...

—Si.

—Me alegro que lo comprendas.

Tenía la garganta seca y también mis labios.

Ella volvió a unir nuestros labios, pero esta vez, decidí soltarme el cuerpo porque valore las palabras que dijo...

Quizás era nuestra última noche.

Sentí mi cabeza en la cama y un cuerpo encima de mí.

Sentí sus labios en mi cuello, y me dio un escalofrió tan grande que me dio lugar a que estirara mi mano y pudiera apagar la luz.

El perfume se extendía en mis narices, hasta que cerré los ojos, deje de temblar y me deje llevar.

Abrí mis ojos, y el sol se había extendido por toda la habitación. Lo primero que hice fue tomar la sabana y cubrirme el cuerpo que ya estaba cubierto, estaba claro.

Luego largue una carcajada por lo estúpido que puedo ser algunas veces, luego me di la vuelta para mirar a Brianna, pero solo encontré un espacio blanco.

Mi corazón latió fuertemente cuando vi la almohada vacía y no la vi a ella... ¿Dónde estaría? ¿Dónde se habrá ido?

Me senté en la cama, y note que había algo no solo el espacio en blanco.

Una nota.

Ella había dejado una nota.

Recordé cuando Cheryl había hecho lo mismo, la noche que dormí a su lado, muy cansado porque me había mantenido despierto toda la noche en sus lugares favoritos.

No tuve tiempo de salvarla y todos los días me lamento por eso.

Pero la relación con Brianna no se parece a la que tenía con Cheryl...

La tome entre mis manos y enfoque mis ojos doloridos y recién dormidos en las letras que contenía el papel:

"Hola Yannick.

Brianna te escribe para decirte que si quieres seguir en contacto, no dudes en escribirme... yo solo quería irme para no ocasionarte problemas.

Sé que los hago y te comprendo.

Estaría encantada si volvieras a llamarme y volvamos a vernos, pero también comprendo si dejas de hacerlo, sé que estas en una situación muy difícil, y me siento como un problema, si sigo apareciéndome.

Solo quería decirte que anoche fue algo que lo voy a mantener en mi memoria por siempre.

Te quiero mucho.

Tu fan."

Leí el mensaje que me había dejado... sonreí pero pensé que al menos se hubiera quedado en persona para despedirme.

Luego deje la nota, donde la había encontrado y me tire otra vez a la cama del hotel. Cerré los ojos y luego mire la hora:

Las once de la mañana.

Suspire y sentí un escalofrió en mi cuerpo desnudo y no quería comenzar a recordar las cosas de la noche pasada.

Me sonroje, me enrolle en una sábana y me fui directo a la ducha.

Decidí bañarme con agua fría, porque dicen que es mejor, pero salí del baño temblando y me puse la bata mientras me abrazaba a mí mismo.

Sentí que alguien tocaba la puerta.

Me mire en el espejo inmediatamente y tenía los ojos rojos, estaba despeinado y tenía el cabello negro goteándome, mis mejillas estaban sonrojadas y mi tez estaba más blanca de lo normal...

¿Quién puede ser ahora?

¿Brianna? ¿Se habrá olvidado de algo?

Otra vez tocan la puerta.

—Ya voy.

Comencé a correr a la puerta por si era Larry que me llamaron de algún lugar importante, temprano y no atendí.

Cuando abro la puerta, toda la emoción se me va en un segundo.

Confieso que no quería que estuviera aquí conmigo.

Mi hermana Melody estaba parada frente a mí con una sonrisa que me incomodo al instante, debo admitirlo.

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