Capítulo 3

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Una vez que se fue, acomodé mi valija, y ahora sí, viendo la cama, sea o no pequeña, me acosté en ella, tratando de sentir una de las 7 maravillas, sí, dormir.
Pero en ese momento viene mi abuela y comenta:
_ ¡Luis Alfredo Macmilland ¿qué crees que haces?!
_ Quiero dormir abuela, estoy muy cansado.
_ Que dormir ni dormir, te vienes conmigo, ya son las 9:30 a.m. es la hora del mate y los chismes, así que te vienes conmigo ya, si no quieres que te agarre de las orejas y te arrastre hasta la sala.
_ Pero, pero...
_ Nada de peros, no amenazo en vano.
_ Ahí voy _ digo cansado y un poco enojado.
Al hacerle caso, nos sentamos en su sofá, en una mesa pequeña estaba preparado el mate, la pava sobre un apoyo, y un frasco de azúcar.
_ Tú sebas el mate.
_ Faaa_ me quejo.
_ ¿Faaa? Es hora de que me atiendas a mí, yo te limpiaba los pañales mocoso ¿así me pagas todo el amor que te ha dado.
_ Según mis padres tú fuiste solo 1 o 2 veces cuando yo era bebé.
_ Tus padres no saben, y mejor cambiemos de tema. Por otro lado, me alegro de que seas tú el nieto que vino a cuidarme, tú si eres un digno nieto mío, no como los de tu tía, que Jazmín salió torta ¿torta se dice cuándo les gusta las chicas?
_ Es Lesbiana abuela.
_ Eso, válgame Dios, de solo escucharlo me da repugnancia total ¿tú no eres gay verdad?
_ No abuela.
_ Que bueno, sí no ya me estaría dando un infarto. Pero bueno, continúo, además de tener a esa como nieta, tengo a su hermano, que embarazó a tres chicas al mismo tiempo, se casó con una de ellas, se divorció, ahora tiene que pagar la manutención a los bebés. Yo la verdad no sé que pecado hice para que Dios me haya dado esos nietos. Igual debo aceptar que no son normales como tu tía, ella nunca tuvo sus caramelos en el frasco, y ese marido que consiguió menos, ese bueno para nada que solo arregla autos para mantener a su familia. Ni te imaginas lo que sentí cuando mi hija me dijo que estaba enamorada de ese, yo no sé como pudo sentir amor en alguien así, por eso ni me fui a su boda, le moleste a quien le moleste.
Y de tu padre bueno, también era lo que me tocó, un poco mejor que tu tía pero casi iguales. Y de tu madre, la verdad a lo primero no me cayó nada bien, pero la verdad al ser contadora y traerme siempre regalitos cuando él me la presentó hizo cambiar mi opinión. Ahora ya la sin vergüenza no me trae nada.
_ Oye abuela ¿por qué tu anterior "niñera" renunció.
_ Mira, en primero no es niñera, es ayudante especializado en personas de la tercera edad, las cosas por su nombre. Aunque yo no debería estar dentro de esa edad, estoy espléndida, te apuesto que le gano a Mirtha Legrand, yo a su edad hasta bailaría hip hop. Bueno en fin, te voy a contar porque renunció.

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