⚜️1⚜️-"Tan cerca... Y tan lejos"

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"No doy más..."

Irónico pensamiento que se esfuma ante cada agónico paso que trato de dar.

Rememores que se pierden al percatarme del poco tiempo que me queda. Ya que me resulta imposible llegar hasta donde se encuentra mi alteza y que de nada sirven si no puedo continuar con viveza.

Intensas luces provenientes desde los  lares aturden mi acongojada cabeza, y el recuerdo del aroma que dejaron los rayos láser a medida que atravesaban mi corteza, me acompañan a cada paso que arrastro mi apelmazado cuerpo enlatado.

¡Maldito infierno! Tener que pasar por esto cuando, supuestamente, nada me haría daño según el famoso experimento.

Me resguardo en un reseco árbol que alguna vez tuvo vida observando una profunda herida sobre mi costado. Y al presionar mi mano sobre ella, observo como brota entre mis dedos una mezcla de fluidos azules con el característico tinte rojizo de cualquier ser vivo.

¡Maldición! Si sigo así, posiblemente, mis funciones psicomotrices se verán comprometidas por semejante pérdida del plasma de mi sistema.

—¡Busquen por todos lados! ¡No puede estar muy lejos!

A la distancia, se escucha la voz del que era el posterior a mi mando bajo el comando de los cielos. Aquel que fue mi único sostén cuando creí que moriría después de aquella épica batalla más allá de las anillas. Batalla en la cual perdí gran funcionalidad de mi corporeidad siendo reemplazado luego, por la tecnológica bioforma en el laboratorio de la realeza. Carcaza que -actualmente- me mantiene con viveza.

¡Y que irónico el destino! Porque aquel que me arrastró por desérticos kilómetros hasta el laboratorio para salvarme la vida, es el mismo que ahora me apuntaría a la maldita cabeza si pudiera.

Pero, para su mala suerte, estoy escondido en la colina y no sobre la orilla del cause de desechos. Aún así, si no freno la escapada de fluidos me convertiré en parte del inhóspito paisaje muriendo como un montón de chatarra sin sentido.

Emprendo mi huida nuevamente, tratando de esconderme lo más al ras del suelo posible, sin armas, y con una abundante fatiga a causa de mis fallas. Lamentablemente, si me encuentro con alguno de los que fuimos camaradas, no viviré para contarla.

Segundo a segundo siento como mis funciones vitales se agotan hasta que una rebelde lágrima se escapa de mis ojos, dejándome llevar por el recuerdo de la primera vez que vi de cerca su agraciado rostro.

Tiempo atrás, en el acto de la presentación de las nuevas tropas al Supremo rey, se me había designado el cuidado del legítimo heredero sucesor al trono lo que no estaba recuperado del todo de mí inédita reconstrucción corporal.

Había escuchado por boca de otros que el heredero al trono era poseedor de una belleza inigualable hasta el punto de hacer suspirar a sus admiradores sin distinción de género alguno. Unos decían: "Una cara angelical". Y otros, repetían un chisme regado y mal intencionado: "No se sabe si el heredero es un él o un ella". Supuestamente, por su pureza y delicadeza.

Yo, lo había visto contadas veces y siempre desde lejos, sobre todo en mi comienzo. Siendo él, un pequeño rubio introvertido escondido detrás de la espalda de su rey padre.

Así que toparme tras abrir las grandes puertas del palacio con un hombre que me llegaba hasta casi mis orejas, envuelto en escasas telas y conformado por curvas exuberantes por dónde se lo mirase, no había sido para nada igual a lo que me imaginaba cuando me presenté como su custodio.

"¿Así que tú serás mi niñero?" Cuestionó el hermoso hombre frente a mis ojos con un dejé de diversión en el cautivador tono de su voz.

"Con su permiso alteza, me presento, soy el comandante Jeon Jung Kook. Lo acompañaré durante un tiempo, espero cumplir con gusto cada uno de sus pedidos" Contesté con mis ojos puestos en su rostro pero con mis pensamientos dispersos, meditando en cómo se sentiría acariciar las expuestas partes de la nívea piel frente a mis ojos.

Un fuerte estruendo que ilumina el cielo nocturno, me saca de mis recuerdos, provocando mi caída y el escozor de mi herida, a tal punto que no pude mantenerme callado sin jadear adolorido.

Entonces, percibo ruidos sobre las resecas hojas y atino a esconderme entre las sombras para no ser alcanzado por un mortal rayo. Pero un lastimero gimoteo de un timbre de voz, ya conocida para mis oídos, llama mi atención de inmediato. Provocando que me levante a pesar de la fatiga que sobrellevo.

Unos metros delante de mi ubicación se encuentra apoyado sobre unas ruinas, contra todo pronóstico, y sin guardia real alguna, el dueño de mi débil corazón... Aquel maravilloso ser que le dio sentido a mi inerte vida, si es que puedo llamar vida a esto que soy.

—S-su ma-a...jes...tad —sale escasamente audible y como un clamor desesperado, aquellas palabras que lo definen; aunque en mi mente grite "Aquí estoy, mi querido y gran amor"

Entonces, levanto mi mano dispuesto a hacerme ver y sin llamar demasiado la atención, ya que el eco de aquellos que me buscan me persiguen como si fueran mi propia sombra.

Doy un pequeño paso y un desgarro doloroso me acosa. Maldiciendo por dentro porque nunca me importó ser un mártir hasta que mi señor, mi alteza, el magnánimo Park Jimin, me demostró lo que significa ser un mismo corazón repartido en dos partes. Y que un lecho no solo sirve para un reparador descanso, sino para hacerme sentir que estoy diseñado para él, así como él, lo está para mí.

Dos amantes en perfecta sincronía...

Uno, hermoso como el recuerdo en hologramas de las más bellas flores de la infancia de nuestros ancestros y el otro, con más de la mitad del cuerpo en sintético, o más bien hojalata.

Mis ojos se desgarran en lágrimas del querer y no poder hacerlo...

Tantos años de lucha bajo el nombre de mi Rey, para que su majestad me mande a matar por "desviar" a su legítimo heredero.

"¡Nunca aceptaré tal aberración como unión! ¡Y mucho menos con un maldito engendro don nadie como tú!" Me habría gritado completamente encolerizado al ser descubierto bajo las sábanas y en los brazos de mi señor.

Pero soy lo que soy, gracias al Rey... Soy el resultado del proyecto de los soldados leales a la realeza... Ni más ni menos.

Una fría sensación se apodera de mi cuerpo y mis piernas tambalean en cada intento de marcha que doy, dando paso -lentamente- al pesar de mis párpados inflamados.

Un escalofrío junto a un llamado a lo lejos...

Su débil voz que resuena como un hermoso eco en mi interior...

Y soy testigo directo de cómo mis funciones cerebrales se apagan como si fuera un añejo y dañado conmutador.

Poco a poco todo se consume y me hundo en una aterradora obscuridad.

Sombras que en vez de acercarme hacia mi amado, me alejan cada vez más de mi señor...

"Cuando no quede nada más que polvo de lo que alguna vez fui, recordaré lo que fuiste para mí...

Tú, mi señor, mi fiel y único salvador..."



⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️
Gracias por leer, comentar y votar
⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro