Ya han pasado varios dias y me han dado algunos medicamentos nuevos, ya que cren que los anteriores me hicieron "alucinar", despues de un mes me dieron de alta en el hospital.

Todos los dias he tenido pesadiñas con "mi demonio",él a parece en todos mis sueños y dice que es su "trabajo".

He intentado desacerme de él varias veces pero no lo he logrado, no hay forma. Él a dicho que me dejaría en paz cuando yo le diera mi cuerpo y mi alma, pero si llegara a morir ¿me dejaría?, afectaría de algún modo mi existencia en el otro mundo.

Siempre me paso todos los dias orando para que me libre de él,pero siempre me dice que pierdo mi tiempo con intentarlo.

Había pensado en el libro que había encontrado, pero cuando trato bajar al sótano aparece él y me atemoriza con su aspecto.

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Marinette había decidido salir durante un rato para despejar su mente, pensar sobre Adrien la agotaba demasiado.

Después de haber paseado por un rato, había decidido volver por el mismo camino de siempre hacia su departamento.

Pero antes de llegar, un hombre se interpuso frente a ella.

-mira lo que viene(tomado)

-disculpe-trato de rodearlo.

El hombre la tomo del brazo y la jalo al callejón donde se encontraban.

-nos vamos a divertir(tomado)- dijo aprisionandola contra la pared.

-suelteme- gritó.

Sostubo sus manos y comenzo a besar su cuello. La chica lograba identificar su olor a alcohol provocándole más asco si era posible, la chica cerro los ojos cuando el hombre estaba apunto de arrebatarle la chaqueta.

Pero al no sentir las manos del hombre abrió de nuevo los ojos, encontrándose con el hombre en el suelo y Adrien a su lado.

La chica se alejo de ambas personas. Marinette observo al hombre en el suelo quien estaba en un charco de sangre y luego observo al rubio.

Veia en sus ojos oscuridad solamente-gracias.

-esto no significa nada, soy tu demonio y solo yo puede lastimarte.

La chica quería recriminar lo que había dicho, pero su aspecto la detuvo.

-aun así gracias.

-vete a casa- sin decir más desapareció.

La chica se alejo del hombre inconsciente o eso es lo que creía, para regresar a casa aun temblorosa. Sin creer lo que había pasado.

No sabia que pensar o decir, la noche había sido muy pesada.
Al llegar al departamento y cerrar la puerta, las lagrimas comenzaron a descender por sus mejillas.

-Adrien- mencionó en un susurro.

La cabeza comenzó a darle vueltas hasta quedar inconsciente.