꒰◌; capítulo cinco

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Pov. Lisa:

¡Por Dios! ¿En qué cosa estaba pensando? Realmente estoy empezando a alucinar.

Jennie jamás podría sentir celos por mí, eso ni siquiera podía pensarse. Soy una tonta.

—¿No vas a decir nada? —el frío tono de su voz me sacó de mis pensamientos.

—No entiendo a qué te refieres. Y baja la voz que llamarás la atención —bien, eso debería de funcionar para calmar la tensión e irme del estúpido baño.

Intenté zafarme del agarre, pero ella insistió con tosquedad. Aunque Jennie fuera más baja que yo, la chica se ejercitaba a diario y me sobrepasaba en fuerza.

—Ya déjate de juegos, Kim. No me hagas enojar y suéltame de una maldita vez —hablé seriamente para lograr mi objetivo de huida.

—Me cambiaste, ¿verdad? —dijo de manera débil, como si todo el enojo que pude notar en sus ojos gatunos se esfumó. No comprendí su repentino cambio y siguió hablando—. Es por esa tal Joohyun que me has dejado —afirmó a sí misma y mostró una sonrisa con un toque de, ¿tristeza? No sabía lo que pasaba por la mente de la mayor—. ¿Dónde quedó el mejores amigas para siempre? ¿Dónde quedó nuestra promesa? ¿Lo olvidaste? ¿Quieres que te lo vuelva a recordar?

«Mejores amigas para siempre»

Sonreí con un toque de melancolía por los recuerdos de nuestra infancia.

—Somos mejores amigas, Jen, eso nunca va a cambiar.

Poco a poco soltó mi muñeca y me abrazó rápidamente como asegurándose de que no huyera del contacto físico.

Sentí su fresco aroma a menta y los momentos que compartimos desde muy pequeñas vino a mi mente. Cuando jugábamos en la lluvia, cuando reíamos inocentemente de nuestros propios chistes, cuando dormíamos juntas y veíamos películas o simplemente platicábamos hasta altas horas de la noche por mensajes para luego encontrarnos puntualmente en el mismo paradero para ir al colegio.

Jamás supe qué fue lo que realmente pasó.

Tal vez fue la incesante compañía desde que tenía uso de razón, o la necesidad de tener su cercanía a como dé lugar, con aquel bello sonrojo en sus regordetas mejillas, esa tierna y sonora risa angelical, su dulce y amable personalidad o lo segura y confiada de sí misma que empezó a ser desde que cumplió los 10 años. Sin duda no fui consciente en el momento preciso, pero sí me estuve asegurando que lo que empezaba a sentir por Jennie desde los 11 años se estaba convirtiendo en algo mucho más fuerte y profundo que una amistad.

Maldecía para mis adentros lo ocurrido, pero simplemente sucedió.

—No me alejes de ti, Lili —habló mientras sentía su pequeña nariz acariciar mi cuello. Cuánto extrañaba esos mimos de su parte.

—No seas tonta, solo es... —mencionar aquello era difícil de asimilar—, que tienes un lindo novio que debes de atender y prestar atención a tus estudios. Yo también he estado muy metida en mis tareas, tesis y exámenes —suspiré con desgana—. Nuestra etapa como universitarias es difícil, Nini, no hay tanto tiempo como antes para disfrutar de las tardes.

—¿Y Joohyun qué? ¿Por qué saliste con ella y a mí me rechazaste esa vez?

—No te rechacé, te dije que tenía que elaborar una presentación de diapositivas y no había avanzado mucho —mentí, recuerdo aquella tarde; lo hice porque no era algo bueno salir y volver a acostumbrarme a su compañía. Pero luego de tanta insistencia, ella se fue y llamé a Irene para hacer tareas de adelanto, de alguna manera su cercanía lograba calmar mi abrumada mente y aquel dolor en el pecho.

Jennie separó su cuerpo completamente del mío, sin embargo aún estábamos a escasos centímetros la una a la otra. Me miró fijamente como tratando de asegurarse si mentía o no, logrando que me ponga nerviosa.

—Aquí estabas —una voz tranquila y tan familiar para mí hizo acto de presencia—. ¿Por qué demoraste tanto? La película ya terminó.

Abrí mis ojos con total sorpresa. ¿Cuánto tiempo estuve hablando con Jennie?

—Oh... Lo lamento, Hyun Unnie, es que sentí un leve mareo y no creí que fuera correcto volver a ese lugar tan cerrado, me incomoda un poco —hablé bajando de a poco el tono de mi voz.

—¿En serio? ¿Por qué no me lo dijiste? —se acercó rápidamente a mí y tal vez -porque quiero creer eso- empujó inconscientemente a un lado a Jennie, que hace segundos estaba al frente mío.

—No quería hacerte preocupar, pero ya pasó, no es grave —no debí mentir, sabía que Irene se preocupaba mucho por mí y aún más en temas de salud—. Mejor vamos, necesito respirar aire fresco.

—¿Te parece si vamos al parque? —preguntó en un tono dulce, tomando mi brazo con suavidad, yo solo me limité a asentir, pero al desviar mi mirada, aún noté la presencia de Jennie.

¡Rayos! Me había olvidado.

—Oh, uhm... ¿Vienes con nosotras? —traté de no sonar nerviosa o algo por el estilo.

—No, gracias. Vine con mi novio —dijo para irse rápidamente.

Logré sentir que su voz sonaba tan fría y acompañada a esa respuesta, mi corazón volvió a oprimirse y el conocido dolor se apoderó de todos mis sentidos.

Tenía que olvidarla aunque no quisiera.

—Hey, quita esa mala cara —habló Joohyun para acariciar mi mejilla delicadamente—. Jennie es una tonta, no sabe de lo que se pierde. No puedes llorar por alguien como ella —¿estaba llorando? Toqué mi mejilla y pude sentirla húmeda. ¿Siempre seré débil por ella?—. Sé que podrás superar esto y en un tiempo serás una linda chica despreocupada y muy codiciada —sonrió ladina y con algo de diversión.

—No soy ni la mitad de atractiva que lo que eres tú, Hyun —hablé desanimada, y pues era la verdad. Tal vez destacaba por mis altos promedios, pero en aspecto físico no podía competir contra alguien, no era alguien atractiva y de eso no había duda.

Una risa muy tierna a mí parecer empezó a inundar el lugar.

—¿En verdad crees eso? —asentí—. ¿En serio?

—Yah~ Ya te lo dije.

—Pero si eres hermosa, Lisa-ah, soy yo quién debería decir eso —sonrió contagiándome al instante, con esa bonita sonrisa nadie podía negarse—. Aunque... —me miró directamente a los ojos y, pude sentir como si fuera una niña apunto de hacer alguna travesura—, podemos cambiar tu look —soltó animadamente.

—¿Qué?

—Sé que me escuchaste, Lis —hizo un puchero—. ¡Vamos, no seas así! Yo también quiero hacer algún cambio en mí. ¡Tenemos apenas 19 años! ¡Será divertido!

—No lo sé —desvié mi mirada.

—No seas aburrida, míralo de este modo... como si fuese el cambio necesario que usaríamos para la fiesta que es en dos meses.

¡Cierto! Me había olvidado del baile por la bienvenida a la primavera. Sí, ya sé que suena algo cursi y ridículo, pero era una fecha importante para casi todos; ya saben, el baile, el vestuario, las parejas, el buffet y un concurso a la pareja preferida entre todas las facultades.

—No lo creo, el año pasado no hicimos esto. Solo compramos unos vestidos y eso haremos para ese viernes —afirmé.

—El año pasado en el pasado. ¡Mírame! Me veo fatal así —hizo una mueca tal cual actriz de novela—. Al menos deberíamos teñirnos el cabello. No le veo nada de malo, además —acarició mi mejilla nuevamente—, debes demostrarle a ya sabes quién, que estás totalmente bien y lo suficiente como para cambiar de look aunque sea un poquito —guiñó un ojo y con la mano que anteriormente me daba mimos me sujetó de la muñeca para arrastrarme hacia la salida del cine.

Me dejé llevar a donde quiera que fuera y una gran sonrisa se dibujó en mi rostro.

Adoraba la personalidad de esa chica, era increíble la forma en la que su actitud daba un gran impacto en mí y mi estado emocional. La apreciaba mucho y de eso no había dudas.

¡Gracias por leer!
🌻

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