꒰◌; capítulo treinta y siete

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—¿Uh? —balbuceó Lisa para ganar tiempo y decir alguna buena excusa.

Kang ajustó mejor su vista tratando de entrecerrar sus ojos y logró verlas con mayor nitidez.

¿Lisa conocía a Joohyun? Eso sí que no se lo esperaba. Así que sin más dudas, se acercó rápidamente hacia las tres chicas.

—¿Conoces a Seulgi? —siguió Irene con algo de desconcierto.

La pelinegra recordó que tan mala era Kang dando explicaciones, por lo cual no les beneficiaría a ambas. Jennie, quien observó a detalle que aquella chica se acercó, rodeó posesivamente la cintura de Lisa y la apegó más a ella.

—La conocí en la cafetería —dijo sonando desinteresada. Si bien no había sucedido nada entre ellas, a veces su mejor amiga podría actuar digna de una protagonista de novela—. Fue amable y me ayudó a llevar mi pedido hacia una mesa, un saludo común y presentación de nombres, nada más —sintió la mano de Jennie dándole leve caricias circulares con el pulgar. Dirigió su vista hacia ella y le dio una tierna sonrisa.

Seulgi miró con algo de pena y agradecimiento a Lisa, recordando cómo es que se comportó aquel día.

—Mmh, ya entiendo —asintió levemente.

Seulgi se prometió a sí misma no ser más impulsiva o coqueta con alguien más, pero vamos, no es como si ella supiera que Irene aún residía en Seúl. Estiró su mano para quitar la mochila de Bae de sus hombros y se la colocó en las suyas. La abrazó por la espalda y Joohyun sonrió por inercia, con un leve rubor en las mejillas.

Lisa no pudo ver escena más adorable que esa, a cambio de Jennie, que no entendía muy bien las cosas.

Había visto a Lisa y a Seulgi juntas en un restaurante, acaba de enterarse que aquella chica tiene algo con Irene y por si fuera poco Lisa no dijo toda la verdad, ella también estaba ahí y podía recordar todo con claridad.

La castaña carraspeó un poco llamando la atención. Seulgi miró a la pareja de al frente y les dio una amable sonrisa.

—Un gusto volver a verlas, no está demás decirlo. ¿Verdad? Mi nombre es Kang Seulgi, una persona muy cercana y especial para Joohyun así como ella lo es para mí.

Bae la miró.

—¿A Jennie también la viste?

Seulgi asintió para luego darle un beso en la mejilla.

—De hecho sí, no sabía su nombre, pero ambas estuvieron en la cafetería en la que trabajo —reforzó su agarre en la cintura de la azabache y esta convencida colocó sus manos encima de las de Seulgi.

—Oigan, me la robaré por hoy —dijo bromeando, contagiando su alegría a las demás—. ¿Te parece si visitamos a tus padres? También los he extrañado.

—Me parece una buena idea, además de que quisiera saber muchas cosas. ¿Cómo es que supiste la dirección de donde estudio?

—Sí que eres despistada, te lo pedí anoche por mensaje —Irene logró recordarlo—. Vamos, mi turno empieza tarde y acabo de salir de la universidad también. No tengo obstrucciones.

Irene esbozó una pequeña sonrisa al sentir la emoción recorrer su cuerpo, tener cerca a Seulgi le hacía mucho bien. Con unas cortas frases de despidió de Jennie y Lisa para ir de la mano con Seulgi.

La pelinegra esperaba que todo entre aquella pareja saliera bien, las veía muy feliz y esperaba que tuvieran un gran futuro juntas.

Jennie al verlas ya muy lejos decidió que era bueno que Lisa aclare las dudas que albergaban en su cabeza.

—¿Por qué mentiste?

La sonrisa de labios cerrados de Lisa empezó a desaparecer para mirar a la mayor con atención.

—¿Mentir?

—Sí, eso dije. Le dijiste a Joohyun que solo se dieron sus nombres cuando eso no fue todo. ¡Yo vi cuando estuvo coqueteándote! ¡Hasta te pidió el número de tu celular!

—Jennie, baja la voz —dijo con calma.

—¡Y tú accediste! ¿Por qué le mentiste? ¿Es acaso en verdad que tienes algo con Kang?

—¿De qué rayos hablas? —bien, la voz de Lisa ya no sonaba muy tranquila.

—¿Es eso? ¿Mientes por Joohyun? ¿Para qué no se entere? —soltó con brusquedad.

—Ya detente. ¡Estás loca! —se alejó brevemente de ella—. ¡¿Por qué te comportas así?!

—¿Yo soy la loco? —soltó con ironía—. ¡¿El haberte visto con esa tipa juntas el viernes era solo mi imaginación?! —el tan solo recuerdo la hizo enojar, no fue buena idea hacerlo—. ¿Estuviste viendo a Kang todo este tiempo? —susurró débil, pero con seriedad.

—¿Seulgi? —ya supo a lo que se refería—. ¿Es en serio, Jennie? ¡No tienes ningún derecho en recriminarme algo! ¿Qué clase de persona crees que soy? ¡Eso es estúpido!

Se alejó completamente de la castaña y empezó a caminar siendo rápidamente detenida por la mano de Jennie puesta en su antebrazo.

—Suéltame, Kim.

—Hazte la idea de que no voy a hacerte caso —contestó seria—. Es que no lo entiendo... ¿Por qué hiciste eso?

—¡No! —se zafó del agarre y la encaró frente a frente—. ¡¿Tú por qué haces esto?! ¿Por qué te comportas de manera bonita conmigo? ¿Por qué de la noche a la mañana parece que has cambiado de opinión? ¡Yo no te entiendo a ti! —la empujó con algo de fuerza ejercida—. ¿Sabes? Es mi vida y por lo tanto no te incumbe... Soy tu maldita mejor amiga. ¿Lo recuerdas? Y si al menos lo recuerdas, debes saber que yo no soy esa clase de persona. ¿Cómo puedes pensar que puedo hacerle algo como eso a Joohyun? Después de aquel día en la cafetería no volví a ver a Seulgi hasta el viernes pasado, donde fue muy linda y respetuosa al decirme que estaba enamorada de alguien y que aquella persona merecía toda su atención y respeto, resultando ser Hyun. ¡Ninguna de las dos lo sabíamos! Pero ya ella había aclarado las cosas. ¿Por qué? Porque tuvo la valentía y madurez suficiente como para decirlo.

Jennie calló todo lo que estaba a punto de salir de su garganta. Las dudas se esfumaron tan rápido como cuando un rayo aparece en medio de una tormenta.

—¿Te quedó claro? —la miró fijamente—. Espero que sí, adiós, Kim.

—Lisa —fue totalmente ignorada por la mencionada, quien rápidamente emprendió su camino.

—No quiero que te acerques por ahora.

Bien, Lisa había soltado todas sus inquietudes, todas y cada una de ellas que estaban guardadas en lo más recóndito de su mente. Quizás no fue la mejor manera pero demonios, estaba tan confundida, su cabeza estaba hecha un lío, preguntas sin responder, tener a Jennie muy cerca sin saber qué es lo que realmente sucedía, su repentino enojo y ataque de ira contagiándole también. Todo era tan extraño que con solo pensarlo hacía a su cabeza doler.

Jen resopló con enojo, jaló de sus cabellos en un acto desesperado y tiró su mochila al piso, ganándose muchas mirada curiosas.

—¡¿No tienen otra cosa mejor que hacer?! —gritó con enojo para tomar su mochila y alejarse de ahí.

Sin embargo, aquella pareja no se había dado cuenta que a la lejanía cierto rubio había visto todo. Quiso meterse a detener aquella absurda discusión -según él- pero no creía su fuera buena idea.

—Son un par de tontas —suspiró acariciando el puente de su nariz con delicadeza.

Sacó el celular del bolsillo de su chaqueta y marcó un número que ya no se le hacía desconocido.

—¿Aló, Hyun? Necesitamos hacer algo, tengo un plan —sonrió.

¡Gracias por leer!
🌻

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro