¿Qué haremos?

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Lura:

La luz del día que entra por la ventana, me despierta, parpadeó para acostumbrarme a la luz y lo primero que veo es la cara de Dante, que me mira con una sonrisa y preocupación en sus ojos.

—buenos días—murmura con cautela. Extendiendo mi mano a su mejilla.

Se la acarició y veo como cierra los ojos momentáneamente, disfrutando de mi toque, mientras le devuelvo la sonrisa aún adormilada.

—buenos días ¿Cómo te sientes?—pregunté en respuesta y mis ojos viajan por todo su cuerpo, ahora vestido con una vestimenta azul de paciente.

—eso debería preguntar yo, eres quien recibió un balazo, ¿Recuerdas?—Digo aún con mi mano en su mejilla.

Me detengo a mirar en la zona donde debe estar su herida y que se puede ver un poco el vendaje, las imágenes de todo lo sucedido me invaden, él apuntándome, luego a sí mismo, su mirada desesperada, el forcejeo, el sonido del disparo, la sangre, él cayendo en mis brazos…

—por favor no llores, esto no fue culpa tuya, sino mía, no te sientas culpable—dice y veo como limpia las lágrimas que no sabía que tenía.

—lo siento, por mi culpa… por mi culpa yo…

—shh, no tienes culpa de nada, Laura, soy quien debería pedirte perdón y no al revés, siento hacer siempre que llores—se incorpora un poco en la cama, sentándose y haciendo una mueca de dolor.

Yo hago lo propio y también me siento, ambas camas siguen juntas, mi cuerpo se siente entumecido por haber dormido en una sola posición y me siento terriblemente cansada a pesar de haber dormido, pero no digo nada, necesitamos hablar, ya tendré tiempo para luego de descansar.

—Merecía que me disparas, sí, lo sé fue un accidente y sé que nunca harías eso—dijo al ver mi expresión que estaba a punto de llevarle la contraria.

—Y solo por eso mismo, lo merecía, te hice cosas horribles, que ni yo mismo podré perdonarme en mil vidas, no debí hacer las cosas así, tenía que haber buscado otra forma, te hice sentir tanto dolor y tanta tristeza, cuando lo único que quería era que fueras feliz a mi lado—narró tomando una gran bocanada de aire y soltándola poco a poco.

No hablé, solo lo observaba y dejé que dijera todo lo que quería y necesitaba decir.

—nunca esperé enamorarme tan perdidamente de alguien, y aunque fui un capullo por bastante tiempo terminaste correspondiendo a mis sentimientos y yo lo único que hice fue hacer que dejaras de amarme, con mis celos, mi carácter de mierda y mi posesividad, además que todo fue a peor cuando te recogí en aquel aeropuerto.

» Debí dejarte en paz y quizás esperar que algún día me perdonaras y volvieras a mí, pero era tan doloroso todo, sentía que me ahogaba sin ti, todo carecía de sentido y me preguntaba si otra vez me quedaría solo, si alguna vez podría volver a amar a alguien o si alguien podría amarme nuevamente, de verdad Laura, nunca esperé que mi amor a ti se volviera tan… intenso, no sé en qué momento pasé a anhelarte, desearte, quererte con tanta necesidad.

Estas dos últimas semanas fueron… realmente las mejores después de tanta mierda, sabía que algo tramabas, pero quería seguir disfrutando de ti, no tienes ni idea de lo doloroso que era ver, como tu cuerpo me rechazaba, se asustaba de mi toque como si temiera que te lastimara, que tus ojos me vieran de igual forma, era muy doloroso, sí, soy un maldito desgraciado, por Aún con eso, veía como luchaban con eso y dejabas que te tocara, que me acercara, solo lo ignoraba y vivía en mi propio egoísmo.

Se quedó nuevamente callado y llevó su vista a mi estómago, donde estiró su mano y posó está en mi vientre acariciándome, sentí un ligero cosquilleo y mi cuerpo se estremeció, él apartó su mano por mi reacción y me sonrió con tristeza y los ojos húmedos, deseaba pedirle perdón por eso, pero me mantuve callada, él fue quien provoco eso, no debería pedirle perdón por eso y siento que si lo hacía, solo lo iba a hacer sentir más miserable.

—cuando vi que intentaban hacer ese esfuerzo, me decidí también a cambiar, quería poder… remediar todo lo que te hice, quería que te sintieras orgulloso del hombre que tenías a tu lado y cuando nos dieron la noticia de tu embarazo, aquella idea se reafirmó más en mí, dejé mi orgullo a un lado, el que solo me trajo problemas y sufrimiento y comencé a buscar ayuda profesional.

» Todos los me vieran, que me dirían que estoy loco, pero yo… no le veía a sí, sé que estaba… bueno, sé que estoy loco por ti, pero no pensaba en ello como una locura en mí, busqué ayuda para poder entender por qué es que la forma en la que te amaba te hacía tanto daño, a pesar de darte todo cuanto tenía, de desvivirme por ti, quería saber por qué no sonreías y únicamente llorabas tanto

Abro mucho los ojos por esa revelación, ¿Buscar ayuda profesional? ¿Quiere decir que iba un psicólogo? ¿De verdad es el mismo hombre que conocía? ¿Y por qué no me había dicho nada?

—¡ah, sí! El mensaje que viste y leíste era de Alonso, mi Psicólogo, ha estado muy pesado con que debería decírtelo y hacer alguna terapia de pareja.

—¿De tu Psicólogo?—repetí aun asimilándolo y empezando a sentirme como una idiota.

—sí, puedo llamarle, para que lo confirmes si aún no me crees—dijo con una sonrisa.

Yo negué con la cabeza avergonzada, sentía las mejillas arder. Otra vez volví a malinterpretar las cosas, soy una idiota.

—¿De verdad pensaste que te engañaba?—preguntó él, con cierta incredulidad.

No dije nada y miré mi mano, todavía avergonzada. Dante se llevó mi mano a los labios y la besó, luego acercó su cara a mí y me dio un golpecito en la frente.

—¡oye, eso dolió!—me quejé llevando mi mano libre a mi frente.

—sí, debe doler, así te meterás mis palabras en la cabeza.

—¿Qué palabras?—quise saber.

Dante juntó nuestras frentes, sus ojos negros observaban mis ojos cafés, con esa adoración que conocía bien.

—Laura, nunca podría engañarte, no tengo ojos para nada más que para ti, mi mente y corazón solo piensan en ti, bueno, ahora tendré que hacer espacio para nuestro hijo, pero métetelo en la cabeza, como has podido ver moriría si tú desaparecieras, iría al infierno o donde sea una y mil veces solo por ti, te amo Laura, eres mi amor, mi vida, mi razón de ser y ni tú ni nadie, podrá cambiar eso.

Por dios… ¿Por qué con el todo es o todo o nada? Aún sentía mis mejillas arder, sus ojos me observaban con tanta intensidad, que tuve que apartar la mirada, él se inclinó un poco más y beso mi frente, como si estuviera haciendo algún tipo de juramento o sellara sus palabras con ese beso.

Ahora me daba cuenta de la magnitud de sus palabras, lo en serio que iban después de vivir aquel episodio, me seguía pareciendo un poco escalofriante que alguien pudiera amar de esa forma, era muy abrumador y peligroso, pero me alegraba que por su propia cuenta buscará ayuda, pues me indicaba que de verdad deseaba cambiar.

Necesitaba hacerlo, necesitábamos hacerlo si íbamos a criar juntos a un bebé.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro