Solo saben joder.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Dante:

El sonido de un móvil me despierta y estiro mi mano con los ojos cerrados, para apagar el ruido molesto, pero al alcanzarlo me doy cuenta de que no es mi teléfono.

Maldita sea, con lo que me costó dormir esta vez.

Me incorporé un poco, apartando el cabello de mi frente, bufando por la frustración y estiro mi mano al móvil de Laura que era el que estaba sonando.

— ¿Quién es?—pregunta Laura a mi lado, con los ojos entrecerrados por el sueño.

—no es nada importante mi amor, sigue durmiendo—le decía en un susurro, besando su mejilla.

Ella asintió y se acurrucó junto a mí, enredando sus brazos alrededor de mi cintura y la arropé con el edredón.

¿Quién cojones llama a estas malditas horas?

Afuera se escuchaba la lluvia caer con fuerza y eran las cuatro de la madrugada, estaba por mirar quién demonios era, cuando volvió a sonar y frunzo el ceño molesto, al ver que era un número desconocido. Decido responder para cantarle las cuarenta a quien sea que esté llamando, pero soy interrumpido antes de decir una sola palabra.

—¡espera, no cuelgues! Y escúchame por favor—soltó una voz masculina y molesta, la cual reconocí enseguida.

¿Que quería este maldito imbécil?

—te echo tanto de menos, no tienes idea, desde que todo eso pasó, siento que vivo en una pesadilla, ahora sé el gran error que cometí, lo siento, lo siento tanto, no te merecías algo así y aunque sé que me has perdonado…—se quedó en silencio y se escuchó un sollozo.

¿Estaba llorando? Su voz también temblaba y arrastraba de vez en cuando las palabras, estaba borracho o al menos bebió de más.

Nunca esperé tener que escuchar como un niño me llorara por teléfono, supongo que hay una primera vez para todo.

—¿Podríamos…? ¿Nosotros podríamos darnos una oportunidad? Sé que me dijiste que tú y ese tipo se estaban dando una oportunidad, pero ¿podrías dármela a mí en vez de a él?—Pidió casi en súplicas.

¿Esto iba en serio? Me mordí la lengua para no echarme a reír justo ahora.

—Te sería tan fiel y leal, nunca te haría daño de nuevo, por favor y también… podría ayudarte a cuidar… a cuidar de tu bebé y…

¿En serio acaba de soltar eso justo ahora? ¿Y cuánto le ha contado a este tipo?

—mi hijo no necesita que otro lo cuide, teniendo a su padre—solté sin poder aguantar más las cosas que salían por su boca.

¿Qué cosas estaba diciendo? ¿Volver con ella? ¿Que le dé una oportunidad? Sí que debe estar muy borracho para pensar algo tan estúpido como eso.

El silencio se hizo, imagino por la sorpresa de escuchar mi voz, en vez que de la de Laura, pero a los pocos segundos se recuperó y volvió hablar.

—¡¿Por qué demonios tienes tú el móvil de Laura?! ¡¿Dónde está ella?!—gritó alterado y deseé poder atravesar el móvil y golpearlo.

— ¿Dónde crees que iba a estar?—respondí controlando mi voz para no gritar y despertarla.

—pásala el teléfono, quiero hablar con ella—pidió ignorando todo lo que le acabo de decir.

—oye imbécil, ¿Tienes idea de la hora en la que estás llamando a caso?

—no deberías coger el móvil que no es tuyo a la ligera, solo quiero hablar con ella—insistió.

—no puede ponerse, está durmiendo, justo a mi lado—solté realzando las últimas palabras.

Donde debe estar y siempre debió estar.

—¡¿Qué?! ¿¡Que quieres decir!!? No me digas que…

—sí, estamos juntos, de hecho nunca rompimos, así que deja de fantasear con que te dé otra oportunidad por qué eso nunca pasará en la vida, por qué hasta el día en que muera ella solo será mía.

—¿Tuya? ¿Todavía sigues tratándola así? Laura no es un maldito objeto, ya sabia que gente como tú nunca podía cambiar.

¿Me estaba sermoneando? ¿Con qué derecho?

—me importa una mierda la opinión de alguien como tú, además, ya sabes Laura está embarazada, debería ser prueba suficiente¿No?—solté comenzando a perder la paciencia.

—¿Prueba suficiente? Como si no hubiese padres separados—se echó a reír después de decir esas palabras.

—Sé qué eso es lo que más te gustaría, pero siento decirte que eso no pasará, ¿Y sabes por qué? Por qué formaremos una familia, no solo con uno, sino con más hijos, le pediré matrimonio y ella aceptará, sé que ella te invitará a la boda y podrás ver con tus propios ojos lo feliz que es a mi lado, mientras te lamentas del error que cometiste al haberla engaño con tan poca cosa—concluí cortando la llamada, sin esperar respuesta.

¿Cómo esperas que te dé una oportunidad, cuando ni siquiera tiene tu número guardado? Idiota, perdiste tu oportunidad desde el momento en que la engañaste.

Miré el móvil con mala cara y con ganas de bloquearlo, para que no volviera a hablarle, pero me contengo a regañadientes y solo silencio el móvil. Había prometido no meterme de nuevo en sus amigos, aunque estos dejarán poco que desear.

Dejo el móvil a un lado de la mesita y me froto el cabello con frustración y enfado, decido levantarme de la cama, porque sé que no podré dormir con estas emociones.

—quizás un poco de ejercicio me venga bien—digo para mí.

Me colocó el bañador, me acerco a la cama para darle un beso a mi hermosa novia y salgo despacio de la habitación, camino por la casa que ahora estaba en silencio, nada que ver con el día.

Bajo las escaleras hacia el sótano completamente remodelado, que parecía más un spa que un sótano, había una piscina climatizada, tumbonas y todo lo necesario para poder relajarse, la piscina no era muy grande, pero sí lo suficiente para poder nadar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro