"He vuelto a cometer el mismo error, la he fastidiado todo otra vez." Me pregunto por qué pierdo el control cuando estoy con ella. "Es frustrante." Patéo una piedra a mi paso mientras camino. Esta vez, su provocación llevó mi paciencia al límite. Alan también tiene su parte de culpa.

"¿Tan difícil era seguir mis instrucciones? Solo tenía que acercarla, no coquetear." Lo que me faltaría, sería tener que competir con mis propios amigos.. Respiro profundamente y contemplo el cielo sin nubes, caminando de nuevo.

Nuestra primera vez no fue como la imaginaba. No esperaba que surgiera durante una discusión, y menos por otra persona. Pero no negaré que se sintió bien, bueno, la misma palabra en sí, se queda corta con lo increíble que se sintió, si fuera por mí, me pasaría el día dentro de ella, pero no pensé que estuviera tan estrecha y sobre todo se viera tan inexperta.

"¿Qué demonios ha estado haciendo ese idiota de su ex por tanto tiempo que no la folló bien?" Ah, es verdad, él prefería acostarse con la estúpida de Diana. "Qué gran error,  sin duda se merece que le dé unos buenos golpes." Pero pensándolo de una manera positiva, incluso lo prefería, se lo haré tantas veces, le mostraré todo cuanto se perdió que no querrá hacerlo con nadie más que no sea yo.

"Pero antes, debo arreglar el desastre que causé." Mi ira nubló mi juicio, y la lastimé más de lo debido. Ya que después de que siguiera provocándome, con que no éramos nada, mi cabreo me nubló, perdí la razón y se lo hice tan duro que la hice llorar. "No estoy acostumbrado a que las mujeres lloren en mi presencia."

Me detuve, antes que la situación empeorara, quise ayudarla, pero ni siquiera dejó que la tocara, pero no iba a dejar que caminara sola por la noche y dolorida, por mi culpa, así que después de que se calmara, la llevé a su casa incluso cuando no quiso.

Mis emociones son confusas mientras camino sin rumbo. Recibo un mensaje de Luka recordándonos la quedada de esta tarde. Este ciclo de problemas parece no tener fin.

"En serio, qué hombre más pesado." Cada vez que salíamos, era inevitable que alguno de nosotros se viera envuelto en problemas, arrastrando al resto en un ciclo repetitivo. "Bueno, mayormente, solemos ser yo y Gian quienes siempre lo podemos todo."

Aprovecharía esta ocasión para reafirmar mi posición con ella y advertir a los demás que se mantuvieran a distancia. Aunque aún no fuéramos algo, no quería repetir lo que hizo Alan. Cambió mi rumbo hacia la casa de Nik, enviándole mensajes que, como era de esperar, no respondió. Imaginé que seguía ocupado con la amiga de Laura, lo cual me dio una idea.

Aunque mis amigos podrían burlarse, Luka seguramente complicaría las cosas, recordando su reacción al incidente con Laura. No entendía su sobreprotección,  "¿Es que está enamorado de ella?" pero aseguró que no era el caso. Además que él todavía seguía con esa insoportable de Alicia. A pesar de las elecciones cuestionables de mis amigos en novias, debía concentrarme en llevar a Laura a la quedada. 

Al llegar a la casa de Nik, fui recibido por Iván, su hermano menor, vestido solo con calzoncillos.

—¿Nunca te han dicho que no deberías abrir la puerta así? Acabarás matando a alguien de un infarto.

Al entrar, busqué con la mirada a Nik.

—Han estado satisfechas todas a las que abrí así la puerta—me respondió con una sonrisa de suficiencia.

—Deja de copiar las estupideces de ese idiota—dije, enganchándolo por el cuello.

—Suéltame, ¿Hasta cuando vas a seguir haciendo eso? Ya no soy un niño—se quejó intentando zafarse de mi agarre, sin éxito.

—Sí, sí—dije, frotando su cabello en el proceso.

—Por cierto¿Dónde está tu hermano?—pregunté, liberándole.

—En su habitación—respondió mal humorado, pero lo ignoré y subí las escaleras, pero Iván me detuvo.

—No creo que sea buena idea, subir ahora—me hacia una idea a la respuesta a aquella advertencia, pero aun así decidí preguntar.

—¿Y eso por qué?—pero no necesité la respuesta, bastó con su mirada

—Mejor para mí, así podré fastidiarle igual que él hizo conmigo, tantas veces—dije e Iván movió la cabeza de un lado a otro riéndose.

Subí las escaleras hacia la habitación de Nik, consciente de lo que encontraría. Necesitaba la ayuda de Eva, cuyos sonidos revelaban su presencia clara en el pasillo. "Dios, qué ruidosa, parecía un cerdo en un matadero." Abrí la puerta y me encontré con una escena desagradable. Eva sobre Nik, desnuda y sudada, mi amigo con las manos en debajo de ella, con sus manos en sus pechos y vagina.. Expresé mi disgusto, arrepintiéndome de no haber llamado antes de entrar.

—Esto es repugnante —comenté, recibiendo respuestas indiferentes.

—Si no te gusta, no mires, capullo —respondió Nik, sin inmutarse.

—¿¡Es que no sabes tocar?! —me gritó Eva, cubriéndose apresuradamente.

—No creo que vaya a ver algo que no haya visto ya —contesté, provocando la risa de Nik.

—tengo que hablar con ella, así que sal por un momento—pedí y ambos me miraron, como si hubiera perdido un tornillo.

—¿Tiene que ser ahora? Estamos ocupados, como puedes ver —se quejó Nik.

—Es urgente. Puede beneficiarte, quién sabe —argumenté.

Él se me quedó mirando, ahora curioso, pero, hizo lo que le pedí, hizo a un lado a Eva y salió de la cama, desnudo, caminando hacia su baño, sin ningún tipo de vergüenza.Cuando nos quedamos a solas, para variar, Eva me miraba con recelo y yo sonreí.

—Necesito que me hagas un favor.

—Como siempre —dijo con sarcasmo.

—¿Qué tipo de favor? —preguntó dubitativa.

—Quiero que vayas con Laura esta tarde a una salida que organizará Luka.

—¿Cómo me voy a presentar allí sin más? ¿Estás loco?

—Para eso tienes a Nik. Haz que te invite y convéncelo para que puedas llevar a alguna amiga —aconsejé.

—Así que quieres que invite a Laura.

—Veo que lo has entendido —comenté burlón, generando molestia.

—Si quieres invitarla, ¿Por qué no lo haces tú mismo? Ya se llevan bastante bien.

—¿Crees que si pudiera invitarla, te estaría pidiendo ayuda? —exclamé con exasperación.

—Pero si hago eso, Laura sabrá que estoy con Nik.

—Lo has descubierto por ti sola, bravo.

—No sé por qué no puedes hacerlo tú mismo, pero no cuentes conmigo —sentenció Eva.

—¿No crees que es mejor que se entere de tu pequeño secreto por ella misma que por mi boca? —dije, y ella entornó los ojos.

—Pensé que habías cambiado, pero veo que sigues igual o peor que antes. Eres un hijo de...

—Gracias, lo sé. Siempre es bueno contar contigo —interrumpí y salí de la habitación, cerrando la puerta.

"Una cosa menos de la que preocuparme." Bajé las escaleras y no encontré a Iván por ningún lado, así que salí de la casa. Estaba por dirigirme a la casa de Luka, pero sabía que si le contaba, podría cancelar todo y quería verla. "No habían pasado ni veinticuatro horas y ya la echaba de menos."

Lo mejor sería hacérselo saber cuando estuviéramos todos reunidos, aunque existía la probabilidad de que empeorara la situación. "Con un poco de suerte, Luka se contendrá al estar en un lugar público, ¿No?"