Karma, un placer conocerte

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Hace un año brindaba con champagne del caro con mi novio Alberto. ¡Feliz año nuevo mi vida! Me dijo.

Mi nombre es Amanda y te voy a contar cómo conocí a Karma.

Cuando era pequeña mis padres escribían en casa sus propósitos en un papel y los quemaban. Un año después debían hacer balance y ver si habían cumplido sus promesas.

En aquella casita rural con Alberto, quemé mi último cartucho al todo o nada. Decidí que quería ser madre. Llevaba 13 años con el amor de mi vida. Y bueno siempre quise ser madre antes de los 30.

Enero marcó el comienzo de mi propósito, solo debía decírselo a mi chico. ¡Qué fácil! Dirás. Pero nada de eso. Alberto era un soñador, quería el mejor trabajo, la mejor casa, la mejor moto, el mejor coche... ¿Niños?... Lo dudo. Se centró en conseguir un pisazo, sin mí, y un cochazo. Egoísta, así era Alberto.

En fin, que me planté en su trabajo, una oficina céntrica de la ciudad. Y menuda sorpresa le di. Tanto que se le bajaron los pantalones y se enredó con la falda levantada de mi mejor amiga Lisa. Cosas que pasan ¿verdad? Sí, por lo visto pasaban desde hacía casi seis años.

Rota, dolorida, hinchada, mocosa y horrible. Ese fue mi estado los dos siguiente meses de mi vida. Triste desgracia la mía, pensarás. Pues si. Y encima debido a mí lamentable estado, mi jefa decidió que no merecía seguir siendo la imagen de su marca en la tienda de perfumes donde trabajaba. Ahí, toqué fondo. Creo.

Mi hermana Ruth, me consiguió una entrevista para la revista en la que ella trabaja como editora. Y yo, bueno, cafés sé llevar. Así su jefe Gabriel, un tío de lo más atractivo, vamos, que estaba buenísimo, me contrató como su asistente. Vamos, que le llevaba la ropa al tinte, le servía el café. Le llevaba el correo y le abanicaba si tenía calor.

Después de tres meses trabajando con Gabriel me acostumbré a sus desplantes y sus ligues. Muchos y muy variados. Pero también a sus sonrisas pícaras y su encanto. ¡Qué injusta la vida! Y más al enterarme, que Alberto iba a ser padre de mellizos con Lisa. ¡Qué digo injusta! La vida es asquerosa. ¿Dónde queda mi propósito? ¡Yo quería ser madre! ¡Yo!

Gabriel, que era un canalla y a la vez muy listo, me llamó a su despacho. Le lloré, le moquee e incluso le hipé. Me sorprendió su comprensión y bonitas palabras de apoyo hacia mí. Y me dió un gran consejo. Banco de semen. ¡Gran consejo! ¿Verdad?

Y así en Septiembre me encontraba lista y preparada para la intervención. Gabriel había sido un gran apoyo y sin él no habría llegado hasta ahí. Habíamos pasado mucho tiempo juntos esos últimos meses. Y creo que incluso a él le gustaba mi compañía.

Después de que la inseminación no funcionase, me planté en Diciembre. Gabriel me invitó a cenar para animarme. ¡Así nos conocemos mejor! Me dijo. Vi sus ojitos golosones mirarme y acabamos enrollándonos en su casa. Nos enrollamos mucho y de diversas maneras.

Hace una semana Gabi y yo hemos sabido que estoy embarazada. Él está loco de contento, también quería ser padre y además nos llevamos genial.
¡Y vamos a vivir juntos!

Alberto y Lisa fueron despedidos tras una fuerte bronca en público y ahora no se pueden ni ver. Alberto ha perdido su casa, su coche y su romance. ¿Y los mellizos?

¡Feliz año nuevo amor! Me dice al oído Gabi.

Así Alberto conoció a Karma y yo también.

Gracias Karma.

******
Reto 18: Cambio radical
Palabras: 600

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro