23. Duelos & Salidas

Cuando Lucius Malfoy se presentó en el lugar, inmediatamente se dió cuenta de varias cosas. Una, que tanto Zachary Potter como Rial Black estaban aquí. Rial estaba sujeto por Nagini, el enorme familiar del Señor Tenebroso. El joven e inteligente Slytherin miraba una lápida contra la que Zachary estaba inmovilizado, leyendo los nombres escritos en ella.

Dos, el famoso salvador del mundo mágico estaba absolutamente aterrorizado. Cuando no había nadie a quien presumir de sus débiles logros, cuando la fama se desvanecía ante la verdadera acción, Zachary Potter carecía de ella. Lucius lo observó con desprecio, sin molestarse en ocultar el desprecio que brillaba en sus ojos plateados. Ahora comprendía plenamente el odio de Severus hacia ese cobarde.

Su Señor se arremolinó sobre los mortífagos y Lucius observó con fastidio cómo sus compañeros de sangre pura se inclinaban ante ese actor mestizo. Cuando el otro se acercó a él, inclinó la cabeza respetuosamente y escuchó las palabras de Voldemort.

"Lucius, mi escurridizo pero leal viejo amigo. Mi otro leal dentro del colegio me dice que has estado trabajando en el estatus de tu familia dentro del Ministerio. Dime, ¿cómo está tu hijo Draconis?"

Durante medio segundo, Lucius se quedó helado. Luego se obligó a respirar y dijo: "Le va bien, mi señor. Se le considera un líder entre los Slytherin".

"Bien. Sería una buena adición a nuestras filas, ¿no? ¿Ha adivinado ya Severus quién es mi otro partidario dentro del colegio?"

"No, mi Señor. Sin embargo, ha tenido sospechas de que uno de nosotros estaba entre el personal".

"Será mejor que no siga ignorando a mi invitado", con una sonrisa maliciosa el Señor Tenebroso se volvió hacia Zachary.

"Zachary Potter, estás sobre la tumba de mi difunto padre. Un muggle que tuvo la fortuna de ser mi primera víctima humana. Con sus huesos y tu sangre, he vuelto a la vida. ¿Realmente pensaste que no tendría un plan en caso de que mi cuerpo fuera destruido?"

El Señor Oscuro pareció fijarse en Rial por primera vez. Unos ojos rojos examinaron la túnica plateada y esmeralda antes de sisear: "¿Y quién serías tú?".

"Rial Salazar Black", la voz de Rial, observó Lucius, era excepcionalmente firme. Sus ojos esmeralda brillaron un poco a la luz del enorme caldero.

"Dime, Rial Black. ¿Estás en la casa Slytherin o simplemente eliges llevar esos colores?"

"¿Por qué iba a llevar sólo esos colores? Por supuesto que estoy en Slytherin. Los Gryffindors sólo son valientes cuando la gente los mira, los Hufflepuffs se destruyen a sí mismos ayudando a todos los demás y los Ravenclaws están demasiado ocupados siendo unos sabelotodo para perseguir el verdadero conocimiento y poder."

Lucius cogió aire mientras esperaba la respuesta del Señor Tenebroso. El tono de Rial era arrogante y rozaba la grosería, pero lo que había dicho era absolutamente correcto.

"¿Nunca te enseñaron a respetar a tus mayores, Rial Black?"

"Yo respeto a los mayores que decido respetar, Voldemort. No te temo a ti ni a ese tonto que dirige Hogwarts. Conmigo, tienes que ganarte mi respeto".

"Crucio", siseó Voldemort.

Rial permaneció en absoluto silencio durante casi un minuto completo, tiempo en el que el Señor Tenebroso se había movido para encarar a Zachary. "¿Lo conoces?"

Cuando los gritos ahogados de Rial dividieron el aire, Potter lo observó, con ojos fríos de odio. Volvió a girar la cabeza para mirar al Señor Tenebroso y dijo: "No significa nada para mí".

Lucius volvió a mirar la forma temblorosa de Rial Black, que respiraba con dificultad y miraba al Señor Tenebroso y a Zachary Potter con el mismo odio que ardía en los ojos esmeralda. Resistió un escalofrío ante el poder de esa mirada, la rabia. En la mayoría de los casos, la rabia se dividía por las emociones conflictivas o por los múltiples objetivos. La de Rial era una punta de aguja enfocada, afilada y fría como el hielo.

"¿Te han enseñado a batirte en duelo, Zachary Potter?"

El Gryffindor se bajó de su posición inmovilizada y Pettigrew se acercó a él y le puso una varita en la mano.

Cuando Voldemort levantó la varita, Zachary gritó: "¡Accio Copa!".

Lucius observó con asombro, conmoción y burla cómo el adolescente agarraba la Copa y desaparecía, con una sonrisa burlona dirigida a la forma aún temblorosa de Rial Black. Dijo algo y Lucius gruñó. No podía oírlo, pero podía leer los labios.

Es sólo lo que te mereces, mocoso despreciable, fue lo que Zachary había susurrado.

⚜⚜⚜

Severus había empezado a moverse hacia Black en el momento en que los gemelos habían desaparecido. Tenía la sensación, por sus antiguos tiempos de estudiante, de que el auror se metía en una situación sin echarle un vistazo antes. Realmente no quería que el otro muriera por su propia idiotez.

"¡Black!"

"¿Qué?" Gruñó Sirius, mirándolo a él en vez de al hombre lobo que había prendido una mano en su antebrazo.

"Se suponía que la Copa sólo los llevaría al exterior del laberinto. Más que eso, supongo que te diste cuenta de la desaparición de Lucius Malfoy".

"Sí. Me preguntaba a dónde había ido", era Lupin.

"Aquí es donde se fue", dijo Severus con gravedad, arremangándose lo suficiente para mostrarles la Marca Tenebrosa de color negro intenso. "El Señor Oscuro fue devuelto a su cuerpo esta noche".

"¿No se sentirá herido por haberte quedado atrás?" Sirius pareció de repente preocupado.

"No te preocupes por mí, Black", se mofó Severus. "De días anteriores sé que el Señor Tenebroso me volverá a convocar en privado más adelante".

"¿Qué está pasando?" exigió una voz detrás de ellos. Severus no tuvo que girar la cabeza para saber que era James Potter, otra vez.

"Una gran cantidad de cosas que superan tu nivel de inteligencia, Potter".

"¿Dónde. Está. Mi. Hijo?" gruñó James.

"En el mismo lugar que Rial Black, supongo".

Hubo un repentino y fuerte estallido y apareció Zachary Potter, solo. Sostenía el mango de la Copa y parecía sin aliento. "¡El Señor Oscuro ha vuelto!"

Severus maldijo en voz baja la estupidez del Gryffindor incluso cuando todos a su alrededor empezaron a murmurar.

"Al menos te has librado, joven Zachary", dijo Dumbledore alegremente. "Y además con la Copa de los Tres Magos, enhorabuena".

Alguien se aclaró la garganta. Severus vio a su padre por el rabillo del ojo y resistió una pequeña sonrisa. Lucien era incluso más franco que su hijo cuando quería. Estaba claro, por la expresión de disgusto del otro, que estaba a punto de recordarle a Dumbledore la gravedad de la situación.

"Dos chicos cogieron la Copa al mismo tiempo, Dumbledore. ¿No lo recuerdas?" Lucien parpadeó, medio encapuchando perezosamente los brillantes ojos plateados. "Rial Black sigue desaparecido".

"Sí", dijo Dumbledore pensativo. Se volvió hacia Zachary y le dijo: "Describe lo que pasó, por favor".

Zachary lo describió con detalle, incluyendo su partida. Los ojos de Severus se abrieron de par en par con incredulidad antes de estrecharse con furia. "¿Dejaste a otro niño de tu edad en un cementerio con el Señor Tenebroso y sus mortífagos? Ya te he llamado cobarde antes, pero esto supera todo lo que pensé que podrías hacer en cuanto a estupidez".

James gruñó a Severus y dijo: "Mejor que Zachary haya vuelto que ese pequeño Squib. Lo habrían expulsado a la mínima por algunas de sus acciones de este último año".

"¡Eso nunca se demostró y hubiera merecido como mucho un castigo James Potter!" replicó Severus.

"Esos nombres que has enumerado, son todos miembros bien situados de la sociedad de sangre pura. ¿Tienes alguna prueba o son sólo acusaciones?" preguntó Severus a Zachary, sonriendo. El chico no tendría ninguna prueba.

"Mi padre no pudo haber estado allí", intervino Draco con suavidad. Se acercó a Severus y dijo: "Volvía a la Mansión para recuperar un libro que pretendía regalar al profesor Lupin".

Remus dio un leve respingo al oír su nombre y miró a Draco. Los cálidos ojos grises no tenían expresión, pero parecía que decía la verdad. Estaba claro que Lucius estaba en la reunión, pero no había hablado con Draco antes de irse. ¿Se había preparado esto con tanta antelación, o el mayor de los Malfoy tenía realmente algo para él?

De repente, una voz dijo suavemente: "Bueno, parece que me he perdido algo importante. ¿Qué ha pasado mientras estaba en la Mansión, Draconis?"

Zachary Potter parpadeaba ante la forma alta y elegante de Lucius Malfoy, que se acercaba a su hijo y miraba a los reunidos con ojos plateados y brillantes. En su mano izquierda llevaba un libro bastante grande con una brillante escritura dorada en el lomo. Se acercó suavemente a Remus Lupin y le entregó el libro al asombrado hombre lobo. "Está en latín, pero había oído que podías leer el idioma. Pensé que lo encontrarías interesante".

"Gracias", consiguió el otro.

Un Gryffindor de quinto año, en lo alto de las gradas, gritó: "¿Qué es eso?".

Severus se volvió y observó un resplandor rojo oscuro a unos tres metros de distancia. Era largo y bajo, flotando justo al nivel del suelo. Se convirtió en blanco sólido y pronto brilló con tanta fuerza que se vieron obligados a apartar la vista. Los alumnos de las gradas gritaron o se taparon los oídos con una mano para protegerse de un fuerte CRACK.

Cuando el resplandor se desvaneció, Severus se quedó mirando atónito. Parpadeó un par de veces y miró a Lucius. Los ojos grises del otro brillaban de remordimiento.

"No pude hacer nada" dijo en voz baja. "Me fui tan pronto como pude hacerlo sin atraer su atención".

Cuando el sarcástico maestro de Pociones dirigió su mirada a Sirius Black resistió un respingo. El rostro del hombre era casi translúcido; los ojos grises muy abiertos y sorprendidos. Sus manos temblaron débilmente cuando se acercó y se arrodilló junto a la figura que yacía en la hierba, extendiendo los dedos hacia el esbelto cuello.

"Está vivo", susurró Sirius, con lágrimas de alivio recorriendo su rostro.

El cuerpo revelado por el resplandor no era otro que Rial Black. Su camisa de seda color Slytherin estaba rasgada en varios lugares y oscurecida por la sangre en varios más. Su piel era casi tan pálida como la de su padre y las diversas cicatrices y marcas que tenía en la cara y el cuello parecían necesitar atención médica urgente.

Incluso inconsciente, su rostro estaba retorcido por el dolor, con los labios apretados y casi blancos. Conociendo al Señor Tenebroso, probablemente había unos cuantos huesos rotos y alguna hemorragia interna también. Sin embargo, lo que captó y retuvo los ojos de Severus fue algo más permanente.

En el lado izquierdo de la cara de Rial había una serpiente que se enroscaba desde el borde del pómulo hasta la clavícula, pasando por la oreja y bajando por el hueco de su pálida garganta. No era verdaderamente negra, sino que parecía estar entre el rojo oscuro y un verde aún más oscuro. Era artísticamente bello, pero por la sangre seca parecía haber sido tallado en su piel con una varita.

"Severus, si puedes llevarlo al ala del hospital, necesito hablar de la ceremonia de entrega de premios con el joven Zachary", dijo Dumbledore alegremente.

"Disculpe", dijo una voz. Era Ludo Bagman, acompañado por Karkaroff y Maxime.

Severus se puso rígido; Bagman había apoyado a Zachary durante todo el torneo, a pesar de su supuesta posición neutral como juez de los Tres Magos.

"He estado hablando con mis compañeros jueces", comenzó Bagman, "y hemos decidido que existe un problema con los resultados de la clasificación".

"Como sabéis, el Torneo de los Tres Magos siempre se ha utilizado como preparación para el futuro de la joven bruja o mago en el mundo de los magos, que es menos indulgente que el entorno escolar. Lo que ha ocurrido esta noche es algo con lo que todos estos estudiantes tendrán que lidiar en el futuro".

"Zachary Potter abandonó a su compañero a manos del Señor Oscuro, en lugar de elegir salvar su propia vida y salir victorioso en una competición. Por esta razón, todos estamos de acuerdo en que el Campeón de los Tres Magos es Rial Black. Zachary Potter queda descalificado del 1º al 2º puesto. Es oficial, Cornelius Fudge está de acuerdo conmigo". Ludo sonreía finamente ante un iracundo James Potter.

"Así que, como jefe oficial del Departamento de Juegos Mágicos, anunciaré oficialmente a Rial Black como ganador del Torneo de los Tres Magos. La ceremonia de premiación será en una fecha posterior, cuando Rial pueda asistir".

Severus miró a Lucius y murmuró: "¿Cuándo ocurrió eso?".

"No lo sé".

"Wingardium Leviosa", murmuró Severus. Rial se levantó unos metros del suelo y empezó a salir del abarrotado estadio, que empezaba a retumbar con conversaciones.

Severus pasó los dedos por el cabello negro de Rial y dijo en voz baja: "Tu vida nunca será sencilla, ¿verdad?".

El sol finalmente se puso en su totalidad cuando Severus entró en el castillo. No le disgustó ver cómo la oscuridad se instalaba en los terrenos. Este había sido un día demasiado largo.

***
N. T:
Hay que asesinar a la babosa cobarde
¿Quien está conmigo?