× m i l l i o n d o l l a r m a n×

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Lo habían llamado, le habían pedido que bajara del lugar en el que se encontraba y ahora estaba el doble de nervioso. En un parpadeo había perdido de vista a Jungkook, discretamente lo había buscado por todo el lugar pero no había rastro de él.

Lo llevaron a una habitación de la cual hasta ahora sólo había oído hablar, era bastante lujosa y presentía que era la clase de lugar en donde se llevaban a cabo negocios ilegales.

Quiso morirse cuando en uno de los sofás observó a Jungkook, sentado tranquilamente mientras bebía vino de una copa.

— Ven aquí, Taehyung — llamó su jefe, palmeando su pierna indicándole donde debía sentarse; completamente avergonzado el castaño caminó hasta él y se sentó en su pierna, evitando la mirada de Jungkook — Es obediente —

— Ya veo — murmuró Jungkook, mirando de arriba a abajo a Tae — He estado mirándolo un tiempo. Me gusta —

Taehyung tragó pesado, las palabras del menor parecían dirigidas hacía él y quiso soltarse a llorar por la mezcla de emociones que estaba acumulándose en su pecho.

Se sintió asqueroso cuando su jefe comenzó a acariciar sin ningún descaro sus piernas.

Jungkook de pronto salió de su excitación, no le gustaba la forma en que aquel hombre tocaba a Tae, buscó inconscientemente el rostro del chico, este no mostraba ningún brillo especial como el que horas atrás había presenciando. Aquello lo molestó demasiado y tuvo que apretar sus puños para no arrebatárselo y golpearlo en la cara.

— Tengo un precio fijo por él — le dijo el mayor — Verás, es virgen y con un rostro tan bonito como este creo que lo vale —

— ¿Cuanto quieres por dejarme tenerlo una noche en mi cama? — preguntó, Tae se giró a mirarlo, entrando en shock por las palabras pronunciadas.

¿De verdad era el mismo Jungkook que ese mismo día le había robado un beso?

Un par de lágrimas resbalaron por la mejillas del castaño pero se apresuró a limpiarlas, este movimiento no pasó inadvertido por el menor sin embargo no podía mostrarse sensible ahora.

— Quiero quinientos mil — soltó el hombre, Jeon hizo un ruidito de incredulidad.

— ¿Quinientos? Debe ser una muy buena perra — con cada palabra que Jungkook decía el corazón de Taehyung se estrujaba más y más, sentía que en cualquier momento se quedaría sin aire pues sentía una gran opresión en el pecho — Mmh... Te diré algo, en verdad tengo ganas de follarmelo así que... Te voy a dar un millón —

Aquél lugar se quedó en silencio, Tae no entendía muy bien que estaba pasando y sobre todo se preguntaba que clase de persona era Jungkook.

¿Cómo un niño podía estar involucrado en una mierda como aquella?

— ¿Vas a pagarme un millón de dólares por él?

— Si, lo haré. Pero tengo un par de condiciones — advirtió, el hombre guardó silencio dejándole hablar —Si te pago un millón de dólares voy a poder hacer lo que se me dé la puta gana ¿Entendido? —

— Bien, sólo lo quiero vivo, Jeon.

Taehyung quería gritar y salir corriendo de ahí, no tenía idea de lo que iba a pasar con él, no estaba listo para lo que fuera que le harían y mucho menos quería que fuera Jungkook.

— ¿Puedes irte ahora? Estoy un tanto ansioso — pidió el menor.

El hombre asintió y sin delicadeza dejó a Taehyung en el sofá, retirándose casi inmediatamente al tiempo que cerraba la puerta dejándolos sólos. Sólo entonces Tae se soltó a llorar silenciosamente mientras se abrazaba a si mismo.

— Taehyung...— el menor intentó acercarse pero fue rechazado automáticamente

— ¡No me toques! — pidió en un grito, su cuerpo comenzó a temblar involuntariamente y a Jungkook se le hizo un nudo en la garganta

— Taehyung, mírame. — pidió arrodillándose frente a él — Taehyung mírame, por favor — intentó tomar su rostro entre sus manos pero el mayor se rehusaba a mirarlo — ¡Mirame maldita sea! —

La voz demandante de Jungkook logró hacer que Tae le prestara atención, el menor tomó su rostro y acarició sus mejillas con sus pulgares, limpiando todo resto de lágrimas.

— ¿Que estás haciendo aquí, bebé? Tú no tienes... no... — su voz se quebró un poco y se aguanto las ganas de llorar, realmente el verlo en aquel estado y en aquel lugar le habían hecho hervir la sangre.

Aún que al principio Jungkook había experimentado un deseo irrefrenable por Taehyung, este se había convertido en rabia, había visto como todos los hombres asquerosos que estaban en el bar lo miraban, se sintió enfermo. Taehyung era precioso, por dentro y por fuera, claramente no debería estar en un mundo de mierda como ese.

— Perdón — susurró Tae, estaba demasiado avergonzado como para decir algo más — Perdoname, Jungkookie — Jeon lo silenció atrapando sus labios entre los propios, moviéndolos suavemente pues en esos momentos sentía que el mayor podría desmoronarse entre sus brazos.

Se separaron a causa de la falta de oxígeno, Jungkook pegó su frente con la de Tae, sus alientos se mezclaban por la cercanía y por un momento ambos se sintieron en calma.

— Vas a venir conmigo. No es una pregunta —

Ambos salieron del lugar, Taehyung iba envuelto en la chaqueta de Jungkook, este último argumentó que se sentiría más cómodo estando en su casa.

Lo tomó en sus brazos al salir del lugar y con muchísimo cuidado lo metió al auto.

— ¿Que estás haciendo, Jungkookie? — preguntó Taehyung demasiado confundido, el menor no respondió y se metió al auto. Condujo por aproximadamente una hora hasta llegar a un complejo de departamentos bastante elegantes.

— Aguarda aquí — murmuró Jungkook al estacionar el auto, abrió la puerta del copiloto y con la misma delicadeza de antes lo sacó sin bajarlo al suelo.

— ¿Sabes? Solamente pasé por un breve colapso mental, soy perfectamente capaz de caminar — dijo Taehyung, ahora se encontraba un poco más calmado en cuanto al pequeño shock que había experimentado, sin embargo la forma en que Jungkook lo estaba tratando le gustaba demasiado, la manera en que las manos del menor se amoldaban alrededor de su cuerpo era alucinante, cómo si estuvieran hechas para eso y nada más.

— ¿No escuchaste lo que dije hace un rato? Voy a hacer lo que quiera contigo, Kim Taehyung — Jungkook estaba peligrosamente cerca de su rostro, ambos estaban dentro del elevador y de pronto el mayor se sintió muy acalorado.

— Tengo muchas dudas sobre ti ahora, Jungkookie — el menor suspiró asintiendo y escondió su rostro en el cuello de Tae — Supongo que tú también las tienes respecto a mi —

— No voy a agobiarte con preguntas ahora, estos temas deberían ser hablados con bastante calma— susurró antes de acomodarlo entre sus brazos — La verdad es que ahora estoy algo ebrio, siendo sinceros creo que también hay alguna droga en mi sistema — Taehyung soltó una risita que endulzó los oídos del menor — Sólo déjame cuidarte está noche, Tae— las puertas del elevador se abrieron antes de que este pudiera responder.

El piso al que acababan de llegar era seguramente el penthouse y eso no hacía más que aumentar las dudas de Taehyung.

Apenas era un niño ¿Como era que tenía todas esas cosas? Cientos de teorías daban vueltas por su mente aturdiéndolo un poco, apenas fue consciente del momento en que ambos entraron a la habitación del menor.

Jungkook lo dejó en la cama y se paró frente a él, admirándolo por unos segundos.

— Voy a buscarte algo de ropa— el menor desapareció por un segundo, se había ido por un pasillo que, Taehyung dedujo, conducía al armario. Apareció por el mismo lugar llevando en sus manos lo que parecía ser un pantalón deportivo y una playera blanca de algodón. — Puedes cambiarte aquí, yo iré a la cocina — Tae asintió tímidamente pero obedeció al castaño y cambio su ropa de inmediato.

Una vez que estuvo fuera de la habitación tuvo que seguir el ruido que Jeon provocaba para encontrar la cocina, se acercó sigilosamente y se paró a su lado; Jungkook estaba preparando algo simple para que comiera y aquello le conmovió bastante.

— ¿El ramen está bien para ti? No planeaba que alguien se quedara aquí hoy así que no tengo mucha comida — se rascó la nuca con nerviosismo y miró al mayor esperando una respuesta

— Está bien, Kookie— le sonrió ampliamente, Jungkook asintió y siguió preparando todo — ¿Necesitas ayuda? —

— Dije que cuidaría de ti, Tae— murmuró entre risas

— ¿No soy yo quien debería cuidar de ti? Después de todo eres un niño pequeño aún — la sonrisa de Jungkook pareció esfumarse de pronto, se giró a mirar a Taehyung y apretó los labios en una mueca de descontento.

— No soy un niño pequeño, Taehyung — su voz sonó gruesa y demandante cosa que hizo que al mayor se le erizara la piel, asintió frenéticamente aceptando aquello sin decir nada.

Pasaron unos momentos en silencio hasta que Tae habló para que aquello no fuera incómodo.

— ¿Entonces debería llamarte hyung? — bromeó, Jungkook detuvo todo lo que estaba haciendo, omitió el hecho de que todo su cuerpo había sentido un escalofrío placentero al escuchar aquello

— Si, deberías llamarme así — dijo sonriendo, Taehyung se sonrojó ante la mirada de Jungkook pero supo disimularlo o al menos eso quería creer

Ambos cenaron tranquilamente, una vez que terminaron Jungkook se dejó caer en el sillón y palmeó su pierna suavemente para que Tae se sentara en ella; inmediatamente recordó que era el mismo gesto que el otro hombre había hecho, se disculpó, sin embargo el mayor terminó por sentarse en su regazo argumentando que aquello se sentía bien con él.

Tal vez aquello era completamente cierto o podía ser el alcohol que habían ingerido durante la cena, solo eran un par de copas de vino pero aún así, Jungkook no dudaba que tuviera algo que ver.

— Yo...Realmente no me gustó que aquel hombre te tocara así — confesó luego de un rato, podía sentir la respiración de Tae en su cuello y aquello lo encontraba jodidamente relajante

— ¿Por que? — susurró Tae levantando su mirada apenas mirándolo — Supongo que es normal que trate así a todos los que trabajamos ahí—

— No Tae, he visto a cientos de proxenetas tocar a sus mujeres frente a mi y puedo decirte que nunca había sentido tanto asco como hoy — le explicó mientras lo estrechaba contra su cuerpo — Sentí tanto maldito asco y aún así yo...Aún así yo me atreví a sentir celos. —

Taehyung apoyó sus manos contra el pecho del menor, mirándolo con confusión.

— ¿Celos?

Jungkook asintió mirándolo, su mirada viajo por todo su rostro deteniéndose un momento en sus labios, llevó una de sus manos al rostro ajeno y con su dedo pulgar delineó suavemente los labios de Taehyung.

— Si, Taehyung. Soy un maldito asqueroso ¿No? Me repugnaba la idea de que él te tocara pero yo quería hacer lo mismo — susurró sin dejar de acariciar sus labios, estaba casi en un trance totalmente perdido en ellos — ¿Lo soy, verdad? — Taehyung negó suavemente

— No lo eres — colocó su mano sobre la de Jungkook, disfrutando de aquellas caricias e inconscientemente buscando más de ellas — Yo también hubiera querido que fueras tú —

El menor no pudo reprimirse más y se incorporó en su lugar, tomando a Taehyung por la cintura acomodándolo para que quedase a horcajadas de él; se acercó lentamente a su rostro y dejó pequeños besos en sus mejillas.

— Por favor no me hagas sentir que estoy aprovechándome — suplicó contra sus labios, fue Tae quien terminó por acortar la casi inexistente distancia entre ellos.

El beso fue subiendo cada vez más de intensidad, conforme pasaban los segundos las manos de Jungkook no podían quedarse quietas y había comenzado a pasearlas por la espalda del mayor, de vez en vez se permitía colar una de ellas por debajo de la delgada tela que cubría el pecho de Taehyung causándole a este escalofríos que le recorrían de pies a cabeza.

— Kim Taehyung eres precioso ¿Sabías eso? — luego de tomar un poco de aire, Jeon comenzó a besar delicadamente el cuello de Tae, disfrutando de los suaves jadeos que salían de sus labios, embriagando sus oídos con esos sonidos que quería seguir escuchando.

Tae buscó casi con desesperación los labios de Jungkook, atrapándolos de nuevo en un hambriento beso, las manos del contrario ahora se encontraban masajeando su trasero de una forma que le parecía más que placentera; el mayor comenzó a descender por el cuello de Jeon, dejando marcas rojizas que probablemente no se quitarían en un tiempo, lentamente fue desabrochando cada uno de los botones de su camisa besando a su paso cada centímetro de la piel que quedaba expuesta. Una vez que terminó prosiguió a retirar el cinturón que en esos momentos le parecía demasiado estorboso, Jungkook le ayudó en esa tarea e incluso bajó rápidamente sus pantalones para facilitarle el trabajo.

Los ojos de Taehyung brillaron de lujuria al ver como la erección de Jungkook se marcaba perfectamente en la tela de su bóxer, acercó su rostro a la entrepierna del castaño y comenzó a pasear sus labios sobre esta provocándole un sinfín de jadeos, sin previo aviso Tae comenzó a retirar la última prenda que lo cubría, mirando el rostro de Kook una vez más.

— Por favor cuida de mi esta noche, hyung — la forma en que aquel simple honorífico había salido de los labios de Taehyung había bastado para hacerle perder la cordura, el mayor rápidamente empezó a masajear con una de sus manos toda la extensión de Jungkook, pasando ocasionalmente su lengua alrededor de esta.

— Dios, Taehyungie — llevó su mano a la cabeza del mayor para enterrar sus dedos entre las suaves hebras de su cabello, Tae metía gradualmente el miembro de Jungkook a su boca, usando su lengua en cada parte de él, logrando arrancarle más de un gemido al menor — Por favor, hazlo — suplicó, el castaño sonrió maliciosamente y tomó por completo el miembro con su boca, con lentitud comenzó a mover su cabeza de arriba a abajo, sacándolo por unos momentos para besar su glande y volver a lo que anteriormente hacía.

Jungkook sentía que estaba delirando, la boca de Taehyung se sentía jodidamente bien, era lo suficientemente caliente y húmeda como para hacer que el menor se sintiera en las nubes, su agarre en el cabello del chico se volvió cada vez más fuerte y no pudo darse cuenta cuando había sido que sus caderas se habían empezado a mover con un ritmo casi frenético que pretendía llegar profundamente dentro de su garganta.

— Joder, si. Así Taehyung — su voz se había vuelto ronca e incluso más demandante que antes. Poco le importaron las pequeñas lágrimas que se acumulaban en los ojos de Tae, pues sabía que el también lo estaba disfrutando, se movió un poco más rápido cuando sintió que estaba por alcanzar su primer orgasmo de la noche.

Taehyung se reprimía de darle atención a su ya dolorosa erección, la cual aún se mantenía aprisionada por la ropa interior. Lo único en lo que podía pensar ahora era en seguir obteniendo todos esos gemidos por parte del menor. Quería llevarlo a un estado de total placer.

No pasó mucho tiempo antes de que Jungkook terminara corriéndose dentro de su boca con un sonoro gemido, Tae le miró complacido al tiempo que limpiaba los rastros de semen que había escapado por la comisura de sus labios. El menor tomó su rostro entre sus manos y lo besó apasionadamente antes de tomarlo entre sus brazos, se levantó del sofá y caminó lentamente hasta su habitación. Con cuidado lo dejó sobre la cama llenando su rostro de besos, se encargó de despojar al mayor de su ropa, regalándole caricias placenteras mientras lo hacía; una vez que Tae estuvo completamente desnudo Jungkook tomó su erección entre sus manos, masturbandolo lentamente con el fin de llenar la habitación con los graves gemidos que abandonaban sus labios.

— Más — pidió con la voz entrecortada mientras sus caderas se movían ansiosas contra la mano de Jeon implorandole que no se detuviera — Hyung, más — Jungkook sintió un tirón en su miembro, realmente le encantaba que Tae lo llamara así.

Decidió que había sido suficiente y retiró su mano de la extensión de Taehyung, recibiendo a cambio un gruñido de protesta, se colocó sobre el mayor y comenzó a besarlo mientras sus erecciones rozaban entre si provocándoles un enorme placer.

Se detuvo por unos segundos para admirar al chico que tenía debajo. Era simplemente la vista más gloriosa que había tenido en su vida, la frente de Taehyung estaba cubierta por una fina capa de sudor, sus castaños cabellos se pegaban a esta dándole un aspecto incluso más atractivo, sus labios ahora rojizos a causa de los mordiscos, se encontraban entreabietos mientras de ellos salían los sonidos mas dulces que Kook había escuchado en su vida.

— ¿Estás completamente seguro de esto, Tae? — le preguntó una ultima vez, el mayor asintió convencido

— Por favoy, hyung. Por favor. — se movió a propósito para que sus miembros se volviesen a tocar. Jungkook lo besó y comenzó a descender hasta su entrepierna, en donde luego de lamer un poco trazó un húmedo camino hasta su entrada.

— Si te sientes incómodo debes decírmelo— advirtió.

Su lengua inició un recorrido por su entrada, jugueteando con ella como si fuera un dulce, danzando en círculos mientras con una de sus manos se encargaba de masajear su miembro.

Taehyung estaba temblando ante la explosión de sensaciones que la lengua de Jungkook le provocaba, nunca antes alguien le había tocado de esa forma y realmente comenzaba a dudar de si alguien podría hacerlo sentir así de bien otra vez; mordía sus labios para acallar sus gemidos, solamente quería escuchar el obsceno ruido producto del contacto entre su entrada y la lengua del menor.

Al parecer Jungkook se había percatado de lo que estaba haciendo así que se detuvo por un momento y lo miró.

— Déjame escucharte gemir, Taehyung — le ordenó y su mano hizo un movimiento sobre su miembro, el mayor soltó un fuerte gemido que hizo sonreír a Jeon — Buen chico — volvió a su posición anterior y siguió con lo suyo, luego de unos momentos le mostró dos dedos a Taehyung — Lamelos para mí — pidió.

El contrario obedeció sin rechistar y se metió ambos dedos a la boca, succionandolos igual que había hecho con el miembro de Jungkook hacía unos minutos, finalmente este retiro sus dedos y los llevó abajo, palpando con uno de ellos la entrada de Taehyung, este por inercia abrió más sus piernas.

Lentamente Jungkook fue empujando su dedo hacía dentro, Taehyung se sacudió mientras lloriqueaba por lo doloroso que era, el menor lo besó para disipar un poco aquella sensación, una vez que Tae había parecido acostumbrarse un poco a la intromisión comenzó a mover su dedo dentro de él, esta vez no se molestó en acallar sus gemidos y estos se habían vuelto cada vez más fuertes.

Jungkook metía y sacaba su dedo, extasiandose de ver como Tae se removía bajo su cuerpo, cuando creyó que era pertinente introdujo lentamente otro de sus dedos. La espalda de Taehyung se arqueó y mordió sus labios a tal grado de sangrarlos, inmediatamente el menor pasó su lengua por encima de estos limpiando la sangre. Siguió dilatando al menor, moviendo sus dedos en circulos, jadeando cada vez que las paredes de Tae se cerraban alrededor de ellos. Quería sentir eso mismo alrededor de su miembro, con esa imagen en la cabeza movió incluso con mas vehemencia sus dedos, parecía perdido en las expresiones que el mayor tenía plasmadas en el rostro.

— ¡Hyung! — aquel pequeño grito le indicó que había encontrado el punto correcto, desistió de volver a tocarlo pues si algo iba hacer correrse a Tae esa noche era exclusivamente su polla y nada más. — Hyung, ahí — suplicó pero Jungkook retiró sus dedos lentamente recibiendo a cambio un lloriqueo de inconformidad pues ahora se sentía vacío.

— Voy a darte algo mejor, bebé — susurró sobre sus labios, con cuidado acomodó sus piernas alrededor de la propia cadera e hizo un suave vaivén causando fricción entre sus miembros; luego tomó su propia erección y la llevó a la entrada de Tae, rozándola un poco con la punta y simulando embestidas que acabaron con la paciencia del mayor.

— Por favor — suplicó moviendo sus caderas, Jungkook lo miró y se mordió el labio, suspiró y volvió a besarlo.

— ¿Que es lo que quiere mi bebé? — preguntó siguiendo con su juego de molestarlo, Tae murmuró incoherencias sintiendo la cabeza del miembro de Jeon presionando su entrada — Dime, Tae. —

— Por favor follame, hyung— suplicó con voz entrecortada, aquello fue suficiente, Jungkook lentamente fue introduciéndose en él, pequeñas lágrimas salieron de sus ojos mientras sentía como sus paredes intentaban amoldarse al nuevo intruso que, para ser sinceros no era nada pequeño.

Luego de unos momentos logró acostumbrarse y miró a Kook para dejárselo saber.

— Voy a hacer que te sientas bien — le prometió antes de besarlo y realizar su primera embestida, sacando el primer gemido, se movió lentamente, entrando y saliendo de Taehyung mientras este seguía retorciéndose por todo lo que sentía en esos momentos, las manos de Jungkook se aferraban a su cintura, aquella habitación había sido inundada por los gemidos de ambos y el sonido de su piel chocando entre si. — Tae... Ah Tae eres perfecto — habló mientras seguía penetrandolo con lentitud

— M—más rápido — pidió, el menor no desobedeció y comenzó a elevar la velocidad de sus movimientos, pronto Taehyung estaba gimiendo incontrolablemente mientras Jungkook intentaba encontrar ese punto que le haría ver estrellas, sintió como las paredes de Tae se cerraban alrededor de su miembro y gimió suavemente.

Taehyung se sentía tan bien, era tan estrecho y cálido que le volvía loco. Nunca antes había disfrutado tanto tener sexo, realmente en esos momentos no quería follarse a nadie más que a Tae, porque le estaba llevando a un placer incomparable. Sin darse cuenta sus movimientos se habían vuelto mucho más rápidos y por consecuencia los gemidos de Tae habían subido de intensidad

— Hyung, ahí — el grito de Taehyung le hizo continuar con sus embestidas, golpeando cada vez aquel punto que lo volvía loco — Ahí, hyung. Ahí — las caderas del mayor se movían buscando aún más profundidad en las penetraciones, su cuerpo estaba temblando y Jungkook no creía poder aguantar más, con unas embestidas más terminó por correrse dentro de Tae, este al sentir el cálido líquido que lo había llenado no pudo evitar imitarlo, manchando su abdomen al hacerlo.

Con las respiraciones agitadas, el menor se dejó caer sobre el pecho de Taehyung, lo besó repetidas veces y con cuidado lo acomodó para limpiar el desastre que había en su torso, después lo ayudo a meterse a las cobijas.

Taehyung se acurruca contra el pecho de Jungkook y dejó que este le envolviera con sus brazos.

— Gracias — susurró el menor cerca de su oído, no podía creer que este le estuviera agradeciendo, seguramente por dejarlo ser el primero en su vida

— Jungkookie... ¿Por que pagaste por mi? No era necesario que pagaras más de lo que te pedían — le preguntó, había cierta decepción en su voz y es que Taehyung temía que después de eso no volvieran a verse, Jeon tomó su mentón y le obligó a mirarlo

— De otra forma no hubiera podido sacarte de allí —susurró — Tú eres un hombre de un millón de dolares e incluso más. Quiero que sepas que no voy a dejarte ir, pagué mucho por ti y ahora quiero que estés siempre entre mis brazos ¿Podrías quedarte? — lo besó una vez más, está vez con tranquilidad, disfrutando de aquello.

— Voy a quedarme, hyung— aseguró sonriendo

Jungkook en esos momentos juró que no necesitaba más que a Taehyung entre sus brazos llamándolo de aquella forma. Podrían decirle que había perdido todo su dinero pero mientras tuviera a Tae estaría agradecido.

Jungkook sabía que tendría que amezar y matar a unas cuantas personas pero no le importaba, mantendría a Taehyung a su lado sin importar lo que costara.

Por dos meses ambos mantuvieron su relación con el mayor visitando con frecuencia el apartamento de Jungkook y este visitándolo a la salida de la escuela. Sin embargo luego de hablarlo seriamente habían decidido que Tae se mudaría al departamento del menor, diciéndole a su madre que había ganado una beca de intercambio al extranjero.

Fue así como terminaron viviendo juntos, disfrutando uno del otro, viviendo todos los días experiencias nuevas pues ninguno de los dos había experimentado nada de eso.

Pero Jungkook estaba tan enamorado de su chico del millón de dólares que no planeaba dejarlo ir nunca y Taehyung no pensaba irse. 



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro