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Chunghee dejó escapar un suspiro involuntario cuando dejó caer su cuerpo en aquel banco de madera.

Fue justo por eso que sus propios pasos lo guiaron hasta el interior del jardín, con la intención de buscar algo de paz. El gran invernadero lo protegía de la intensa lluvia que lo sorprendió repentinamente, ahora tenía que esperar a que la tormenta pasara.

En realidad solo quería un poco de libertad, alejarse aunque sea un momento de su tío, si fuera por él de seguro le pondría una cuerda en su cuello para arrastrarlo a todas partes, Chunghee no desperdicio ni la primera oportunidad para escaparse aunque sea unos minutos.

Ya luego lidiaría con los sermones de su tío, ahora sólo quería disfrutar de la soledad.

Se pregunta si la tormenta terminaría pronto, sus azulados ojos miran hacia arriba, encontrándose con el techo de cristal el cual es impactado por las gruesas gotas de lluvia que caen sin cesar provocando un sonido agradable, el cielo está oscuro y cerrado y aunque intente buscarle el lado positivo el frío no lo deja pensar con claridad.

No sabe cuánto tiempo se mantiene mirando hacia arriba, pero sabe que ya es suficiente cuando siente un leve ardor en su nuca.

Regresa su vista al frente pero un grito de sorpresa mezclado con espanto escapa de sus labios cuando se encuentra con la mirada gatuna del príncipe, este está a unos pasos de él, ¿en qué momento había aparecido?

─ Lamento haberte asustado, no era mi intención ─ el menor menciona totalmente avergonzado, sobre todo al contemplar la reacción del doncel, su cara está pálida y mantiene su mano en su pecho.

aparte el estruendo de los truenos justo en ese momento no ayuda en nada, solo ponen las cosas en su contra.

Chunghee cerró los ojos y respiro profundo, sentía que su corazón escaparía de su pecho en cualquier momento.

─ ¿E-estas bien? ─ preguntó con preocupación, el mayor asintió de forma lenta no logrando convencer para nada al príncipe, sin embargo solo se quedó ahí en silencio observandolo con aflicción.

Ok, tal vez llegarle cuando este estaba distraído fue mala idea pero nunca imaginó que el doncel tendría esa reacción cuando lo mirara, Quizá su cara era el problema; o la consciencia del doncel no andaba tan limpia que digamos, negó con la cabeza eliminando esos pensamientos que no tenían sentido.

Finalmente el mayor abrió los ojos cristalinos, Daehyung estaba más que atento a lo que el mayor haría, sin embargo este solo le sonrió débilmente; había notado la palpable preocupación en los aún aniñados ojos del príncipe y no entiende el porque sintió la necesidad de regalarle una sonrisa tranquilizadora.

─ Estoy bien... solo no esperaba que apareciera de esta manera ─ fue sincero, según él estaba solo.

─ Perdón, la tormenta me sorprendió y me refugié aquí adentro ─ al parecer los había sorprendido a ambos, Daehyun de pronto se comienza a sentir nervioso al darse cuenta que están solos y encerrados en medio de una tormenta.

─ Ya veo... ─ coloca un mechón de cabello detrás de su oreja, un hábito muy normal de su parte ─ quiere sentarse ─ palmeo el espacio libre del banco en el que estaba sentado, después de todo tenía que matar el tiempo en lo que pasa la tormenta.

Además el príncipe podría brindarle información sobre el rey, quizá este le comente algo que pueda servirle para atraer a Yoongi, pues tiene que aceptarlo, agradarle al rey está siendo más difícil de lo que creyó. Su tío le dice que utilice sus encantos, pero nada ha funcionado hasta ahora.

Observó como el menor obedecía y un poco cohibido se sentaba en el mismo lugar, conservando la distancia para no incomodarlo.

El doncel admitía que hijo y padre eran muy parecidos en apariencia, pero sus personalidades eran tan opuestas, pues mientras que Min Yoongi intimidada solo con una simple mirada y te hacía bajar la cabeza en sumisión, el príncipe poseía una mirada cálida y blanda, la cual haciendo juego con su sonrisa te hacía sentir tranquilo, Yoongi es un hombre frío y hasta calculador, Daehyung parece ser una persona amable y justa.

─ ¿Te duelen? ─

─ ¿Eh? ─ había estado tan sumido en sus pensamientos que por un segundo olvido que no estaba solo.

─ Los rasguños en tu rostro ─ apuntó el área mencionada, Chunghee sonrió incómodo al recordar que su cara aún seguía un poco maltratada.

Sintió un poco de vergüenza y de alguna manera quiso cubrirse, no importa cuanto maquillaje pusiera, siempre se le podían ver las marcas, quizá este era su castigo, de cualquier forma quería curarse lo más rápido posible.

Las cremas que se aplicaba todas las noches no estaban haciendo efecto al parecer.

─ No es nada, ya están sanando ─ se encogió de hombros.

─ ¿Puedo preguntar algo? ─ dijo mirando hacia otro lado.

─ Claro ─

─ Deseas enserio casarte con mi padre ─

Chunghee ladeo su cabeza, mientras analizaba la pregunta del menor, ¿desearlo? Bueno, le habían prometido tantas cosas que esta vida le traería, que simplemente se fue haciendo a la idea, lo aceptó y ahora cree que es lo que quiere.

─ Diría que sí... ─ incluso el mismo se sorprendió por lo poco convencido que se escuchó.

─ Mmm..

─ ¿Por qué lo pregunta? ─ la curiosidad en su tono era palpable, Daehyun lo miró directamente a los ojos, ojos que para su ver estaban inundados de inseguridades, aunque el color azul llamaba bastante la atención de cualquiera, el príncipe miró más a profundidad, algo que nadie se había tomado la molestia de hacer.

El doncel sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando la mirada gatuna del príncipe estuvo sobre la suya, había algo diferente esta vez, era como si se encontrara desnudo frente al menor y este pudiera ver a través de él.

Tragl hondo, sintiéndose incómodo y cohibido.

─ Pensé que estabas viviendo el sueño de alguien más ─

Chunghee abrió la boca pero ni una sola palabra salió de esta, el comentario del príncipe aún hacía eco en su cabeza provocando unas horribles ganas de llorar, había un vacío en su interior el cual desde la última discusión con Jimin comenzaba a ser notado.

Pero se rehusaba a abrir los ojos, había creado una barrera en su interior, no dejando que las emociones lo afectarán y cruzaran la línea, aferrándose a la meta de ser rey, de casarse con Yoongi y gobernar a su lado, era el motivo por el cual seguía adelante, su tío se lo había repetido tantas veces y él se había cerrado a esa idea.

Lo único que hizo fue negar con la cabeza, pero Daehyun pudo ver la gran batalla mental reflejada en sus ojos.







Jimin observaba las gotas caer a través de su ventana, su pequeña nariz estaba roja y fría por en clima, al igual que sus pálidas mejillas, sus ojitos cristalinos parpadeaban de vez en cuando al mismo tiempo que los rayos iluminaban el cielo.

La tormenta fue repentina y desagradable para muchos, sin embargo para el pequeño Doncel no era algo por lo cual tendría que quejarse.

Total, su vida ya no podía ser más gris de lo que se había vuelto los últimos días.

La frialdad de Yoongi se ha vuelto algo normal, más cuando se trata de él, ha notado veces en las que el mayor se encuentra con una sonrisa de oreja a oreja pero al notar su presencia esa sonrisa se borra inmediatamente, reemplazandola por la misma expresión fría y sería.

Y por más que intente ocultar el dolor que dicha acción provoca es inútil, ¿tanto le desagrada su presencia? Al punto de amargarle el día.

Mira hacia abajo y muerde su labio, sus ojos pican pero se niega a llorar.

La puerta se abre repentinamente, quiere esconderse al pensar que se podría tratar de Yoongi, pero antes de salir corriendo la cálida sonrisa de Yoonah lo tranquiliza, robándole un suspiro de alivio.

─ Hola pequeño Jimin, me enteré por boca de tus damas que tenías un poco de fiebre ─ la mujer se acerca con un tipo de remedio en sus manos, parece un té, pero por su olor descarta esa posibilidad.

El olor le desagrada y su estómago se revuelve furiosamente, probocandole náuseas.

─ Fue preparado por un enfermero, necesitas cuidarte ─ la mujer lo dejó a una buena distancia, para después caminar hacia el Doncel quien a simple vista lucía pálido y decaído, incluso el brillo de sus ojos había desaparecido, sabía el porqué de eso, sin embargo no podía hacer nada al respecto.

─ Estoy bien Noona ─ debería estarlo, no dejar que el trato de Yoongi lo siga afectando emocionalmente.

Antes de que Yoongi llegará a su vida de una manera tan cruel y desagradable él era una persona alegre y extrovertida, su única preocupación era que su madre mejorará y llevar alimento a su hogar, fuera de eso él era feliz, si antes estaba bien, ahora también lo estaría.

La única diferencia es que al menos antes no se sentía tan solo, su madre ya no está y aunque hace tiempo que se había resignado a no volver a verla, justo en estos momentos es donde más la extraña y necesita de un abrazo.

Una suave mano se podrá sobre su frente, Yoonah quiere saber qué tan alta tiene la temperatura, al sentir el calor en en el menor, sus labios en una mueca de desagrado.

─ No parece que estés tan bien ─ niega y aparta su mano ─ te has enfermado, tomate esto ─ vuelve a tomar la tasa que descansa sobre la mesa.

─ Eso huele feo ─ Jimin se levanta de su asiento y se niega a tomarlo.

─ Jimin es para que mejores ─ la mujer hablaba con una paciencia enorme, sin embargo Jimin se rehusaba rotundamente, de que le servía tomarlo si después lo terminaría vomitando, era obvio que lo haría, incluso ahora estaba haciendo un gran sacrificio para no hacerlo.

─ Has de cuenta que se trata de jugo de uvas ─ bromeó la mujer, sin embargo para Jimin no era gracioso ─ si lo tomas te darás cuenta que el sabor no es tan desagradable ─

A Jimin no le importaba armar un berrinche, con tal de no tomarlo, estaba decidido no lo bebería nadie lo obligaría.

Finalmente la mayor se rindió, era caso perdido seguir peleando con el menor, suspirando dejó de lado el remedio y se sentó junto con Jimin, este se había acostado en la cama pero apoyando su espalda en el respaldar, cubriendo la parte inferior de su cuerpo con la sabana debido al frío.

─ Jimin se que esto te parecerá raro pero no odies a Yoongi, se que en estos momentos no está actuando de la mejor manera, pero creeme cuando te digo que no actúa por maldad, solo es un hombre el cual jamás ha experimentado sentimientos fuertes hacia una persona, todo esto es nuevo para él ─ no lo justificaba pero es consciente que Yoongi no tiene experiencias en el aspecto de lidiar con sus emociones, toda la vida ha resuelto los problemas por sus propios méritos y conocimientos, no mostrando compasión en ocasiones, solo espera que cuando se venga a dar cuenta de lo mal que está actuando no sea demasiado tarde.

─ Lo único que el rey ha demostrado es ser una persona carente de empatía, nada justifica su dura reacción, si me considera un estorbo y se avergüenza de mi comportamiento, entonces que me deje ser libre, él era sabedor desde un principio el tipo de persona que era, de dónde venía, no pienso ser alguien que no soy sólo porque así lo desea su majestad ─ había tanto dolor y resentimiento en su voz, incluso sus ojos se vieron cristalinos, ante la amenaza de un involuntario llanto.

─ Se que todas las noches tiene encuentros sexuales con otros hombres, eso me da a entender que mi sufrimiento a él no le importa ─ dolía aceptarlo pero era cierto, ¿para que darse falsas ilusiones? Muchas veces había visto salir a sus amantes de su habitación, no necesita ser sabio para saber lo que hacía con ellos ahí adentro.

Lo mismo que le hacia el, fue estúpido al creer que con el era distinto.















✨✨Capítulo sorpresa por el aniversario de los reyes💜💜

Una pequeña aclaración: Jimin es como el primer amor de Yoongi, su esposa no cuenta, digamos que a ella solo le tuvo cariño por los años vividos a su lado; los cuales fueron más de dies, también por darle un hijo, cuando se casó a la edad de 16 años lo hizo por obligación, fue un matrimonio arreglado del cual el estuvo de acuerdo, sin embargo todos los sentimientos que le está haciendo sentir Jimin son totalmente nuevos para el, por eso es que actúa como idiota, ¿si me explicó?

Nos leemos luego, añioo.

12/06/21.








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