Capítulo 12

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          Jungkook estaba en su estudio, rodeado de documentos en su escritorio, cuando escuchó el timbre de la puerta principal. La pizza que había pedido estaba llegando, al parecer. Miró los papeles que había revisado inútilmente una y otra vez, suspiró con pesadez y salió a abrir al repartidor.

          Había pasado cerca de una semana desde el celo de Jimin, y tres días desde que se había incorporado al trabajo. Justificó el parche en su cuello como una contractura muscular cuando Namjoon preguntó, la marca era un secreto. No se trataba de confiar o no, solo no venía al caso, era algo entre Jimin y él.

          La situación de Yoongi lo había tomado por sorpresa y lo dejó preocupado, pero el propio Min desestimó sus inquietudes. En una llamada telefónica, probablemente entre olas de calor, le garantizó que estaba en casa, seguro y acompañado. JK dudó, pues el omega siempre había pasado sus celos solo desde que lo conocía. Pero, tratándose de Yoongi, no aceptaría a cualquiera, así que no insistió más, tampoco tenía derecho a hacerlo.

          Los días habían sido convulsos. No se encontraba evidencia de la relación entre el tráfico y prostitución de omegas, con el presunto uso de Beowulf, más que la convergencia de lugares. Al no haber prueba de la droga propiamente dicha, lobos con restos o efectos en sus sistemas, u omegas que atestiguaran haber sido sometidos por algún alfa transformado, todos los esfuerzos guiaban a un callejón sin salida.

          A este paso, la investigación pasaría al Departamento de Narcóticos y terminaría apilada junto con el resto de expedientes de casos abiertos. No era que Jungkook no confiase en ellos, siempre hacían un buen trabajo, empezando por Jung Hoseok, hermano de Jiwoo y su gran amigo, en quien confiaba plenamente. Más que nada, Jeon estaba lleno de auto reproche. Sentía en sus huesos que había una conexión, simplemente no tenía cómo demostrarla. Sin embargo, las piezas de información, aunque aisladas, estaban en su cabeza, otra persona no contaría con los mismos detalles, experiencias y perspectivas. Quería ser él quien resolviera este caso.

          Rumbo a la puerta, con dinero en mano, vio a Jimin en el sofá, mirando Netflix. Los hematomas habían ido desapareciendo, y ahora los vendajes eran más pequeños, las heridas iban sanando con buen ritmo y apenas sangraban. Tendría muchas cicatrices, pero al menos estaría con vida.

          —Llegó nuestra cena —dijo Jeon, rumbo al pasillo de la entrada principal.

          —¿Hawaiana? —preguntó Jimin.

          —Y Coca Cola, tal y como hablamos esta mañana.

          Jimin estaba bastante mejor. El dolor era mucho más tolerable, permitiéndole caminar un poco y estar fuera de la cama. En esta semana, la presencia silenciosa del joven Park se había vuelto una constante cómoda y cotidiana para Jungkook. El día siguiente al celo, un silencio prolongado, pero no incómodo, había prevalecido entre ellos. Sus acciones, con la mente clara, se estaban asentando en sus mentes. Sin embargo, con la misma simpleza que determinaron mantenerlo durante el celo, lo dejaron atrás como algo necesario.

          En pocos días, Jungkook había aprendido tanto sobre Jimin, que sentía que se conocían desde hace mucho. Había visto al joven que disfrutaba de juegos de mesa, siendo Jeon derrotado en todos los partidos. Supo que le gustaba ir a los bolos y a ver películas de distintos géneros en las salas de cine. Conoció al fanático de la comida china, en la misma medida que de la pizza con piña y las gaseosas. Pero, del mismo modo, había sido testigo del hombre profesional de mirada seria, que no dejaba de ver las noticias, revisaba la Bolsa de Valores y temas de economía e inversión. Y tenía sentido, Jimin era estudiante de último año de Administración y el heredero de una de las empresas más prominentes de la capital, más allá de la renuencia de su padre.

          —Vamos a comer, mientras todavía está caliente —dijo Jeon, dejando la caja en la mesita de centro—. Voy por unos vasos.

          —Huele delicioso. —Jimin la destapó—. Todo este jamón y queso extra va a ir directo a tu abdomen, no es fácil digerir las grasas después de cierta edad.

          —¿Es ese el pretexto para comerte una rebanada extra? —se defendió, regresando de la cocina.

          —¿Me descubriste? —Se rio.

          Bromear y pasar tiempo juntos era tan natural. Era todo tan fácil entre ellos, que parecía mentira que fueran dos alfas bajo el mismo techo.

          —¿Pasa algo? Has estado todo el tiempo entre papeles desde que llegaste, y no saliste con buena cara de tu estudio.

          —Las cosas se nos están yendo de las manos. —Se pasó las manos por la cara y el pelo, frustrado—. No tenemos evidencia contundente para nuestra rama. A este paso, el caso se le entregará a otro departamento. Y si ellos no logran nada, podría hasta llegar al FBI. Es complicado.

          —Beowulf es una página negra en la historia de este país, y de todo el mundo. Supongo que la sola posibilidad de que se trate de eso, hace que las implicaciones lleguen tan lejos.

          Sí, Jungkook le había contado. En un momento de desesperación, superado por sus propios pensamientos y teorías sin salida, había cedido a la calidez de la preocupación de Jimin. Cuando abrió la boca, ya no fue capaz de parar. La confianza transmitida a través del lazo había sido tanta, que se relajó en demasía. No se arrepentía. Jimin era un buen oyente y muy inteligente, le seguía el ritmo con las deducciones y hacía buenas observaciones.

          —Pero sé que hay algo. No es un incidente separado al tráfico. Simplemente, no sé cómo probarlo. En nuestro campo, la intuición no es suficiente. Por más que nuestros instintos sean acertados, se necesitan pruebas concretas.

          —¿Qué tiempo les queda?

          —¿Antes de entregar el caso? Si no tenemos nada para el final del día mañana, estamos fuera. —Jungkook miró la pizza sin tocar en la mesa—. Lo siento. La cena no debería ser hora de discutir estas cosas. Comamos, no dejemos que se enfríe más.

          —Sí —concordó, aceptando el cambio de tema—. No pagamos el servicio turbo en vano.

          Gimieron de placer en el primer mordisco, estaba tan deliciosa como habían anticipado. Comieron en silencio la primera rebanada, solo concentrándose en los sabores y degustando. Luego de unos minutos, con la segunda porción a medio comer, Jimin habló:

          —Jungkook, quería pedirte un favor.

          —Te escucho. —Jeon puso toda su atención en él, era la primera vez que Jimin le solicitaba algo—. ¿Qué necesitas?

          —Sé que no estoy en la mejor posición y que tengo que permanecer oculto. No tengo idea de cómo reaccionó mi padre, o si está investigando mi paradero. No he visto ninguna noticia, o algo similar, relacionado conmigo. Asumo que está expectante o buscándome.

          —¿A dónde quieres llegar? —Una piedra de incomodidad se instaló en el estómago de Jungkook.

          —No puedo permanecer aquí, sin ningún plan, por demasiado tiempo. Si mi padre me encuentra, estarás en riesgo. No quiero involucrarte.

          —Jimin, lamento recordarte que desde el preciso instante en que regresé por ti en Underground, estoy involucrado.

          Jimin suspiró.

          —Aunque así sea, no significa que puedo estar aquí eternamente, encerrado, viviendo de tu caridad y sin seguir adelante con mi vida.

          —No me molestaría, puedo hacerme cargo. —Jeon se arrepintió de sus palabras en el preciso instante que salieron de su boca—. Lo siento, no quise dar a entender que...

          —Lo sé.

          —Es que, desde que te encontré, te he sentido al borde de la muerte frente a mí por lo menos tres veces. De algún modo extraño, me siento responsable de ti. Pero entiendo que eres un alfa. Un hombre adulto con una vida que va más allá de estar encerrado en una casa, viendo los días pasar. Lo lamento, me avergüenza solo haber tenido esa idea.

          —Si hay alguien de los dos con motivos de sobra para estar avergonzado, soy yo. En poco más de una semana has visto todas mis peores versiones. Esta amistad y estos momentos domésticos se sienten más agradables de lo que me gustaría admitir, pero tengo una vida que recuperar.

          —¿Algún plan?

          —Luchar por ello. —El fulgor de la determinación centelleó en la mirada de Jimin—. Cuando desperté aquí, después de lo que pasó en el hospital, la ira no me dejaba pensar. Todos mis pensamientos acababan en querer morder la garganta de mi propio padre hasta desgarrarla. Jamás imaginé que ese tipo de ideas habitaría en mí.

          »Pero el dolor consumía demasiada energía. Luego pasó lo de mi celo y empecé a mejorar poco a poco. Tu compañía me ayudó a estar calmado y logré usar el tiempo libre para reflexionar y planificar, con la cabeza fría.

          —Asumo que encontraste una solución con la que estás conforme.

          —Sí, lo hice. Pero para eso necesito tiempo, información y contactos. Antes de ser secuestrado, tenía un plan que me daría más libertad e independencia. Si juego bien mis cartas y tomo parte de mi plan anterior, teniendo en cuenta la información que he revisado estos días, podría crear una posición segura para mí.

          »No me he comunicado con nadie, ni he tomado acciones drásticas en este último par de días, a pesar de sentirme mejor. Nos considero amigos, no quiero perjudicarte. Por eso quería consultarte primero.

          —Asumiendo que Park Minhyuk te está buscando, no podemos arriesgarnos a que te rastree. Pero puedo buscar una manera segura para que obtengas lo que necesitas.

          —Entonces, creo que debo empezar a ponerte al tanto. Has confiado en mí, quiero ser recíproco. No puedo involucrarte y mantenerte a ciegas.

          Comedido, previsor y precavido, que calcula ganancias y planifica cuidadosamente sus movimientos. Un escalofrío de admiración puso a Jeon la piel de gallina por un instante. ¿Cuántas facetas más tenía Park Jimin para mostrar? Se veía deslumbrante a sus ojos.

─━━━⊱✿⊰━━━─

          A pesar de quedar una jornada laboral para encontrar pruebas y proseguir con el caso, un aire de derrota, mezclado con ira, soplaba en el Departamento de Homicidios. En silencio, todos parecían haberse resignado a quedarse fuera, aunque solo se trataba del enojo siendo retenido para no filtrarse al exterior. Sin embargo, el olor amargo y las feromonas pesadas y enojadas dejaban clara la posición de un Departamento que se había comprometido a luchar unido, pero estaba siendo asediado por la derrota.

          —¿Encontraste algo? —cuestionó Jeon, en cuanto vio a Namjoon entrar a su oficina.

          —Nada. Y créeme que revisé a fondo. —Señaló sus ojeras—. Soyeon mandó café extra fuerte para ti. —Le puso el vaso en el escritorio—. Dice que si trasnochaste como yo, también necesitarás cafeína extra.

          —¿Qué es tu esposa? ¿Un ángel? —Dio un largo primer sorbo, gimiendo de placer al sentir el calor bajar por su garganta—. Yo tampoco tuve suerte en mi búsqueda. No hay archivo que no haya revisado, pero a pesar de no haber nada contundente, mi instinto no deja de decirme que hay una conexión.

          —Probablemente no se trata de que estemos pasando algo por alto, sino de que ese algo, nunca ha estado. Cuando miras las escenas del crimen y la evidencia circunstancial, todo indica que aunque no esté sucediendo ahora, ha pasado. Al menos a nuestros ojos, que estuvimos allí.

          —¿También estás de acuerdo en que todo está conectado?

          —No tengo dudas —aseguró Namjoon—. Sabes que tengo tanta confianza en tus instintos como si fueran míos. Pero todo parece indicar que nos enfrentamos a un experto en borrar su rastro y trabajar limpio.

          —Y, claramente, ese alguien no trabaja solo si puede borrar su rastro con tanta eficacia, a pesar de la envergadura. —Jungkook frunció el ceño, pensativo—. ¿Alguna organización criminal? ¿La mafia?

          —Quizás. Si controlan el tráfico de omegas y drogas, Beowulf podría ser una de ellas. Pero... Ni la mafia trabaja tan limpio. Hemos lidiado con ellos otras veces, sabes a qué me refiero.

          —¿Habrá algún nuevo eslabón en la cadena criminal que estamos ignorando? Si así fuera, ¿desde cuándo existe? ¿Qué tanto poder tiene? —Jeon despeinó su cabello—. ¡Mierda! Todo es un laberinto. Me da más dolor de cabeza de solo pensarlo.

          Pensar más posibilidades, traía más dolores de cabeza y callejones sin salida. La situación, sin importar el enfoque, parecía estar destinada a irse de sus manos. El simple hecho de pensar en tener a la mafia involucrada, o alguna nueva organización criminal demasiado eficiente, era peor que la situación actual. Era más fácil creerse locos y ver cosas donde no las había, que admitir algo a tan gran escala. Por suerte o desgracia, ambos se enorgullecían de verse como locos. Esa supuesta locura, a la que preferían llamar olfato de detective, había sido crucial para resolver numerosos casos aparentemente imposibles.

          —Kim, Jeon —llamó Jackson, entrando velozmente sin siquiera tocar—. Tienen trabajo.

          —Señor. —Se levantaron al unísono.

          —Recibimos una llamada de unos cazadores sobre movimientos sospechosos a las afueras de la ciudad. Sus palabras exactas fueron: «parece que llevaran un cadáver». La localización coincide con un radio cercano a Underground. Ustedes fueron los encargados de la investigación en la zona, lo dejo en sus manos. No pasen nada por alto —enfatizó.

          —Sí, señor —respondieron vigorosamente y se marcharon.

          En camino al sitio señalado, ya a las afueras, la mente de Jungkook vagaba entre recuerdos evocados por el paisaje. Las zonas boscosas de Seúl eran bastante parecidas, en cuanto al tipo de vegetación y características del terreno. Se parecía demasiado a los sitios que solía visitar con su padre alfa, en su niñez, cuando lo llevaba de cacería. Ya había perdido la cuenta de los años transcurridos, pero eran muchos. Todo había cambiado desde que su padre omega fuera secuestrado de su cabaña, y hubieran encontrado su cadáver maltrecho solo varios días después, demasiado tarde.

          Jeon suspiró. Ahora solo quedaban recuerdos dolorosos y pesadillas intermitentes que, agradecía, parecían haberse detenido últimamente. De su padre, quien había sido un gran alfa también al servicio de la ley, solo quedaba un caparazón vacío con una precaria llama de vida, en espera de extinguirse. Si no fuera por la cuidadora beta, Jungkook no podría trabajar tranquilo; le llegaban mensajes con informes semanales del estado de su progenitor. Con todo el trabajo y los sucesos recientes, hacía cerca de un mes que no lo visitaba. Debía pasar pronto.

          —A partir de aquí toca ir a pie, al parecer —habló Namjoon.

          Cuando Jungkook levantó la vista y salió de sus pensamientos, notó que el camino de tierra por el que llevaban varios minutos adentrándose entre los árboles, se había terminado. Bajaron del auto y miraron a su alrededor, en busca de la dirección a la que debían dirigirse.

          —Es por aquí, vamos. —Jeon se adelantó, direccionándose hacia su derecha sin vacilar.

          —¿Otra de esas cosas de cazador? —interrogó Namjoon retóricamente, sabía que su compañero tenía experiencia.

          —Eso y el GPS.

          Caminaron por un rato, atentos a su entorno y desplazándose con sigilo. Más allá de los rastros iniciales que los guiaron por la ruta usual que usaban los cazadores para entrar al bosque, no parecía haber nada que señalara una presencia humana reciente, además de la de ellos.

          —Esto es raro... —Jungkook miró a su alrededor con cautela—. Debería ser por esta área, según el reporte a la estación.

          —¿Estás seguro de que no nos equivocamos en el camino aquí? Hemos dado varios giros. —Namjoon se paró a su lado y respiró profundo, intentando captar algún aroma—. No se siente ningún olor, aparte del nuestro.

          —Aprendí bien lo básico, estoy seguro. También lo acabo de corroborar con el GPS, otra vez. Estamos en el lugar correcto.

          —Puede que estemos tratando con alguien experimentado y haya borrado su rastro al irse. Es la única explicación que encuentro, dado que no hay otra presencia cercana alrededor.

          —Es la posibilidad más razonable —coincidió Jungkook—. Estamos solos, separémonos para cubrir más terreno. Si encontramos algún sospechoso o evidencia, nos ponemos en espera y nos contactamos.

          —Bien. También reportémonos cada quince minutos, aunque no hayamos encontrado nada. Ser precavido nunca está de más.

          Era una propuesta inteligente, pensada de inmediato por Namjoon, de seguro avalada por su experiencia. Sin importar el tamaño o la peligrosidad de una misión, el contacto regular era un requisito primordial; de faltar, automáticamente se asumiría que algo andaba mal y se tomarían medidas en consecuencia.

          Ambos tomaron rutas distintas y se adentraron entre los árboles. Por suerte, a pesar de ser una zona boscosa, el terreno era mayormente llano, permitiéndoles avanzar con más seguridad y velocidad.

          Casi pasaban quince minutos y era hora de reportarse. Namjoon se encontraba mirando cada detalle como un halcón. No había nada fuera de lugar. ¿Es que en el último mes Seúl se había llenado de escapistas expertos? No, eso no era posible. Kim y Jeon eran excepcionalmente buenos en trabajo de campo, reconocidos a nivel nacional, no podía ser que no hubiese nada.

          —¿Siquiera hubo algo, en primer lugar?

          —Acertaste —susurró una voz a sus espaldas. Le cubrió la boca y lo agarró por el torso.

          Nam forcejeó de inmediato. ¿Quién era esta persona? ¿De dónde había salido? No había escuchado a alguien acercarse, ni percibido ningún aroma. ¿Qué quería decir con «acertaste»? ¿Era esto una trampa? Si le había revelado esa información... ¿era porque no planeaban dejarlo con vida?

          —¿Quién eres y qué quieres? —Luchó en el agarre.

          Era alguien tan corpulento como él y más fuerte, sin duda un alfa. ¿Había estado ocultando su aroma y su presencia? Lo había conseguido demasiado bien. Debía tratarse de alguien peligroso.

          —¡Vaya! Alfa equivocado... Pero igual me sirve. —Con un movimiento ágil, sacó un cuchillo de su espalda, clavándolo dos veces en el costado de Namjoon.

          Con un gruñido adolorido, y en una explosión de adrenalina, Namjoon le propinó un codazo en la parrilla costal y un puñetazo en el hígado. Logró tomar un par de metros de distancia, sacar su arma y apuntarle. Estaba tambaleante, con la visión borrosa y la respiración entrecortada mientras trataba de presionar la herida lo mejor posible. Lo más probable era que si disparase, no acertara.

          —Manos arriba —logró decir. Cada palabra le robó un gran aliento.

          Su teléfono vibró, el zumbido era audible por ambos. Siguió por un poco más, en medio de un silencio tenso, hasta que se detuvo.

          Una sonrisa triunfal, en medio del dolor, se dibujó en los rasgos de Namjoon, que se mantenía en guardia a la espera de una oportunidad.

          —Estás jodido —aseguró.

          Su falta de respuesta era la señal idónea para que su compañero supiera que había problemas. Por más hábil que fuera su oponente, no podría derrotar a Jungkook, estaba seguro de ello, sobre todo con el factor sorpresa perdido.

          En menos de un parpadeo, el alfa agresor de retiró, corriendo velozmente en zigzag entre los árboles, impidiéndole a Namjoon apuntar correctamente. Pero eso no le impidió disparar un par de balas, que también ayudarían a Jungkook a localizarlo.

          Sabiéndose solo y sin poder seguirse manteniendo en pie, apenas respirando del dolor, cerró los ojos y se dejó caer al suelo. Solo le quedaba esperar a que su amigo lo socorriera a tiempo. Su panorama se fue oscureciendo y la consciencia empezó a abandonarlo, con su mente llena de imágenes de su esposa e hija.

          —Soyeon, Moonbyul... Perdónenme —gruñó, adolorido—. No creo que pueda... regresar a casa, hoy. —Sus ojos se cerraron.

¡Holiwis! Últimamente, las actualizaciones nocturnas tardías se me están haciendo vicio jjjj. Espero hayan tenido un buen día y estén bien. Quería decir algo sobre este capítulo, pero no recuerdo qué era XD. Mi mente de pollo es un problema serio. 🤣

Botón para matar a Saky por hacerle eso a Namjoon, aquí ⏩

Chao chan 😘

Hasta el próximo jueves.

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