Se cruzó de brazos enojado, un adorable puchero adornando sus rosados y pequeños labios. Corrió bruscamente con su manita su oscuro cabello que tapaba sus ojos y miró el suelo con una mezcla de furia y tristeza que era adorable. Arrugó su naricita, pensando por qué su hyung lo había ignorado durante horas. Él fue al parque para jugar con su hyung favorito, pero en cuanto llegó lo descubrió muy feliz jugando con una niña, una fea y horrorosa niña a la que llamaba con una voz cargada de cariño.

-Esa fea Jennie no tiene nada de especial, yo soy más bonito y divertido que ella.-murmuraba sentado solito en uno de los bancos del parque.

Sus pequeños y cortos brazos su cruzaron con mayor furia y bufó como un toro enojado, cuando en realidad parecía un conejito berrinchudo. No comprendía por qué Seok Jin perdía su tiempo jugando con esa niña, entendía que ambos tenían ocho años y que, tal vez por eso, su hyung se divertía más jugando con ella que con él, un pequeño de cinco años.

Ese simple pensamiento inundó sus ojitos negros de cristalinas lágrimas, sus labios se fruncieron en tristeza, reemplazando el anterior puchero, y sus bracitos perdieron fuerza comenzando a descruzarse. La simple idea de que Jin hyung encontrara a alguien más divertido que él lo ponía muy triste. Él quería ser el único a quien el mayor buscara para jugar y pasar el tiempo.

Cuando las lágrimas iban a caer y rodar por sus gorditas mejillas, sintió un par de gruesos labios en su frente junto a una mano que suavemente removía su cabello.

-Kookie ¿Por qué estás aquí solito? No te acercaste a jugar ¿ocurrió algo?-Seok Jin veía al pequeño quien molesto desvió la mirada reteniendo las lágrimas con todo el orgullo infantil que pudiera.

-Tú estabas jugando con una niña fea y me ignoraste.

-¿Jennie? Oh, no te ignoré, simplemente no supe que estabas aquí hasta que te vi sentado. Ella quiso venir a jugar con ambos, quiere conocerte.-explicó con una sonrisa que el pequeñito ignoró.

-No me importa, no quiero jugar con hyung ahora.-aun ofendido siguió sin mirar al mayor.

Jin suspiró y decidió usar su arma secreta para esos momentos: llenar de besitos las mejillas del menor hasta hacerlo reír.

Y lo consiguió con mucho esfuerzo. Después de muchos besitos, JungKook volvió a mostrar su bonita sonrisa de conejito que derretía el corazoncito de Seok Jin. Llevado por la belleza del pequeño, besó la naricita haciendo que Kookie la arrugara ante las cosquillitas que sintió.

Jennie llegó segundos después de eso, así que luego de que Jin la presentara como su prima y que la chica se ganara al pequeño con un helado, pasaron el resto de la tarde jugando y divirtiéndose juntos.

Este Kookie, celoso desde peque XD

espero que les haya gustado el drabble! nos vemos! besos💋💋💋