2-dos

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

SeokJin se despertaba con un dolor terrible de cabeza, inclusive un poco desorientado cuando no reconocía las sábanas de su cama... Oh, un momento, si las reconocía y olían a limpio. Como un bendito imbécil escondía su rostro entre las almohadas y aspiraba como un jodido adicto.

«Inclusive extrañabas su maldito suavizante, hombre»

SeokJin pintaba una sonrisa estúpida en su rostro, pero se quitaba la pereza estirando sus extremidades, maldiciendo bajito por el tambor en su cabeza y luego visualizaba la habitación de huéspedes de TaeHyung. Estaba distinta a cuando él solía hospedarse en el allí, "El Hotel TaeHyung". Sonreía con nostalgia, recorría el cuarto y encontraba en la mesa de luz un zumo de naranja y analgésicos. Joder, TaeHyung lo conocía muy bien, así que procedía a beberlo.

Cuando se sentaba apretaba sus ojos intentado recordar su madrugada, algo borrosa y entre cortada, había bebido como un demente porque otro chico—libremente homosexual—había intentado conquistar a un TaeHyung que, si mal no recordaba, no se había movido de su lado y él tampoco. Sonreía cuando recordaba que TaeHyung no podía dejar de tocarlo de forma intima, cosa que no le había incomodado ni un poco, él solo necesitaba la cercanía del bonito hombre consigo. Se ponía de pie y sentía que su ropa olía a alcohol y cigarro ajeno, necesitaba una maldita ducha ¿sería mucho pedirle a TaeHyung el permiso para un baño rápido?

Por cierto ¿dónde estaba TaeHyung?

SeokJin caía en cuenta de la suave música de jazz que sonaba de la sala. Era la voz de TaeHyung sonando, en una grabación «Joder, necesito ese demo» pensaba, él amaba la voz de ese hombre. Abriendo la puerta, inhalaba y exhalaba, estaba algo nervioso por el ridículo que había hecho de beber hasta quedar inconsciente. Sus pasos eran lento, pero vacilaban cuando el borrón de recuerdo le atacaba al ver a TaeHyung de espaladas a él.

Carajo mierda. ¿Él había acorralado al chico en el baño de hombres? ¿Había intentado besarlo cuando se suponía que había vuelto solo por su amistad? Mierda, se detenía y se dejaba caer sobre la pared, suspirando nervioso. «Eres tan estúpido, SeokJin». Mordía su labio inferior y fregaba su rostro, quería golpearse la cabeza contra la maldita pared ¿qué tal si ya había arruinado las cosas antes de que comenzaran oficialmente?

— ¿Estás teniendo una lucha interior y por eso no sales del pasillo? —sonaba la voz grave, llena de esa dulzura que él sentía que TaeHyung reservaba sólo para él.

El castaño se asustaba solo un poco y encontraba el cabello enrulado de TaeHyung sin acomodar, aquella mañana. Lo observaba como imbécil y luego sonreía.

—Huelo horrible —mencionaba.

TaeHyung lo miraba, un rostro neutro, pero luego se acercaba y metía su nariz en el cuello de SeokJin, logrando que el pulso del otro se disparara o detuviera. No estaba malditamente seguro.

—Tú no hueles feo —decía con calma, sin verse ni un poco alterado de lo que SeokJin si estaba—, pero tu ropa si —afirmaba, saliendo del hueco y mirando al otro a los ojos.

El castaño pasaba saliva y asentía—. ¿Podría darme una ducha? —sus ojos descendían a los labios de Tae.

—Seguro —el azabache se alejaba de repente, dándose cuenta que estaba demasiado en el espacio personal de SeokJin—. Creo que queda alguna prenda tuya aquí, te las dejare en el baño ¿te parece?

El castaño asentía, sabía que había olvidado algún que otra prenda aquí e incluso, TaeHyung había dejado una camisa en su apartamento en su momento, pero el maldito egoísta no tenía intención algún de devolverla o lavarla, le había servido ese tiempo o quizás le había hecho peor. Como sea, minutos más tarde se encontraba en la ducha de TaeHyung con algún que otro recuerdo salvaje de ellos dos, allí, juntos y haciendo más que simplemente lavar al otro. Su cabeza caía hacía adelante, su cuerpo estaba caliente y tenso, sería una locura tocarse un poco recordando lo que solía hacer con TaeHyung, teniendo al mismo allí afuera esperándolo para desayunar o echarlo fuera. Aunque él sabía que TaeHyung lo esperaba para lo primero, ya que había visto que estaba preparando el desayuno para dos y no había señales del Namjoon santurrón en la casa.

Así que declinaba la idea de tocarse ante el recuerdo con el chico dueño de sus fantasías afuera, esperando por él y decidía terminar la ducha rápido, con un poco de agua fría que apagara el maldito deseo físico.

«Bueno, el agua fría no servirá, idiota»

TaeHyung por su parte, seguía intentando distraerse con varías cosas que tenía que hacer ese día, de hecho debía despachar a SeokJin rápidamente, pero no lo sacaría de allí sin antes darle un buen desayuno y tener una charla y momento de "buenos amigos". ¿Por qué de eso se trataba todo esto, no? Ellos salvando la amistad, nada más ni nada menos.

«Entonces ¿qué mierda hacías olisqueando y acercándote demasiado?»

TaeHyung fregaba su rostro estresado, todo él estaba alterado desde la vuelta de SeokJin a su vida. Apenas había pegado un ojo luego de haberlo dejado sobre la cama de la habitación de huéspedes. SeokJin no se veía bien allí, se veía mejor en su cama, con menos o nada de ropa y con él entre sus brazos.

—Basta TaeHyung. No vino por eso —se decía a sí mismo.

— ¿Quién no vino por qué? —ahora el que saltaba del susto, era él sentado en la mesa.

SeokJin se veía precioso, llevaba la gran remera blanca que había guardado entre su ropa, sin lavar, aún con su aroma, por poco y no se la daba, pero ¿qué más da? SeokJin estaba de nuevo en su vida para quedarse ¿no? Mierda, pensar en que quizás este experimento terminaría en otro final como la primera vez, le hacía doler la cabeza, estrujar su estómago y también corazón.

No podría romper dos veces con este hombre.

—Hey, el desayuno está hecho ¿tienes hambre? —dibujaba una sonrisa que, esperaba, luciera relajada.

—Seguro, extrañaba esto —mencionaba SeokJin con sinceridad.

« ¿Qué exactamente? ¿Mi comida o a mí? »

—Pues, soy bueno en la cocina. Lo sabes —se mofaba a cambio, sus ojos estaban usualmente sobre la mesa o cualquier lugar, pero estaba evitando mirarlo fijamente.

No estaba seguro que podría salir de su boca si sus ojos caían ante el encanto de Kim SeokJin.

—Sí, lo eres... Y lo lamento —mencionaba SeokJin.

TaeHyung alzaba la vista de su plato, ojos grandes de cachorro confundido dirigidos a SeokJin.

— ¿Sientes que sea bueno en la cocina? —cuestionaba confundido.

SeokJin no podía evitar sonreír con dulzura ¡Ay! El estómago de TaeHyung se alteraba ¿o tal vez era su corazón?

—Yo recuerdo que pase los límites en nuestra primera salida como amigos —mencionaba con seriedad.

TaeHyung parpadeaba y esquivaba nuevamente sus ojos—. Estabas ebrio —replicaba, llenaba su boca de comida, queriendo dejar la conversación allí.

Y SeokJin podría tomar esa salida fácil, pero si quería que esto funcionara, evitar charlar lo de aquella madrugada, era una receta para un desastre futuro.

—No es excusa, de hecho empeora las cosas porque hay un dicho que dice "Los ebrios y los niños, siempre dicen la verdad" —recitaba, levantando su dedo índice.

TaeHyung alzaba la vista—. ¿Estás diciendo que querías besarme?

SeokJin bajaba su dedo, abría y cerraba su boca.

—Mentiría si dijera que no —admitía. TaeHyung suspiraba, algo tembloroso—. Pero quiero que sepas que respeto lo que me pediste, aunque me cueste estando ebrio... Yo te extrañe, a ti. Tu compañía —mencionaba viendo fijamente a TaeHyung—. De verdad, extrañaba a mi amigo... Ese que me abrió la puerta sin siquiera conocerme.

TaeHyung relamía sus labios, su garganta sentía un nudo horrible. No es que no le gustará la sinceridad de SeokJin, de hecho, sabía que le estaba diciendo la verdad y estaba siendo cien por ciento honesto porque sus ojos no abandonaban los suyos. Pero muy en su oscuro interior, quería que SeokJin lo reclamara como algo más.

Mucho más.

«Mierda. Maldigo mis propias palabras» pensaba recordando que él le había ofrecido su amistad.

« ¿Cómo fuiste tan estúpido de creer que podrías ser amigo del hombre que te tiene tan, pero tan-...? »

TaeHyung ni siquiera podía pensar en esa posibilidad.

—Sé que lo lamentas, así que pretendamos que nunca sucedió ¿de acuerdo? —exclamaba, mientras seguía comiendo.

El castaño lo miraba seriamente, quizás un poco... ¿Herido? Mierda, esto sería difícil, pero era peor estar sin TaeHyung.

— ¿Y a qué se debe tantas botellas de cervezas? —mencionaba, señalando la pila de packs que TaeHyung tenía cerca del refrigerador.

El chico abría sus ojos y miraba en dirección al lugar.

—Umm... Eso es-... —balbuceaba pensando una respuesta rápida, pero no sé le ocurría nada—. Oh, NamJoon recibió una promoción en su trabajo, así que vamos a festejarlos con algunos amigos —mencionaba rascando su nuca.

SeokJin apretaba sus dientes, claro signo de tensión y TaeHyung lo veía.

—Oh, eso es genial... ¿Rose estará? —era la única amiga que conocía de TaeHyung y que también era amiga de NamJoon y la chica a quien le alquilaba su apartamento.

Él no entendía como la chica no había notado que TaeHyung y SeokJin tuvieron sus buenas revolcadas en su momento, porque hasta el día de hoy, le coqueteaban sutilmente a SeokJin.

—De hecho, sí. Ella vendrá —afirmaba TaeHyung.

—Mmm... —tarareaba el otro, sin decir nada más.

Bien, TaeHyung pensaba que si deseaba solo ser amigo de ese hombre, él debía de presentarlo a Namjoon ¿era lo correcto, no? Y no es como si Namjoon no le hubiese preguntado por él desde que había vuelto.

De acuerdo, él se arriesgaría, tenían que conocerse bien y oficialmente muy pronto ¿no?

— ¿Quieres unirte? —soltaba con voz suave e insegura.

SeokJin abría sus ojos, verdaderamente sorprendido.

—Seguro ¿cuándo será? —oh, sí. Él estaría allí.

—Esta noche —mencionaba TaeHyung.

SeokJin deseaba cortar la tensión en incomodidad que había entre ellos, pero no sabía con seguridad como avanzar. TaeHyung parecía terreno demasiado delicado.

—Bien, entonces... Me iré y volveré ¿o quieres que me quede y te ayude? —se ofrecía de inmediato.

No es que le interesará que todo estuviera bien para la fiesta del otro tipo, él solo quería pasar tiempo con TaeHyung, quien ahora lo miraba nuevamente muy sorprendido.

— ¿O no? —mencionaba SeokJin.

TaeHyung no podía evitar sonreír por su reacción insegura y adorable. Tenía que darle créditos, ese hombre estaba haciendo un esfuerzo por saber cómo manejarlo y no cagarla en el proceso.

—De acuerdo, puedes ir y volver

SeokJin le había sonreído con dulzura y asentido sin añadir más, TaeHyung parecía necesitar su espacio y tiempo para asimilar la presencia de SeokJin en su hogar otra vez.

— ¿Quieres que te envíe un mensaje o te llamare para avisarte que estoy en camino? —preguntaba poniéndose de pie.

TaeHyung alzaba la vista y la pregunta "¿Ya te vas?" colgaba de sus labios, pero no soltaría. Dejaría a SeokJin salir de su propiedad... Intacto.

—Seguro, te enviare un mensaje para decirte que puedes venir... Ahora debo hacer otras cosas antes de comenzar aquí —mencionaba poniéndose de pie.

SeokJin relamía sus labios y soltaba con timidez—. ¿Me creerías si te digo que borre tu número?

Las cejas de TaeHyung se disparaban hacia arriba y sus ojos se abrían enormemente—. ¿Me eliminaste de tus contactos? —cuestionaba con un puchero.

A SeokJin se le estrujaba el corazón—. Solo quería respetar eso que dijiste de no vernos o te ena-... —SeokJin cerraba su boca y TaeHyung se ponía rojo cereza.

«Carajo. ¿Por qué lo mencioné?» pensaban ambos.

—Yo no te borre —respondía TaeHyung con seriedad.

—¿Me llamas ahora? —preguntaba con timidez.

—No lo sé ¿debería? —soltaba TaeHyung más serio. Si eso era posible, pero cuando veía a SeokJin agachar la cabeza y dibujar un precioso y penoso puchero, TaeHyung extendía sus labios en una gran sonrisa rectangular—. Eres muy tierno si hace eso, Kim SeokJin —mencionaba con dulzura, llevando su mano, sin planearlo, al menos de SeokJin y apretando sus labios para abultarlos peor.

SeokJin abría sus ojos enormemente, sus músculos se tensaban cuando TaeHyung daba un paso hacia el frente en su espacio personal y su corazón se aceleraba. TaeHyung se le quedaba viendo, el castaño para él era todo ojos grandes y brillosos y labios carnosos brillantes y rojos.

—Cereza... —susurraba.

SeokJin lo miraba confundido—. "¿Zuruzu?" —replicaba con sus labios aún abultados por los dedos largos de TaeHyung.

Cuando lo veía hablar todo chistoso y adorable, se daba cuenta que nuevamente lo estaba tocando y estaba en su espacio personal, demasiado cerca., así que lo soltaba y esa misma mano descendía por el pecho de SeokJin cuesta abajo, con lentitud. Quemándole a éste la piel por encima de la tela, llenando su cuerpo de escalofrío. TaeHyung incluso sentía el calor y las cosquillas en la zona de su nuca y sus ojos miraban en pecho fuerte de su ahora "amigo" mientras que su mano picaba por tocar más allá de la tela.

—Joder. Lo siento ¿Lo hago de nuevo, no? —susurraba TaeHyung, sin levantar la vista, no quería mirarlo, pero SeokJin levantaba su rostro con su mano en su mentón para impulsarlo hacia arriba.

—Si es por mí, no te disculpes —susurraba gravemente y bajo. Íntimo y sensual.

Revolucionaba todo el mundo te TaeHyung, quien sentía sus piernas débiles y un suspiro le dejaba sin previo aviso y necesitaba con todas sus fuerzas ser sostenido por SeokJin, por lo que se dejaba caer sobre su pecho. Se sorprendía—en parte si y en parte no—, cuando SeokJin lo sostenía de su espalda baja con una brazo y el otro, lo sentía sobre su cabeza, con su gran mano sobre su nuca, enredando sus dedos en sus hebras y aspirando como él su fragancia. TaeHyung aspiraba el olor de su piel—olía a él—, debido a la ducha. Luego SeokJin aspiraba el aroma del cabello de TaeHyung, olía a coco, como el shampoo que acababa de usar recientemente.

—Hueles a mí, pero no del todo —susurraba TaeHyung, joder. Quería coserse la boca por ser tan estúpido y débil.

—Pensaba exactamente lo mismo —mencionaba SeokJin.

Sus dedos jugueteaban aún con su pelo, enviándole descargas eléctricas y escalofríos exquisitos. Dios, no quería moverse, por lo que rodeaba la angosta cintura de SeokJin y se aferraba unos momentos allí. Era muy consciente de la gran mano acariciando su cintura y de cómo SeokJin lo presionaba con cero intenciones de soltarlo.

—Haz de cuenta que no estoy aferrado a ti como un maldito pulpo —mencionaba en su cuello.

La voz grave hacía cosquillas a SeokJin y su aliento golpeaba su piel. Estaba intentado fuertemente disimular las reacciones de su cuerpo, por lo que intentaba alejarse disimuladamente sin soltarle.

—No te alejes —pedía TaeHyung escondido en su cuello—. Abrázame más fuerte —pedía.

Pasaba el nudo en su garganta, pero joder que no quería nada más que obedecer a los deseos de TaeHyung y lo hacía. Lo abrazaba más fuerte y se sorprendía cuando notaba que no era el único luchando con su cuerpo. Tener polla era bueno y malo, en partes iguales.

—No me pienso volver a alejar, solo quiero que te quede claro esa parte ¿de acuerdo? —susurraba SeokJin.

Y TaeHyung se preguntaba ¿cómo iba a hacer que su relación con NamJoon funcionara si todo su cuerpo, alma, mente y corazón gritaban el nombre de este hombre que lo estaba sosteniendo fuertemente en sus brazos mientras lo acariciaba como si fuera la cosa más valiosa del maldito mundo y no quisiera que nada ni nadie lo tocara?

Mierda, TaeHyung debía de poner un párate, un límite entre ellos. Evitar estar a solas, evitar mirarse más de diez segundos. Evitar que su corazón se acelerara ante la más mínima sonrisa dulce de las que SeokJin parecía brindarle cada vez más a menudo. ¿Cómo iba a superar a ese hombre si inclusive se dejaba arrastrar por él con tal de no perderlo?

Cuando NamJoon había vuelto pidiendo una segunda oportunidad, esa misma noche fatídica en donde SeokJin por poco y había saltado lejos de él, creía que era una señal del destino. La decisión correcta a tomar. Él había amado a NamJoon muchísimo, aún con todos sus defectos y "santurrerría"—vaya palabra que ni siquiera existía—, pero TaeHyung creía que podía hacerlo funcionar. No habían sido semanas fáciles para él tampoco y había necesitado todo de él para no llamarlo y volver a hablarle, pero luego de la nada, este hombre aparecía y lo volvía un completo imbécil listo para exponer su corazón a una posible ruptura sin cura alguna.

Porque TaeHyung no podía ni siquiera negarse a sí mismo que SeokJin era... Simplemente parecía ser todo lo que necesitaba, pero no podrí hacerle eso a NamJoon. SeokJin tenía sus sentimientos a favor, pero el chico era un hetero - público, eso era malo. Era muy malo, pero entonces ¿Por qué lo sostenía tan fuerte? ¿Solo había vuelto por su amistad? ¿Solo eso?

— ¿Crees que podremos hacer esto? —susurraba, apretando sus puños en la ropa de SeokJin.

El castaño suspiraba, le tomaba un momento pensar en sus palabras, con sumo cuidado y para que TaeHyung entendiera.

—Te quiero demasiado para sacarte de mi vida —era lo que exclamaba SeokJin, sin titubear.

Y TaeHyung pensaba... Solo pensaba, no exclamaba más: «Querer no es lo mismo que amar, Kim SeokJin»

Hello mis pequeños saltamontes. Perdón si ven errores de tipeo, primer cap que escribo pura y exclusivamente desde mi computadora uwu♥. Les regalo este capítulo y ¡ay, estos dos me ponen suavecita!.

Sepan que quizas no les respondo como antes, pero juro que los leo y me encanta saber como van sintiendo, no solo este sino cadanueva actualización que les dejo ♥

Se viene el "finalizamiento" ahre, de Erotofonofilia.

Con amor, niñita Nanykoo♥

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro