4-cuatro

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SeokJin había abierto la puerta con un poco de ayuda de TaeHyung. Estaba inestable aparte de ebrio. Su cabeza no dejaba de preguntarse ¿Qué mierda hacía TaeHyung en su apartamento?

Debería de estar festejando con sus amigos snobs sobre su próxima boda y besando a su novio religioso y perfecto, maldito engreído. Joder, SeokJin nunca había detestado tanto a un nombre. Ni siquiera al actual de Eun Bi, ese por el que había sido dejado, de polla promedio y rostro de imbécil «suerte para el pobre infeliz que está ahora en manos de mi ex»

Pero Namjoon no merecía la suerte de tener a un hombre como TaeHyung «Tú tampoco, maldito culo cobarde»

— ¡Aaaah! —gritaba frustrado repentinamente, mientras se quitaba sus zapatos.

TaeHyung aparecía frente a él y tomaba su rostro preocupado. Sus ojos negros brillantes y sus labios hechos un bonito puchero que preguntaba—. ¿Qué? ¿Qué sucedió? ¿Qué te pasó? ¿Te golpeaste? —preguntaba inspeccionandolo cuidadosamente.

SeokJin quería... Besarlo ahí mismo por ser tan "TaeHyung", tan dulce y atento. El azabache estaba muy cerca...

Suspiraba frustrado y se quitaba las manos de este de encima y se alejaba.

—Estoy bien... ¿Qué haces aquí? —cuestionaba, tambaleándose a su habitación.

TaeHyung lo seguía en silencio, hasta que atravesaban la puerta de la misma y SeokJin encendía la luces mirándole expectante por una respuesta.

— ¿Siempre vas a beber cada que vez que sientas que algo te supera? Porque te ves como un maldito alcohólico en ascenso —mencionaba, cruzándose de brazos.

SeokJin reía secamente—. Exageras... Y si así fuera, no es de tu incumbencia y apenas bebo cuando estoy bi-... —SeokJin cortaba sus palabras, luego resoplaba—. Dile a tu novio que te venga a buscar. No deberías estar aquí y no pienso asistir a tu boda, si es que viniste a entregarme tu invitación —señalaba, luego se quitaba la parte superior de su ropa.

TaeHyung abría la boca para responder, pero se quedaba colgado de aquella imagen. Bebiendo hasta los últimos detalles de aquella vista tentadora. SeokJin pasaba saliva cuando notaba la forma en que lo estaba viendo.

—Estoy borracho... No me mires así —susurraba ronco.

TaeHyung alzaba la vista de su cuerpo porque un escalofrío le había estremecido debido a la imagen y la voz grave de SeokJin.

—Disculpa ¿Quieres decirme cómo te miro? —atacaba.

SeokJin resoplaba y evitaba responder—. ¿Porque mejor no me dices que haces aquí?

TaeHyung relamía sus labios.

—A eso venía, a tener una charla contigo. Una verdadera charla que necesitamos tener si pretendemos que nuestra amistad funcione —respondía.

Y a SeokJin no le había gustado la palabra "amistad".

—Entonces vete y vuelve cuando esté más sobrio —le ondeaba su mano en dirección a la puerta, pero TaeHyung se cruzaba de brazos y lo miraba aburrido, SeokJin chasqueaba su lengua y se paraba frente a él, notando la tensión que emanaba del cuerpo del azabache quien estaba teniendo una lucha interna por no bajar su vista a su cuerpo semi desnudo—. Pedí que te fueras

—Hace cinco minutos dijiste que no me ibas a dejar ir —susurraba TaeHyung con todas las fuerzas que había logrado reunir para que su voz no temblará.

SeokJin dejaba caer su cabeza derrotado y apoyaba su frente en el hombro de un TaeHyung que se tensaba aún el doble de lo que ya estaba. Con cautela, acercaba su nariz a la curvatura del cuello del azabache, aspiraba y pasaba sus labios. TaeHyung gemía suavemente, él lo había oído y había sentido la vibración de su garganta.

— ¿De qué me sirve encerrar a un tipo casado? —preguntaba, barriendo su labio inferior por la piel del cuello de TaeHyung.

Él no estaba besándolo, ni chupando piel en la zona erógena, pero TaeHyung estaba totalmente envuelto en una nube de sensaciones que no había sentido desde que había puesto fin a lo que sea que haya tenido con el mismísimo SeokJin.

—No estoy casado aún... —respondía temblorosamente, sus manos se aferraban a las caderas de SeokJin.

—Odio la palabra "aún" —respondía, pasando sus labios por la curvatura de largo cuello acaramelado de TaeHyung, iba cuesta arriba a su oreja, dónde posaba sus labios y suspiraba. Su aliento caliente enviaba una onza de electricidad a todo el cuerpo de TaeHyung quien estaba con rodillas débiles y su polla, palpitante y endurecida. Mierda—. Esa palabra significa que lo estarás pronto y que aceptaste su propuesta ¿Entonces que haces aquí? —arrastraba las palabras sobre su lengua y su labio inferior por el lóbulo de un TaeHyung, quien estaba apretando sus manos en sus caderas, atrayendolo hacia su cuerpo.

—Jin... —susurraba, su pelvis iba hacia adelante al mismo tiempo en que atraía a SeokJin a su cuerpo y el primer choque de sus, ya, duros miembros sucedía—. No puedo pensar si haces esto...

—Entonces no pienses —pedía el castaño, poniendo su mano sobre la espalda baja de TaeHyung y finalmente comenzando a dejar besos perezosos y húmedos sobre el mentón de un TaeHyung que comenzaba a irse en suspiros y se pegaba más a él, necesitando del calor. De los besos, de su toque y su cuerpo.

Lentamente lo había movido de la puerta, al centro de la habitación, mientras no cesaba sus besos por su mentón y cuello, también jugaba con el lobulo de su oreja, TaeHyung estaba temblando bajo su tacto.

—Jin~... —gemía, subiendo sus manos sobre el torso desnudos.

Sus dedos eran eléctricos contra la piel de un SeokJin que se había retorcido ante las suave caricia.

—Eso es... Solo gime mi nombre —susurraba en su oreja—. Extrañaba tanto oirte decirlo de esa forma tan rota y necesitada —continuaba, mientras sus largos dedos desabotonaban el pantalón de TaeHyung. Un beso fugaz dejaba sobre la comisura de los labios ajenos y el azabache quedaba deseando—. Extrañé tu cuerpo, tu ojos mirándome de esta forma .. tu boca —susurraba ya sobre los labios de TaeHyung, aún sin besarlo.

El otro hombre deseaba cada vez, solo un poco más

TaeHyung tenía la vista nublada de deseo y su respiración era inestable, mientras los dedos ajenos rozaban rozaban su polla sobre la tela de su bóxer—. Estás ebrio...

—Los niños y los borrachos siempre decimos la verdad —respondía, acariciando con su nariz la de TaeHyung y besando tentativamente las comisuras a los lados de sus labios—. ¿Quieres que me detenga? —preguntaba, presionando sobre la erección de un TaeHyung que se mecía hacia delante para sentirlo cada vez más y se aferraba a los fuertes brazos ajenos.

—Ah~... Yo-... No lo sé —susurraba el azabache, mirando sus labios con auténticas ganas y alzando la vista para mirarse fijamente mientras SeokJin cesaba su masaje sobre su miembro—. No~... —rogaba, mordiendo su labio y pidiendo a SeokJin que continuará tocándolo—. ¿Por qué, por qué te detienes? —suspiraba con su frente sobre la ajena.

—Dijiste que no sabías lo que querías... ¿Que hago, Tae? —susurraba, besando su mejilla, su frente, su nariz—. Dime qué hacer...

TaeHyung juntaba toda su fuerza de voluntad, suspiraba y se empujaba lejos de SeokJin. Ambos sentían frío y quedaban inestables. SeokJin negaba con su cabeza rogando que no se fuera, pero los ojos de TaeHyung, habían sido imposibles de descifrar.

—Lo sien-... —antes de que pudiera disculparse con el bonito cantante, el mismo había tomado su rostro y unido sus labios en un beso abrazador—. Mmm~...

La vibración de ese gemido de satisfacción y placer que SeokJin había dado, había sido devorado por la boca de un TaeHyung que se había estremecido mientras sentía los brazos de este rodear su cintura y apretarlo con fuerza para restregarse mientras se devoraban los labios ajenos y sus lenguas se entrelazaban desesosas.

Se habían extrañado, se habían anhelado demasiado. TaeHyung sentía que la habitación daba vueltas, Jin sabia a vodka, tequila, algo de cerveza y no quería pensar que había bebido por su culpa, aunque así había sido, pero de igual manera su sabor lo emborrachaba. Y le gustaba como sabía en sus labios.

Las manos del castaño no habían tardado en tomar la prenda superior de su cuerpo y se lo había quitado por encima de su cabeza. Le encantaba la sensación de ser desvestido por ese hombre. El beso había sido cortado para que tal maniobra puediera llevarse a cabo y cuando volvían a conectar sus miradas, las manos de SeokJin acariciaba toda la piel expuesta de su torso, mientras que él tomaba su rostro con ambas manos y lo besaba más lento, intermitentemente y de forma perezosa.

—Te extrañé... —susurraba TaeHyung—. Dios. Te extrañe demasiado, Kim SeokJin —susurraba, viendolo fijamente.

SeokJin lo atraía hacia él y juntaba sus labios, luego mordía el inferior y soltaba a TaeHyung para cortar el beso—. Sé que no vas a creer nada de lo que diga, pero no miento cuando digo que fui miserable sin ti...

TaeHyung se le quedaba viendo, SeokJin tenía pupilas dilatadas y ojos brillosos, no se veía tan ebrio a pesar de estarlo y nuevamente, lo besaba. Tomaba su rostro usurpaba su boca y sus lengua se reconocían, se acariciaban. Las manos de SeokJin eran más rápidas que las suyas y no sabía en qué momento había desprendido por completo su pantalón y lo empujaba cuesta abajo, mientras SeokJin besaba su mentón, bajaba a su cuello, su pecho, se sentaba sobre su cama y de un momento a otro lo había dejado con su pantalón por los tobillos, solo en bóxer, así que rápidamente se quitaba el mismo de sus tobillos para mejor movilidad.

SeokJin lo miraba por debajo de sus pestañas mientras tomaba sus caderas y lo atraía hacia él. El rostro de este quedaba a la altura de su abdomen, dónde comenzaba a besar, provocándole todo tipo de sensaciones. Sus dedos se enredaban en el pelo de SeokJin y lo mantenía allí.

El castaño tampoco le dejaba mucho movimiento, su brazo se había enroscado en su espalda baja y lo mantenía allí, mientras que ahora, besaba cuesta arriba y alcanzaba uno de sus pezones y comenzaba a jugar con su lengua allí.

—Joder... —TaeHyung echaba su cabeza hacia atrás disfrutando de esa lengua traviesa—. No debería dejarte seguir... Estás ebrio.

SeokJin mordia la protuberancia suavemente, TaeHyung siseaba y luego se detenía, cuando el azabache lo miraba SeokJin preguntaba:

— ¿Quieres que-...? —su mano libre apretaba la gran erección reluciente y atrapada en los confines de su bóxer, sus piernas temblaban—. ¿... Me detenga? —terminaba su pregunta.

TaeHyung temblaba bajo su toque—. Yo-... —la lengua de SeokJin jugaba nuevamente con su pezón, mientras lo miraba con suma atención—. Jin, no puedo pensar claro si haces eso.

SeokJin continuaba jugando con su lengua y luego chupaba su pezón, al mismo tiempo que presionaba su polla dura y adolorida.

—No pienses entonces, de todas formas ya estás aquí —susurraba cuando su boca estaba libre.

TaeHyung echaba su cabeza hacia atrás y tarareaba en acuerdo a aquellas palabras. Lo siguiente a eso, había sido un rápido movimiento de SeokJin, por poco y había tacleado al azabache para tirarlo sobre su cama.

TaeHyung caía casi como una bolsa de papa—. ¿Podrías avisar la siguiente vez, antes de hacer eso? —se quejaba.

SeokJin sonreía ladino, tomaba condón y lubricante de su cajón, se quitaba toda la ropa de la parte inferior de su cuerpo y TaeHyung se quedaba babeando al ver su bonita y gran polla toda erecta y en su gloria.

Un gemido le abandonaba involuntariamente.

—Quiero creer que eso fue porque no solo extrañabas mi polla ¿Cierto? —se burlaba el castaño, tirándose encima de su cuerpo, gateando sobre él como un cazador a punto de devorar a su presa, TaeHyung.

El susodicho extendía su mano y acariciaba los abs de SeokJin mientras mordía su labios y se contenía de tocar su polla.

—Tu polla está pegada a tu cuerpo, por supuesto que extrañé todo de ti —susurraba, aleteando sus bonitas pestañas y mirando a Jin con esos ojos brillantes y grandes. Luego sus dedos bajaban por la delicada tira de vello corto que hacía un camino del abdomen del castaño a su polla—. Te quiero dentro de mí... —pedía, alzando sus ojos al mismo tiempo en que empuñaba el falo de SeokJin, apretaba suavemente y su pulgar se llevaba su esencia ya derramada que entintaba la hendidura.

SeokJin se estremecía, tomaba las piernas de TaeHyung, y antes de abrirlas se inclinaba, metía sus dedos en el elástico y tiraba de la prenda para desnudarlo por completo. Nadie, ningún hombre se comparaba al que tenía en su cama. No sentía eso por nadie, era deseo, lujuria. Necesidad, cariño... Amor.

— ¿Jin? —TaeHyung se sentaba y tomaba su rostro—. ¿Quieres parar? ¿Estás bien?

SeokJin parpadeaba, notaba la preocupación en los ojos de TaeHyung y lo volvía a besar, solo que de forma más suave y delicada. TaeHyung soltaba el aire por su nariz y tardaba en responder hasta que lo hacía. Simplemente se derretia bajo los besos y el toque de ese hombre. Otra vez.

Lentamente era de nuevo recostado, SeokJin abría las piernas del azabache, pasaba de su boca al cuello, sus clavículas, su torso, besando cada rincón cuesta abajo y TaeHyung gemía, suspiraba y temblaba. Cuando finalmente estaba en su bajo vientre, notaba la gran polla de TaeHyung, erecta, flamante, goteante y bueno, a él se le hacía agua a la boca. Tomando el lubricante tiraba de este líquido sobre el miembro ajeno y TaeHyung temblaba.

—Voy a ponerme el condón porque no voy a resistir mucho —mencionaba con honestidad.

TaeHyung levantaba su cabeza y masajeaba su erección mientras veía como Jin enfundaba su miembro—. Ninguno de los dos aguantará —exclamaba en respuesta.

Luego de estar preparado, se embriagaba de la imagen de TaeHyung sobre su cama, desnudo e intentando aliviar el dolor entre sus piernas. Rápidamente bañaba. Sus dedos, luego empujaba la mano de TaeHyung y este obedecía, simplemente dejaba de tocarse.

— ¿Alguna vez dije que eres hermoso? —preguntaba suavemente, llevando sus dedos desde el muslo de TaeHyung, entre medio de estos, inclinándose y tomando el miembro de TaeHyung para que su boca chupara justo en la hendidura.

—Joder, SeokJin... —gemía—. ¿Cuánto bebiste hoy?

Una risa resonaba contra su pierna cuando los labios de SeokJin pasaban por su muslo y uno de sus dedos trazaba su entrada.

—Sigo consciente... Demasiado —respondía, luego lo introducía con suavidad—. Siento que solo voy a correrme por tener mi dedo en ti —susurraba, besando nuevamente el muslo de TaeHyung y su piel.

El azabache apretaba sus ojos y se relajaba para que SeokJin alcanzará su punto dulce y cuando sucedía, gemía más fuerte de lo esperado. Solo era un dedo, pero era SeokJin el dueño del mismo y era la lengua de este que barría sobre su circunferencia para tomarlo en su boca, chuparlo y luego continuar estirándolo para él.

TaeHyung le dejaba hacer, no podía detenerlo, no quería hacerlo. Solo rogaba que realmente no estuviera tan ebrio como para negarlo al día siguiente. Aunque ni siquiera él sabía cómo iba a afrontar esto el día de mañana. Ahora solo quería dejar que SeokJin hiciera un desastre de él como lo había anehaldo, deseado y hasta soñado desde que le había dicho adiós aquella miserable noche.

Sus dedos se enroscaban en el cabello de SeokJin mientras le sentía chupar su polla con ganas y otro dedo lo estiraba a la par del primero.

—Ah, Kim SeokJin... —gemía, una escalofrío acariciaba toda la nuca del susodicho en pleno acto. Le encantaba como TaeHyung lo llamaba por su nombre completo bajo los efectos de la lujuria—. Ya no aguanto, Jin... Por favor —rogaba, intentando alejar al castaño de su miembro sobre estimulado—. Voy a correrme si sigues así, te quiero adentro de mí. Completo —sollozaba.

SeokJin quitaba sus dedos, soltaba su miembro, y besaba cuesta arriba desesperadamente hasta llegar a la boca de TaeHyung, dónde se fundían en un beso intenso, mientas se acomodaban y se alineaba en la entrada de TaeHyung. Cuando el chico cruzaba sus piernas por su cintura, el beso era más lento y suave, a la par en la que SeokJin se acomodaba, miraba a TaeHyung de forma tan seria, pero dulce que, no había rastro de   borrachera alguna.

Empujando suavemente la punta, TaeHyung largaba todo el aire, sin perderse un momento de aquellos ojos mirándolo fijamente. Sus brazos se aferraban a los hombros de SeokJin mientras lo pentraba más y más profundo, sus dedos se clavaban e intentaba relajar su cuerpo.

—Joder, había olvidado que eras tan grande-... —pasaba saliva y sus manos acariciaban los bíceps de SeokJin.

— ¿Quieres que salga? —preguntaba.

—Ni loco, solo sigue así... Y no dejes de verme —pedía.

La mano de SeokJin viajaba a su mejilla y acariciaba con dulzura—. No puedo dejar de hacerlo de todas formas. Eres precioso —repetía.

El corazon de TaeHyung se agitaba, su cuerpo temblaba y SeokJin empujaba un poco más, hasta que estaba completamente dentro de TaeHyung. Apretado y caliente. El azabache estaba gloriosamente estirado y tembloroso, respirando con dificultad, pero sintiéndose pleno y completo luego de un tiempo.

Suspiraba, se echaba sobre la palma de SeokJin, entrecerrando sus ojos, era una imagen increíblemente hermosa para el otro hombre. TaeHyung era perfecto, todo el cuerpo de este hormigueaba de puro placer. Cuando el azabache abría sus ojos, SeokJin sonreía sutilmente, luego acariciaba su labio inferior y lo besaba.

El beso suave se volvía demandante mientras intentaba permanecer quieto para que TaeHyung se adaptará. Hasta que el azabache cortaba el beso y agitado, miraba a SeokJin con ojos inyectados en lujuria y algo más.

—Estás follándome con la mirada ¿Podrías comenzar a hacerlo de verdad? —pedía en un susurro.

SeokJin sonreía ladino, se inclinaba hacia su oreja y susurraba grave y de forma ronca—. Haré más que solo follarte.

TaeHyung se estremecía, literalmente y luego SeokJin salía y arremetía con suma precisión, TaeHyung arqueaba su cintura al mismo tiempo que una maldición le abandonaba. Seguido a eso, una serie de empujes suaves comenzaban a volverse salvajes. SeokJin había continuado dando embestidas que hacían a TaeHyung gemir fuerte y alto.

—J-Joder.... No puedo creer que este sucediendo de nuevo —soltaba entre besos que SeokJin dejaba en su mentón, en su cuello.

Las manos del castaño se apretaban sobre sus caderas para sostenerlo con firmeza y golpear una y otra y otra vez dentro de él y profundo. El sudor en sus cuerpos daba el efecto de sonido obceno en cada embiste. SeokJin se hundía con todo dentro de TaeHyung, estirándolo y golpeando su glándula, viendolo como gemía extasiado bajo su cuerpo y él mismo se sentía tocando el cielo con las manos.

Sabía que desde que había conocido a TaeHyung se había vuelto un muerto de hambre por el hombre, constantemente teniendo sexo cada que podían, una vida sexual hiperactiva, a comparación con su ex. Pero no había extrañado a TaeHyung solo por el "sexo" él había extrañado al hombre. A Kim TaeHyung, a como se sentía con él. Completo, feliz... Todas las sensaciones, no solo los buenos orgasmos y lo buenos que eran en el sexo, él extrañaba todo.

— ¡Sigue! —pedía TaeHyung—. ¡Ah, más duro! Por favor, por favor —pedía arañando la espalda del castaño—. Oh~... Mmmm, Jin —TaeHyung era un desastre bien jodido bajo su cuerpo.

—Oh, joder... —soltaba tembloroso, golpeando a más no poder cuando sentía todo el cuerpo de TaeHyung tensarse y como masacraba su labio inferior, se correría pronto y él estaba igual—. Te extrañé... —besaba a TaeHyung—. Te extrañé, tanto...

—Jin~... —TaeHyung se corría, casi sin aliento para gemir más fuerte su nombre, deshuesado, tembloroso y aún siendo follado cuando SeokJin sentía como su polla era apretada dentro del caliente agujero de TaeHyung—. También, lo hice. Te extrañé jodidamente demasiado... —susurraba sobre sus labios y luego lo besaba, desgarrando sus labios con sus dientes haciéndolo llegar por esa forma tan demandante de besarlo.

" ¡Tae~... Ah!"

Se corría con fuerza dentro del otro hombre y el condón. Temblando, drenado de toda fuerza y su esencia. Hasta que finalmente se dejaba caer sobre el pecho de TaeHyung. Este lo sostenía fuertemente, con brazos y piernas.

—No sé por qué estás aquí —susurraba luego de varios minutos intentando recobrar el aire—. Felicitaciones por tu compromiso, este fue mi regalo... —susurraba, luego simplemente se quedaba dormido.

TaeHyung parpadeaba, agotado, consumido, demasiado extasiado para pensar en las palabras de SeokJin, él solo lo abrazaba y se quedaba allí, dormido con el hombre aún encima y dentro suyo.

A la mañana siguiente, TaeHyung se encontraba despertando solo en la gran cama King size en la que había dormido más de una vez con su dueño. Un olor a un poderoso desayuno siendo preparado llegaba a sus fosas nasales y el dolor en su cuerpo le recordaba que había sido jodido por Kim SeokJin una vez más.

Golpeaba su frente con su palma más fuerte de lo esperado por la estúpida sonrisa en su rostro.

—Soy la cosa más débil en este maldito mundo —exclamaba, pero luego la imagen de SeokJin follándole y mirándolo con esos ojos oscuros, lo hacían enrojecerse en demasía y también estaba duro como una roca.

Levantaba la sábana que lo cubría, no recordaba cuando se habían tapado, quizás Jin lo hizo por él... Cuestión, su polla estaba en alto y orgullosa.

—No puedes masturbarte en la cama de SeokJin, pensando en cómo SeokJin te follo... —exclamaba y había maldecido segundos después de haber hecho exactamente lo que no debía—. Soy un maldito pervertido —volvía a golpear su frente con su palma y suspiraba.

Cuando tomaba coraje, se ponía de pie, pero su ropa no estaba por ninguna parte, solo su ropa interior y una remera de gran tamaño que pertenecía a SeokJin.

Él conocía muy bien la prenda, solía usarla cuando follaban con regularidad. Suspiraba, la tomaba y la llevaba a su nariz para olerla, olía a limpio... Olía a Jin, dios, estaba arruinado.

Mientras tanto en la sala, el dueño del apartamento se encontraba preparando un desayuno de campeones mientras sentía que la resaca le abandonaba. Hasta que unos pasos en la sala, lo obligaban a girarse.

Sus ojos se encontraban con la bonita imagen de TaeHyung algo despeinado y dormido, usando esa remera que le quedaba tan bien y lucía sus gloriosas piernas acarameladas. TaeHyung se sonrojaba cuando SeokJin se lo comía con los ojos.

—Estás follándome con la mirada... —susurraba sin aliento—. Otra vez...

SeokJin parpadeaba, llevaba una pijamas de color azul oscuro, su cabello lacio hecho un bonito desastre.

—Lo siento, no quería incomodarte —reía nervioso, poniendo el último plato sobre la mesa—. Desayuna conmigo, por favor —pedía.

TaeHyung relamía sus labios y se aproximaba a la mesa con pasos cortos e inseguros. SeokJin no tomaba asiento frente a él, sino a su lado y TaeHyung se ponía jodidamente nervioso.

De repente el brazo de SeokJin se estiraba y tocaba su frente—. ¿Te golpeaste? Tienes una franja roja.

TaeHyung negaba, sacudiéndose la mano de Jin de su frente.

Cuando daba el primer bocado, SeokJin lo hacía también, hasta que encontraba el valor de vencer el silencio que sentia incómodo, pero no estaba seguro si realmente era así o era su propia paranoía.

—Juro que el plan no era venir y meterme en tu cama —exclamaba repentinamente, SeokJin por poco y se ahogaba—. Oh, lo siento —palmeaba su espalda, pero el castaño le hacía saber que estaba bien—. Lo lamento, quizás tengas recuerdos borrosos y no recuerdes tan bien como yo

—Ya, tranquilo... —tomando un sorbo de agua, SeokJin relamía sus labios y suspiraba—. Sé que piensas que estaba demasiado ebrio como para no recordar al pie de la letra, pero créeme que lo hago —miraba fijamente a TaeHyung—. Lamento que quizás sientas culpa, pero no lamento lo que hice —susurraba.

TaeHyung abría sus boca, pero nada salía por los siguientes minutos. Así que intentaba comer. Bien, SeokJin no había olvidado nada, ni tampoco se arrepentía.

—No me arrepiento —susurraba TaeHyung. El corazón de SeokJin palpitaba como loco cuando lo miraba y se encontraban viéndose fijamente—. No vine a eso, pero no me arrepiento

— ¿A qué viniste? —preguntaba de inmediato, estaba serio, pero con sus ojos brillosos.

TaeHyung quería besarlo.

Suspiraba sonoramente, dejaba caer su cubierto y cubría su rostro en un resoplido que dejaba saber que estaba teniendo una jodida lucha interna.

—Yo-... Aish~

—No tienes que excusarte, aceptaste su propuesta y está bien ¿Pero por qué viniste? —susurraba SeokJin—. ¿Fue tu forma de despedirte? —su voz sonaba débil y TaeHyung se sentía horrible—. ¿Es tu forma de decirme que no podemos hacer esto? Porque sí, lo admito —comenzaba SeokJin, torciendo su cuerpo en dirección a TaeHyung—. Lo detesto. Dios, nunca deteste tanto a alguien. No me gusta como te mira, no me gusta como toca. Odio lo territorial que se pone contigo... Odio todo del tipo, no me gusta verlo contigo, a tu lado, a metros de distancia. No me gusta que este contigo. Y sí, lo sé, soy un imb-....

SeokJin se tragaba sus palabras cuando los labios de TaeHyung se estrellaban contra los suyos y desesperadamente se subía a horcajadas de su regazo. El castaño respondía, sus ojos abiertos ante la grata sorpresa, pero los cerraba de inmediato para fundirse en ese beso, apretando a TaeHyung contra su cuerpo. Haciéndolo gemir por aquello, ambos calientes y deseosos.

No sabía que significaba, ni siquiera estaba seguro de querer escuchar lo que TaeHyung tuviera que decir. Dios, él inclusive estaba reconsiderando ser su amante si TaeHyung se lo pedía con tal de que no lo dejara.

Con tal de que todo ese encuentro y ese beso no fueran una despedida.

—Mmm~... Espera, espera —pedía con dificultad, luego recibía una mordida de TaeHyung—. Ssss... Auch, eso dolió

—Lo siento —susurraba el otro en respuesta, pasando su lengua como bálsamo.

SeokJin se estremecía y lo apretaba otro poco—. Estoy disfrutando esto, incluso cambie la clave de mi puerta con tal de que no fueras a salir, pero-... —SeokJin dejaba de hablar cuando una ceja de TaeHyung se levantaba—. Si, eso sonó bastante terrorífico y nada romántico...

— ¿Intentas ser romántico conmigo, Kim SeokJin? —preguntaba con suavidad.

SeokJin suspiraba—. ¿Por qué viniste? —tomaba el coraje de preguntar—. No voy a ir a tu compromiso, ni a tu estúpida boda. Te dejaría viudo antes de tiempo... —TaeHyung volvía a levantar ambas cejas esta vez—. Ay, joder. Lo siento, si sonó horrible...

—No voy a casarme con Namjoon —susurraba, sus manos sostenian el rostro de SeokJin y podía ver el exacto momento en el que al hombre le brillaban los ojos el doble y una sonrisa soñadora se dibujaba en su rostro. Todo el estómago de TaeHyung sentía mariposas.

—Espera un momento... —exclamaba SeokJin, dejando de sonreír—. ¿Sigues con él o...?

—Terminé la relación —sus manos iban a los hombros del castaño y luego se encogía de hombros—. Estaba usando la chance que Nam me había pedido para alejarme de ti, pero no sirvió y menos cuando decidiste aparecer en el bar y poner mi jodido mundo de cabeza, otra vez —susurraba.

SeokJin suspiraba, su corazón latiendo fuerte y alto, temía que TaeHyung lo oyera—. Quería mantenerme alejado y respetar tus deseos

— ¿Y que pasó? —preguntaba seriamente.

SeokJin se encogía de hombros y un nudo se formaba en su garganta—. Al parecer no puedo...

— ¿No puedes o no quieres? —cuestionaba—. Porque seré sincero, me vuelves loco. Volviste y desde que lo hiciste solo quiero estar encima de ti... Todo el jodido tiempo —susurraba entre suspiros, esa voz grave y rota, erizando los vellos de la nuca de SeokJin—. No dejo de pensar en ti un momento

—Tampoco yo... Veinticuatro siete, pienso en ti, en tus ojos. Tu boca, joder... Yo-... —TaeHyung le daba un superficial beso, pero largo—. Yo estoy muy-...

—Si dices confundido, saldré por esa puerta y me mudare de ciudad con tal de no volver a verte... —añadía TaeHyung.

—Asustado... —respondïa con ojos grandes—. Me pediste que no hiciéramos esto, pero viniste aquí y lo hicimos, pero no es solo sexo de mi parte y me aterra, es nuevo para mí —TaeHyung pasaba saliva, necesitaba enfocarse en esta charla por lo que intentaba salir de encima de SeokJin, pero sus manos firmes lo retenían en el mismo lugar, sobre su regazo—. No, quédate aquí... —pedía, llevando su mano a la parte posterior de la cabeza de TaeHyung y enredado sus dedos allí.

Cuando suspiraba, TaeHyung dejaba caer su frente y suspiraba también.

—Entiendo que estés asustado, estuve ahí, cuando era más chico... Y por más de que este total y completamente en-... —TaeHyung cerraba sus boca, apretaba sus ojos y SeokJin sentía que se le cortaba el aire, esperando—. Aunque esté enloquecido contigo, no voy a volver al closet por ti, ni por nadie —susurraba—. Te lo dije.

SeokJin relamía sus labios y asentía—. Lo sé y no me gustaría ser yo quien te obligue a eso...

—Bien, bien... —TaeHyung suspiraba—. Solo hay que tener en claro, ciertos límites... Terminé con Namjoon, pero no significa que correré a tus brazos, o sea... Quizás, si lo hice, pero no fue esa la intención, yo solo-... —sus mejillas se enrojecian y hacía un puchero, algo mareado de sus propia palabras.

SeokJin sonreía—. Que lástima que esa no era la intención, pero que bueno si no te salió —susurraba, besando el mentón de TaeHyung y dejando besos en su cuello marcado—. Te extrañé —aspiraba el aroma de TaeHyung y este se aferraba a él—. Tanto

—Jin... —gemía sin fuerzas, moviéndose apenas encima del castaño para aliviar el dolor entre sus piernas—. La idea es ser amigos... Mientras tú te descubres a ti mismo.

SeokJin dejaba de besarlo, asimilaba las palabras y luego salía del hueco del cuello de TaeHyung y lo miraba con su entrecejo fruncido.

— ¿Amigos?

—Sip

— ¿Amigos? —repetía, TaeHyung asentía, algo dudoso—. ¿Cómo en amigos con beneficios?

—Eso no sería correcto

— ¡Oh, claro! —soltaba intentando no enojarse—. ¿Y qué se supone que eso signifique? ¿Saldremos a bares gays mientras me descubro a mi mismo? —cuestionaba.

—No es una mala idea —susurraba TaeHyung, notando que SeokJin había elevado su voz y estaba un poco cabreado.

¿Pero qué se supone que debía hacer cuando el tipo estaba jodidamente asustado? ¿Ceder a follar en silencio? ¿A escondidas? ¿Otra vez?

— ¿O sea que esto...? —los señalaba—. ¿No volverá a suceder? ¿Se supone que no debería besarte o tocarte o siquiera desearte?

TaeHyung suspiraba y salía de encima de su regazo.

—Estás asustado y lo entiendo

—Sí, pero me gustas tú —añadía, poniéndose de pie.

TaeHyung suspiraba—. Lo sé, sé que te gusto. Me doy cuenta de cómo me miras y como me besas y me tocas —susurraba, sintiendo sus mejillas arder—. Pero gustar no es suficiente —SeokJin abría su boca para hablar, pero TaeHyung posaba sus dedos sobre esta—. Solo vine a decir esto, piénsalo, asimilalo... No puedes estar asustado por siempre.

SeokJin soltaba todo el aire y apretaba sus dientes—. No me vuelvas a dejar —susurraba.

TaeHyung sentía que su pecho se oprimía—. No lo haré... No podría —el silencio se extendía entre ambos, no dejaban de mirarse mutuamente, TaeHyung había dicho lo que venía a decir y SeokJin estaba asustado, él lo entendía, lo hacía—. ¿Mi ropa? No la encontré en tu habitación —preguntaba, cortando la mirada y el silencio.

SeokJin pasaba una mano por su rostro—. Anoche tiré el lubricante sobre tu ropa, solo tu bóxer se salvó y perdí más de la mitad de la botella. Está seca en la lavandería —señalaba en dirección a la misma.

—Gracias, me vestire y me iré. Tengo cosas que hacer, podemos vernos luego, si te parece bien —añadía.

SeokJin lo miraba—. Claro, si ¿Por qué no? —se encogía de hombros.

TaeHyung forzaba una sonrisa—. El Autumn se pone de locos en un día como hoy —exclamaba, camino a la lavandería seguido por SeokJin de cerca, cuando encontraba su ropa seca, limpia y doblaba se desvestía frente a SeokJin sin tapujos, devolviéndole la gran remera que había estado usando—. Gracias...

SeokJin la tomaba—. Siempre se te vió mejor a ti... Aunque no se comparaba con tus faldas o medias de red.

TaeHyung inhalaba fuertemente y una mirada de fuego era la que cruzaban, rápidamente sonreía y comenzaba a vestirse.

—Ven esta noche, diviértete... Mira alrededor del lugar

— ¿Quieres que vaya y vea si algún tipo me pasa su número y luego quiero follarlo?

TaeHyung apretaba sus dientes, su estómago hecho un maldito nudo.

—Si se te antoja —forzaba una encogida de hombros despreocupada.

SeokJin relamía sus labios, su ánimo estaba a punto de irse por el suelo.

—Si se me antoja —respondía laconicamente.

TaeHyung asentía—. Escucha, debo irme. Avísame que harás, puedo prepararte una mesa...

— ¿Quieres organizarme una cita también? —soltaba irónicamente.

—SeokJin...

—Lo siento —exclamaba de inmediato.

TaeHyung ya estaba cambiado y decente, saliendo de su vista y buscando sus zapatos.

—Llámame y confirma si estarás allí —exclamaba camino a la puerta.

SeokJin suspiraba y lo acompañaba, antes de dejarlo ir preguntaba—. ¿Estás bien con respecto a Namjoon? Porque sí haberlo perdido te entristece, no me pone tan feliz...

TaeHyung sonreía—. Estás jodidamente feliz —añadía, un tono más coqueto de lo esperado que iba a juego con la mano en el pecho de SeokJin.

«Claro, amigos» pensaba, pero su mano no se movía.

SeokJin reía ladino, apenas notorio—. Entonces, te veré esta noche... —añadía, luego besaba a TaeHyung justo en la comisura de sus labios, tan tentador y agobiante.

Podía sentir como el otro suspiraba y se tensaba, incluso él quería comerle la boca con desesperación otra vez. No tendría nunca suficiente de este hombre.

Pero lo tomaría con calma.

—Hasta luego, TaeHyung —susurraba en sus labios.

—Hasta esta noche, Kim SeokJin —soltaba sin aire, luego la puerta de abría y TaeHyung salía por poco corriendo de allí. 

Ninguno estaba seguro que saldría de eso, pero tampoco podían soltarse, solo se podía esperar que no se lastimaran. SeokJin no podría lastimarlo dos veces y TaeHyung no quería darse contra la misma pared otra vez.

Fanart de regalo inspirado en este capítulo, finalmente tengo la confianza de compartir un dibujo mío.

🚫No lo resuban a ninguna red, por favor y gracias.

Wattpad arruinó la calidad, síganme para más placer...

Pueden darme su apoyo y disfrutar de mis trabajos en "neditiomsart" tanto en twitter como Instagram. Síganme, hago dibujitos chidos, creo 😅 y hasta pueden ver el proceso de creación, antes les daba ediciones ahora fanarts 🤧🙌🏻 me esforcé mucho para llegar a este nivel.

Y por otro lado, que tremendo este dúo.

Con amor niñita Nany ⚜️

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