6-seis

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SeokJin sentía sus manos sudando en todo el camino a casa de su madre, había leído un mensaje de TaeHyung dónde le decía que lo pensará con calma, nuevamente, él no necesitaba ninguna prueba de nada excepto que él estuviera seguro de sus sentimientos cómo había mencionado, pero para nada lo orillaba a continuar con la idea de confesarle a su madre que su ahora, compañero de cama era... Bueno, un compañero con "o" y más que sólo eso.

"Kim SeokJin, no necesitas demostrarme nada más luego de decirme que estás enamorado. Solo piénsalo dos veces, hay tiempo para hablarlo con tu madre... Perdón que sea tan insistente"

SeokJin reía y decidía mandarle un audio:

—Relájate, sé que no necesitas más que mis palabras para estar seguro y créeme, esto es más por mí, por nosotros —corregía—. No sé si Eun Bi será capaz de arrojar sus dardos venenosos, pero sería un error atrasar algo que no tengo pensado terminar ni en un remoto futuro cercano. ¿Entiendes eso? —decía con una sonrisa y luego, dos palabras estaban atoradas entre su lengua y sus labios. Reaccionaba tarde cuando notaba que el audio continuaba con su silencio, aclaraba su garganta y añadía —. Te veo en unas horas, recuerda tu falda celeste pastel a cuadrille.

Cuando enviaba el audio, dejaba su teléfono a un lado y tocaba su pecho, fruncia sus cejas y nuevamente pensaba y confirmaba que esa noche había tenido demasiadas revelaciones. Todo su distanciamiento y su vuelta con TaeHyung habían sido demasiado significantes en corto tiempo.

Corto periodo de separación, pero hacía meses largos que el otro hombre era parte de su vida, y si SeokJin tenía que replantearse sus momentos más felices, libres y llenos de felicidad, TaeHyung estaba en cada uno de ellos. Y no solo las noches de sexo compartidas, todo lo que el cantante bonito había hecho por él desde que "accidentalmente" lo había llamado ebrio una noche para luego tener un lugar donde vivir momentáneamente hasta encontrar el suyo y reiniciar de nuevo.

TaeHyung había marcado fuertemente cada paso en su nueva etapa de vida desde su separación con Eun Bi. Y pese a que en esos meses había visto a su madre y siempre le decía que lo veía muy bien y que esperaba pacientemente saber sobre quién era la razón de su sonrisa y buen humor, SeokJin nunca había dicho nada, poco lo había considerado hasta ahora.

TaeHyung no era un simple amigo con beneficios, siempre había sido mucho más que eso y entendía totalmente cuando se habían despedido la primera vez. TaeHyung estaba seguro de su amor por él y lo primero que había hecho, había sido dejarlo  para evitar que su corazón se hiciera añicos. Y eso era lo último que SeokJin quería en ese entonces y es lo mismo que deseaba en la actualidad. Se había alejado porque sabía que no era el hombre que merecía en ese momento, luego había cedido a su fatal necesidad por la presencia del hombre en su vida y estaba seguro de que una amistad no sería simple, pero tampoco había creído que sería tarea dura ver a TaeHyung con un hombre que tampoco lo merecía.

Pero era mucho más profundo de lo esperado, SeokJin no quería volver a alejarse de TaeHyung. Lo deseaba en cada sentido de la palabra. En todas las formas que una persona puede desear a otra. Y con unos sentimientos que jamás había albergado por nadie más, por eso le costaba entenderse a sí mismo y sus celos posesivos.  Nunca había sido posesivo con Eun Bi, pero con TaeHyung se volvía inestable. No le parecía bonito en absoluto el sentimiento que había conocido al ver a Namjoon con TaeHyung, pero podía reconocer que estaba ligado a sus fuerte sentimientos por el hombre.

En el futuro, no sería tan cavernícola, ese hombre era suyo y aunque la conversación con su madre lo tenía sudando de pies a cabeza, él necesitaba esta charla. No dejaría a TaeHyung ni en un futuro cercano y tampoco volvería a tenerlo oculto dentro de sus cuatro paredes o las del mismo TaeHyung. Ellos tenían algo perfecto y eso no merecía ser escondido y si a alguien le molestaba, podía irse con su culo a otra parte. Solo esperaba y anhelaba con todo corazón, que su madre no fuera parte de ese segundo grupo de personas, pero nuevamente no sabía que esperar. Su madre era una mujer compleja en ocasiones y otras veces, una muy simple de sobrellevar.

SeokJin no estaba seguro con que se encontraría.

Cuando se hallaba parado frente a la puerta de su madre y esta la abría, su corazón se aceleraba.

— ¡Mi querido, has llegado tan rápido! —los ojos de su madre se iluminaban al verlo y SeokJin se sentía cálido entre sus brazos cuando esta lo sostenía en un fuerte abrazo.

Su madre lo llevaba rápidamente la mesa que había preparado con bebidas mientras SeokJin dejaba la bolsa de comida que había traído para que ambos pudieran cenar, cómo lo había prometido.

Pero las manos del castaño volvían a sudar.

— He pasado mis novelas solo para recibirte, SeokJinnie —decía a su madre con una sonrisa de oreja a oreja, SeokJin sonreía divertido ante aquellas palabras—. Ponte cómodo cariño, ¿qué te trajo aquí esta noche?

SeokJin suspiraba nervioso—. La verdad es que estaba cerca del vecindario y quería venir a ver a mi madre ¿Acaso es un pecado?

Su madre reía a carcajadas, luego ambos se ponían cómodos y comenzaban a comer la comida que SeokJin había traído. Su madre lo observaba en silencio dejándolo hablar de esto y aquello, preguntándole sobre su día, su trabajo y simplemente esperando a que SeokJin realmente dijera lo que tenía que decir esa noche. Luego de varias charlas banales su madre ofrecía un café para degustar luego de la gran cena que habían tenido.

A ese punto de la noche SeokJin había superficialmente olvidado a qué había ido en realidad a ver a su madre, hasta que lo recordaba y sus manos volvían a sudar. Tomando el primer sorbo de su café negro, el castaño miraba a su madre muy atenta frente a él con una sonrisa dulce pintada en su rostro.

— Entonces mi niño ¿A qué has venido realmente? —SeokJin se le quedaba viendo con ojos inmensos—. No me malinterpretes, estoy feliz de verte y te ves mucho mejor que la última vez hace  unas semanas atrás —soltaba la mujer, como quien no quiere la cosa—. Estabas tan desanimado que te veías gris, en cambio ahora te veo muchísimo mejor. Me gustaría saber a quién debo agradecerle por haberle devuelto la sonrisa a mi hijo.

Seok-jin reía nervioso y complacido.

— Desearía que no me conocieras tan bien —exclamaba el castaño.

—Soy tu madre, cariño. Te conozco mejor que la palma de mi mano. Deduzco que la mujer que te tenía feliz unos meses atrás luego te dejó y ahora volvió. ¿O hay alguien más? —preguntaba su madre directamente, sin rodeos.

SeokJin estaba seguro que nunca conocería del todo a su madre, esa noche había optado por ser directa y para nada discreta. En cierta forma se lo agradecía aunque no había mujer alguna de cuál hablarle.

—Tienes razón en algo, eomma —suspiraba.

Cuándo SeokJin se había separado de Eun Bi, luego de semanas de revolcarse con TaeHyung, él había visto a su madre y le había contado que su relación había terminado y que por el momento se encontraba muy bien disfrutando de su soltería. No le había mencionado que estaba teniendo una nueva aventura amorosa, pero la mujer era mucho más lista de lo que era él. Su madre siempre estaba al tanto de la vida de SeokJin, no le había gustado saber que su nuera había engañado a su pequeño niño, pero había notado que SeokJin estaba bien al respecto y no había dicho nada más sobre su antigua relación.

Estaba más que segura que su hijo estaba haciendo muy bien entretenido por alguna bella mujer y le parecía perfecto, pero luego cuando TaeHyung había puesto distancia entre ellos, la mujer sabía que su hijo ya no estaba en ninguna aventura, pero se había abstenido de preguntarle el motivo de su tristeza.

Al parecer, su pequeño niño estaba en el ruedo nuevamente y se sentía muy curiosa de saber quién era esa persona que podía, tanto quitarle la sonrisa como devolvérsela.

—Estoy iniciando una relación con alguien más —exclamaba SeokJin.

Podía notar el segundo exacto en el que los ojos de su madre brillaban con verdadera felicidad por él.

— ¡Cariño, eso me parece fantástico! Nadie más que tú merece ser feliz —exclamaba su madre, muy feliz y orgullosa.

SeokJin sonreía casi forzosamente, reteniendo este pequeño momento en pausa porque no sabía cómo iba a reaccionar realmente su madre cuando le dijera que su nueva pareja era un hombre.

SeokJin sonreía nervioso, frotaba sus manos nuevamente sudadas y levantaba la vista para mirar a su madre, la sonrisa de la mujer se desvanecía y a cambio fruncia su ceño y lo miraba preocupada.

— ¿Qué sucede, cariño? ¿Qué no estás diciéndome?

SeokJin, relamía sus labios, tomaba aire y exclamaba—. Su nombre es TaeHyung, es gentil y es cantante. Vive solo y fue el amigo que me ayudó a conseguir el apartamento en el que vivo ahora y estoy muy enamorado de él.

Su madre dejaba caer casi literalmente su mandíbula sobre la mesa, mientras que sus ojos se abrían de una forma casi cómica para el castaño, SeokJin se hubiera reído si no fuera porque realmente estaba muy nervioso y no podía gesticular absolutamente nada, solo mirar fijamente a la mujer que le había dado la vida y que hace unos segundos estaba muy feliz sobre la noticia de su nueva relación.

—Por favor di algo —pedía el castaño en un susurro.

Su madre recuperaba la compostura carraspeaba su garganta y peinaba su flequillo. SeokJin conocía la incomodidad en su madre y él la había incomodado.

— ¿Tú estás hablando en serio o estás bromeando conmigo? —preguntaba la mujer con cautela.

SeokJin sacudía su cabeza en negación, él estaba hablando muy en serio.

— ¿Desde cuándo te gustan los hombres? ¿Por que no me lo dijiste antes? —preguntaba su madre de inmediato—. ¿Cómo se supone que tengo que tomar esta noticia? ¿Qué es lo que esperas de mí?  —la mujer no sonaba enojada sino más bien estaba completamente shockeada.

SeokJin suspiraba y se encogía de hombros—. Solo espero que no me rechaces —exclamaba con total honestidad—. Pero tampoco puedo obligarte a que me aceptes.

La mujer suspiraba y se ponía de pie, ahora sí se veía furiosa.

—Esto no se trata de rechazarte o aceptarte, se trata de que no hablaste conmigo y en eso recae toda mi furia ¿Por qué me lo ocultaste?

—Porque era una simple aventura y ahora se convirtió en algo más. Finalmente estoy seguro al respecto y por eso te lo digo ahora —admitía con sus ojos llorosos y su corazón apretado en su pecho.

Su madre lo miraba nuevamente, antes de rodar sus ojos y suspirar sonoramente. Daba unas vueltas sobre su propio eje y acomodando su cabello, volvía a sentarse frente a un SeokJin que era más nervios que persona, suspirando una vez más y juntando sus manos sobre la mesa, lo miraba. SeokJin tragaba el nudo en su garganta y no sabía que se vendría.

— ¿Dijiste que es un cantante? —preguntaba la mujer con un tono de voz más dulce.

SeokJin soltaba todo el aire acumulado y reía, entrecortado y sorprendido.

—Él sí... Eh, si lo es —exclamaba nervioso.

Su madre fruncía sus labios—. ¿Y vive solo de eso? ¿Qué tipo de cantante es? ¿Es un Idol? ¿Es mucho más joven que tú? —la mano de la mujer se apoyaba en su pecho.

—No, no, no —SeokJin se apresuraba a responder—. Aparte de ser cantante es administrador en el mismo bar donde su tía es la dueña. Y no es más joven que yo, sólo nos llevamos tres años.

Su madre suspiraba una vez más, luego sonreía mirándolo con dulzura.

—Esto es tan extraño, hijo —la mujer volvía a suspirar—. No puedo asegurarte estar cómoda con esta nueva faceta tuya, pero la acepto, porque te amo y realmente te veo feliz —su mano se extendía y hacía el primer contacto desde la declaración de SeokJin.

El castaño la miraba y parpadeaba con algo de letargo—. No es una faceta —decía, quitando su mano—. No tengo dieciséis para cambiar de opinión el día de mañana y simplemente decidir que sólo me gustan las mujeres. Tampoco puedo asegurarte que me vas a ver con otro hombre, porque por el momento TaeHyung es en quien puedo pensar, pero tienes que entender que no es la emoción del momento —aclaraba con seriedad—. Lo que siento por él es más real de lo que incluso llegué a sentir por Eun Bi, con quién casi decido casarme.

Su madre juntaba sus manos y asentía sin mirarlo.

SeokJin suspiraba—. Han sido meses de estar con él y luego me sentí miserable cuando lo perdí. No voy a obligarte a conocerlo, aunque me gustaría, pero entiendo si no lo aceptas del todo —cuando decía aquello, se ponía de pie. Su corazón latía rápido y sus pies pesaban.

Sabía que no estaban cien por ciento con el ánimo del inicio. La confesión de SeokJin parecía ser como una barrera que ahora no podía permitirle ni a él, ni a su madre acercarse. Con paso lento, se aproximaba a la puerta, su madre se levantaba con efecto tardío y dibujaba "esa sonrisa" que, SeokJin durante su crecimiento, la catalogaba cómo "la sonrisa complaciente" que la mujer dibujaba cuando estaba descolocada, porque discutir y pasar a mayores no era la mejor opción.

— ¿Ya te vas? —preguntaba incómoda.

SeokJin sonreía suavemente y asentía—. Fue una noche larga, no quiero retenerte fuera de la cama y yo necesito llegar a ella —mencionaba.

—Oh claro, cariño —mencionaba, aún parada en su lugar. SeokJin presentía que no podría abrazarlo en ese momento, a comparación de como lo había recibido y estaba intentando con todas sus fuerzas de no sentirse herido, pero no era algo fácil.

—Cuídate y ya sabes, llámame si necesitas algo. Te amo, eomma —decía sonriendo, luego abría la puerta y salía lo antes posible.

No había dejado a su madre responderle.

TaeHyung por su cuenta, estaba en su cama, era una imagen extrañamente divertida el hecho de que vistiera su camisa blanca que atentaba parecer a una de colegial, con su falda celeste pastel. Pero no sería la primera vez que usaba esas prendas con SeokJin. Solo que hacía hace unas semanas muy largas que no se vestía así para nadie.

Bueno, la verdad es que nunca había dejado salir sus fetiches con amantes al azar antes de Namjoon, luego de Namjoon se había mantenido al margen hasta que SeokJin había entrado en su vida y luego simplemente se había sentido libre por primera vez en tanto tiempo. Había intentado con  todas sus fuerzas que SeokJin fuera alguien "del momento" pero cuando menos lo esperaba estaba enterrado hasta el fondo por unos fuertes sentimientos que lo unian al bello hombre. 

Y lo había dejado ir luego de darse cuenta que SeokJin nunca jamás podría enamorarse de él y que él sólo llenaba el papel de sus más sucias e inesperadas fantasías en la vida del hombre. Pero ahora, con los nervios a flor de piel, una sonrisa temblorosa se pintaba en su rostro, recordando las palabras de SeokJin frente a su ex prometida. Palabras que quería oír, pero que por las cuales había perdido la esperanza. Parecía estúpido e ilógico el hecho de que había intentando retomar su relación con Namjoon cuando había dejado de amarlo y estaba irremediablemente enamorado de alguien más.

Ese alguien más a quien su cuerpo, mente, alma y corazón deseaban con locura. TaeHyung aún se sorprendía de todos los momentos en los que sus manos habían estado encima de SeokJin sin siquiera notarlo. Era una locura, estaba incontrolable y pensar que todo había comenzado por qué simplemente quería jugar un poco con el heterocurioso. SeokJin tenía banderas rojas por todos lados para alguien tan libre como TaeHyung, pero sin embargo había caído por el hombre. Y había renunciado a él.

Hasta que ese mismo hombre, finalmente y sorpresivamente le había correspondido. Aún temblaba en su cama pensando en todos los escenarios en que SeokJin podría enfrentar con su madre. En todos esos largos meses de conocerse, enredarse y enamorarse entre sí, SeokJin siempre hablaba de la mujer como una madre soltera increíble que le enseño todo lo que sabe. Una persona muy versátil y que nunca podría predecir. A TaeHyung le parecía una mujer increíble, pero dudaba que ella pensará lo mismo de él, si luego de tener un hijo totalmente heterosexual, este le aparecía diciendo que ahora le gustaba un hombre.

TaeHyung no podía evitar que la pena le pesara enormemente sobre sus hombros y su pecho.

—Te ves increíblemente hermoso y arrebatadoramente sensual —sonaba una voz ronca que venía de la puerta de su habitación.

TaeHyung se sentaba repentinamente del susto y notaba a SeokJin sobre el marco de la puerta. Su cabello más desordenado, los botones de la camisa que llevaba esa noche estaban desprendidos a la mitad de su pecho y recordaba como casi lo dejaba desnudo en el estacionamiento del bar. Se veía espectacular y sentía que se le secaba la boca al verlo. Bajando los pies de la cama al suelo, se sentaba sobre esta y miraba al hombre que se acercaba con los ojos brillosos fijos en él. Era un elíxir del mejor que la mirada de SeokJin no cambiará en absoluto cuando él decidía jugar un poco con su ropa.

SeokJin nunca lo juzgó ni miro diferente. Bueno, la última parte podría decirse que sí, pero de forma positiva, lo miraba con un brillo salvaje que intentaba contener hasta tener a TaeHyung gimoteando por su polla y luego una bestia salvaje que hacía el mundo de TaeHyung girar, salía a relucir.

Cuando todo el porte de casi 1,80 de Kim SeokJin estaba frente a él, la mano de este se extendía y tomaba su mentón. TaeHyung tragaba y su nuez se movía de arriba abajo mientras que sus ojos grandes de pestañas largas lucían como el de un cervatillo perdido. Agachándose a su altura, SeokJin lo miraba de cerca y acariciaba su belfo inferior con el pulgar de la misma mano que sostenía el mentón de TaeHyung.

— ¿Cómo hice para estar tan lejos de ti? —se preguntaba. No necesitaba respuesta, era una clara pregunta retórica—. Eres tan hermoso —susurraba.

TaeHyung sentía que la piel de su nuca se volvía de gallina, erizando sus vellos y dejando que un escalofrío le recorriera justo por sus hombros.

— ¿Cómo te fue? —susurraba.

SeokJin lo miraba seriamente, con un deje de dulzura en su mirada y una sonrisa tiraba de la comisura de sus labios.

—No me interesa hablar de nada más que no se trate de nosostros juntos en tu cama para finalmente dar inicio a una auténtica relación en la que sólo yo y nadie más que yo, podrá tocarte y besarte hasta el cansancio —exclamaba con una voz ronca que lograba poner a TaeHyung tenso, con su polla endureciendose cada vez que SeokJin lo miraba con el hambre pintado en sus ojos.

El cantante asentía embobado luego de las palabras del castaño y cuando sentía la otra mano de SeokJin en su muslo, acariciando en círculos y subiendo lentamente, TaeHyung soltaba una suave gemido. Toda preocupación por la charla de Jin y su madre, había sido empujada lejos por las caricias de la mano ajena y luego un acercamiento por parte del rostro del castaño y sus labios se entreabrían más que dispuestos, pero el beso no llegaba. Solo una caricia más del pulgar de Jin sobre su mentón y luego empujaba este dentro de su boca, TaeHyung obedecía de inmediato al mandato silencioso del castaño y chupaba.

El sabor de la piel estimulaba todo el cuerpo de TaeHyung y no podía evitar cerrar brevemente sus ojos y gemir suavemente mientras chupaba. Sentía los dedos largos de la otra mano de SeokJin clavarse en su muslo y le gustaba aquella sensación. El pulgar era empujado una vez más y él succionaba con avidez, apretando sus ojos y bajo sus palmas tenía el cobertor de la cama enmarañado en estas.

De repente sentía el rostro de SeokJin pegado a su mejilla.

—Abre los ojos y mírame mientras me chupas —susurraba SeokJin.

TaeHyung obedecía y se sentía atrapado por ese lago negro que los ojos ajenos eran. Podría perderse horas en esa mirada. SeokJin le hacía una cara que le daba a entender que soltara su dedo y TaeHyung daba una última succión, dejando que el pulgar se deslizara fuera de su boca. Estaba duro y sediento. Totalmente dispuesto a caer bajo las garras de ese hombre. Su hombre.

Un hilo de saliva había quedado pegada y colgando del belfo inferior de TaeHyung por lo que SeokJin se arrebataba y con su lengua, limpiaba el mismo hilo que colgaba, TaeHyung estaba hambriento por un beso, pero este no llegaba. Su boca quedaba abierta en el aire y entrecerraba sus ojos cuando veía la mirada maliciosa y juguetona de SeokJin.

—Eres un hombre malo, quería besarte —susurraba con su voz grave y ronca. Apenas un pequeño aegyo se notaba en su tono de voz y sus labios era un bonito puchero.

SeokJin mordía su propio labio inferior y barría con sus ojos toda la imagen inocente de TaeHyung. Inocente y muy pronto, sucia. Sexy, precioso de pies a cabeza. Su mano sobre su muslo tocaba la punta de la falda celeste pastel y recordaba cómo había iniciado todo. Cómo había espiado a TaeHyung con esa misma falda, follarse a sí mismo sobre un dildo al que el mismísimo SeokJin había envidiado.

Su mano estrujaba la tela y TaeHyung suspiraba, la otra mano de Jin iba para su camisa, desabotonando esta hasta que podía ver el ombligo de TaeHyung y la piel canela que tenía un tono precioso entre las luces del tipo púrpura en la mágica habitación de TaeHyung que había sido testigo de tantos encuentros entre estos dos.

— ¿Cómo hice para estar sin ti todo este tiempo? —SeokJin volvía a lanzar otra pregunta retórica similar a la primera, pero alzaba sus ojos y encontraba los de TaeHyung, muchos sentimientos se arremolinaban en su lengua y TaeHyung lo miraba atento, absorbiendo por completo la imagen del hombre frente a él, listo para escuchar todo lo que quisiera decir y corresponder—. Dios, eres tan-... —la mano de SeokJin subía por su pecho y tomaba su cuello con la presión justa que sacaba otro gemido a TaeHyung y luego tomaba su boca con  autoridad.

TaeHyung lo recibía con sus labios abiertos de par en par y se dejaba tirar sobre la cama para sentir todo el cuerpo de SeokJin cubrirle por completo mientras él abría sus piernas y las enroscaba sobre las caderas ajenas. De inmediato comenzaban a besarse como si hubieran pasado años en los que no se tocaban, besaban y sentían. El gran cuerpo caliente de Jin presionaba contra el suyo y se volvía loco por el aroma, el peso y el calor ajeno. Seguía como podía el beso demandante del castaño, quien aún no soltaba su cuello y con la otra mano, acariciaba por debajo de su pollera, jugando a ignorar su erección olímpicamente, pero presionando la suya propia contra esta.

La fricción los estaba volviendo locos a ambos, los gemidos ahogados de TaeHyung hacían cosas extrañas con SeokJin, cómo si no tuviera suficientes manos para tocarlo por doquier.

Cuando soltaba los labios del cantante, arrancaba sus labios con una buena mordida al belfo inferior de TaeHyung y haciéndolo sisear y gemir.

—Joder, quiero tenerte desnudo y a la vez me encanta como te ves así vestido —mencionaba con sinceridad.

TaeHyung sonreía como podía, pero sus manos eran más rápidas por lo que se encargaba de girar los papeles y quedaba encima de SeokJin a horcajadas y comenzaba a desabotonar su camisa, para tener finalmente el pecho de SeokJin al desnudo y luego se inclinaba por un beso apasionado donde sentía las grandes manos del castaño tomar su rostro y recibir su boca. De inmediato estaba tirando de la prenda para dejarlo desnudo, unas risas cómplices se escuchaban brotar de ambos mientras SeokJin ayudaba, levantándose para que TaeHyung quitará su camisa y luego el decidía que desabotonaría toda la camisa de TaeHyung, pero se la dejaría puesta junto con la falda.

La autoridad de TaeHyung se quebraba cuando SeokJin los volvía a girar en la cama con risas cómplices y se ponía de pie para comenzar por su cinturón. TaeHyung no iba a ser un simple expectador, así que se sentaba sobre la cama, con camisa desabrochada, cabello hecho un bonito desastre y labios hinchados, mientras sus manos alejaban las de SeokJin y se encargaba él de quitarle el cinturón y bajar el pantalón. Los ojos de TaeHyung eran fuego puro mientras veía como SeokJin solo quedaba en boxer frente a él. La prominente erección atrapada en los confines de la tela de algodón, se robaba su mirada, era un bulto de envidiar, pero para TaeHyung era más de admirar y desear.

Se relamía y mordía su labio inferior, mientras su gran mano cubría el bulto bajo el boxer negro y apretaba, SeokJin gemía y cerraba sus ojos mientras su cabeza caía hacia atrás, tan sensual y hermoso.

—Necesito chupartela —soltaba ronco el azabache.

SeokJin lo volvía a mirar y asentía embobado mientras las manos de TaeHyung bajaban la prenda y la gran longitud saltaba frente a su rostro. Larga, gruesa y venosa. TaeHyung nunca desearía a nadie más de lo que deseaba a SeokJin.

—Cuando quieras, hermoso —susurraba el castaño con sus dedos enredándose en las hebras de TaeHyung, justo en su nuca, empujándolo hacia adelante y exclamando—. Abre esa boca... —ordenaba, con su otra mano, tomando el mentón de TaeHyung y abriéndola con su pulgar.

TaeHyung lo hacía, dios, le encantaba que SeokJin le dijera "salta" para que él lo hiciera con auténticas ganas.

Sin preámbulos ni muchos juegos, TaeHyung daba una lamida justo en la punta dónde SeokJin ya estaba perdiendo parte de su esencia y nuevamente su cuerpo zumbaba ante el sabor del castaño. Por lo que le seguía otra lamida más ansiosa y otra y una más. Como un gatito que recién aprendía a tomar la leche. Una extraña comparativa, pero TaeHyung usaba eso como parte de su encanto, cierta inocencia y desesperación que ponían a SeokJin ansioso. Notaba el pecho de este subir y bajar irregularmente, mientras lo miraba con deseo.

—Estás jugando —soltaba débilmente.

TaeHyung sonreía ladino y luego sus labios chupaban su glande como si fuera paleta. Se volvían un bonito puchero mientras la mano de TaeHyung apretaba justo en su eje y SeokJin sentía que se vendrían cual adolescente allí mismo, con ese pequeño juego de TaeHyung. Este podría sentir como se había sacudido el cuerpo del castaño, así que añadía su otra mano y jugaba con las bolas de SeokJin, apretando y masajeando para comenzar a tenerlo gimoteando suavemente y empujando sus caderas de a poco.

—Mmm... Cariño-... —SeokJin hablaba como podía, porque las succiones de TaeHyung comenzaban a ser más fuertes y profundas.

Le costaba tomarlo completo, pero TaeHyung siempre había sido un compañero de cama atento, así que intentaba un poco más y otro poco. Las rodillas de SeokJin eran débiles y sus caderas ya no podían mantenerse quietas mientras los sonidos obcenos de la boca de TaeHyung inundaba sus oídos y su visión solo era TaeHyung boquiabierto, comiéndole casi por completo con ojos llorosos y salivando a los lados.

Sus manos apretaban el cabello enmarañado y negro del bonito cantante y preguntaba—. ¿Puedo? No te haré daño... —su voz ronca e irreconocible.

TaeHyung lo soltaba, relamía sus labios y asentía, mientras se quitaba su jockstrap favorito y lo arrojaba al suelo para no tener nada más que la falda. Su polla estaba dura y goteando, así que su mano iba con un firme agarre sobre su eje y luego asentía mirando a SeokJin.

—Cuando quieras grandulon —respondía con su voz rota.

SeokJin lo veía de piernas abiertas, cabello revuelto y ojos llorosos, más labios hinchados y brillantes. La camisa con su pecho al descubierto era sutil, pero cubría mucho, así que antes de tomar la cabeza de TaeHyung, bajaba la camisa hasta los antebrazoos para dejar la parte de sus hombros al descubierto. Ahora TaeHyung se veía tan erótico y perfecto debajo de él que, no pensaba cuando lo tomaba con fuerzas de su cabeza y lo tiraba hacia su polla. TaeHyung de inmediato abría su boca y chupaba lo que podía para solo minutos después ver cómo SeokJin perdía el control y follaba su boca tan ido y gimiendo ronco muchas palabras.

Desde "Hermoso. Perfecto y mío" hasta "Tragate todo. Hasta el fondo... Y abre más esa sucia boca"

TaeHyung se encendía correctamente con cualquier frase que SeokJin dijera mientras bombeaba su polla y apretaba el eje para no correrse así. Él quería correrse con SeokJin golpeando dentro de él y SeokJin quería lo mismo, porque cuando sentía que estaba a punto de tocar el cielo, se alejaba y respiraba profundamente.

TaeHyung entendía, recobraba el aire, se subía a la cama y se giraba para ponerse sobre sus manos y rodillas. Su bonito culo, a disposición de un SeokJin que prácticamente caía encima para morder su glúteo y hacerlo gemir fuerte y alto, luego pasaba su lengua, masajeaba ambos glúteos mientras admiraba el bonito agujero del cantante. TaeHyung era perfecto para él, en todos lados, cada rincón. Ni siquiera controlaba su boca cuando se iba encima de la piel arrugada y lamía una gran línea vertical que provocaba a TaeHyung erguir su cintura y tirarse encima de esa boca mientras su mano bombeaba su propia polla una vez más.

—Daddy-... —gemía TaeHyung y recibía una nalgada aguda que hacía picar toda su piel, mientras otra risa burbujeaba y con un tono más grave repetía la palabra "Daddy" mirando hacia atrás como desafiando a SeokJin.

Y el castaño tomaba el desafío, porque luego de eso, estirar a TaeHyung había sido una tortura para ambos. La lengua de SeokJin había degustado a TaeHyung de adentro hacia afuera, mientras que sus dedos habían hecho un desastre con el punto dulce de TaeHyung. Este se sorprendía aún de lo que bien que SeokJin conocía su cuerpo. Lo hacía temblar y gimotear como un desesperado. Cuando iba a tocarse nuevamente, SeokJin empujaba su mano y lo reprendía.

—Basta, me encargaré de ti yo mismo —susurraba encima de él, sobre su oreja y chupando su lóbulo.

TaeHyung apretaba sus ojos y se dejaba  voltear como muñeca de trapo, seguía con la falda un poco subida y la camisa hecha un desastre, si fuera por él, se lo quitaría todo, pero a SeokJin realmente le gustaba y él no haría lo contrario. Cuando sus piernas eran abiertas, notaba como SeokJin se ponía entre medio mientras tomaba del cajón de noche el lubricante y condones.

—Me agrada que sigan en el mismo lugar —mencionaba juguetón.

TaeHyung sonreía —. Créeme que no fueron tocados desde que te fuiste —añadía.

SeokJin quedaba con el condón a mitad de su erección y lo miraba curioso, la pregunta pintada en su rostro y TaeHyung reía secamente.

—No, no lo usé con mi ex porque evite todo roce de cuerpos... —susurraba sonrojado, luego su mano iba a su propia erección y se acariciaba a sí mismo—. No era lo mismo. No eras tú —añadía con un tono de voz más sensual, mientras apretaba su polla desde su eje y mordía su labio, para luego chupar su propio dedo índice de su otra mano y morder la punta de este. Era tan sensual—. Solo te quería y te quiero a ti —añadía, llevando el dedo húmedo recientemente lamido a su pezón derecho y apretar.

SeokJin soltaba todo el aire y cubría su longitud de inmediato con el condón y una gran cantidad de lubricante sobre su falo y la entrada de TaeHyung, luego le levantaba las piernas y se alineaba para empujar dentro, cruzando el anillo de músculos estirados y lubricados. TaeHyung gemía en todo el proceso un largo y sensual "Aahh~..." Que volvía a SeokJin un hombre primitivo con ganas de tomar, poseer. Golpear dentro una y otra vez, pero se contenía mientras TaeHyung se acostumbraba a su gran tamaño.

Apretando sus dientes, tocaba fondo, su pelvis pegada al culo de TaeHyung y este mismo soltaba un gemido entrecortado. Ahora quieto, esperaba ansiosamente—. Tú dime, cariño —su voz ronca, sus dedos apretados en las caderas de TaeHyung, mientras este respiraba con dificultad.

—Fóllame, amor... —susurraba TaeHyung, sus manos arrastrándose por la cintura de SeokJin para acercarlo más y tenerlo aún más hundido en él.

"Amor" era la primera vez que TaeHyung decía aquella palabra de esa forma tan rota y dulce.

Todo el interior de SeokJin se removía y su polla parecía incluso ensancharse más dentro del  interior de TaeHyung. Era una sensación espectacular ser apretado por ese hombre. Y agradecía no estar ebrio esta vez, agradecía tener a TaeHyung de nuevo en su vida. Él simplemente estaba tan, pero tan consumido por ese hombre qué -...

—Te amo —soltaba ronco, mientras tomaba el rostro de TaeHyung y lo besaba apasionadamente al compás que comenzaba a embestirlo con ímpetu.

TaeHyung había gemido ahogado dentro de la boca de SeokJin, sus ojos abiertos de par en par, pero ahora que su punto dulce estaba siendo exquisitamente golpeado, no podía hacer nada más que tomar todo lo que SeokJin le diera. Sus besos, caricias, su cuerpo entero cubriéndolo. Cuando la boca del castaño lo dejaba comenzaba a marcar su cuello, sus hombros. Su clavícula.

TaeHyung quería decir algo respecto a la frase que SeokJin había soltado antes de ser este hombre salvaje y desatado, pero estaba siendo tan consumido que solo podía gemir.

—Jin... Ah, por dios —soltaba sin fuerzas. Sus piernas dobladas por encima de él mientras que SeokJin lo miraba con una neblina de lujuria y más en sus ojos negros y sus dientes apretados al compás que su pelvis iba de adelante hacia atrás.

—Eres hermoso. Tan hermoso y mío —exclamaba, soltando las piernas de TaeHyung para pegarse a su cuerpo.

Torso con torso, TaeHyung lo abrazaba con fuerza mientras suaves y repetitivos "Ah-ah-ah" sin aliento, sonaban en su oreja. TaeHyung era un desastre, pero lo sorprendía cuando lograba girar sus cuerpos y quedar encima de él. Lo veía quitarse la camisa y lo veía como comenzaba a rebotar encima de su polla, la falda celeste pastel rebotaba junto con TaeHyung.

La vista era perfecta y sus manos iban ansiosas para poder estimular los pezones de TaeHyung al mismo tiempo que este se follaba a sí mismo con su polla. Los brazos del cantante iban hacia atrás para apoyarse sobre los muslos y casi rodillas de SeokJin. La vista de su bonita polla asomándose por debajo de la falda cada vez que saltaba era una visión tabú y excitante que nunca tendría más que una respuesta positiva en SeokJin. No había preocupación alguna mientras él estuviera con TaeHyung. No podía pensar en nadie más que en el hombre encima de él, gimiendo desesperado y agitado.

Conocía tan bien su cuerpo que sabía que TaeHyung estaba debilitándose, así que lo tomaba de las caderas y empujaba su pelvis hacia arriba para encontrarse con las caídas de TaeHyung y hacer las penetraciones y encuentros de ambos cuerpos extremadamente explosivos. Ambos gemían, roncos, agitados e insaciables. El sonido de piel con piel, lubricante y sudor, era afrodisíaco.

—Jin. Tú -... —TaeHyung exclamaba cómo podía en su nube de placer. Él no había olvidado lo que SeokJin había dicho, no podía ni aunque estuviera siendo bien follado y el mundo estuviera borroso en los bordes, pero antes de decir otra cosa, SeokJin lo tomaba con firmeza y golpeaba cuesta arriba de forma bestial, reduciendo a TaeHyung a puros gemidos que rogaban por más y más.

Ya no podía pensar, solo gemir y dejarse llevar, todo se ponía peor cuando la mano de SeokJin comenzaba a masajear su circunferencia de forma vertical, estaba cerca, su cuerpo ya no resistía. Su abdomen burbujeaba y sus bolas iban a explotar muy pronto. Él no podía hacer nada más que dejarse hacer por SeokJin.

—Voy a voltearnos y caerás sobre el colchón de forma brusca —decía SeokJin.

TaeHyung tarareaba en acuerdo, pero con mirada perdida y luego SeokJin había hecho lo mencionado. Quizás un movimiento un poco doloroso. TaeHyung gemía y su mentón se marcaba.

—SeokJin... —decía con sus dientes apretados.

El susodicho reía —. Me dijiste que te avisará la próxima vez que hiciera un movimiento así —susurraba en sus labios, acomodándose una vez más.

TaeHyung sonreía y lo abrazaba—. Recordaste lo que te dije la vez anterior

—No estaba tan ebrio, cariño —susurraba SeokJin, sus movimientos más calmados y suaves dentro de TaeHyung.

El azabache arqueaba su espalda. La fricción de SeokJin en su polla con todo su cuerpo sobre él y la forma en que su pelvis había ralentizado sus estocadas, era delicioso.

—Más fuert-... ¡Ah, Jin! —una fuerte embestida golpeaba en su interior, luego un par más suaves y cuando sentía que se iba a enloquecer por los movimientos lentos de las caderas de SeokJin, otra estocada fuerte resonaba en la habitación y lo sentía en su interior, clavando su próstata y dejandolo sin aire. Lloriqueaba otro poco y SeokJin volvía a hacerlo una vez más—. Más, más, estoy cerca.

Y aquello hacía que SeokJin comenzará a follarlo con fuerza hasta que ambos estaban al borde y como si no hubiera nada mejor que este momento juntos, TaeHyung se corría tan fuerte que sus ojos veían estrellas cuando los cerraba y apretaba con fuerza, mientras temblaba bajo el cuerpo de SeokJin y este otro sentía que su polla era dulcemente estrangulada por el interior de TaeHyung y explotaba allí. Un fuerte torrente de placer hormigueando desde la punta de sus dedos hasta su cuello y parte posterior de su cabeza.

Los dedos de TaeHyung también se doblaban hacia abajo, alargando las sensaciones en su cuerpo. Temblaban a la par y se sostenían mutuamente en un fuerte abrazo. Estaban cansados, agitados y sudados. Hecho añicos, pero felices y completos.

—Dilo de nuevo... —susurraba TaeHyung, cuando su respiración se regulaba.

SeokJin, quien estaba entre su cuello y hombro recostado, recobrando el aliento, se levantaba y lo miraba con sus ojos curiosos.

— ¿Qué diga qué? —preguntaba.

TaeHyung había estado feliz y completo hasta que notaba la confusión de SeokJin y que al parecer no recordaba nada.

— ¿Bromas conmigo? —cuestionaba en un puchero.

Sus ojos se llenaba de lágrimas y SeokJin comenzaba a reír—. ¡Lo siento, era broma! Lo siento, lo siento —repetía entre besos húmedos que dejaba en todo el rostro de TaeHyung—. Era broma, mi amor. Bromeaba contigo.

"Mi amor"... El pecho de TaeHyung se volvía cálido, pero sus ojos aún estaban acuosos.

— ¿En qué parte estabas bromeando? —preguntaba con el nudo en su garganta.

SeokJin sonreía con dulzura y peinaba el cabello enmarañado y sudado de TaeHyung, los segundos pasaban y relamía sus labios.

—Te amo, Kim TaeHyung ¿Muy pronto? —preguntaba.

TaeHyung suspiraba, cuál enamorado empedernido—. Me enamoré de ti hace meses, no es jodidamente pronto, es perfecto —respondía, con sus manos acunando el rostro de SeokJin y atrayendolo para un beso suave y casto—. Te amo, Kim SeokJin.

SeokJin exhalaba y sonreía mientras iba por otro beso, uno dulce y tranquilo.

— ¿Qué sucedió con tu madre? —preguntaba nuevamente TaeHyung, cuando beso cesaba.

SeokJin suspiraba y se recostaba sobre TaeHyung luego de salir de su interior y quitarse el condón. Lo abrazaba y se apoyaba sobre su pecho mientras era bien recibido por el cantante.

—Ella no lo esperaba

— ¿Discutieron? Lo lamento, amor —decía TaeHyung.

—"Amor'... Me encanta como suena y me lo dices —mencionaba SeokJin—. Y no, no discutimos. Solo la dejé sin palabras y eso siempre ha sido tarea difícil.

Las manos de TaeHyung acariciaban la blanquecina y ancha espalda de SeokJin y la otra jugaba con su cabello lacio. Era una sensación pacífica y perfecta para el castaño.

—No quiero que estés mal con tu madre por mi culpa

—Nada de esto es tu culpa, lo solucionaremos —decía, luego levantaba su cabeza y miraba a TaeHyung —. Eres mi mejor elección..

TaeHyung no podía evitar sonreír mientras lo abrazaba con piernas y brazos—. También eres mi mejor elección.

Y se besaban una vez más, hasta que SeokJin cortaba el beso—. Entonces... ¿En serio tú y Namjoon, no tuvieron sexo?

TaeHyung resoplaba—. ¿No lo ibas a dejar a ir tan fácilmente, no? —SeokJin negaba adorablemente mientras le robaba una sonrisa a TaeHyung—. Si, bueno... Él lo intentó y yo me refugié bajo muchas excusas que me daba en el pasado. Excusas religiosas dónde no quería arruinar su vida espiritual. Que podríamos esperar... Y bla bla bla, por suerte funcionaron.

SeokJin asentía—. Pero alguien tan lujurioso cómo tú ¿Cómo resistió?

TaeHyung rodaba los ojos—. Él no era tú, ya lo dije. No es tan fácil tener relaciones con alguien más cuando ya estás jo-di-da-men-te enamorado de otro —se encogía de hombros.

SeokJin acariciaba su mejilla y sonreía con dulzura—. Recobraremos el tiempo perdido, te lo prometo —exclamaba.

TaeHyung besaba la palma de su mano y sonreía mientras asentía—. Me gusta esa promesa, Kim SeokJin. Mi amor.

Y la noche se cerraba con broche de oro dónde SeokJin había besado hasta el cansancio a TaeHyung, mientras este lo tenía prisionero entre sus piernas y brazos. Ellos serían felices, sin importar qué, porque se amaban y ya no tenían que luchar por esconder su amor u alejarse del otro.

Esto era un positivo nuevo comienzo.

El próximo será el capítulo final. Despidamos este mini fic y a estos personajes fetichistas y enamorados.

No sé si sigo teniendo la magia para el lemon/smut 😓

Les quiero montonazo, gracias por el apoyo incondicional, perdón que tarde tanto y perdón si ven errores de deditos.

Con amor niñita NanyKoo 💜

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