Trece

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Son las tres de la madrugada y Louis no logra conciliar el sueño. Se desenreda de los brazos de su novia, quien abraza su torso desnudo,
Agarra su teléfono de la mesita de luz, un cigarrillo y un encendedor y camina hasta el balcón.
Prende su cigarro y también su teléfono, inconscientemente rebuscando a Harry entre sus contactos.
Todos los mensajes antiguos seguían allí, pero lo había bloqueado.
Se sienta en el pequeño sofá del balcón y sube sus pies en la mesa frente a esta, mirando mensaje por mensaje con los ojos aguados.
Lo desbloquea.
Teclea mil veces, pensando una y otra vez cuáles serían las palabras correctas.
Para Harry S.:
Discúlpame la hora, no consigo dormir, solo quiero saber si mañana a la tarde estás libre. Ya sabes, para hablar.

Apaga una vez más su teléfono, sin esperar una respuesta. Inhala una buena cantidad de humo y mira al cielo nublado, este cubre a la luna por completo, imposibilitándole comunicarse con ella. Louis exhala el humo y cierra sus ojos, cansado de no poder dormir.
Se pregunta por qué debería de creerle, hace más de un año que no hablan, hace más de un año que se fue.
Algo en él le dice que todo lo que Harry diga será verdad, porque egoístamente él lo sigue amando.
Estúpido ¿no es así? El amor puede quemarte, es como un cigarrillo, se extingue y te deja sin nada.
Sonríe al recordar esos estupidos momentos que dolían compartir, a veces le gusta pensar que son las mismas personas que antes, con el mismo amor y aprecio que tenían el uno por el otro, pero se estaría mintiendo a él mismo.

Harry ríe a carcajadas y se recuesta sobre el árbol.
-¡oye, se supone que estás de mi lado!-
-¡Estas loco! Como vas a pedir que cuelguen tu retrato en el Vaticano, literalmente estás medio desnudo. Que confesión mas loca.-
Lo apunta con un dedo y se acerca aún más a él, poniéndose en frente de su cara. -Los sueños se cumplen William-
-Oh, claro que si, por qué no le pides ahora mismo al Papa que cuelguen tu rostro al lado de la virgen María.- suelta una estruendosa risa.
-Ambas somos santas y virgenes.-
-No tienes remedio.-
-Eso ya lo sé.- se encoge de hombros y agarra una de las uvas que tenían en la canasta.
-Ahora es tu turno.- dice con la boca medio llena de la fruta.
-Bien, que puede ser...- piensa mirando al cielo, para luego dar un salto en su lugar, recordando algo -¡Oh, ya se! ¿Recuerdas la vez que te dije que bese a mil mujeres?-
Harry asiente un tanto confundido
-Era mentira- Harry estalla en risas y se acuesta en su lugar, Louis repitiendo su acción y recostándose a su lado.
-Ya sabía eso, bobo.- le sonríe como si fuera lo más obvio del mundo, ciertamente era imposible.
-Solo bese 200 o 300... Ahora, ¿cuantos hombres has besado?- Harry relaja su mirada y se pone de costado, acunando el rostro de Louis.
-Muy pocos, por no decir sólo uno.-
-Pero me ofreciste un beso a mi ¿Por que?-
-Mhm, una razón muy tonta, temo yo... simplemente quería besarte.-
Sonríe al mismo tiempo, juntando sus labios en un delicioso instante, que de repente se ve interrumpido por un...
Por el sonido de una notificación del teléfono de Louis, el cual se sobresalta al dejar de sentir la tan vívida calidez en sus labios y dejar de alucinar el sabor de ciertos labios contra los suyos.
Agarra su teléfono con las cejas fruncidas y su aliento se atora al ver que Harry le respondió.
Abre el mensaje sin hacerse de esperar y lo lee.
De Harry S.:
Hola Lou, yo tampoco logro dormir... mañana estoy libre, como a qué hora quieres que nos veamos?
Para Harry S.
A las 12:30, para el almuerzo, vayamos a esa pizzería que estaba cerca de tu casa, ya sabes..."lo de Nana's"
De Harry S.:
HAHAHA, por supuesto que lo recuerdo, estaré allí Lou, nos vemos xx
Para Harry S.:
Nos vemos.

Louis se despierta muy temprano, a pesar de no haber dormido bien no podía darse el lujo de dormir un poco más, honestamente porque sus pensamientos lo carcomerían y lo quemarían vivo hasta que solo queden sus cenizas.
Observa a su novia maquillándose en el tocador de la habitación, y siente culpa. Ella es la mejor mujer que conoció en su vida, bonita, amorosa, dulce y amable, pero no entendía porqué no podía amarla; claro que la quería, pero definitivamente no llegaba a más. Era un egoísta, y por primera vez se sintió culpable de eso, se tenía que recordar ocasionalmente que ella no era una "simple amante" como todas las mujeres de su pasado, ella era su novia, una mujer que se comprometió a él y a su corazón, y él la acepto por no querer estar solo. Su vida increíblemente miserable.

Se acercó a la chica con cuidado, agachándose solo un poco para poder darle un beso en la mejilla.
-Tengo que salir cariño, luego almorzaré con un socio mío y estaré de vuelta para la tarde.- le avisa con una sonrisa cálida.
-Lou, por favor, quédate conmigo hasta tu almuerzo. Veamos una película o algo, ¿qué dices?- le suplica con los ojos bien abiertos.
Louis se pone pensativo, eran recién las ocho de la mañana y él ya quería salir a pasear. Honestamente necesitaba aire fresco, pero debía dedicarle más tiempo a su chica.
-Está bien, dime qué quieres ver cielo.-
La chica salta de su asiento y abraza a Louis como si le hubiera hecho el favor más grande de la tierra. Este la agarra de los muslos y la alza hasta llegar a la cama, dejándola arriba de su regazo.
-Oh ¡ya sé! Veamos Moana, sabes que mis amigas dicen que me parezco a ella ¿No es dulce?- suelta una risita y se acomoda en el pecho de Louis mientras ate pone la película.
-Te pareces a ella un poco, aunque eres más bonita.-
La chica se da la vuelta en su lugar para mirarlo, y, un tanto sonrojada, le da un beso en la comisura de su labio inferior, lo que hace a Louis sonreír y agarrarla de sus caderas para que se de la vuelta, ahora sus pechos se encontraban juntos y Valerie no dudó en juntar sus labios en un beso, con intenciones de llegar a más. Louis tomó el control del beso rápidamente, su respiraciones se aceleran y la ropa les empieza a estorbar, así que decide no perder más tiempo y sacarse su camisa con la chica aún en su regazo.
Mete sus manos por debajo de su camisón y empieza a toquetear, de pronto recordando la similitud entre su piel y la de Harry, ambas siempre estaban suaves y perfectas, como porcelana. Rápidamente se da cuenta hacia donde están llenos sus pensamientos y se siente extremadamente culpable; ¿Como podía tener a su novia encima suyo pensando en otra persona? No podía ser más hijo de puta.
Saca sus manos de debajo de su camisón de seda para ponerlos en sus cachetes, acunandolos y cortando el beso con pena.
-¿Que pasa Lou?- le interroga la chica aún muy sonrojada y agitada.
-Nada cariño... solo que no estoy de humor ahora, mejor veamos la película ¿Si?-
Una clara mueca de decepción se instaló en la cara de la mujer, pero terminó asintiendo y dándose la vuelta en su lugar, mirando hacia la televisión.
-No pasa nada Lou.-
¿Por qué le hacía eso a la mujer que lo amaba? ¿Por qué prefería a alguien que lo lastimó? El amor era el misterio más grande que se le presentó en su vida, el sentimiento más enigmático y ciego que un humano podía sentir. Aunque no admitiría que aún lo ama, lo diría, pero hacerlo es difícil, y él tiene una vida por delante con Valerie, no puede detener toda su vida por Harry.

Pasan horas hasta que la película termina y Valerie esta dormida en el regazo de Louis.
Revisa su teléfono y ya son casi las 10, por lo cual debía de viajar de inmediato hacia crema, un viaje de casi 2 horas para poder llegar hasta Harry, ya que se encontrarían en una pizzería cerca de su antigua casa.
Con cuidado recuesta a la chica en la cama y se levanta, agarrando su camisa y poniéndosela de nuevo.
No quiere que se despierte confundida, así que le escribe una nota.

"Fui a almorzar con mi socio, como dije. No creo llegar tan tarde, diviértete cielo, te dejo mi tarjeta por si quieres salir de compras con tus amigas.
Te quiero!
XX Louis:)"


Luego de un viaje medio largo Louis al fin llega a Crema, el lugar que le traía tantos recuerdos, tanto buenos como malos. Era un sentimiento muy agridulce, se prometió a sí mismo nunca volver, era como si decidiera visitar un cementerio, donde su corazón estaba enterrado, tocando una campana desde la tumba esperando a ser rescatado. Allí es cuando empieza a cuestionarse ¿Que siquiera esperaba de ese encuentro? ¿Perdonarlo? ¿Esperar que todo vuelva a ser como antes? Vaya estupidez, no podría hacerle eso a Valerie, aunque inconscientemente ya empezaba a hacerlo, todo tiene un comienzo, y dejar que Harry se explique tal vez sea el comienzo de una esperanza para su muerto corazón.
Baja del auto y camina hacia la pizzería, esa que fue espectadora de muchas citas y bromas tontas que crearon para su entendimiento solamente.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo ver a Harry, quien estaba sentado en el afuera del restaurante, en la misma mesa que siempre solían elegir. Llevaba un lindo vestido de seda, de tiras, con estampado de flores y fondo blanco. Su típica rosa blanca posaba en sus rizos que le llegaban hasta un poco más abajo de los hombros, y si miraba un poco más abajo de su corta falda podía ver como movía su pierna de arriba para abajo, notablemente ansioso.
Trago duro y se alisó la camisa con nerviosismo, no podía creer que lo iban a volver a intentar.








OIGANN que opinan de este cap? Ando muy bloqueada, espero no estar escribiendo estupideces, aunque no esta tomando la rienda de drama poética que quería y estoy un tanto decepcionada ello intento y es muy difícil seguir con los caps😔
Espero que les haya gustado

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro