»152. Actitud heróica«

"Lo secuestraron" Afirmó Soobin, que seguía estático en su lugar mientras observaba fijamente aquellas manchas de sangre, la sangre que no podía ser sino de su primo. "A Jungkook lo secuestraron y intentó resistirse" Señaló, acercándose más a las manchas (que de hecho, tenían formas extrañas) para observarlas mejor, Taehyung y Hoseok se giraron a verlo.

"¿Qué...qué quieres decir?" Preguntó Hoseok con voz gangosa pero firme, Soobin hizo una mueca aprensiva.

"Quiero decir que el hijo o la hija de puta que lo secuestró siempre estuvo cerca, porque... Dime, hyung, ¿Quién puede secuestrar a alguien sólo porque ésa persona se fue al baño? Es insólito" Soltó Soobin, visiblemente molesto. Taehyung palideció en su lugar al escucharlo y Hoseok bajó la mirada, procesando la información.

"Mierda, Jungkook..." Maldijo el pelinegro, volviéndose hacia Soobin cuando se percató de algo. "Le dije, le dije que si veía algo inusual que debía contármelo, le dije que si alguien estaba acosándolo tenía que decírmelo y pondría más seguridad a su alrededor" Taehyung negó, pensando en la actitud noble que su novio insistía siempre en llevar.

"Seguramente él ya había notado todo eso" Respondió Soobin, extrañamente calmado, Jungkook solía adoptar aptitudes de "héroe" en ciertas ocasiones y ésta no era la excepción.

"¿Jungkook sabía algo? Sí, pero eso no significa que el secuestro no lo haya tomado por sorpresa, Taehyung-ssi...mi primo es muy inteligente pero también es algo distraído, no olvides eso" Dijo, Taehyung suspiró desganado, asintiendo.

Se dirigieron a la puerta principal todos juntos, y salieron por ella para acercarse a sus respectivos autos, pero Hoseok, que había llegado en el auto de Soobin se quedó junto a Taehyung.

"Muy bien, ustedes vayan a casa, coman algo y tomen una ducha lo más rápido que puedan, necesito que estén en el hospital junto a los chicos" Demandó Hoseok. Soobin, Jake y Huening Kai asintieron, pero el primero se giró de nuevo para observar al castaño con el entrecejo fruncido.

"¿Ustedes qué van a hacer?"

Hoseok dudó al responder, mientras intercambiaba una rápida mirada con Taehyung.

"Lo primero es hablar con la policía, y... Los medios para informarles del caso de Jungkookie" Pasó saliva, ansioso. "Y lo segundo es, si la ayuda de la policía no nos favorece, entonces... Encontraremos a Jungkook por nuestra cuenta" Soobin suspiró, pasando una mano por sus cabellos con frustración y se despidió con la mano, siendo imitado por sus primos después.

Taehyung le dió las llaves de su auto a Hoseok, quien si no fuese por la gravedad de la situación habría estado encantado al sentarse en el asiento de cuero del conductor —ya que Kim, tenía un auto último modelo— en el camino al departamento de policía de Seúl, cada uno iba sumido en sus pensamientos, habían tantas cosas que los confundían a ambos acerca del secuestro de Jungkook: el cómo, cuándo y el por qué,  eran preguntas que de momento no podían ser respondidas más que con incertidumbre.

Taehyung era, por supuesto, quién se sentía peor, no habían pasado las primeras veinticuatro horas de su noviazgo con Jeon Jungkook y ya le había ocurrido algo por su culpa, y no, no podía simplemente "no atribuírselo".  La situación era su culpa, porque de no ser porque se concentró demasiado en lo que sentía por Jungkook, entonces...

¡No! Ésto sólo es una casualidad, no tienes la culpa, no tienes la culpa, no fue tu culpa Tae, no es tu culpa, no es tu error haberte enamorado, no es el error de Jungkook por haberse enamorado también, no es un error que ambos se dejarán llevar, no pienses así — Repitió su consciencia, como un método para aislar toda la ansiedad que Taehyung  estaba sintiendo en ése momento.

"Iré por ti, Jungkookie" Susurró en un murmullo que murió en cuanto abrazó sus piernas, subiéndolas al asiento del copiloto. "Te buscaré, conejito, lo prometo" Volvió a susurrar, cumpliría su promesa, sólo esperaba que el destino estuviese de su parte.