• 217 al 221

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»217. Roulette russe, parte uno«
Traducción del italiano: Ruleta rusa














"Atrévete a jalar de ese maldito gatillo y te prometo que ni siquiera sentirás cuando ésta belleza te atraviese la frente" Hyuna alzó una bala de un llamativo color plateado a la vista, la agitó entre sus dedos pulgar e índice mientras sonreía, oh, pero esa no era cualquier sonrisa, era una sonrisa oscura, aquella que despertaba sus instintos de ver sangre, esa sed de matar insaciable que estaba tatuada en lo más profundo de su ser, y si sumábamos la nerviosa expresión de Angie, su menú de entrada estaba servido.

"Claro, como si eso fuera capaz de moverme de aquí" Se burló la pelirroja, bostezando falsamente.

Hyuna ensanchó su sonrisa.

"Juguemos, entonces" Propuso, aún balanceando la bala entre sus dedos.

Angie dudó, pero tras un breve asentimiento, soltó a Abigail momentáneamente, sin embargo, en el instante en el cual la castaña intentó escapar, un fornido hombre ocupó el lugar de la pelirroja al apresarla sosteniéndola del cuello.

Jungkook -quien se había quedado en silencio luego de recibir una mirada suplicante de parte de Taehyun- gruñó y apretó los puños, trotando nuevamente en dirección a la castaña menor, que sollozaba y pedía ayuda a gritos.

"¡Jungkook no!" Gritó Taehyun, yendo tras de él para detenerlo y jalándolo del cuello de la camisa cuando lo tuvo cerca.

Jungkook luchó hasta soltarse brúscamente de su agarre, no importándole los nuevos gritos que se escucharon a sus espaldas, nada de eso importaba, sólo importaba liberar a la única persona que le demostró su lealtad en todo ese tiempo, aquella que pudo haberse aprovechado de él, pero en lugar de eso, dió su brazo a torcer y se puso a su disposición cuando la necesitó, su única amiga en toda esa locura de secuestro, Abigail.

Pero caminar por el sendero rojo, siempre sería peligroso.

"¡Jeon! ¡No hagas todo más difícil, vuelve a aquí!" Gritó ésta vez Hyuna, intentando conseguir alguna acción positiva de parte del muchacho. Ese terco no comprendía que ella no había llevado ningún refuerzo consigo para su rescate, por lo que, si Angie tramaba algo -y podría jurar que era así- ella no podría ayudarlos, estaba entrenada para matar, no para salvar vidas, por lo tanto, si corría peligro, preferiría salvarse a sí misma.

Jungkook fingió no escucharla, y dió las últimas zancadas restantes para llegar hasta su amiga.

Llevó lentamente su mano derecha a su espalda baja y disimuladamente levantó ligeramente su camisa agarrando la primera inyección que pudo escoger.

La escondió bajo su manga y apretó los puños a sus costados.

"Suéltala" Ordenó con voz firme, alzando la mirada para observar fijamente al desconocido; tenía una cicatriz en forma de cruz a lo largo de todo su rostro que inspiraba temor, y su ojo izquierdo era de cristal, pero incluso si Jungkook temía, preferiría sentir la adrenalina corriendo por sus venas, que quedarse viendo cómo le hacían daño a su amiga como un estúpido.

El sujeto rió, ese chico realmente tenía un gran complejo de superioridad, ¿En serio era tan tonto como para creer que soltaría a la niña tan fácil? Por favor.

No respondió a su mandato, se limitó a sonreír cuando empezó a asfixiar a la castaña con su mano, su cuerpecito temblante le sacaba más carcajadas aún, amaba cuando las presas actuaban tan débiles.

Sin embargo, el joven frente a él también sonrío; Jungkook le mostró la sonrisa más cínica y carente de vida que pudo idear, el brillo de sus ojos reflejaba venganza, poder y destrucción, y aunque el hombre no pudo ver todo aquello, un temor desconocido le revolvió el estómago.







»218. Roulette russe, parte dos«
Traducción del italiano: Ruleta rusa







"¿Entonces lo haremos a la mala?" Jungkook hizo una fingida mueca de suficiencia, asintiendo para sí mismo cuando se auto-contestó: "Bien, te daré tres segundos para retractarte, y si no lo haces, supongo que...nos veremos en el infierno algún día" El sicario frunció el ceño ante la franqueza del muchacho, pero decidió que no se dejaría llevar por ese mocoso, así que cuando la cuenta regresiva llegó a tres, apretó su agarre en el cuello de Abigail y volvió a sonreír.

Pero antes de haberlo previsto, Jungkook le había clavado la inyección con hioscina en su ojo izquierdo, aquél que tenía un ojo de cristal, que rebotó, saliendo de golpe y rodando por el asfalto desnivelado. El hombre acunó esa parte de su rostro, tratando de mantener la sangre escandalosa fija allí, pero se deslizaba entre las rendijas de sus dedos de forma inevitable, y no conforme con eso, recibió una patada en su pecho que lo hizo trastabillar, su cabeza chocó contra una roca cercana de gran tamaño, haciéndolo sollozar. Abigail aprovechó el momento para correr hasta colocarse cerca de Hyuna y Taehyun, buscando protección.

Angie jadeó al ver a su soldado caer, Dooyoung era su jefe de operaciones y su mano derecha, no podía creer que Jeon Jungkook se hubiese deshecho de él tan fácilmente. Negó frenéticamente, sin poder creer lo que sus ojos veían, ¡No!, ¡No podía estar muerto! ¡No!.

Cargó su arma en un pestañeo y con una renovada sonrisa, la apuntó en dirección al mayor.

"Ahora sigues tú" Dijo, esperando intimidar a Jeon, pero Jungkook no le temía a la muerte, por lo que no se movió de su lugar y le sostuvo la mirada a la pelirroja.

"Te equivocas, nuevamente" Acotó, paseándose alrededor del cuerpo robusto de Dooyoung y pateándolo de nuevo cuando lo vió mover ligeramente su mano. "Es tu turno, de pagar por tus crímenes al fin". Y como si se tratara de la más increíble escena de películas de acción, Jungkook volteó y notó a los hombres uniformados corriendo en su dirección, varios de ellos se bajaban apresuradamente de un convoy, mientras que quien parecía ser el líder, venía detrás de todos junto a...cuatro rostros conocidos.

"¡APSN! ¡NO SE MUEVAN!" Gritó el detective Seo Changbin desde su posición, detrás de él, Taehyung, Soobin, Jake y Huening Kai adoptaron posiciones defensivas.

La pelirroja tragó en seco, maldición, la ANGIBU estaba allí, no tenía salidas; observó con ojos nerviosos de lado a lado tratando de encontrar algo con lo que pudiera sembrar el caos nuevamente, hasta que se topó con una cabellera castaña clara y un cuerpo delgado y pequeño.

Una sonrisa casi imperceptible se formó en sus gruesos labios.

Si la iban a encerrar, al menos que fuera por una buena causa.

Todo ocurrió muy rápido, las fuerzas especiales hicieron lo posible para evitarlo, y aunque eran muchos, eran inútiles cuando se trataba de atrapar a una sola persona. Angie esquivó un balazo antes de correr en dirección a quien hasta hace unos meses, solía llamar mejor amiga, y poseída por la rabia la alzó tirándola de las hebras del cabello.

"¡No! ¡Abi!" Gritó Jungkook con lágrimas amontonándose en las esquinas de sus ojos, forcejeó con los policías, intentando liberarse para salvar a su amiga. "D-déjenme ir, debo ir por ella, por favor" Pidió en un hilo de voz, sacudiéndose incontables veces. Haejoon, el oficial que lo sostenía, lo miró con pesar, antes de susurrar.





»219. Sollievo«
Traducción del italiano: Alivio.






"Lo siento Jungkook-nim, debe quedarse aquí, estará más seguro" Desde la perspectiva de Haejoon, arriesgar la seguridad de Jungkook una vez más era contraproducente, al menos habían logrado su rescate a medias, y no estaban dispuestos a retroceder.

Jungkook le gruñó, intentando liberarse una vez más, pero Haejoon apresaba sus brazos con tanta fuerza bruta que si seguía moviéndose podría lastimarlo. El castaño ubicó a la pelirroja y a su amiga hablando en voz baja, con una gran distancia separándolos producto de la guerra que se había formado entre los proxenetas de Angie y los agentes de policía, estaban demasiado lejos, él no podría acercarse a ellas ni siquiera corriendo, se estremeció cuando vió una daga contra la barbilla de Abigail, entonces gritó desesperado, sus alaridos se mezclaban con el sollozo que escapaba de su garganta sin su permiso.

"¡Inútiles! ¡Hagan algo ahora! ¡Tanto maldito gentío y ni uno de ustedes es capaz de hacer bien su trabajo!" Gritó Soobin desde atrás, viendo el desespero en las acciones de su primo. Jungkook nunca se mostraba sensible por alguien que no le importase, y esa chica, fuese quien fuera, le importaba lo suficiente para querer salvarla, así que sin dudarlo, Soobin sería el primero en apoyarlo.

Taehyung, quien estaba detrás del detective Changbin, no se resistió un segundo más y corrió en dirección a Jungkook, su respiración agitada y su pulso descontrolado denotaban la adrenalina que estaba sintiendo, pero estaba tan feliz de ver a su novio de nuevo y de confirmar con sus propios ojos que estaba vivo, que fingió no oír a Changbin cuando éste le gritó que no se moviera de su sitio porque Angie no debía verlo; era un necio e impulsivo por naturaleza, pero todo valía la pena si podía volver a ver la brillante sonrisa de conejito y aquellos ojos oscuros de gran tamaño que parecían tener una galaxia dentro de ellos.

"¡Jungkookie!" Sus cuerdas vocales se apretaron y su característica voz de barítono hizo presencia acompañada de un tono alegre.

Haejoon se vió obligado a alejarse del castaño cuando Taehyung saltó y lo abrazó por los hombros, colgando sus piernas de la estrecha cintura del más joven, Jungkook jadeó del asombro, apresándolo contra sí, recorrió con sus manos la espalda y brazos del pelinegro, disfrutando de su toque, era real, Taehyung estaba ahí.

"Tae..." Susurró, sintiéndose hechizado al llevar sus dedos a las hebras de espeso cabello negro, tirando de el a propósito sólo para obtener un gemido lastimero de parte del contrario, lo que lo hizo reír. "Estás aquí" Constató, acunando su rostro y acariciándolo con las yemas de sus dedos con suma delicadeza, Taehyung asintió, sonriendo, Jungkook delineó sus labios para confirmar su textura y sus hoyuelos para probar que seguían allí; el pelinegro se acercó peligrosamente a su rostro, y Jungkook soltó un suspiro tembloroso cuando su aliento se sintió cálido al chocar con sus pómulos, Taehyung fue el primero en avanzar cuando rozó cariñosamente su nariz con la del menor, y Jungkook terminó por rendirse ante él cuando sus ojos captaron los de Kim puestos en él, así que atrapó sus belfos entre los suyos, repartió un mar de besos castos antes de dar paso a un beso más intenso, que lo llevó a jadear cuando el pelinegro mordisqueó su labio superior, apretando su agarre en su cintura a la vez que su lengua acariciaba la contraria con suavidad, el sonido de las balas siendo disparadas, los cartuchos siendo recargados y los golpes llegaban a ellos como producto de un eco, intensificando el deseo de quedarse junto al otro, porque juntos era donde pertenecían, y eso estaba más que bien.




»220. S'il te plaît, arrête. Parte uno«
Traducción del francés: Por favor, para.






"Perdóname por haber tardado tanto, cielo" Se disculpó Taehyung, después de separarse de él con la respiración entrecortada. "Me aseguré de buscar a quien fuera necesario para poder sacarte de aquí" Jungkook sonrió a medias, asintiendo y apoyando su mejilla en la mano del pelinegro.

Se alegraba de verlo, pero no podía estar del todo tranquilo todavía, había algo que estaba molestándolo, un presentimiento que se posó en sus hombros como una carga, algo que inconscientemente estuvo olvidando los últimos veinte minutos y no sabía de qué se trat-

El sonido seco de un disparo interrumpió el flujo de sus pensamientos.

"¡Angie no!" Hyuna lanzó una maldición al aire y le entregó su daga a Taehyun antes de correr en dirección a la mencionada y propinarle una patada en el estómago. "¿¡Cuántas malditas vidas inocentes piensas llevarte a cambio de un puto capricho?!" Preguntó, tirando de su cabello con la mano derecha mientras colocaba la izquierda alrededor de su garganta, haciendo presión. Angie respiró con dificultad, su rostro empezaba a tornarse de un tono violáceo. "¡Te hice una jodida pregunta! ¡¿Cuándo mierda vas a parar?! ¡¿Acaso crees que ella merecía eso?! ¿¡Eh!? ¡Habla!" Sus botas negras impactaron tres veces contra sus costillas y dos contra su vientre, la pelirroja ahogó un sollozo de dolor.

"N-no lo m-merecía" Escupió sangre, retorciéndose entre los brazos de Hyuna, sintiendo como pedazos enteros de cabello se desprendían de su cráneo.

"¡¿Entonces por qué coño lo hiciste?! ¡¿Qué ganabas con eso?! ¡Carajo! ¿No era a ella a quien llamabas mejor amiga? ¿Es eso lo que haces con las personas que amas? ¿Así demuestras tu forma de querer?" Entonces Angie sonrió, sus ojos gatunos y los dientes que solían ser blancos estaban teñidos de un rojo oscuro, su barbilla llena de raspones le impidió mantener su expresión por más de tres segundos, pero aún así, no dudó cuando respondió.

"Los juguetes no son a-amigos Hyu, sirven para..." Escupió sangre. "Entretenerte cuando los necesitas y después dejan de ser útiles" Rió.

Hyuna quiso controlarse, realmente intentó con todo lo que tenía no ceder a su sed de sangre ante lo que escuchó, pero su pulso temblando y la voz que le susurraba que debía matar a la pelirroja no opinaban lo mismo. Cargó la Beretta 96 que le quitó a Angie y la apuntó hacia su corazón, se aseguraría de que estuviera cuatro metros bajo tierra para no tener que lidiar con ella en el futuro.







»221. S'il te plaît, arrête. Parte dos«
Traducción del francés: Por favor, para.







"Te veré en el infierno, bruja" Pronunció, liberando el escaso cabello sobrante de Angie y soltándola brúscamente para que cayera al suelo. Esperaba que le diera pelea, pero no hubo nada más que un asentimiento y una sonrisa.

"Entonces podrás sentir lo que es una venganza real, te estaré esperando".

El siguiente disparo logró estremecer a Jungkook mucho más que el primero, se refugió en los brazos de Taehyung cuando otros seis se escucharon, no pudo ver nada, no sabía quién estaba muerto y quién no, su ansiedad le impedía girarse y observar, sólo quería ir a casa, abandonar el sitio de sus pesadillas por fin, ya había sido suficiente.

"¡No más! ¡Hermana, detente! ¡Ya está muerta!" Taehyun se acercó a Hyuna trotando y la zarandeó para que dejara de disparar, quitándole la pistola de un jalón, más de veinte tiros habían destrozado el pecho y vientre de Angie, su cuerpo inerte era completamente inconsciente de lo que sucedía a su alrededor, pero Hyuna podía jurar que seguía moviéndose.

"Está viva todavía" Afirmó, sus manos ardían y temblaban frenéticas a sus costados. Taehyun negó, apartándola del lugar y llevándola con él de vuelta a la gasolinera abandonada.

"No, no lo está".

Los policías hace mucho habían dejado de luchar, y se amontonaban en un círculo alrededor del detective Changbin, ignorando a los dos criminales que escapaban casualmente.

"Se terminó, mi amor" El pelinegro susurró en el oído de Jungkook, pero el menor se abrazó a su pecho y se negó a moverse de allí. "Vamos a casa" Jungkook asintió, todavía sin atreverse a abrir los ojos, y no lo haría, preferiría tener paz aunque fuese sólo por algunas horas.

"Estaremos bien" Taehyung volvió a susurrar mientras lo cargaba de forma nupcial hacia el convoy más cercano, era una promesa real, una que se aseguraría de cumplir incluso si sabía que el día de mañana vendrían más problemas y dolor, pero Jungkook finalmente estaba junto a él, y la vida de su novio siempre sería más importante que cualquier otra cosa, incluyendo la suya.



»El sendero rojo es un círculo vicioso de sangre, crisis y conflictos, no es un lugar, es un estado por el que todos pasamos, y al que todos aspiran huir. Nadie está a salvo hasta que el punto de quiebre aparezca, nadie está a salvo hasta que la deuda sea saldada con sangre y lágrimas«.

Sobrevive, Jungkook.














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APSN: Agencia para la Planificación de la Seguridad Nacional (국가안전기 획부 / Ggug-ga anjeongi hwoigbu). También conocida coloquialmente como ANGIBU (안기부) en Corea del Sur.


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