• 213 al 216

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»213. El final, parte uno«






Cuatro con cincuenta y siete de la madrugada. Sendero rojo, Haeundae, Busan.



Jungkook tamborileó su pie contra el suelo de aluminio con ansiedad, viendo desde su asiento junto a un viejo cojín, como el cielo se iba aclarando tornándose de un azul intenso.

Faltaban exactamente dos minutos para que dieran las cinco de la mañana, y inevitablemente, se preguntó qué pasaría en caso de que muriera al cruzar esas compuertas.

Su visión de sí mismo siendo destrozado por los tiros de una ametralladora le cortó la respiración, los recuerdos del día en el que sus padres fallecieron se mezclaban con sus más oscuros temores, aquellos que le hacían escuchar el característico sonido de un cartucho de balas siendo insertado en una pistola.

La muerte de los señores Jeon nunca fue un accidente de auto, esa era sólo la mentira blanca que el pequeño Jungkook había inventado siendo aún un niño para aislar el rememorar los choques intencionales hacia el coche, los disparos, los hombres armados que arremetieron contra sus padres, los gritos, el llanto y el sudor corriendo por su rostro y su cuerpo, la sangre salpicada en las ventanas del auto...

El momento en el que contuvo los sollozos y gateó en silencio hacia la puerta trasera derecha, donde nadie lo vió salir, porque era más importante acribillar a Jeon Yugyeom, su padre, quien sólo era un granjero y mecánico rural de Busan, así como su esposa, Jeon Kyemi era una bióloga, también experta en botánica y se dedicaba a cuidar de sus viveros al igual que atender la floristería que tenía en el centro de la ciudad; es por ésto, que después de doce años, sigue sin poder entender porqué aquellos matones buscaron a sus padres sólo para asesinarlos.

Una vez escuchó una historia contada por su papá durante la cena, que narraba cómo su tío Jackson había sido arrestado por llevar cincuenta kilos de cocaína dentro de su cuerpo, pero por supuesto, para un niño de nueve años, que no sabía que "cocaína" era una droga muy conocida e ilegal en muchos países y "arrestar" era ser detenido por una fuerza policial por sospechas de haber cometido un delito grave que ponga en peligro a la sociedad; Jungkook pensó que se trataba de su tío favorito haciendo otra buena acción, por lo que miró con ojitos brillosos a su papá y sonrió, ignorando por completo el semblante preocupado de su mayor y su entrecejo fruncido que no demostraba más que frustración.

La verdadera trampa detrás de la vida pacífica a la que los tres Jeon estaban acostumbrados, venía de mucho más allá que sólo cultivar plantas y vegetales; se trataba de la red más extensa de tráfico de drogas en toda Corea del Sur, principalmente de la cocaína, Yugyeom y Kyemi se encargaban de sembrar la coca y cultivarla, y el resto de la familia Jeon alrededor de la provincia Yongnam se dividía en químicos expertos y traficantes a tiempo completo, lo que incluía a Jeon Jackson, quien era un body packing, más Jeon Jungkook jamás se enteró de eso, él seguía creyendo en la inocencia y bondad de sus padres hasta el día de hoy.


»214. El final, parte dos«





Volviendo al presente, el sonido de las hélices de un helicóptero girando alertó a los dos castaños de que algo estaba ocurriendo fuera del inmenso camión de carga, se miraron fugazmente con el ceño fruncido antes de correr rápidamente hacía la diminuta ventana de nuevo, viendo a unos cinco mil pies de altura al vehículo aéreo aproximarse; y al parecer, sólo ellos lo habían notado, porque las tres camionetas de los custodias no daban señales de algo más que no fuese serenidad.

Jungkook se giró para dar un breve asentimiento en dirección a Abigail, que estaba a nada de arrancarse las uñas de los nervios.

"Es hora" Anunció el joven, acercándose a las compuertas del camión para inclinarse y empezar a quitar los ocho pasadores uno por uno.

Abigail exhaló con fuerza, gruñendo por lo bajo. Maldición, ¿Realmente no existía una manera en la que ninguno saliera herido?.

"Ésto se va a convertir en una jodida carnicería..." Le respondió en un murmullo, su mirada se había clavado en la herida goteante de Jungkook, la cual aún ardía en la parte de atrás de su cabeza, oculta entre sus largos cabellos.

El mayor apretó los labios formando una mueca, sin saber qué decir; siguió sacando los pasadores hasta que sólo quedó uno frente a sus ojos, entonces se volteó para ver a su amiga y la encontró sollozando mientras ocultaba su rostro entre sus manos y se hacía bolita en una esquina.

Se acercó a ella a pasos temerosos, acuclillándose cuando la tuvo lo suficientemente cerca, hizo un puchero, parpadeando constantemente al sentir sus ojos también picar, no sabía porqué Abigail estaba actuando así, pero su llanto se oía tan lamentable y destructor que Jungkook terminó optando por abrazarla para intentar calmar lo que sea que estuviese inquietándola.

"Q-quiero ir a casa" Comenzó a decir la castaña, quebrándose entre ligeros temblores. "Mis padres están buscándome, y a los demás también...Angie nos obligó a fugarnos y ninguno ha regresado desde hace un mes" Revela, sollozando cuando Jungkook le da palmaditas en la cabeza a modo de consuelo.

El mayor frunce el entrecejo, más no deja de apretarla en sus brazos cuando indaga:

"¿Desde hace un mes? ¿Tus padres piensan que estás desaparecida?" Su respiración se acelera con la mención de una desaparición, pero aún así, Abigail asiente. Jungkook analiza lo poco que la muchacha le ha contado, y cuando finalmente llega a una conclusión, gruñe, rabioso.

"Esa malnacida...también planeó eso desde el principio" Suelta en un susurro, pero Abigail logra escucharlo igual debido a la cercanía, mirándolo interrogante, por lo que Jungkook se aleja unos centímetros, aclarándose la garganta antes de hablar. "Creyó que  con cinco desapariciones lograría distraer a la policía nacional" Comenta con una suave risa, para ese punto, Abigail lo escanea como si acabara de perder un tornillo, pero Jungkook no deja de reír con ironía. "Y al parecer, surgió el efecto contrario, porque por la cantidad de oficiales que seguramente nos habrán estado siguiendo, ese helicóptero de allá afuera y el dron... sólo nos dan razones para pensar que la policía asoció a Angie con mi secuestro y el de ustedes. No tendrá salida" Afirma con seguridad, poniéndose de pie para posicionarse frente a las compuertas del camión, dispuesto a salir, la castaña no responde, se limita a hacer lo mismo que su mayor, pero en el momento en el que ambos empujan las compuertas con fuerza, el pánico los invade, dejándolos estáticos en sus lugares.


»215. El final, parte tres«


Un muchacho de complexión delgada y cabellos rubios que cubren su frente, se encuentra disparando un M-16 mientras ríe de forma maniática, Jungkook no quiere ver hacia quién apunta por el miedo recorriendo sus venas, pero es el impulso de la valentía lo que hace que sus ojos giren hacia la izquierda, viendo a uno de los supuestos francotiradores que custodiaban el segundo camión, siendo destrozado por los tiros que sin compasión impactan contra su pecho, justo en la zona donde se haya el corazón.

La sangre chispea por todos lados, no llegando a tocar a Jungkook, más sí produciéndole arcadas, el cuerpo del hombre cae inerte al suelo después de un par de segundos, haciendo a los jóvenes encogerse y tomarse de las manos. 

El sonido del helicóptero acercándose es lo único que llena el silencio aparte de las respiraciones agitadas del desconocido y las pertenecientes a los dos castaños.

El rubio se cuelga el asa del arma y voltea a mirar a Jungkook y Abigail, quienes observan fijamente a los seis hombres que yacen inmóviles en medio de la carretera, pero aún así, el desconocido no vacila en acercarse hasta ellos para plantarse en frente y sonreírles.

Su cabello rubio cenizo hace un perfecto contraste con sus ojos azules, y la reluciente hilera de dientes blancos que muestra le dan un toque aniñado, aún con las manchas de sangre seca en sus mejillas.

"Hola, lamento el alboroto, soy Kang Taehyun" Saluda, agitando una mano para restarle importancia al desastre detrás de él, presentándose en el acto. Jungkook asiente ligeramente, decidiendo seguirle la corriente por miedo a que Taehyun lo mate a él también. Abigail mira al rubio con interés, su rostro pareciéndole conocido de algún lado. "Quisiera tener más tiempo para explicarles todo, pero no será posible, debo sacarlos de aquí" Dice, hablando agitado, le hace un gesto a los castaños para que bajen del camión y éstos sin pensárselo dos veces saltan con fuerza del vehículo, sus pies arden cuando por fin tocan el suelo. "Por favor síganme, estén atentos a cualquier movimiento" Indica, cerrando las compuertas teniendo cuidado de no hacer ruido, da cortos pasos pegando su espalda a las paredes de aluminio y tras divisar los dos camiones restantes y el todoterreno  en aparente calma, indica con un asentimiento que es seguro avanzar.

Jungkook se asoma por detrás del hombro de Taehyun y frunce el ceño al ver la carretera completamente desolada; un escalofrío recorre su espina dorsal hasta su nuca, dónde se posa creando tensión en todo su cuerpo, avanza junto al rubio otros seis pasos en la dirección contraria de dónde los camiones se encuentran; una gasolinera abandonada y desgastada será su lugar seguro por el momento, o al menos ese era el plan...antes de que Abigail tirara brúscamente de su hombro.

Taehyun avanza otro metro mientras él lucha con la castaña, que sigue jalándolo hacia sí para que no continúe.

Jungkook se queja dejando salir un gruñido, pero en vez de soltarlo, su compañera afianza su agarre.

"¡¿Qué mierda crees que estás haciendo?!" Grita la joven en un murmullo, que satura el oído del contrario debido a la cercanía. Jungkook se gira hacia ella para verla desconcertado.

"Estoy escapando, ¿Estás ciega o decidiste no ver por cuenta propia?" Le responde en el mismo tono, siendo tosco al soltarse de ella sin medir su fuerza, que hace tambalear a la pequeña chica al punto en que el mayor debe sostenerla para que no se vaya de bruces al suelo.

Cuando Abigail se recompone, le da otro manotazo a Jeon en su hombro derecho.

Jungkook la mira mal mientras se soba la zona afectada.

"¿Cuál es tu problema?" Dice con molestia, protestando, Abigail se permite rodar los ojos y negar antes de hablar.

"Kang Taehyun es mi problema, ese chico es el hermano menor de Kang Hyuna, y Kang Hyuna fue contratada por Angie para matarte cuando llegáramos a éste sitio, ambos son sicarios. Kook...nos estamos metiendo en la cueva del lobo y ni siquiera medimos las consecuencias".

Jungkook jadea, girando para observar con confusión y desconfianza a la castaña; si todo éste tiempo ha sabido acerca de Hyuna, ¿Por qué no se lo advirtió desde el principio?.

Duda, pero termina sacudiendo la cabeza antes de preguntar:

"¿Desde hace cuánto lo sabes?"

Toma por sorpresa a Abigail, quien permanece mirando fijamente al helicóptero descender su vuelo, aterrizando unos cien metros a la distancia.

"Desde hace seis días" Contesta, evitando sostenerle la mirada al castaño por miedo a que note la culpa alumbrando sus ojos. "P-pero no pude decírtelo porque estuviste encerrado, y nuestra prioridad era sacarte de allí. Escuché la conversación de Angie y Hyuna por radio, se amenazaban con entregarse mutuamente, y al mismo tiempo, Hyuna decía que el chico estaría muerto para el veintitrés...hoy es veintitrés, y aún no te ha matado. Asumí que se trataba de ti porque lo creí obvio" Se encoge de hombros. Jungkook hace una mueca, sopesando los pros y los contras de tener a dos sicarios de su lado.

Por un lado, estaba el hecho de que si Hyuna buscaba entregar a Angie, él podría declarar ante un juez para dar a conocer todo el daño que la pelirroja le había causado; Taehyun no era más que un peón —según la poca información que conocía de él por el momento— por lo tanto, seguiría las órdenes de su hermana sin importar qué, lo que a su vez, representaba un peligro si consideraba que el pelirubio era un soldado entrenado para matar a sangre fría.

Chasqueó la lengua y con un leve movimiento de cabeza, le indicó a Abigail que seguiría a Taehyun.

"Creo que tomaré el camino difícil" Dijo, dando su respuesta definitiva y guiñando un ojo en el proceso a la castaña, para luego girarse y trotar en dirección al rubio de mediana estatura que seguía avanzando sin él.


»216. El final, parte cuatro«





Abigail resopló, no teniendo más remedio que seguirle el paso a Jungkook, después de todo, no podía dejarlo solo ni aunque fuese testarudo e impulsivo; corrió hacia ellos sintiendo su corazón casi salirse por su boca...algo estaba mal, era imposible que la carretera estuviese tan sola, al punto en que incluso la antigua estación de gasolina estuviese vacía y fuera de servicio.

Negó con la cabeza cuando los pensamientos negativos comenzaron a atacarla de nuevo; ¿Y si nada era como lo pensaba? o que tal si...Angie y su séquito habían decidido huir antes de que pudieran atraparlos...¡Claro!, tenía que ser eso, vamos, no todo podía ir tan mal en un sólo día, ¿Dónde había quedado su positivismo?.

Pero como se especulaba, se equivocó.

"¿A dónde vas con tanta prisa, mejor amiga?" Una voz reconocible, una mano apretando su cuello y una Beretta 96 contra su sien. Angie sonreía mientras la arrastraba por el cuello hacia una dirección desconocida.

Abigail forcejeó, intentando soltarse del agarre que ejercía la pelirroja, pero ella era más fuerte; entonces su voz actuó por sí sola cuando comenzó a gritar.

"¡Jungkook! ¡Jungkook ayúdame! ¡J-jungkook!" Sus cuerdas vocales se sintieron sin vida, su tráquea se comprimió, impidiendo el paso de aire a sus pulmones y sus ojos cafés se nublaron, imposibilitándole la visión, por lo que no pudo observar el momento en el que un horrorizado Jungkook se giraba a ver la escena; negó frenéticamente cuando Angie cambió el arma blanca de posición y ahora ésta yacía pegada al cuello de su amiga.

"¡No! ¡Suéltala! ¡Ahora!" Gritó él, tratando de controlar sus impulsos, él también estaba expuesto, no podía simplemente acercarse y intentar forcejear con...olvídenlo, para el momento en el que se planteó no hacer nada estúpido ya se encontraba corriendo hacia las chicas, sin embargo, un único gesto de parte de la pelirroja consiguió paralizarlo de nuevo.

Angie reía y negaba con la cabeza mientras paseaba su pistola cerca del pulmón izquierdo de la castaña, justo el lugar donde se encontraba su corazón.

"Un paso más y tu amiguita muere, Jeon" Avisó, dedicándole una mirada amenazante a modo de advertencia. Jungkook se quedó inmóvil, sin saber qué hacer.

Estuvo a punto de hablar nuevamente, pero un movimiento sutil proveniente de su derecha captó su atención.

Una mujer de cabellos rubios y piel pálida yacía a su lado portando una ametralladora, su aspecto salvaje y amenazador le inspiraron al castaño una gran desconfianza, aún más, cuando comprobó su parecido con Taehyun, ella definitivamente no podía ser...¿O sí?.

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