• 78 | Depredador

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»78. Depredador«


"Tienes razón" Aceptó Taehyung, pensativo. Jungkook asintió, de acuerdo, comiendo de su pastel de chocolate y fresas. "Pero, quiero hacer algo a cambio" El castaño dejó su cuchara sobre el plato, ladeando su cabeza y frunciendo el ceño, observándole.

"No tienes que hacer nada por mí, Taehyung-ssi, si es a eso a lo que quieres llegar" Aludió Jungkook ofendido, cruzándose de brazos desde su asiento, aún con su ceño fruncido, el castaño consideraba que, no era alguien por quién debías sentir lástima, así que la sola mención de que una persona quisiera hacer algo por él, lo hacía sentir inferior, como si no pudiera hacer todo por sí mismo, él podía comprarse lo que necesitara y no dependía de nadie, era completamente capaz, ¿Era tan difícil de entender?.

"No creo que sea lo que piensas, Jungkookie" Agregó el pelinegro, intentando calmar la incomodidad que había llenado el aire, haciendo una mueca. "Me refería a que no quiero que pienses que estás obligado a nada, hablé precipitadamente ese día y creo que debo dejar en claro que no pienso demandarte ni someterte para que hagas lo que te pido" El castaño suspiró aliviado, sin saber que había estado reteniendo el aire, alzando la comisura de sus labios en una sonrisa tensa.

Taehyung tomó ese gesto como una oportunidad para continuar: "Las sesiones de confianza podemos cambiarlas por lo que tú decidas, sé que te has encariñado con Tannie, así que podrás verla cuando quieras" Jungkook lo miró anonadado, siendo consciente de pronto de la verdadera razón por la cual estaban allí...era viernes y se suponía que esa sería su primera sesión de confianza, pero hasta el momento, parecía más una cita, para él -teniendo en cuenta que Yeontan no les acompañaba- y en silencio, se cuestionó ¿Cuánto tiempo podría estar cerca de Taehyung sin sentirse nervioso?. Porque desde luego, no podía pasar por alto la forma en la que el pelinegro le observaba, se veía como alguien sediento y hambriento; ¿De qué? No podría decirlo en voz alta, pero podía adivinarlo perfectamente: de él, Taehyung lo quería a él, y Jungkook se sentía como una débil presa yendo directo a la cueva de su depredador, porque estaba cediendo, con más facilidad de la que le gustaría admitir.

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