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El sol resplandecía en su totalidad luego de varíos días de lluvia y frío, y eso que aún ni era invierno.

Soobin iba felizmente tomado de la mano de su padre que pronto tendría que irse a trabajar nuevamente.

Habían pasado a comprar un pequeño regalo para el profesor Jeon que estaba de cumpleaños ese día; Consistía en un pequeño llavero de un perrito de peluche.

— ¡Feliz cumpleaños, profesor! —Felicitó el menor cuando estuvo cerca del pelirubio, extendiendo sus brazos mostrando una bolsita de color amarillo que contenía el regalo.— Para usted.

— Muchas gracias, Binnie. —Sonriente tomó el regalo, desordenó el cabello castaño del menor cuando revolvió su pelo con su mano juguetón. Abrió la bolsa y se encontró con el peluche del perrito que tenía como un polerón amarillo y estaba con la lengüita afuera.— Está precioso, muchas gracias. Lo colgaré junto a mis llaves. —El menor sonrió feliz de que le haya gustado el regalo.

El niño miró hacia atrás mirando a su padre, con su manita hizo un gesto de que se acerque a ellos, siendo correspondido por el pelinegro.

Taehyung se acercó sin prisas, aunque un poco nervioso porque tenía que decirle su respuesta al profesor luego de haberlo pensado. El día que iba a decirle no se pudo establecer por tener que ir a ayudar a su mejor amigo en buscar sus cosas a la casa donde vivía con su esposo, pronto ex esposo. Ha decir verdad, Hoseok no quería cruzar muchas palabras con el contrario.

— Buenos días, Tae. —Saludó encantado por la presencia del contrario.

— Buenos días, Jungkook. —Ambos conectaron miradas y se sonrieron tímidamente.— Uh, tengo algo que decirte. —Bajó la mirada y rascó su nuca nervioso. Soobin al ver las acciones ambos adultos, decidió tomar la mejor decisión que se le ocurrió.

— Uy, me voy. ¡Adiós, papá! — Se despidió rápido el menor, alejándose mientras movía su mano de un lado a otro despidiéndose con una sonrisa juguetona.

Taehyung parpadeó perplejo, sin aun poder creer que había pasado. Sí, definitivamente era la viva imagen de su mejor amiga y él. Llegaría el día en que se vengaría de su propio hijo de igual forma, si no lo hiciera ¿Qué tipo de padre sería?

— Este niño... —Hizo una mueca. Por el contrario, Jungkook solo soltó una pequeña risa, encantado por la escena.

— Tae, ¿Ibas a decirme algo? —Taehyung lo miró confuso, pronto recordando lo que tenía que decirle.

— Sí, bueno, es sobre la salida. —Tragó duro listo para hablar, ¿Cuánto tiempo había pasado desde la ultima vez que le habían propuesto salir? Probablemente mucho más tiempo de lo que se imaginaba.— Y-Yo acepto, pero tendría que ser el sábado que es cuando tengo libre esta semana. —Carraspeó intentando ocultar su nerviosismo, regañándose mentalmente con un "Por favor, Taehyung, no es una operación compleja como para que te pongas nervioso por algo así".

Jungkook sonrió enternecido por las acciones nerviosas del apoderado.— Genial, ¿A qué hora te parece bien?

— ¿Te parece en la noche? ¿Cómo a las ocho? Quiero pasar la tarde con Soobin, así que se me hace más cómodo por la noche. —Comprensivo, Jungkook asintió estando de acuerdo. El teléfono de Taehyung empezó a sonar, siendo atendido de forma inmediata por el dueño del móvil. Suspiró al escuchar la voz de uno de los internos, Jeon Do-Yun. Al cortar la llamada, miró la hora y luego a Jungkook, era hora de irse.— Debo irme al hospital.

— Está bien, suerte en el trabajo. —Le sonrió sincero, despidiéndose.

— Gracias, igualmente. —Con un movimiento leve de cabeza, se giró y se encaminó hasta su auto para dirigirse al trabajo.

La campana sonó, el también debía empezar a trabajar que las clases no se iban a dar solas.

(♡)

— Hey, Tae, ¿Qué no tenias que venir en unas horas más? Vi tu nombre en el tablero de operaciones. —Preguntó Hoseok llegando a la sala de descanso de titulares con un café en sus manos.

— Sí, bueno, iba a ser así, pero mi paciente presentó complicaciones. —Hizo una mueca terminando de amarrar los cordones de sus zapatillas.

— Que mal. Trabajarás junto a Jeon, ¿no? —Taehyung asintió. Hoseok bufó.— Me hubieras pedido a mi y así trabajamos juntos.

— El que tiene que aprender es Jeon, no tú que ya eres titular.

— Buen punto. —Pronto su expresión desinteresada cambió a una burlona.— Hablando de Jeon's, ¿Cómo está tú Jeon? —El pelinegro rodó los ojos y negó leve con su cabeza.— ¡Oh, vamos! Dime que novedades traes hoy.

Hoseok sabía sobre la salida, y es que la madre del pelinegro no era muy callada precisamente, y menos cuando le tenía confianza al mejor amigo de su hijo. Además, el también quería que Taehyung pudiera encontrar a alguien que no le importase que fuera padre, o que tuviera un horario apretado, y vamos, cuando se enteró que ese profesor pelirubio le había pedido salir finalmente a Taehyung, se puso muy feliz por su amigo.

— ¿Y como vas con tú Kim? —Contraatacó Yoongi.

— ¿Cuál de los dos? —Dijo tranquilo sentándose en el sillón cercano.

— Kim hyunwook. —Las mejillas de Hoseok se colorearon de un color rosa, claramente avergonzado.

— Pues hemos estado hablando y el otro día salimos.

Taehyung sonrió burlón.— Parece que no soy al único que le está gustando un profesor.

Hoseok asintió con leve mohín.— Sí... —Parpadeó confundido cuando se dio cuenta de las palabras de su mejor amigo.— Repite lo que has dicho.

— ¿Qué? ¿Por qué? —Preguntó confundido. Tampoco el mismo se había dado cuenta de sus palabras.

— Dijiste "Parece que no soy al único que le está gustando un profesor".

— No, no dije eso. —Dijo de forma inmediata, poniéndose nervioso inevitablemente.

— ¡Lo hiciste! —Acusó. Taehyung se paró del sillón rápidamente, carraspeando.

— Que pena, me debo ir a operar. Nos vemos luego. —Dijo rápido, abriendo la puerta y saliendo de igual forma. Hoseok negó divertido. Solo esperaba que todo resultara al final bien para el pelinegro, se lo merecía después de todo. Suspiró decidido, se levantó y se encaminó a quirófano. El trabajo llamaba. 

[☆]

hola, ignoremos que a
hyunwook le cambie ahora el apellido
después voy a cambiar su apellido.

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