Act:2,Capítulo Nueve:

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Sin poder evitarlo, di unos cuantos pasos hacia atrás dejando que Jasper nos separare. El vampiro al darse cuenta de aquello miro a la mujer frente nuestra con el frente fruncido.

—N-no sabía que habías vuelto a Londres. Andromeda me dijo que estaban en un pueblo lejos de aquí.

No dije nada y ella volvió hablar.

—¿Cuánto tiempo estarás aquí?

No hable, solo la mire de pies a cabeza. Se notaba que estaba pálida, ojerosa y algo despeinada. La imagen fuerte y letal que siempre impuso había desaparecido, parecía otra mujer completamente.

Escuche algunos murmullos y mire a un lado.

Algunas personas señalaban a Narcissa sin pudor alguno, susurraban entre ellos con muecas despectivas y de desagrado pintados en sus rostros.

Carraspeo sin poder verla a los ojos.

—Solo estamos resolviendo algunos problemas, nos iremos pronto— conteste en tono bajo.

Narcissa asiente, su incapacidad de mirarme a los ojos me hizo relajarme, aunque la sensación de incomodidad latía con fuerza.

—¿Qué te parece juntarnos antes de que te vayas? Hablar...

—¿Por qué?— pregunté sin poder evitarlo. Levanté mi rostro y la mire— Nunca te intereso conocerme. Incluso cuando yo no sabía que Sirius es mi padre, nunca me hablaste.

Narcissa pasa las manos por su rostro.

—Solo quiero hablar contigo y arreglar las cosas.

Suelto un bufido sin poder contenerlo.

—¿Arreglar las cosas? Pudiste "arreglarlo" cuando hermana me torturaba a mí y a Hermione en tu casa.

Jasper se tensa y me toma del brazo echándonos para atrás. Ya sabia el por que de mi actitud. Nuestros dedos se entrelazan y la seguridad que necesitaba hace que pueda mirarla sin miedo alguno.

—Lo intenté, pero era difícil y yo...Lo siento, en serio lo hago. — dijo tratando de mantener el contacto visual— No te pido que me perdones, solo que me escuches. Mañana en la noche, a las 8, veámonos aquí.

No le respondo. Narcissa suspira y sube la capucha de su traje.

Veo como se aleja entre el mar de personas que no dejaba de señalarle.

Paso mis manos por mi rostro frustrada.

—No sabía que tu... bueno- supuse lo que quiso decir y suspire.

—No es algo fácil de hablar— contesto— Fue Bellatrix Lestrange, su hermana y hermana de Andrómeda. Eso quiere decir que lamentablemente es mi tía.

Dije lo último sintiendo tanto desprecio y un amargor en mi voz.

—Nunca las considere de la familia— confieso— Narcissa nunca fue mala conmigo, ni siquiera me veía con desprecio como su esposo. Tal vez porque sabía quién era, pero de todos modos, que no intentará defenderme cuando estaba sufriendo es... Es bastante feo.

—Eres muy fuerte Amelia Lupin— su mano suelta la mía y me acomoda mi pelo.

—No diría fuerte— hago una mueca— ¡Esto es un desastre! Desde que nos conocemos no e dejado de llenarte con mi mierda y siento que solo andamos en eso. Yo hablo de mi traumática vida y tu me escuchas. Ya hasta pareces Nancy.

Jasper ríe.

—No me molesta— confiesa— porque significa que tienes la confianza para dejarme ver todo de ti.

Lo miro unos segundos.

—Salgamos— digo de repente— tu y yo. Vayamos a alguna parte y hablamos de tonterías, nada de guerras mágicas o no se. Solo nosotros.

—No tienes que hacerlo si no quieres, Amelia...

—Si quiero— digo con seguridad— y compremos todos la comida que podamos.

—No puedo comer— recuerda.

Sonrió cómplice.

—Volvamos a la tienda de pociones. Tu confía en mí.


Jasper y yo nos instalamos en una pequeña montaña cerca de la casa de los Weasley. Había pasado por algunos platos y llevamos una manta para acomodarnos en el pasto.

Saco un pedazo de lasaña y de mi bolsillo saco un frasco marrón.

—No confío en esto...— susurro el rubio mirándome.

—Confía en la maravillas de la magia.— abro el frasco y lo llevo a la lasaña, con el gotero que tiene incluido echo dos gotas antes de volverlo a guardar— Ahora prueba.

—Si sabe a tierra, lo vomitare encima tuyo —dijo tomando el plato con desconfianza.

—Me duele tu falta de fé. ¡Ya! Prueba.

Jasper agarra un cubierto y quita un pedazo de la lasaña, me mira unos segundos. Finalmente suspira y lleva el trozo a su boca.

Sonrió complacida al ver cómo su rostro cambiaba a medida que iba saboreando los ingredientes.

—Te dije que confiaras.

Jasper me mira con los ojos muy abierto.

—¡Sabe a lasaña!— grito con emoción.

—Es lasaña — digo con obviedad.

—¡No sabe a tierra!— volvió a gritar.

Solté una carcajada por su rostro. Sus ojos muy abiertos, su boca moviéndose sin parar buscando sentir lo mejor posible todos los sabores.

—¡Dame más! ¡Dame más!

—¡Ya voy! ¡Calma! —entre risas saque unas galletas y jugo de fresa. Les eche unas cuantas gotas y Jasper no tardó en empezar a comer.

No pude evitar sonríe al ver cómo empezaba a comer con rapidez manchando su rostro. Parecía un niño pequeño con mucha hambre.

Luego de unos minutos comiendo, Jasper y yo nos quedamos sentados apreciando las vistas.

—Cuando era pequeño visite una montaña así— empezó a relatar Jasper. Le mire curiosa— recuerdo que me había escapado de mis padres y subí a la colina. Todo fue muy bonito hasta que caí colina abajo rodando.

Solté una carcajada al imaginarlo.

—Fue divertido, quitando el hecho de que casi me entierro una roca en la cabeza.

—Yo una vez estaba jugando a las escondidas con mi papá— hablé sonriente— me escondí en un pequeño armario, pero empecé a sentir como algo me subía por la pierna, encendí una pequeña lámpara y vi ¡Dos cucarachas! Escalando por mis piernas. Grite muy fuerte y empecé a moverme, al ser tan pequeño choque con todo y las cosas que estaban en los estantes cayeron encima mío. Las cucarachas y yo terminamos pintadas de color azul, gracias a unas pinturas.

Ahora quién soltó una carcajada fue Jasper.

—Me imagine unas cucharadas con gorrito y ropa de pitufos— ambos empezamos a reír ante aquello.

Cuando las carcajadas cesaron Jasper volvió hablar.

—¿Que pasará después? — le mire confundida— cuando volvamos a Forks, cuando todo esto termine y la escuela acabe también. ¿Volverás a Inglaterra?

Asiento.

—Planeo terminar la escuela en Forks y volver— acepto— quiero concentrarme en los hogares a los hombres lobos y para eso necesito estar aquí, además de que si consigo los permiso tal vez viaje por todo el mundo construyendo las casas y demás... Una vida algo complicada.

Jasper asiente.

—¿Te molestaría compartir tu vida complicada conmigo? Algo así como un compañero de viaje...

Carraspeo para ocultar la enorme sonrisa que amenazaba por salir.

—No estaría mal.

Ambos sonreímos.

De repente Jasper se acuesta en el suelo.

—¿Que?

—Rodemos como dos cucarachas con pintura— bromea.

Niego sin dejar de sonreír.

—Estas demente.

Me acuesto a su lado sintiendo mi corazón latir con fuerza.

—¿Lista? — pregunta.

—Lista.

Como dos ruedas, ambos empezamos a rodar por la colina.

Sentía que iba a marearme pero eso no impidió que quisiera reír al mismo tiempo.

Era tan tonto lo que estábamos asiendo, y eso solo lo hacía más divertido.

Pero, hubiera sido mejor si no hubiéramos olvidado el pequeño detalle de que colina abajo, había un río.

—¡Jasper!— grite escandalizada cuando salí del agua.

Cerca de mi vi a Jasper empapado.

Ambos nos miramos.

Rodamos una colina, estábamos mareados y empapados.

Empezamos a reír sin parar.

Tanto así que pensé que moriría por asfixia.

Que idiotas.

—¡Mira!— exclama Jasper señalando a lo lejos.

Miro atrás de mi y veo un búho volar hacia nosotros.

—Es del ministerio.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro