Sentía mi cabeza dar vueltas y como me empezaban a dar arcadas, las cuales tuve que aguantar para no hacerme notar.

No podía ni verlo, sentía que si lo hacía me lanzaría hacia el entre lágrimas y lo mataría sin dudarlo.

Necesitaba salir de ahí o me iba a desmayar.

El moreno, quien al parecer es el líder sujete la pelota que Rosalie había lanzado.

—Me parece que esto les pertenece—dijo mostrando la pelota para luego lanzarla y que Carlisle la atrapara.

—Gracias—dice el doctor sin dejar de mirarlo en un ningún momento.

—Me llamo Laurent, ellos son Victoria, James y Augustus— los presenta e inmediatamente me tenso.

¿Cómo hizo ese maldito para acabar aquí y con ellos?

Sabía que había logrado escapar de las autoridades, pero no entendía como terminó en Forks o como se hizo parte de aquel grupo de vampiros.

—Soy Carlisle y esta es mi familia. Me temo que sus actividades de cacería nos han causado algunos problemas.

—Discúlpennos, no sabíamos que este territorio pertenece a su familia.

—Si bueno nuestra residencia permanente no se encuentra lejos—al decir eso los otros vampiros se quedan sorprendidos. Mis ojos se encontraban tapados por la ropa de Jasper, y mis nudillos estaban blancos de tanto apretar su ropa.

—¿Enserio?—pregunta Laurent muy sorprendido— bueno, ya no les causaremos problemas, solo pasábamos por aquí.

—Los humanos nos rastreaban, pero los guiamos al este. Estarán a salvo—habla la pelirroja.

—Excelente.

—¿No necesitan otro jugador?— siento como Jasper se tensa —oh, vamos, solo una vez-anima con una sonrisa.

Por favor no, por favor no...

—Claro, ¿por que, no?— dijo Carlisle sonriendo—Bateamos primero—le lanza la pelota, pero la pelirroja lo atrapa en vez del moreno.

Despegó mi cara de Jasper y miro con cuidado.

—Mi especialidad son las bolas cuervas- dijo sonriendo la única mujer de aquel grupo.

—Bueno, creo que podemos con eso— habla Adrián sonriendo.

Cuando los demás se preparan para empezar a jugar, Jasper intenta sacarme con cuidado.
Edward se quedo unos momentos mirando fijamente a James para luego intentar irse, pero una ventisca de aire hace que el pelo de Bella se mueva.

Si antes sentía un nudo en mi garganta, ahora tenía una ballena.

Solté un sollozo que es amortiguado por mi mano.

—Compartan a la chica— susurro el rubio luego de aspirar el aroma de Bella.

Los Cullen se ponen en posición de ataque rápidamente, mientras gruñían amenazadoramente.

—Una humana—habla Laurent sorprendido.

Jasper estaba parado frente a mi ocultando mi cuerpo. Gracias a esto no era vista por los demás vampiros.

—La chica esta con nosotros, será mejor que se vayan— dice Carlisle serio. 

—Ya veo que el juego ha terminado, nos retiramos—Laurent empieza a caminar hacia atrás—James, Augustus.

James mantiene la mirada fija en Bella mientras. Finalmente da media vuelta largándose del lugar.

Augustus no, el seguía parado mirándonos. Supuse que a Jasper, ya que el soltó un gruñido.

Veo como poco a poco se va alejando.

—Sáquenlas de aquí, ahora—habla serio Carlisle.

Jasper me lleva hasta su auto y al asegurarse que estoy segura enciende el auto.

—Jasper...—le llamo pero el estaba perdido en sus pensamientos. Mis manos temblorosas se posicionan en la mano que no estaba en el volante. Esto parece hacerlo despertar— ¿A dónde vamos?

—Lejos de forks—dice serio.

—Pero no me vieron a mi— digo sintiendo mis manos húmedas gracias al sudor.

—James quiere a Bella, pero el otro te miraba—gira su cabeza un momento hacia mi y me mira preocupado— sentí sus emociones, Amelia, el sabía que estabas ahí y no se cómo. Pero sentía tanto odio y  excitación al verte...Era repugnante y yo no me arriesgare a dejarte.

Me acomodo en mi asiento con mi vista fijas en mis manos.

Augustus estaba ahí, con seguramente ganas de matarme.

Bella estaba en peligro.

Y el...Por Merlín, por qué el.

Un sollozo brota de mis labios. Pase mis manos por mi cabello con angustia, poco a poco sentía como el auto se iba haciendo mas pequeño.

—¡Vamos Amelia!— su risa, por Godric, su risa.

Otro sollozo.

—¡Fred!— grite al verlo en el suelo.

Augustus estaba ahí, en Forks...
El culpable de la muerte de Fred estaba ahí.

¿Me cazaría como un depredador a su presa?

Sentí unas frías manos en mis mejillas y apenas pude enfocar el rostro de Jasper gracias a las lágrimas que nublan mi vista.

—Cuenta hasta tres Amelia...Hey...—no podía escucharlo, solo escuchaba su risa.

Cuánto entraño su risa.

Sin saberlo mis manos se aferraban a la de Jasper en busca de aire, pero mi mente seguía en otro lugar.

—Cuando todo acabe iremos a comprar helado, ¿Porque? Ni idea, pero se me antoja un helado.

Fred...yo también quería un helado contigo.

—¡Amelia!— Sentí calma, mucha calma, tanta que empecé a sentirme adormilada.

El don de Jasper.

Di una gran bocanada de aire.

Finalmente pude ver a Jasper frente a mi, sus dedos limpiaban mis lágrimas.

—Estoy aquí, calma...

Poco a poco empezaba a respirar con normalidad.

—Lamento esto, lamento que estés aquí por mi culpa.- con cada palabra, el rostro de Jasper expresaba arrepentimiento, y aunque trate de decirle que no lo culpaba, nada podía salir de entre mis labios.

Intenté hablar, pero apenas podía mover mi boca.

—Iremos a tu casa y deberás hacer una maleta, ¿Si?

Solo pude asentir.

Nuevamente estábamos en carretera de camino a mi casa.

Mis manos se posaron en mi pecho sintiendo el latir desenfrenado de mi corazón.

Al llegar a casa entro rápido y Jasper me sigue para luego ir corriendo a mi habitación y guardar ropa y otras cosas.

Yo me acerco a mi tía que veía todo confundida.

Teddy se encontraba en el suelo jugando con un carrito. Al ver tanto movimiento nos veía confuso.

—Amelia, ¿Qué sucede?— pregunta desconcerta—¿Lloraste? Cariño, ¿Qué paso?

Trago el nudo de mi garganta y la abrazo con fuerza.

—E-es...—carraspeo— es una larga historia tía, y prometo contarte todo, pero ahora necesito que confíes en mí.

Mi tía me miro preocupada. No creía que fuera buena idea dejar a su sobrina sola, pero al ver su rostro supo que a pesar de refutar su decisión nada iba a cambiar.

—Solo vuelve pronto— dice abrazándome.

Asiento  y en ese momento Jasper sale con una mochila llena de mis cosas.

Antes de irnos subo a mi habitación y de una caja debajo de mi cama saco mi varita, que se encontraba junto a todas las cosas relacionadas que tenía sobre Hogwarts o el mundo mágico. Todo lo que quise olvidar. 

—He luchado contra nuestra especie, no son fáciles de matar—habla Jasper una vez bajamos del auto y entramos la garaje de la casa.

—Pero no imposible. Lo descuartizaremos y quemaremos los pedazos— dice Emmet emocionado.

—No disfruto destruir a ninguno de los nuestros,  ni siquiera a uno sádico como James—comenta Carlisle.

—¿ Y si mata a uno de nosotros primero?—pregunta Rosalie pero la ignoran.

Me remuevo incómoda. Me sentía culpable.

Tal vez estaba maldita y por eso las desgracias me perseguían.

—¿Que haremos con ese tal Augustus?— habla Adrián a trayendo la atención de todos— el no es vampiro.

—No pero tampoco es humano— dice Edward— si lo fuera no estaría con ellos, piénsenlo, ¿Para que quieren unos nómadas un humano cualquiera?

—¿Alimento? Tal vez lo lleven con ellos para tener comida disponible— divaga Emmett.

Jasper niega.

—Se veía saludable, si estuvieran usándolo como alimento se vería pálido, casi como un cadáver

Todos se quedan en silencio pensando el opciones.

Hago un puño con mis manos y las aprieto con fuerza buscando fortaleza para hablar.

—Yo...—mi voz sale casi en un susurro pero  todos me voltean a ver— lo conozco, el...asesino a alguien muy importante en mi vida...

Jasper me mira comprensivo al saber a quien me refiero.

—¿ Y si esta aquí para matarte?— pregunta Emmet ganándose un zape departe de Rosalie.

—Tal vez...— digo mordiendo mi labio. Sabía que tenía que decirles, después de todo se iban a enfrentar a un mago, pero tenía tanto miedo que me impedía hablar.

—Voy a llevar a Bella al sur. Podrían desviar al rastreador— habla Edward quitando la atención de mi, cosa que agradezco internamente.

—No Edward, James sabe que no dejarías a Bella sola—niega su padre.

—Yo iré con Bella y Amelia, Adrián y yo las llevaremos al sur.  Las mantendré a salvo—habla Alice y nos agarra a Bella y a mi del brazo.

—Rosalie y Esme podrían ponerse esto para que el rastreador perciba su olor de Bella y Amelia— Nos dice Edward.

Jasper va a mi mochila y saca una blusa para lanzarla a Esme que la agarra y se la pone sin rechistar.

—¿Porque? ¿Qué es ella para mi?—se queja la rubia.

—Rosalie, Bella esta con Edward, es parte de la familia ahora y nosotros protegemos a la familia—dice Esme mirando decepcionada  a su hija.

Resignada acepta y se coloca el abrigo.

Me acerco a Jasper y le abrazo.

—Lamento esto— dice contra mi oído. Yo niego.

—No es tu culpa Jasper, yo lamento ponerlos en peligro.

Nos separamos.

—Todo estará bien.—sonreí con falsedad.

Aquella oración siempre significaba lo contrario.

Estábamos sentados en una habitación de un hotel en Phoenix Arizona cerca de un Aeropuerto.

Me encontraba encerrada en el baño del hotel pensando en todo.

Estaba aterrada, tenia tanto miedo de como iba a acabar esto.

Sabía que las situaciones no se parecían en nada, pero todo lo relacionado con la batalla de Hogwarts y eso solo me daba más ganas de llorar.

¿Por qué no podía olvidarlo al menos por un segundo?

Me deje caer en el suelo y lleve mis piernas a mi pecho.

Solo quería salir con amigos y disfrutar un buen día, solo quería tener a mi familia de vuelta, pero aquello era imposible.

Solo quería dormir en las noches sin soñar en sus rostros muertos, sin tener el fantasma de sus sonrisas atrás de mi. Sin sentirme tan sola.

Solo quería volver el tiempo atrás.

No sabía en qué momento había empezado a llorar, pero deje que las lágrimas bajarán y bajarán.