— Dime JiMin, ¿Acaso he hecho algo que te haya molestado?

— No.

— Supongamos que te creo... Ahora podrías decirme, ¿Por qué demonios tienes esa cara entonces?

— Está es mi cara YoonGi.

— Ajam. Ya. ¿Quieres hablar del tema? — JiMin rodó sus ojos.

— Ya estoy cansado de hablar, así que no gracias. Suficiente charla por hoy.

— ¿Entonces porque estas tan enojado?

— ¡¿Porqué?! Porque haces excesivo problema para ordenar un jodido ropero, solo tienes que ordenar estas cosas que más o menos entran aquí y ya, no sacar y volver a poner todo una y otra vez.

— ¡¿Qué tiene de malo mi tetris?!

— ¡Que haces de algo muy simple, tedioso y complicado!

YoonGi le sonrió, le encantaba hacer rabiar al menor.

Los amados BTS de JiMin estaban sonando y Yoon no tuvo mejor idea que ponerse a imitar torpemente unos pasos.

— Mira Minnie, te hago como en los vídeos.

JiMin tuvo que usar toda su fuerza para no reírse.

El pelinegro fingió enojarse y una sonrisa malvada se plantó en su rostro.

El menor reconoció esa cara.

— No, no y NO.

— ¿Qué? — YoonGi fingió inocencia.

— ¡Alejate YoonGi¡ No funcionará.

Pero fue demasiado tarde, el mayor ya lo tenía acorralado contra la pared, besándole con fuerza.

El menor apenas pudo corresponder el beso que ya tenía a YoonGi besando su cuello.

— "Il sixi ni solucini lis problimis" bla, bla, bla Hyung.

— No los soluciona Minnie, pero eso no quita que los suaviza.