Capítulo 34🍁

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Jimin gimió aterrado cuando otro disparo atravesó el aire e instintivamente, intentó hacerse más pequeño mientras se aferraba con fuerza al cuerpo de su pareja quien corría a toda velocidad a través del bosque.

El pequeño omega no podía comprender cómo era que había cazadores en el bosque, después de todo, luego de tomar el mando Yoongi quitó los permisos y corrió la voz de que Busan ya no era un lugar de caza.

El bosque era el único lugar en el que ellos podían dejar correr libremente a sus animales, al menos los que eran shifters grandes en su mayoría por lo que tenía que ser un lugar seguro.

Jimin volvió a gritar cuando sintió que uno de los disparos pasó particularmente cerca de él y gran león rugió con fuerza.

El pequeño omega quería llorar de alegría cuando al alzar un poco su cabeza, visualizó su casa.

Yoongi rugió agarrando un poco más de velocidad, acortando cada vez más la distancia, finalmente tomó el impulso para saltar sobre la cerca.

Un disparo penetró en el aire, Jimin sintió un ardiente dolor un poco más arriba de su codo y gritó asustado, cuando en vez de caer elegantemente al igual que antes, su león perdió el equilibrio y cayó hacia adelante.

El impulso logró que el pequeño hombre castaño debilitara su agarre en la melena de su alfa y que saliera volando hacia adelante. Girando su cuerpo, Jimin logró caer de costado y no sobre su cabeza la cual había intentado protegerse con sus brazos.

Aterrorizado, el pequeño erizo bajo sus brazos y buscó con la mirada a su pareja.

—¡Yoongi! —gritó aterrorizado cuando contempló al león intentar ponerse de pie nuevamente con una sangrante herida en su cuerpo, poco más arriba del comienzo de su pata hacia abajo delantera derecha.

El león rugió apenas dedicándole una mirada antes de cojear para colocarse frente a su pareja, intentando protegerlo con su cuerpo.

De forma feroz y amenazante, volvió a rugir con fuerza para advertir a sus atacantes, retándoles a salir de sus escondites y mostrarse.

El olor a sangre invadía sus fosas nasales, habían lastimado a su pareja y él quería venganza por ello.

—Vaya, vaya, vaya —pronunció una voz burlona—. Pero miren qué tenemos aquí —exclamó encantado una grotesca voz.

Pronto, un hombre con una gran cicatriz recorriendo todo el lado izquierdo de su rostro apareció con una enorme sonrisa malvada.

A cierta distancia para cubrir más terreno y rodear a Jimin y Yoongi, aparecieron otros dos hombre, que al igual que el primero, utilizaban trajes verdes para ocultarse entre el bosque.

Los tres tenían una escopeta entre sus manos, y por si fuera poco, otras armas estaban visibles sobre sus cuerpos.

Eran cazadores.

—Tenías razón, chico —exclamó el hombre con la cicatriz que cruzaba sobre su ojo izquierdo y llegaba hasta su mentón—. No sólo es un magnífico león el cual cazar para después colocar su cabeza en mi pared, también tiene un dulce niño con el cual mi gran polla podrá jugar —rió escandalosamente.

Al escuchar aquello, Yoongi rugió furioso, logrando que los acompañantes del hombre le apuntaran con sus armas.

Detrás del grotesco hombre, Min-Jae apareció con una burlona sonrisa llena de superioridad.

—Te dije que tenía una excelente presa que querrías tener —se mofó—. Pero el pequeño castaño es mío primero, después de follarlo pueden tenerlo ustedes si aún lo quieren.

—Su agujero estará suelto pero seguirá siendo servible —pronunció el de la cicatriz.

Min-Jae rió cuando Yoongi rugió e intentó dar un paso, tambaleándose levemente.

—¡Yoongi! —gritó Jimin al contemplar aquello, intentó acercarse pero inmediatamente su pareja rugió otra vez de forma un poco más suave, agitando su cabeza de forma negativa mientras mantenía fijamente sus ojos en sus atacantes.

Observando a los tres cazadores armados y luego a Min-Jae, Min maldijo mentalmente por no haber comprobado que el tonto lobo estuviera encerrado en su casa y custodiado antes de salir con su pareja.

Él debió haberlo hecho, Min-Jae había estado demasiado tranquilo y lo sabía.

—No esperen mucho, chicos, pronto más shifters vendrán a ver por qué su líder ruge tanto —informó maliciosamente Min-Jae.

—Rodearlo —ordenó el hombre de la cicatriz, comenzando a caminar mientras alzaba su arma y apuntaba con ella a un furioso león.

Mientras los cazadores avanzaban apuntándole con sus armas, Min-Jae comenzó a caminar tranquilamente con ellos pero con su mirada fija detrás del león, sobre un pequeño castaño completamente desnudo que observaba la situación con impotencia y terror.

Percibiendo algo por el rabillo de sus ojos, Min se posicionó como si fuera a atacar.

—Mala idea, gatito —sonrió el de la cicatriz, colocando su dedo sobre el gatillo.

Echando su cabeza hacia atrás, Yoongi rugió cubriendo el sonido de dos osos que se acercaron con rapidez, cayendo sobre los otros cazadores.

Aprovechando la distracción, el alfa león corrió y saltó sobre el que parecía ser el líder, atacándolo y mordiéndolo sin piedad.

Al ver que la situación había cambiado, Min-Jae corrió queriendo tomar a Jimin como su rehén antes de escapar, pero de forma inteligente el omega cambió a su pequeña forma y se ocultó entre la maleza alta, quedándose muy quieto y en silencio.

Desesperado, Min-Jae observó a su alrededor y rápidamente se rindió. Cambiando a su forma lobuna, intentó escapar saltando la cerca solo para verse siendo chocado por su costado por otro gran cuerpo.

Levantándose con rapidez, el lobo saltó sobre el león intentando ir por su garganta. Yoongi lo esquivo y mordió la parte trasera del contrario para luego golpearle su costado con sus garras.

Min-Jae aulló e intentó ir nuevamente tras Yoongi, pero lastimado y todo, Min seguía siendo mucho más fuerte que él.

Gruñidos y rugidos hicieron acto de presencia en una fría pelea sangrienta.

Sin más opción, el lobo atacó cobardemente en la herida de bala de Yoongi e intentó escapar.

Antes de que pudiera agarrar más distancia, un gran cuerpo saltó sobre él, y sin darle la oportunidad de corresponder el golpe, unas fuertes mandíbulas se apretaron alrededor de su cuello y se cerraron con fuerza, sin importar cuánto luchó, no hubo escapatoria ante su sangriento destino.

Cuando el cuerpo bajo él finalmente dejó de moverse, Min esperó unos minutos más antes de abrir su sangrienta mandíbula y dejar libre el cuello del animal ahora muerto.

Levantándose, observó a su alrededor hasta que observó a su pequeña pareja observarle desde el borde de la cerca, con sus pequeñas manos aferradas a la madera mientras su dulce rostro estaba invadido por la preocupación y miedo.

Cuando Jimin contempló a su león volver hacia él, soltó un suspiro de alivio mientras lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas.

—¡Yoongi! —gritó cuando observó al gran león desplomarse sobre el césped.

Pasando sobre la cerca, el pequeño omega corrió hacia su pareja y se dejó caer sin delicadeza en el suelo. Contempló con horror la sangre manchando el hermoso pelaje de su pareja.

—Oh Dios... Yoonie —gimió angustiado intentando colocar sus manos sobre la herida de bala que no dejaba de sangrar.

—Será mejor que saques tus manos, pequeño hombrecito —pronunció Jackson, acercándose junto a su pareja.

—P-pero ¡está sangrando! —exclamó lleno de miedo.

—Lo sé, pero las balas que utilizaban estos idiotas son de plata —dijo el shifter oso, agachándose por el lado contrario de Jimin—. Y esta sigue en el interior de Yoongi —anuncio luego de revisar la herida.

No había señales de que hubiera atravesado su cuerpo por lo que la bala seguía instalada en su interior envenenando su sangre.

—Namjoon, t-temos que llamar a Namjoon —balbuceo entre sollozos Jimin.

—Con mi pareja vamos a llevarlo al interior de la casa, ninguno está trayendo un teléfono por lo que tendrás que llamarlo tú —indicó con tono suave Mark, el omega y pareja de Jackson.

Asintiendo repetidas veces con su cabeza, Jimin se levantó y corrió hacia su casa.

Tomando sus lentes que habían quedado en el suelo del porche, entró en la casa y fue hacia su habitación donde había dejado cargando su celular.

Observando sus manos sangrientas, sacudió su cabeza y llamó a su amigo.

"Yoongi estará bien" se repitió en su mente una y otra vez mientras esperaba a que Namjoon le constestara.

¿Jimin? —pronunció Namjoon en un susurro, no quería despertar a sus hijos ahora que por fin los había logrado hacer dormir junto a su pareja.

—¡Dispararon a Yoongi con balas de plata! —chilló—. E-él tenía tanta sangre, tiene mucha sangre y l-la bala sigue dentro —intentó explicar entre balbuceos nerviosos.

Jimin, respira profundamente —pidió Namjoon observando cortamente a su pareja antes de alejarse—. ¿Yoongi está consciente? ¿Crees que podrían traerlo al hospital?

—Y-yo... ¡No lo sé! Él no está despierto, le dispararon cuando era un león y quedó así —explicó.

—¿Jimin? —llamó Jackson.

—¡Aquí! —gritó saliendo de la habitación—. Por favor, ven rápido —pidió a su amigo antes de cortar la llamada.

—¿Dónde lo dejamos? —preguntó Jackson sosteniendo el cuerpo ahora humano de Yoongi.

Con una mano temblorosa, Jimin se hizo a un lado y señalo el interior de su habitación, sobre su cama.

—No creo que sea bueno que lo mires en este momento —pronunció Mark colocando su mano sobre el hombro de Jimin.

—Está sangrando mucho —exclamó angustiado, observando a su pareja tendida en su cama, manchando las mantas con sangre.

—Es mejor que bote la sangre infectada con plata —pronunció Jackson—. Mientras más tiempo pase con ella en su interior, peor será.

—¿No puedes sacársela? —pregunto observando al oso alfa.

—No me arriesgaría, la bala está en su hombro pero muy cerca de su cuello —suspiró—. ¿Tu amigo médico ya viene? —preguntó a lo que Jimin asintió.

—Tengo miedo que no llegue lo suficientemente rápido —pronunció con temor, acercándose a la cama—. Para nadie es bueno perder mucha sangre.

—Es verdad —pronunció Mark observando a su pareja—. Yo puedo intentarlo, fui enfermero antes de conocer a Jackson y emparejarme con el —dijo observando a Jimin.

—¿Qué necesitas? —preguntó el pequeño hombre observando directamente a su pareja.

—Toallas, un cuchillo delgado o pinzas, y alcohol, cualquier licor que tengas sirve en caso de que no tengas alcohol —pronunció acercándose a la cama.

—Tengo alcohol, no bebo —respondió observando a su pareja antes de alejarse—. Dentro del clóset tengo algunas toallas y mantas dobladas, yo iré por lo otro —anunció antes de salir.

Entrando en su baño, el pequeño omega abrió el gabinete sobre el lavamanos y sacó la caja de primeros auxilios.

Observando su propio reflejo en el espejo al cerrar la puerta del gabinete, Jimin sacudió su cabeza al observar los arañazos y sangre en su rostro y cuerpo.

Tomando la caja entre sus brazos con firmeza, salió del baño y fue a la cocina por el cuchillo.

Volviendo a la habitación, dejó las cosas en el suelo al lado del omega.

—¿En qué puedo ayudar? —preguntó.

Mark observó a su pareja antes de volver a mirar a Jimin. Realmente estaba actuando valientemente a pesar de la situación en la que estaba su pareja.

Pero Jimin realmente quería ayudar, si no había podido hacer nada más que observar a su pareja mientras este luchaba por protegerlo, él quería hacer todo lo necesario por ayudar a sanarlo ahora.

—Afírmalo junto a mi pareja, esto será doloroso y podrá despertar —explicó—. Si le puedes hablar sería lo mejor, un alfa siempre escuchará la voz de su omega —reconfortó.

Asintiendo con su cabeza, Jimin se levantó y fue cerca de la cabeza de su pareja. Ayudando a Jackson a mantener a Yoongi quieto, el pequeño omega se inclinó y comenzó a susurrar cariñosas palabras llenas de amor y de apoyo a su alfa.

Cuando los primeros gritos de dolor atravesaron la habitación, Jimin permitió a sus lágrimas deslizarse por su rostro mientras seguía manteniendo firme el agarre en su pareja, insistentemente recordándole a Yoongi que estaba ahí con él, y que todo estaría bien.


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