Capítulo 41🍁

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Apoyados en el marco de la puerta, los dos pequeños erizos observaban con preocupación al shifter león recostado en la cama, contemplando el techo en silencio.

—Desde que se despertó que ha estado así... —susurró Taehyung—. No me gusta...

—A mí tampoco... —murmuró Jimin contemplando en silencio a Jungkook.

Desde la discusión que este había tenido con su pareja la noche anterior, Jungkook simplemente se había encerrado en su habitación sin querer hablar con nadie.

Sabiendo que serían ignorados y dejados afuera, ambos hermanos habían cambiado a su forma de erizo y habían invadido la habitación del omega, acurrucándose en la cama con él, pensando que a la mañana siguiente, este desearía hablar con alguien de lo sucedido.

Lamentablemente, no había sido así.

Jimin incluso se había ofrecido a enseñarle a preparar un delicioso desayuno pero solo había recibido una respuesta negativa.

Taehyung había intentado hacer que el menor jugara a sus videojuegos con él solo para recibir otra negativa.

El pequeño omega con suerte había logrado meter en el cuerpo de Jungkook un vaso de leche y unas pocas galletas y eso que ya había pasado la hora del almuerzo y el león seguía sin pedir más comida.

—Llamaré a Yoongi y le preguntaré al respecto —anunció Jimin retrocediendo y alejándose de la habitación del joven león.

Sacando su teléfono, marcó el número de su pareja y se llevó el aparato contra su oído mientras bajaba las escaleras.

—Hola pequeño —saludó la cálida voz de su compañero.

—Hola Yoonie —sonrió llevando inconscientemente su mano hacia su pequeño vientre.

—Justo estaba pensando en ti y te iba a llamar, me leíste el pensamiento —dijo el shifter león.

—Quería hablar contigo —anunciaron los dos al uniso, soltando una pequeña risa por ello.

—Habla tú primero amor, ¿sucede algo? —preguntó su alfa.

—Es solo que... —suspira alzando su mirada al segundo piso—. Jungkookie me tiene preocupado —expresó dirigiéndose hacia la sala de estar, tomando asiento en el sofá—. Todavía no hace nada más que mirar el techo de su habitación y tampoco ha querido comer más de lo que le obligue esta mañana —explicó.

Yoongi suspiro—. Me gustaría decirte que hay algo que podamos hacer por él pero solo debemos darle tiempo. Si presionas para saber sus pensamientos, solo lograrás que se enoje, se cierre más y en el peor de los casos te ignore totalmente como si no existieras hasta que llegue a un acuerdo con el mismo.

—¿Ya te ha ignorado antes? —preguntó Jimin curioso.

—recordó arrugando su nariz—. Intenté preguntarle, darle consejos y todo pero solo empeoré su humor y me cerró la puerta en la cara, me ignoró casi una semana completa.

—Uy, menos mal que con Tae solo le hemos observado en silencio —rió suavemente el omega.

—Sabía decisión —sonrió Yoongi—. Sé que estás preocupado, pero lo mejor que puedes hacer por él es mantenerte a su lado en un apoyo silencioso, cuando esté listo, saldrá actuando nuevamente como él en el mejor de los casos...

—¿En el mejor? —preguntó juntando sus cejas—. ¿Y en el peor que sucederá?

Uhm... Orgulloso y resentido como es él, puedo no perdonar inmediatamente a Yugyeom, y en el peor, peor de los casos, actuar como sí nada hubiera ocurrido.

—¿Y por qué actuar como si nada hubiera ocurrido es peor que esté resentido? —preguntó Jimin confundido—. Yo también estaría muy molesto contigo si me hubieras dicho lo que Yugyeom le dijo, prácticamente fue si le dijera en su cara que no le iba a marcar. Que actúe como si nada es mejor, ¿no?

—Lo sería tal vez para otra persona, pero Jungkook hará como si nada ocurrido e ignorará totalmente a Yugyeom como si fuera un total desconocido en su vida —explicó.

—Pero... ¿Y su Yugyeom viene intentando disculparse con él?

—Sí está de aquella forma, lo ignorará como sí no existiera, un completo desconocido —suspiro el alfa.

—Ugh... Y como es Yugyeom seguramente aquello le lastimará y no insistirá —pensó Jimin.

—Pienso lo mismo —suspiro Yoongi.

—Pero sí Kookie actúa así nunca resolverán las cosas —dijo el omega mordisqueando su labio inferior con preocupación.

Por eso lo mejor es dejarlo y que resuelva las cosas por su cuenta, sin que se encuentre por ahora con Yugyeom o su parte resentida saldrá a flote.

—Bien, entonces solo debemos mantener a Jungkook distraído y lejos de su pareja —pensó el pequeño omega—. ¿Alguna sugerencia? —preguntó.

—¿Sus videojuegos?

—TaeTae ya lo intentó y fue completamente ignorado —resopló—. Incluso yo le dije que le iba a enseñar a preparar un delicioso desayuno y me ignoró también —hizo un puchero—. Ni siquiera quiere comer algo y él siempre está comiendo.

¿Y algo diferente? —preguntó—. ¿Salir a dar una vuelta? —propuso.

—Hum... Podría funcionar —dijo luego de pensarlo—. ¿De qué querías hablarme? —preguntó observando con sorpresa como Jungkook bajaba las escaleras con apresura.

No importa, cuando llegue a casa te lo digo —respondió luego de pensarlo.

—¡Jimin! ¡Salgamos! —exclamó Jungkook al llegar abajo.

—Está bien, Kookie está muy animado ahora y tengo miedo —expresó observando a su hermano quién bajaba las escaleras con el mismo entusiasmo—. Adiós Yoonie, te envío un mensaje si es muy malo, nos vemos después —se despidió sin escuchar la respuesta de su pareja.

Bajando su celular, observó con curiosidad al omega león.

—¿A dónde quieres ir? —preguntó contemplando la gran sonrisa de Jungkook.

—Vamos a ir a abrir tu nueva tienda —anunció.

Jimin le observó fijamente unos segundos y luego contempló a su hermano, quién solo se encogió de hombros.

Después de aquella llamada de su pareja, Yoongi no había podido evitar sentirse tal vez un poco preocupado o más bien ansioso cuando su pequeño le envió un mensaje anunciando que abrirían la tienda para probar algo de suerte.

Más porque Jungkook se veía muy entusiasmado al respecto que nada.

Tal vez había sido por ello, que Yoongi no le mencionó a su pareja que posiblemente su madre hiciera aparición pronto, ya que no quería distraerlo.

No, mentira, él en realidad no le había dicho nada por temor a cómo reaccionaría su pequeño, tenía que empezar a preparar el terreno con Jimin para la llegada de su madre.

Si ya se enojaba con él por los cuidados excesivos que tenía a veces por su embarazo, tratándolo como si fuera de cristal hasta que su pequeño lo podía muy bien en su lugar, no quería ni imaginarse cómo iba a ser con su madre, quién era capaz de envolver a su Jimin en burbujas de plástico cuando descubriera que está en cinta.

Aunque, si lo pensaba... Tal vez sería un poco divertido ver si su madre finalmente lograba irritar y sacar ese lado de su pequeño para que le pusiera en su lugar al igual que lo hacía con él cuando se cansaba.

Tenía que admitir que era un poco divertido y muy adorable cuando Jimin juntaba sus cejas, arrugaba su pequeña nariz y colocaba una de sus manos en su cintura. Y cuando empujaba sus lentes más arriba, levantando suavemente su superior en una especie de gruñido era porque ya iba a comenzar a decirle unas cuantas cosas.

Era una cosita bastante adorable cuando se ponía así, y aunque lo pensara, no lo decía en voz alta porque el humor de su pequeño se volvía peor y él era un hombre inteligente que no quería ser castigado.

La imaginación de su pequeño omega a veces podía ser muy malvada.

Observando la hora en su teléfono, Yoongi finalmente dejó lo que estaba haciendo y se levantó de su escritorio sin poder aguantar más, deseando ver a su pequeño y comprobar que las cosas fueran bien.

Saliendo de su oficina, Yoongi se detuvo al contemplar un pequeño hombre a mitad del pasillo observando dubitativo las puertas de la oficina del alfa.

Cuando le observó, no se vio mejor.

—Hola, ¿necesitas algo? —preguntó Yoongi acercándose.

—Hum... Yo... Solo... Uhm... —rascó su nuca—. Solo quería agradecerle por traerme nuevamente aquí y permitirme quedarme en la manada —pronunció finalmente.

—Oh, eres uno de los omegas que fueron secuestrados —recordó el alfa—. El amigo de Na-eun.

—Sí, soy Donwook...

—¿Quieres decirme algo más? —preguntó ante el repentino silencio del contrario.

—Va... ¿Va de salida? —preguntó.

—Sí, pero si necesitas hablar...

—No, está bien, no es nada importante —aseguró agitando sus manos—. Puedo venir otro día.

—¿Seguro? —preguntó Yoongi observándolo.

—Sí —asintió—. Adiós —se despidió corriendo hacia afuera antes de que Yoongi pudiera preguntarle algo más.

"Tal vez no se siente cómodo conmigo a solas siendo un alfa" pensó.

Y luego de lo que le había pasado a manos de los idiotas Kim, era comprensible.

Algo confundido por el omega, el shifter león sacó su teléfono celular de su bolsillo volviendo a caminar.

—Hoseok —pronunció.

¿Sigues en tu oficina? —preguntó el beta.

—Voy saliendo realmente —respondió—. ¿Por qué?

—Uhm, tengo a unas posibles personas que podrían ocupar el puesto de sheriff y quería que los revisaras —explicó—. ¿A dónde vas? —preguntó curioso.

—Jungkook convenció a nuestras parejas para abrir su tienda hoy en la tarde y así probar las aguas y ya no aguanto la curiosidad, quiero saber cómo les está yendo y si mi pequeño no me llama para contarme, entonces iré a verle allá mismo —explicó saliendo del edificio.

Pensé que era el único que se estaba volviendo loco con ello, incluso llamé a Jungkook pero el muy maldito se rió en mi cara y me cortó diciendo que no sea molesto y deje a mí alfita un rato tranquilo —gruño—. Por eso iba a ir contigo para distraerme.

Yoongi rió subiéndose a su camioneta—. Típico de Jungkook cuando está enojado, por eso no me quise arriesgar —sonrió—. ¿Y si nos encontramos fuera de la tienda de nuestras parejas? ¿Mejor dos que uno, no?

Hecho, nos vemos allá —se despidió cortando la llamada.

Guardando su teléfono, Yoongi enseguida encendió su automóvil y condujo por las calles hasta la tienda de su pareja, sorprendiéndose un poco al encontrar toda la calle frente a la tienda de su pequeño ocupada con autos estacionados.

Al alfa no le quedó de otra más que estacionarse más allá de la tienda de su pequeño, en la siguiente cuadra, teniendo que caminar para devolverse y entonces esperar a Hoseok.

Y mientras esperaba, intentaba observar a través del ventanal alguna señal de su pareja pero apenas y si podía vislumbrar algo con las personas atravesándose.

—Mierda, me costó encontrar un lugar donde estacionarme —pronunció Hoseok apareciendo.

—A mi igual —respondió y señaló con su cabeza hacia al frente—. Al menos ahora sé por qué no me ha llamado, parece que están ocupados.

—Hum, esperemos que nuestras parejas estén bien estando rodeados de tantas personas —comentó el beta arrugando su nariz.

—Comprobémoslo —anunció Yoongi observando a ambos lados antes de cruzar la calle junto a su amigo.

Abriendo la puerta, un pequeño cascabel sonó en la parte superior de esta, anunciando la llegada de más clientes.

Entrando en la tienda, ambos contemplaron a Jungkook detrás del mesón atendiendo a las personas y entregándoles el dulce que pedían mientras que Taehyung estaba a su lado, un poco más atrás, trabajando en el café junto a Jimin.

Cuando el timbre del horno llegó a los oídos del pequeño omega, Jimin observó a su hermano.

—Solo queda preparar un café —le dijo.

—Está bien, ya aprendí cómo hacerlo —prometió.

Asintiendo, Jimin cruzó la puerta a la cocina e inmediatamente se puso los grandes guantes acolchados para sacar la lata del horno, revelando más galletas con chispas de chocolate.

Cuando alguien entró en la cocina, Jimin alzó su cabeza y sonrió al contemplar a su alfa.

—Yoonie —pronunció quitándose los guantes y yendo inmediatamente a los brazos de su alfa.

—¿Muy ocupado? —preguntó Yoongi luego de besarle de forma casta.

—Empezamos lento, pero luego de la nada, personas comenzaron a llegar. Algunos solo querían un café, otros leer y comer algo, y otros simplemente han venido por los dulces, en especial los trabajadores de Jackson —comentó con alegría.

—Minnie, quieren más galletas —anunció Jungkook entrando en la cocina.

—No hay más para hoy —respondió observándolo mientras permanecía en los brazos de su pareja.

—¿Y las que acabas de hacer? —preguntó observándolas.

—Son un encargo para la pareja de Jackson, las encargó —respondió.

Asintiendo con su cabeza, el omega león se retiró de la cocina.

—¿Ya vas a cerrar que no vas a preparar más dulces? —preguntó Yoongi.

—Sip, no tenía pensado en abrir hoy pero por ayudar a Jungkook a distraerse... —se encogió de hombros—. Mañana voy a abrir de igual forma solo unas horas en la tarde y ya desde el lunes comenzaré a abrir desde más temprano —explicó.

—Me parece una buena idea, así las personas se hacen una idea de cómo será todo —asintió—. ¿Te ayudo a sacar a todos?

—Por favor —asintió—. Hay personas leyendo arriba.

—Hoseok vino conmigo, me encargaré de los que están arriba y él de los que están aquí abajo —anunció besándolo dulcemente otra vez antes de salir de la cocina.

Esperando a que las galletas estuvieran lo suficientemente frías para tomarlas, Jimin se dedicó a limpiar lo que había ocupado cuando Jungkook apareció nuevamente con sus manos en sus orejas, ignorando con firmeza a su pareja que le seguía intentando hablarle.

—Uhm... ¿Chicos? —pronunció.

—Dile que me deje, Minnie —pidió el omega.

—No me iré hasta que hables conmigo —gruñó Yugyeom, sorprendiendo a ambos por ello.

—Okey, ustedes hablen aquí y arreglen sus cosas —anunció Jimin escapando de la cocina.

—Toma, ponle llave o Jungkook intentará salir —anunció Taehyung a su lado.

—¿Cuánto crees que deben de estar encerrados ahí adentro? —preguntó el pequeño omega—. Ya debo de ir a casa para comenzar a preparar la cena.

—Ya se han ido todos —anunció Hoseok—. Sí gustan puedes irte con Yoongi y nosotros nos quedamos haciendo de guardia aquí.

—¿No te molesta? —preguntó observando a su hermano.

—Para nada, me puedo comer los pastelitos que quedaron mientras tanto —prometió.

—Bien, pero sí después no cenas en la casa no habrá más dulces por una semana —advirtió saliendo detrás del mostrador cuando vio a su pareja bajar las escaleras.

—Ese fue el último —anunció el alfa.

—Vamos a casa a preparar la cena mientras los chicos cuidan de Kookie —pronunció tomando su mano.

—¿Cuidan? ¿Dónde está? —preguntó arqueando una ceja.

—Encerrado en la cocina hablando con su pareja —respondió con una inocente sonrisa.

Riendo, Yoongi rodeó los hombros de su pequeño.

—Vamos a casa.



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