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—Estás haciendo lo correcto—me repite una y otra vez. Sigo mirándome frente al espejo, tratando de creer en sus palabras.

—¿Eso crees?—pregunto nuevamente y ella suelta aire por su boca, debe estar cansada de mí.

—Hagas lo que hagas te voy a apoyar, eso es lo principal que tienes que saber.

—Eso no responde mi pregunta—me dejo caer sobre mi cama.

—No creo que estés en condiciones de salir con alguien, y menos si es un amigo tan cercano. Pero sin importar lo que hagas, te voy a apoyar.

—Sé que lo harás—sonrío con pesar.

—La pasarás bien, te divertirás. Luego me cuentas todo con lujos y detalles.

—Gracias por la ayuda.

—No hay de que—me lanza un beso y finaliza la video llamada.

Ji Woon como siempre estaba tratando de darme ánimos, a veces me siento mal por ponerla en esa situación. Sé que me apoyará en todo sin cuestionar mis decisiones y eso me incomoda de cierta manera.

Hoseok estaba esperando por mí, quedamos en vernos en el lugar. Hoy él tenía el día libre por lo tanto le era más cerca ir directo a nuestro destino. Yo insistí en que fuera así, no pensaba hacerlo conducir cuando yo podía hacerlo.

Sin pensarlo mucho más, tomé mi cartera, las llaves de mi auto y salí de mi habitación. No tengo porqué estar nerviosa, si sale mal, podemos quedar como amigos. Además, que tengamos una cita no significa que debamos tener algún tipo de contacto físico. Esto lo hago solo para distraerme, y porque Hoseok es un gran chico.

Toqué el botón de las llaves y mi auto comenzó a sonar, con la oscuridad no podía ubicarlo bien así que me guié por el sonido. Antes de llegar, me di cuenta de la figura que estaba a un lado de mi objetivo. Sin miedo alguno me acerqué, debe ser alguien conocido, nadie puede entrar a la base si no pertenece a ella.

—¿Escote? Veo que estás muy comprometida con esta cita—como reacción a sus palabras miré mis pechos y me encorvé un poco como si eso los hiciera menos visibles. No necesita distinguir su rostro, su tono de voz me había confirmado quien era.

—Ese no es tu problema—trato de rodearlo para así poder abrir la puerta del copiloto.

—De hecho, si lo es—justo cuando pasaba por su lado me tomó del brazo. Su agarre no era fuerte, pero si firme, algo me decía que si hacía el ademán de irme, me sujetaría aún más fuerte.

—Déjame en paz—casi suplico. Mis ojos y los suyos se encontraron, a pesar de la poca iluminación, podía ver el brillo en sus pupilas. Hasta este momento no me había dado cuenta de cuánto me gustaban sus ojos.

—¿Es en realidad eso lo que quieres?—por unos segundos pensé en mi respuesta, y sin saber que responder, solo asentí.

—¿Cómo sabes que tengo una cita?—miró a su alrededor para hacer tiempo. Seguía con mi mirada fija sobre su rostro.

—Los chismes corren rápido.

—¿Quién fue?—pregunto con un tono de voz más neutro, decidida a saber la verdadera respuesta.

—Puede que espiara a Hoseok cuando hablaba con uno de sus amigos—traté de aguantar la risa por la patética situación.

—Déjame hacer con mi vida lo que me dé la gana.

—No quiero verte con otro hombre—con la mano que me sobraba quité su agarré de mí, había una clara amenaza en mis ojos, no quería que me volviera a tocar.

—¿Tú puedes casarte y yo no puedo tener una cita? Eres un egoísta, ¿lo sabías?

—¡Si!—sube la voz—. Cuando se trata de ti solo quiero ser egoísta. Quiero que seas solo mía, que me ames solo a mí, que tengas citas solamente conmigo. Quiero que me digas "te amo" cada noche y besarte hasta quedarme dormido. Quiero que seas la mujer de mi vida. Quiero que siempre estés ahí para mí y yo siempre estarlo para ti.

—Esas cosas debería dártelas tu esposa, por algo te casaste.

—¡No me casé por eso!—grita desesperado. Ahora más que nunca estaba metida en la conversación, quería gritarle, decirle que lo odiaba por escoger el poder antes que a mí. Pero mi celular comenzó a sonar. Él hizo el intento de quitarme el bolso, no se lo permití.

—Es Hoseok, debo irme—le informo cuando vi la pantalla del celular—. Solo te aviso por cortesía.

—No vayas, quédate conmigo—suplica.

—Quiero ser feliz con alguien que si me merezca—susurro.

—¿Crees que no te merezco?—niego lentamente con la cabeza.

—Si tanto me amas, ¿cómo puedes dormir en las noches con la culpa?

—No puedo—nuestros ojos volvieron a conectar. Mi corazón me decía que dejara todo por él. Que fuera feliz con esta imagen errónea del amor. A mi cabeza no le gustaba esa forma de pensar, ella creía que merecía algo mejor, algo que no me hiciera daño.

—Podemos quedar para hablar otro día—propongo sin pensar.

—¿De verdad?—la emoción no tardó en llegar a su rostro.

—Si, pero ahora debo irme—asiento rápido y sin darme tiempo a pensar, me plantó un beso en la frente.

—Prometo que nunca más te haré llorar.

—Eso espero.

____
Estaba parada como estatua frente a la entrada del cine. ¿Qué se suponía que debía hacer? No me sentía bien. Ji Woon tenía razón, no estoy preparada para esto. Pero es Hoseok, no pienso dejarlo plantado.

Tomé aire y comencé a caminar, no es momento de arrepentirse. Mi cita estaba haciendo la fila para comprar la comida, solo estaban dos personas por delante de él. Pidiendo permiso llegué a su lado y nos saludamos con un abrazo.

—Creí que no llegarías—traté de sonreír.

—No pensaba perderme esto—sus pómulos estaban elevados por la sonrisa que tenía—. ¿Qué película veremos?

—No sabía que escoger, eres un soldado, no puedo escoger una de romance por pensar que tendrás miedo a una película de acción—asentí dándole la razón—. Así que escogí la sala a la que aún le quedaban asientos.

—¿Y esa es?

—Una película animada—suelta una carcajada.

—Amo las películas animadas—rio también y avanzamos en la fila.

—Prometo que te gustará.

—¿Ya leíste la reseña.

—No, pero tengo fé.

Una hora más tarde estábamos en una sala casi vacía viendo la película más aburrida que había visto en toda mi vida. El personaje personal comenzó a hablar sobre amor y miré a Hoseok riendo.

—Es una película más de amor para niños—me burlé de lo que estaba escuchando.

—No es mi culpa que en la portada saliera un robot.

—¡Pero si la princesa se enamoró del robot!—grito en un murmullo y comenzamos a reír.

—Creo que es una burla al amor por la tecnología.

—Prefiero amar a mi celular que a ese robot—señalo la pantalla.

—Si está algo feo—giramos la cabeza para ver a los niños que estaban a dos sillas del asiento de Hoseok.

—Al menos ellos lo disfrutan—mi acompañante se volvió a girar rápido tomándome por sorpresa, le dio un manotazo al refresco de mi mano y cayó todo el líquido sobre nosotros. Aguanté el grito que iba a soltar, estaba frío, muy frío.

—Lo siento—abre mucho los ojos mirando lo que había hecho.

—No es tu culpa—trato de tranquilizarlo y me levanto de mi asiento.

—Estoy algo nervioso, si es mi culpa—sonreí un poco.

—Mejor vámonos de aquí—propongo y se levanta rápido.

—Ya vimos suficiente, le daré solo 2 estrellas en google—reí demasiado alto por lo que todos me vieron mal. Me importaba poco, ya me iba de ese lugar.

__
—Se ven muchas estrellas hoy—digo para mí misma.

Habíamos decidido ir en nuestros autos y reunirnos en este puerto. A pesar de lo tarde que era, no estaba oscuro, las estrellas y los faroles del puente hacían que todo se viera perfectamente. El sonido del agua era relajante, había algo de viento, pero nada que no se pudiera soportar.

—Nunca había venido al puerto de noche—dijo y deseé poder coincidir con en él en eso. Kim Nam Joon y yo una vez vinimos a un puerto en la noche, terminamos en el agua con solo la ropa interior puesta, al otro día desperté enferma y con fiebre.

—Es hermoso, ¿no crees?

—Igual de hermoso que tú—a pesar de lo cliché que era su halago, no dejaba de ser romántico y adorable.

—Gracias—sonreí sin verlo. Me recosté sobre la baranda y vi a Hoseok seguir caminando por el pequeño lugar.

—Si te soy sincero, creí que no vendrías—me miró por unos segundos antes de seguir su recorrido.

—¿Por qué no lo haría?

—Nam Joon regresó justo después de pedirte la cita, no fue bueno para mí autoestima—comencé a jugar con mi cabello incomoda—. Supongo que...

—Mejor no hablemos sobre él—le interrumpo antes de que tengamos una conversación incómoda sobre mi "ex".

—Tienes razón—suelta una pequeña carcajada y finalmente se coloca a mi lado—. ¿Está mal si pregunto qué tal la estás pasando?—niego rápido.

—Estoy teniendo un rato agradable, como hace mucho no lo tenía—admito.

A pesar de todo, Hoseok me había hecho dejar de pensar en Kim Nam Joon. Me gusta no pensar en él por unas horas, me hace bien.

—Me alegro—sentí poco a poco como comenzó a entrelazar su mano con la mía. Casi como un acto reflejo me congele, no sé qué se supone que deba hacer—. Se qué tal vez no es el mejor momento para ti, pero yo no podía aguantar más. No podía seguir escondiendo la atracción que siento por ti desde el primer día—sin soltar mi mano se colocó frente a mí.

—Hoseok—susurro sospechando lo que sucedería a continuación.

—Si quieres que me detenga, solo dilo, no pienso hacer nada sin tu consentimiento—asentí entendiendo sus palabras. Pero no quería que se detuviera, no quería que se apartara de mí.

Que haya aceptado hablar con Nam Joon no significa que haya olvidado todo lo que me hizo. Hoseok es un buen partido, soy una persona adulta y puedo salir con quien quiera, y besar a quien me apetezca. Incluso, puedo besarlo sin que signifique nada. Nadie tiene que enterarse, nadie puede juzgar mis acciones, solo yo... y él, claro.

—No quiero que te detengas—susurré deseando que me hiciera sentir. Deseando que me hiciera sentir más que ese estúpido Capitán.

—Gracias—sonríe y finalmente une nuestros labios lentamente. Un roce delicado, lleno de respeto y romanticismo. No se sentía para nada igual a Nam Joon, pero eso no era algo malo, de hecho, me gustaba que no se sintiera igual.

No pude evitar sonreír. Estoy feliz, feliz de que no me desagrada besar a Jung Hoseok.

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