Los juegos terminaron mucho antes de lo pensado, mi estancia en el Capitolio pasó de una forma muy veloz , iba a irme pero alguien me agarró del brazo, era él, me di la vuelta, y no pude evitar mirarle con preocupación, estaba hecho una pena , unas profundas ojeras enmarcaban  su rostro, toda la alegría y vida que transmitía el rostro de Finncik  , desapareció en un visto y no visto, es posible que haya sufrido insomnio, me dio pena verle así, a pesar que me hizo daño, no quería verle sufrir, así no.

- Johanna... Dijo con un hilo de voz.
- Te escucho... Dije con algo de miedo mientras lo agarraba de las manos.
- Yo... Lo siento mucho ... Ella... Ella me obligó, dijo bajito.
- ¿A qué? Dije con enfado, no pude evitar cabrearme,  odiaba a Cashmere,  me parecía de las persona más rastreras y manipuladoras de todo Panem,  junto con el presidente Snowy que encima se hubiera entrometido en mi relación con Finnick no pudo más que cabrearme.
- Si no me acostaba con ella... Hablaría de lo nuestro... tuve que hacerlo, no me quedaba otra , lo siento muchísimo... estos días no he dormido nada... me he sentido tan culpable., tan gilipollas ... Te pido perdón Johanna.

Fruncí él ceño, no sabía si creerle o no.
Me cogió del brazo con un poco de brusquedad  y me llevó a un lugar apartado, yo le miré con incertidumbre, no sabía realmente que quería decirme, aflojó su agarre mientras me pedía perdón por haber sido algo brusco.
- ¿¡Cómo coño te tengo que decir que te amo Johanna!?, ¿¡no hay manera de que lo entiendas!? Dijo frustrado, aunque parece que con mis actos no me importas , si lo haces , yo te quiero ¡joder! Dijo casi gritando Finnick.

Sus palabras me conmovieron, nunca nadie me había dicho algo así, yo lo seguía amando, pensé durante escasos segundos si me estaba mintiendo, pero mi corazón sabía que no, Finnick fue sincero y sus hermosas palabras me enternecieron, yo le amaba, por supuesto, en todo este tiempo así fue, decidí evidentemente darle otra oportunidad, creo que él se la merecía,se equivocó sí, pero su arrepentimiento era muy evidente.

-¿Sabes? Al cuerno lo que pasó,  yo te amo y empezaremos de nuevo, dije con determinación, me acerqué y lo abracé fuerte, estaba sorprendido pero respondió a mi abrazo.
-Te amo Johanna, no te vayas de mi lado, dijo besando mi mejilla.
- No lo haré si no me das motivos, le respondí.