Capítulo 11

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                                Capítulo 11

                                    Celina

Habían pasado horas si no habían sido días desde que llegamos al almacén, todos se esforzaban en llevar acabo la idea de los autobuses y en como crear una defensa que nos mantuviera a salvo mientras tanto yo me aseguraba de que Aaron estuviera bien.

El hecho de que todos estuvieran trabajando arduamente casi sin descanso hizo que la desesperación junto al frío y hambre me llevarán a comprender algo...

Estábamos viviendo en medio del infierno.

Fuera la tierra se encontraba muriendo podrida mientras nos encontrábamos escondidos en esa pequeña caja de cemento y mental, todos queriendo huir de aquel oscuro agujero en el que permanecíamos y cada segundo en el que alguien levantó la voz tratando de conseguir algo de comer o beber me hicieron ver lo insignificante que realmente soy en este gran espacio terrestre, todos los años que pasé estudiando y corriendo detrás de un sueño se desvanecieron a la completa nada en un solo instante el cual conocemos como la realidad.

—¿Estás bien? has estado muy pensativa—preguntó Noah con una lata de aceite en su mano.

—¿Para qué eso?—traté de ponerme de pie.

—Er me lo pidió, ¿estás bien?

Asentí sin decir nada.

—Y qué hay de Aaron, ¿pudiste conseguirle algo de comer?

—No, la última barra nutritiva que me dio Leticia se acabó ayer y nuestro líder insiste en no tener nada más—me duele la garganta solo de intentar de hablar.

—Te entiendo, todos estamos igual, creo que han pasado unos días desde que conseguimos traer los buses.—espetó con las manos aceitadas.

—¿Crees que se vaya a tomar más tiempo?—me dolía el cuerpo de estar tanto tiempo sentada sobre el frío y duro suelo.

—Veo que ya te convenciste—reconocí de inmediato a que se refería.

—Por ahora si, pero si nos llegamos a chocar con una de ellas seremos nosotros o esa cosa—me levanté del piso echándole un vistazo a Aaron quien se encontraba junto a un grupo de niños que había sobrevivido.

—Ven conmigo—Indicó el periodista empezando a caminar.

Fruncí el ceño algo extrañada con su actitud.

—Necesito que levanten la parte trasera y la muevan hasta aquí—escuché a Er gritar a un grupo que se encontraba trabajando junto con él.

—Si que es muy energético—comenté llegando junto a los buses.

—No te imaginas, sostén esto—Pidió Noah entregándome el aceite que se derramaba.

—¡Hey tú! dame eso—Vocifero el chico energético—vamos date prisa.

No entendía como alguien lograba tener tanta energía después de llevar tanto tiempo sin comer, beber y mantenerse trabajando, sin embargo era obvio que estaba feliz de trabajar en la monstruosa transformación de los buses, Noah no dejaba de apoyarlo en cualquier cosa que dijera y las cosas que lograron recuperar junto con lo que encontramos en el almacén había resultado de más ayuda de lo que pude haber imaginado.

Por otro lado también estuve trabajando en una idea para defendernos pero esta se volvió inútil en cuanto entendí que no contaba con los materiales suficientes.

Quién me escucha pensaría que sabía algo de ingeniera, pero no había nada de malo con intentarlo, creo que hubiera sido de mucha ayuda para nosotros si hubiera logrado desarrollarla.

—Aquí tienes—le pasé el aceite al muchacho.

—Supongo que un poco de lubricante no te molestara—comento burlón observando mis manos.

—¿Cómo harás que todo esto funcione? digo, no crees que resultará muy pesado sin incluir a los pasajeros—espeté mientras observaba las grandes piezas de metal que se encontraban sobre el bus.

—No te preocupes por eso, ya lo tengo resuelto, ¿y qué hay de ti? escuché que tenías una idea que podría sernos de ayuda—confesó mientras yo no podía dejar de ver sus dedos hinchados y cortados.

—Necesitaría de mucho más para hacerlo, además creo que ya todos estamos lo suficientemente agotados como para agregarles más trabajo.

—Yo te podría ayudar.—dijo sentando en lo que parecía ser la parte delantera del bus.

—¿Un cuerno? ¿En serio?

Er negó con la cabeza.

—No es un cuerno.

—¿Entonces qué es?—caminé alrededor para poder verlo mejor.

—Te mostraré ahora—se tiró del bus cayendo sobre sus pies y creí que se partiría ambas piernas para ser sincera.

Lo seguí hasta entrar en el bus, la verdad es que al inicio tenía miedo de estar debajo de todo eso, pensaba que en cualquier momento todo podría venirse a bajo con nosotros dentro—Mira esto—pidió y lo vi pulsar un botón, de inmediato empecé a escuchar un extraño ruido provenir del bus, este se sacudió dejando caer todo lo que se encontraba sostenido sobre sus alrededores haciéndolo chocar contra el suelo bajo nosotros provocando un enorme y molesto ruido dentro del almacén. Los hierros encima del bus como protección sin duda lucían diferente a la primera vez que vi uno de ellos, aún recuerdo la impresión que me dieron al verlos iluminar todo, uno detrás de otro como si estuviéramos preparándonos para ir a la guerra.

—Todavía hay algunas cosas que arreglar, por ejemplo lo que comentas del peso pero con esto cualquier cosa que se ponga junto a nosotros será aplastado—lo vi entusiasmado—lo malo es que no si funcionara con el tamaño de esas cosas y aun no tenemos ningún tipo de arma que sirva contra ellas.

Guardé silencio analizando todo lo que acaba de suceder.

—Acabas de hacer un gran agujero alrededor nuestro, ¿lo sabes?

—Vamos aun no te muestro todo, estoy trabajado en como poder aligerar el combustible y hacer que las llamas sean más duraderas y conseguir mejor iluminación, ¿te imaginas?

Lo que si entendía era que Er realmente estaba emocionado y loco por la idea de construir cosas raras.

—Pero aún teniendo la iluminación esas cosas nos atacaron,—añadí —Cuál será la diferencia ahora?

—Todos dicen que le temen al fuego y al calor pero yo aún no me encuentro muy seguro de ello.

Yo tampoco.

—Si ese es el caso no importa cuanto nos esforcemos, terminaran entrando aquí o cazándonos allá afuera—comentó ante mi silencio.

—Ya deja de asustarla—apareció Noah observando el agujero que teníamos alrededor—has arruinado el lugar.

—Ustedes no entienden la creatividad de este genio.—se burlo Er.

—Señor genio, ¿podría por favor levantar esas cosas del suelo? las gomas del bus terminaran estallando y para esas no tenemos repuesto—dijo el periodista quien también parecía estar disfrutando de pasar tiempo con Er—vamos Celina, dejemos al genio hacer lo suyo.

—Es una buena idea la que tiene—lo defendí siguiéndolo.

—Lo es, pero lo malo es que solo se puede usar una vez, si lo hace más de una se estanca y bus no puede avanzar—guardó silencio—En pocos días podremos salir.

—¿En serio lo crees?—pregunté a su lado sin detenerme.

—Es lo que dijo el genio y Thomas a estado a la defensiva, lo vi hablar con L a escondidas estoy seguro que aún no nos dicen todo lo que saben.

—Tambien lo he estado pensado, tal vez deberíamos acorralarlos y hacer que hablen.

—Si presionamos a L es posible que explote y Thomas no creo que vaya hacerlo tan sencillo.

—Entiendo—solté empezando a moverme hacia la ubicación que sabia ella se encontraba, no estaba segura de que le diría al verla pero si era cierto que sabía cosas que nosotros no, no entendía cual seria la razón para ocultarlo cuando era muy posible que todos muriéramos, tampoco era como si nos hubiéramos vuelto amigas ni nada por el estilo pero después de todos los percances por los que habías pasado si ocultaba alguna información que nos podía ser de ayuda su deber era contárnoslo, después de todo todos estábamos trabajando muy duro para poder salir.

—¿Qué sucede?—la vi cargar algunos hierros sobre su espalda mientras nos acercábamos—iba camino a llevarle esto al chico ruidoso de allá, parece que no deja de hacer de las suyas.

—¿Y qué hay de ti?—inquirí.

—¿A qué te refieres?—se agachó dejando la carga sobre el suelo.

—Te vi hablar a escondidas con Thomas, creí que no se llevaban bien. ¿Qué están planeando?

—¿Escuchaste la conversación?—replicó la trenzada observándome tensa cruzando los brazos sobre su pecho.

—No—contesté seco.

—Si lo hubieras hecho lo sabrías—se agachó dejando descansar sus brazos para tomar los hierros de regreso.

—Espera—pidió Noah—yo fui quien los vio, ¿Qué sucede? ¿De que quería hablar Thomas contigo?—pregunto sin frenos.

Ella se detuvo de su camino y se dio la media vuelta—ustedes dos deberían tratar de compenetrarse mejor, solo le preguntaba si tenía algo de comer con él para tu hermano, eso es todo—espetó cortante antes de retirarse.

—¿Le crees?—pregunté al periodista a mi lado quedándome viendo como Leticia se alejaba.

—No, aunque lo de usar a Aaron no estuvo mal.

—¿Ahora que haremos? ya sabe que la viste y estará alerta.

—La seguiremos más tarde y veremos lo que hace, después de todo son militares y algún secreto deben de guardan, ellos siempre tienen algo que ocultar.

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