6° Pedallida Vivida

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

¿No deseas ver de nuevo tu error?

Susurro algo junto a mi oído, su voz era gruesa pero débil, desagradable de oír a tal cercanía, sentía su respiración irregular en mi pelaje aun cuando no lograba sentir realmente su presencia, incluso podía oler su aliento a tierra y moho, era molesta su cercanía y no poder mover ni un dedo para quitármelo de encima, sus dedos calientes como si acabara de meterlos en fuego tenían tierra y esta empezaba a clavarse en mis hombros mientras él me jalaba un poco.

Tarde note como mis piernas retrocedían sin gran equilibrio hasta no sentir al otro que hablo, sentía que caería por esa rara reacción en mí, volvía a sentir mi cuerpo libre pero con una presión en el pecho casi dolorosa, sin saber cuándo, me gire y comencé a caminar en dirección a aquella casa sin verdadero color, como si algo me obligara seguir dando un paso torpe tras otro, empezaba a moverme sin ser consciente de ello. Podía sentir un dolor en las rodillas a cada paso, como si algo las traspasara y jalara con brusquedad a cada momento, algo me movía como si de una patética marioneta barata se tratara.

La puerta estaba abierta y poco me costó pasarla, adentro de la casa el piso de madera cubierto por una alfombra rota estaba teñido de algo viscoso de color rojo, al parecer ese cantico tenía por efecto volver de la sangre un peligroso veneno, cosa que esa bruja buscaba para sus otros planes, recuerdo haber oído que eso se volvía incluso difícil de que pasara por las venas y buscaba un escape con desespero. Las paredes manchadas de negros y con algunos agujeros parecían nunca haber recibido algún cuidado, sus años habían sido robados, el techo estaba lleno de humo y se disolvía a cada minuto, yo nunca vi al techo cuando todo eso sucedió.

Como si algo me tomara del hocico y obligara a ver, mi mirada a regañadientes se clavó en el cuerpo pálido de aquella bella dama sin vida, su piel normalmente pálida estaba casi blanca y su mirada cristalina de un color azul claro se perdía en el piso, a los pies de aquella bruja, con una expresión de pánico y lamento, su larga cabellera rubia se veía alborotada y dispareja, como cortada por una daga sin querer, incluso la cinta que lo adornaba estaba rota y apenas se sostenía por algo negro que se derretía tiñendo su cabello de marrón. Su largo vestido azul estaba rompiéndose por sí solo hasta mostrar su delicada piel, que se mostraba algo roja por la sangre ansiosa de salir, como si una espada atacara su piel terminaba cortada por culpa de esa magia. Todo en ella lucia desastroso y lleno de pesar.

La dama, aquella que YO debía proteger abrió su temblorosa boca de forma lenta sin aguantar más, podía escuchar sus suaves susurros, frases de un hechizo que jamás pudo lanzar y nunca entendí, comenzar a cambiar a quejidos y fuerte tos, se podía escuchar la fuerza que aplicaba en eso y lo desgarrador que resultaba. De su boca comenzó a salir aquel líquido carmín grumoso ante cada tos, y aun cuando no hacía nada caía cual cascada teñida hasta empezar a tomar esa consistencia viscosa. Era desagradable y se notaba que le causaba dolor.

Note como aquella versión mía veía la escena sin poder moverse, presa del cantico de la bruja su mente divagaba entre caos mientras la dama sufría sin solución, intente retroceder e irme de aquel lugar, aun escucho gritos vacíos de almas en pena ante la sola respiración de la bruja, pero mi cuerpo no reacciona, no lo siento tan siquiera. Al poco tiempo pude ver el carmín realzar, olía a madera quemada con algo casi putrefacto mientras un gruñido me obligaba a entender la escena, una de las marionetas de aquella bruja había comenzado el incendio que, a mi antigua versión, lo obligo a retroceder, volví a escuchar mi propia desesperación, vi como sacudía a la dama hasta notar que debía escapar. Cosa que hizo con desespero.

Me quede observando como el fuego consumía los cadáveres de aquellos que una vez fueron magos y aprendices ansiosos por ayudar, sin poder moverme ciento como el frio me cala hasta los huesos congelándome, aun siendo tragado por las inquietas llamas solo siento frio y cansancio, nada de dolor o miedo, dudo que mi mente entienda nuevamente que es eso, a través de las llamas puedo ver sombras danzar y sus voces distorsionadas cantar, repiten su canción y se acercan a mi aunque ya no entiendo que me hacen.

Todo fue mi culpa y la muerte debe consumirme

Cerré los ojos sintiendo como sus dedos se clavaban en mis piernas adormecidas, pequeñas dagas causarían menos dolor, todo comienza a tornar oscuro y noto mi cuerpo temblar. ¿Es normal que tenga sueño? ¿Por qué estoy cansado en medio de un sueño? ¿Si estoy a punto de morir en esta pesadilla porque aún no despierto? ¿Por qué no logro respirar? La oscuridad tan intensa me consume hasta solo tener una mente agobiada y no entender que ha sido de mi cuerpo, ciento un pequeño calor en mi pecho, es agradable ¿es que en verdad he fallecido? Logro ver la luz al final y esta se acerca a mí, aunque no duro lo suficiente para recibirla.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro