04. "No es él"

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Vanessa, no es él. Él no es chico de las notas. No le creas. Él puede ser alto y tener ojos azules, pero ese no soy yo. No te puedo decir quien soy aún, pero por favor no le creas"

Con desesperación y amor, un desconocido.

Dylan escribió la nota durante su clase de matemáticas, rompió la punta del lápiz varias veces de tanto apretarlo. La rabia era mucha, la impotencia también. Él quería correr a donde estaba ella y decirle que él era el chico de las notas.

Se sentía impotente al no poder hacerlo. Se tenía que conformar con escribirle notas. Estuvo todo el fin de semana pensando en lo ocurrido, martillandose la cabeza con los mismos pensamientos que tanto lo atormentaban. El día de escuela, luego de su clase caminó con rapidez hacia los casilleros. Se paró frente al de Vanessa, hizo el ademán de pegar la nota, pero una vez más aquella voz masculina lo detuvo.

—¿Tú otra vez? —Dylan bufó con molestia

—Sí, yo otra vez, ¿tú que haces aquí? —Respondió de la misma forma.

—Los pasillos son libres, ¿sabes? — Una sonrisa ladina se formó en su rostro. Sus ojos se fijaron en la nota que Dylan sostenía en su mano. Se la quitó de golpe tomando al chico por sorpresa, la leía sin quitar esa sonrisa divertida de su rostro

—Así que tu eres el chico, que patético eres. Enviando cartitas a la chica que te gusta —Largó una fuerte carcajada y dió unas palmadas sobre sobre su hombro —Es una pena amigo, ahora Vanessa es mía —Habló sin mirarlo siquiera y paso por su lado, empujándolo intencionalmente con el hombro.

Dylan arrugó su nota y la tiró a la basura, su rostro estaba rojo y sus puños estaban muy apretados, al punto de que sus nudillos se volvieran blancos. Se fue de ahí echando humo.

💌💌💌

Durante el almuerzo no probó ni un bocado de la comida, él miraba atento y con su furia creciendo cada vez más, la desagradable escena frente a sus ojos. Vanessa y ese chico el cual él desconocía su nombre conversaban animadamente mientras almorzaban. Entonces Dylan, dejando la timidez de lado, tomando fuerza de quien sabe donde y actuando totalmente por impulso se levantó de su mesa y se dirigió a donde estaban ellos.

—Hola, ¿me puedo sentar?

Los mencionados anteriormente miraron en su dirección, Vanessa asintió contenta y emocionada por hacer un amigo, mientras que en el rostro de Logan se formaba una sonrisa de total burla. Tomó lugar en aquella mesa, junto a Vanessa y frente a Logan, Dylan estaba nervioso, le sudaban las manos, pero no se arrepentía. Él debía hacer lo posible para que Vanessa se diera cuenta de la verdad.

—¿Y de qué hablaban? —Se atrevió a preguntar para romper el incomodo silencio, incluso él mismo se sorprendió por su atrevimiento y con la firmeza que había hablado.

—Nada importan... —La voz del chico frente a él fue interrumpida por una más dulce y suave, la voz que tanto amaba Dylan.

—Hablábamos de unas notas que Logan dejaba en mi casillero —Eso le dolió, unas palabras que parecían tan inocentes le dolieron como los mil demonios.

Joder Vanessa, date cuenta.

Quizo gritarle aquello a la chica a los cuatro vientos para que dejara de ser tan ingenua. Para que entrara en razón. Dylan la escuchaba hablar enérgicamente sobre aquellas notas que él mismo dejaba en su casillero, la escuchaba sintiendo su corazón romperse con cada palabra. Vanessa no siquiera se percata a del dolor y tristeza en su mirada.

—¡Te cuento un chiste! —Exclamó de pronto sacando a Dylan del vacío de pensamientos y emociones hirientes en el que había caído —Es bastante bueno, Logan lo escribió en una de sus notas —¿Escuchaste eso? Fue el corazón de Dylan rompiéndose una vez más —Bueno Logan, yo le digo el chiste y tu la respuesta.

Él asintió con algo de temor, él no sabía ese chiste, pero tal vez lo había escuchado y podía completarlo. Dylan por el contrario le dedicó unas cuantas miradas divertidas a Logan al ver su rostro de preocupación. Vanessa era lo suficientemente distraída como para no darse cuenta del tenso ambiente entre ambos chicos.

—Bien, ¿que le dice una cereza a un espejo? —Preguntó la chica mirando ansiosa hacia Dylan.

Él no respondió, quería saborear el momento en que Logan no supiera la respuesta, sería una divertida venganza para él. Vanessa, sonrió al ver que Dylan no había respondido, fijó su mirada en Logan esperando a que completara dicho chiste.

Todas las miradas estaban sobre él, la divertida de Dylan y la expectante de Vanessa. El chico apoyó sus codos sobre la mesa y descansó su rostro entre las palmas de sus manos. Pronunció lentamente y con desinterés la respuesta observando divertido el rostro de total sorpresa del chico frente a él.

Logan había jugado sucio, finalmente la pequeña venganza de Dylan que sería totalmente satisfactoria para él, fue en su contra. Dylan fingió, río ligeramente aunque en esos momentos se podía decir que parecía una olla a presión, sí, echaba humo. Enojado, ya que no había resultado como quería se levanto de la mesa y caminó a pasos rápidos fuera del comedor. Maldiciendo y mandando a la mierda mentalmente a cualquier cosa o persona en su camino.

Mientras tanto, Vanessa lo observaba confundida.

—¿Qué le paso?, ¿acaso no le gusto el chiste? —Pensar que esa era la razón entristeció su ingenuo corazón.

Mientras, Logan se felicitaba internamente por haber recordado aquel chiste que la chica había mencionado minutos antes. Después de todo hacerlo fue un milagro teniendo en cuenta que no estaba prestando ninguna atención a sus palabras.

—No lo creo, seguramente tenía que hacer algo —Mintió, él sabía que Dylan se había enojado y eso le hacía sentir demasiado bien.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro