—¿Cómo se dice, Tzuyu?

—Siento haberte golpeado, Jennie Kim.

—Bien. ¿Cómo se dice, Jennie?

—Siento haberte empujado y devolverte los golpes que te merecías, maldita alce inmunda de mier... ¡AH, LISA, NO ME TIRES LA OREJA!

—¡Jennie!

—¡Bien, bien, lamento todo, cara de alce! ¡Lisa!

—¡No lo estás haciendo bien!

—¡Ustedes no se rían, malditas bastardas!

Pero era imposible evitar que Nayeon, Rosé y Jisoo no se rieran con toda esa irrisoria situación. No cuando minutos atrás Lisa, harta de que la ignoraran, se metiera en medio de la pelea agarrando a Tzuyu y Jennie de las orejas, tirando de ellas y separándolas.

Y, en ese preciso instante, Lisa seguían con sus orejas agarradas, diciendo que tenían que pedirse perdón la una a la otra o no las soltaría.

La pobre se Nayeon estaba riéndose en el suelo, agarrándose el estómago mientras la pareja trataban de contenerse, pero fallando miserablemente.

Jennie murmuró por lo bajo, frotando su mejilla herida por el golpe que le dieron, y miró a Lisa con frustración.

—¿No se supone que somos novias? ¡Deberías defenderme! ¡Esta cara de alce quería morder tus cachetitos!

—¡Yo no le quería morder nada a nadie, cara de anciana!

—¡Esos cachetitos son míos!

Lisa parecía realmente exasperada, por lo que volvió a tirar de sus orejas haciendo que chillaran.

—Primero que todo —comenzó a regañar pacientemente—, Jennie, tú no querías que me acercara a ti —la aludida desvió la vista, cruzándose de brazos, sin saber realmente por qué había actuado de esa forma cuando solía controlarse.

No sabía por qué había actuado de una forma tan celosa cuando Lisa no era una
novia de verdad, sino que su mamá sólo la había alquilado porque quería verla con una pareja.

Pero en ese momento no lo había pensado. Ver a Lisa actuando tan linda con todas las otras personas hizo que una parte en su interior deseara ser la única a la que tratara así.

—Segundo —prosiguió Lisa soltando la oreja de Tzuyu, que se la frotó con resentimiento para tratar de aliviar el dolor—. Chewy es sólo mi amiga, nada más.

—¡¿Y por qué a ella le tienes un apodo lindo, Lisa?! —protestó Jennie otra vez, sin poder controlarse.

Lisa la miró con ojos entrecerrados.

—Pero si a ti te digo gatito, bebé —ronroneó con toda intención de humillarla.

La risa escandalosa de Nayeon aumentó, Rosé se cayó de la silla y Jisoo no pudo ocultar más su risa de limpiador de vidrios. Incluso Tzuyu tuvo que desviar la vista para no reírse.

—Cállate, cachetitos —murmuró Jen mientras Lisa soltaba su oreja.

Lisa comenzó a reírse, y de alguna forma Jennie se sintió mejor al oírla.

Más aun cuando Lisa la abrazó por el cuello, apoyando su mentón en su hombro antes de darle un beso en la mejilla.

—No estés celosa —le susurró a su oído para que nadie más la escuchara—. Estos seis meses soy tuya. Luego no volverás a saber más de mí como te lo prometí, Jennie Kim.

Sus palabras dejaron un amargo sabor en su boca por algún extraño motivo.

¡Gracias por leer!
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